No se por que lo sigo haciendo

No se que me pasa, él jamás me ha traicionado, nunca me ha sido infiel, es un buen hombre, trabajador, amoroso, atento. Pero simplemente no lo puedo evitar, ya van a ser 3 años desde que llevo esta doble vida. Míralo, tan tranquilo, en paz, viendo televisión mientras me maquillo, mientras me pongo labial, recuerdo que la última vez dije que ya no lo volvería hacer y hoy estoy a punto de hacerlo otra vez.

El no sospecha absolutamente nada, voltea a verme y sonríe porque le dije que saldría a una reunión de amigas y el sin dudarlo me permitió ir otra vez. No quiero hacerle daño pero al mismo tiempo no lo puedo evitar, me ve poniéndome una tanga diminuta en juego con el brazier, huele mi perfume, me ve colocarme el liguero y aun así ni siquiera sospecha, confía en mi a ojos cerrados y yo por momentos me siento terrible pero luego me acuerdo de el, ese hombre que me tiene dominada, que con solamente oir su voz mi cuerpo se estremece, mis ojos brillan, mi vagina se humedece, de ese hombre que con un simple beso me hace desear recostarme, echar mis brazos hacia atras y dejar que me devore. Luego otra vez reacciono y veo a mi esposo, tierno, amoroso, amable, atento y siento ganas de llorar, me siento sucia, una maldita y me confundo más, el me mira y nota algo raro en mi,  se pone de pie y se acerca, me abraza por detras y me pregunta si me siento bien, yo por la culpa intento alejarlo rápido y le digo que sí, que estoy bien, el tan amable se ofrece a subir el cierre del vestido ceñido color vino que me estoy poniendo, el no sabe que la intención de llevarlo puesto es volver loco de deseo a otro hombre, me siento en mi cama y el se sienta en el piso para colocarme mis tacones en los pies, lo veo y me sonríe, me despierta ternura y culpa pero a la vez rechazo, nula atracción, lo veo tan poco hombre en comparación a mi amante quien en cambio me hace ponerme de rodillas ante el y chupar su pene hasta atragantarme. Mi esposo se pone de pie e intenta besarme pobre hombre, lo beso pero de manera breve dejandolo con ganas de más mientras que yo ya no quiero, la poca atracción fisica hacia el combinada con la culpa de lastimarlo me hacen alejarlo rápido, cierro los ojos y me volteo, el sabe que algo anda mal pero no sospecha para nada que se trate de una infidelidad. Se queda sentado en el sofa, yo agarro mi bolso y camino hacia la puerta sintiendo sus ojos en mi espalda, pero no volteo, abro la puerta y sin voltear a verlo le digo “no me esperes” y cierro.

Camino una 5 cuadras lejos se mi casa. El me está esperando, con las llaves de su auto en las manos arrimado a su coche viste una camisa apretada que deja ver sus músculos y unos pantalones de vestir algo ceñidos que permiten ver su enorme paquete. Me sonrie de manera picara y me abre la puerta del coche y yo me entrego por completo, me olvido de que soy casada, olvido la sensación de culpa que tenia hace solo unos minutos, su presencia, su olor a hombre fino pero tosco a la vez me vuelve loca, llegamos a su apartamento otra vez, ya perdí la cuenta de cuantas veces me he entregado a el en ese mismo lugar, no hay cena romántica, no hay frases de amor, no hay promesas, no hay nada, solo el aroma a sexo y lujuria invaden el lugar apenas entramos, nos besamos como locos, yo me muero por sentir su pecho, por acariciar sus músculos, desabrocho au camisa rapidamente y acaricio su abdomen, beso su pecho y su cuello dejando manchas de lapiz labial en el, el me agarra con fuerza y me baja el cierre del vestido cayendo al piso suavemente, besa el lóbulo de mi oreja y luego devora mi cuello, agarra mi cintura y me voltea con un solo movimiento, junta su pelvis a hacia mi y puedo sentir su pene duro entre mis nalgas a través de la tanga, mi vulva se humedece, el baja por mi piel besando mi espalda mi cintura, muerde mis glúteos y luego me vuelve a poner frente a frente con el, me carga estando yo aun con mi lenceria puesta incluyendo mis medias y mis tacones y me arroja en la cama. Empieza a devorar mi cuerpo, desabrocha mi brazier y chupa mis pezones lame mis senos juega con mi ombligo y su lengua, besa mi pubis a través de mi tanga y luego la hace a un lado para chupar suavemente mi clitoris, baja con su lengua desde el inicio hasta donde mi vagina se encuentra con mi ano y vuelve a subir, mi entrepierna se llena  de su saliva y mis fluidos vaginales, mete sus dedos en mi coño mientras chupa y jala con sus labios mi clitoris.  Mis ojos están en blanco como en un trance mientras la musica sensual sigue sonando en el lugar. Muevo mi pelvis y empujo su cabeza mas adentro entre mis piernas hasta que lo siento, las contracciones vaginales me llenan de placer y locura entre gemidos y gritos de lujuria completamente loca de deseo. El se pone de pie y se aleja, me ordena que me acerque a el, me pongo de pie y el me dice “acercate gateando”. Me pongo en 4 patas y de manera sensual me acerco a el mientras desabrocha su pantalón y deja salir el objeto de mi locura, su pene enorme, grueso, jugoso, me acerco a el y suavemente lo introduzco entre mis labios, lo acaricio con mi lengua, siento su glande en mi paladar, delicioso, sensual, imponente. Lo chupo con locura, dejo un hilo de saliva entre la punta y mi lengua, lo veo disfrutar, bajo a sus bolas y las restriego por mi boca, me siento dominada y me gusta, agarro sus piernas atleticas y muero de deseo, apreto sus nalgas mientras intruduzco su pene hasta donde el tamaño de mi boca lo permita, el lo saca, me golpea en la cara con su garrote húmedo y yo mirandolo a los ojos y casi a modo de suplica le digo “hazme tuya, metemela toda” el me carga en sus brazos abriendo mis piernas y lentamente con mi espalda hacia la pared deja caer mi cuerpo haciendo que su pija se introduzca en mi húmeda y palpinate vagina, puedo sentir su glande profanandome, sus tronco venoso llegando bien adentro de mi mientras el besa y muerde mi cuello. Me carga y me suelta haciendo que entre y salga, en mi mente recuerdo como mi esposo intentó alguna vez hacérmelo en esa posición y nunca pudo, para mi amante es muy fácil.

Sin soltarme y aun con su tranca dentro de mi me acuesta en la cama y me sigue penetrando pero ahora sí directamente con embestidas con la fuerza de sus caderas, siento que me llega al tope, agarro su cara para que me mire de frente a mis ojos mientras me clava, su mirada atrevida y deavergonzada solamente me excita más y me hace disfrutar más, elevo mi pelvis y empiezo a sentir de nuevo que me vengo, lo abrazo y grito el saca su pene y expulso liquido con fuerza mojando la cama y el piso.

El me exige con voz autoritaria que me ponga en 4. “me vas a dar el culo” me dice. Yo no respondo, solamente elevo mis nalgas y pongo mi mejilla en la cama viendo mi propio rostro y mi cuerpo a través del espejo que esta a lado de la cama. Así toda despeinada ya, empinada, sudada aun portando mi liguero, medias de seda y tacones altos, me veo como una callejera, como una cualquiera, como una mujer sin rumbo, totalmente perdida en el sexo, totalmente perdida en el placer y detras de mi ese hombre alistándose para profanar un lugar que ni siquiera mi esposo ha explorado. El aplica crema lubricante en su pene e inclusive sin que me haya penetrado aun siento que de solo verlo alistarse a traves del espejo mi ano se empieza a dilatar solo y se dispone a aguantar la falta de respeto, la profanacion, la invasión. Lo empuja suave, duele pero no quiero que lo saque, siento su cabeza ya dentro, el resto entra un poco más fácil, y yo echada con cara de puta gimiendo, me gusta no se por que, el simple hecho de sentirme sucia me excita más, de sentirme entregada de la manera mas grosera y vulgar posible a ese hombre, me penetra, lo saca y lo vuelve a meter, lo hace mas rápido, me pregunta si me gusta y yo entre gemidos le digo que me encanta y le pido que me llene de leche por dentro, que inunde de semen mi recto, que chorree por mi ano. Finalmente el se viene dejandome sentir ese fluido calido dentro de ano, son algunas emisiones, y cuando lo saca yo quedo ahí boca abajo aun gimiendo y su semen saliendo de mi cola y chorrendo por mis piernas.

El me da una nalgada como diciendome “lo hiciste bien”. Se va al baño y deja tirada en su cama.

Es cuando regreso a la realidad. “Lo hice otra vez” me digo a mi misma y me empiezo a arrepentir, llevo mis manos a la cara y solo quiero desaprecer, una vez más no pude ser fuerte y evitar la tentación. El sale del baño, con su mano acaricia mi barbilla y me dice “bueno creo que ya es hora”, sin darme mucho tiempo para limpiarme el semen de mis piernas y mi vagina hace que me vuelva a vestir. Son las 12 de la noche y el se ofrece a llevarme al menos unas cuadras cerca de mi casa para no levantar sospechas.

Bajandome de su coche el solo me dice “nos vemos” arranca y me deja ahí, en medio del silencio del barrio en la madrugada. Camino tambaleante, con restos de semen aun entre mis piernas y con el ano aun abierto. Abro la puerta y me quito los tacones para no hacer ruido, al abrir la puerta de la habitación lo veo a el, mi esposo, mi dulce y tierno esposo, la culpa me invade, me siento sucia, abusada, estúpida, de lo peor. El no se merece esto pero simplemente no lo puedo evitar.

Al final, luego de bañarme y lista para intentar dormir recibo un mensaje en mi celular “Lo repetiremos” dice. Es el. Yo no respondo nada porque se que sería mentirme a mi misma, porque se que volveré a caer.

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Joseph
Joseph

Relatos en primera persona (hombres y mujeres) desde lo erótico y romántico hasta lo más sucio y perverso.

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Un comentario

  1. DESEO REALIZAR MI FANTASÍA, “QUIERO VER” A UNA PAREJA COGER Y YO MAMARLE LA PANOCHA A LA MUJER, con mi lengua, lamer chupar, mamar, el clítoris, saborear sus jugos vaginales, mamarle Toda su “rica y sabrosa panocha en su jugo con mi lengua, lamer chupar, mamar, el clítoris, saborear sus jugos vaginales, QUIERO VER COMO LE METEN LA VERGA A LA PANOCHA QUE ME VOY A COMER “Primero Quiero Ver” cómo le meten la verga a la mujer para después yo después que le metió la verga su marido, mamarle yo su “rica y sabrosa panocha en su jugo con mi lengua, lamer chupar, mamar, el clítoris, saborear sus jugos vaginales, mamarle el clítoris y toda su sabrosa panocha húmeda, después que se la cogieron. QUIERO VER COMO LE METEN LA VERGA A LA PANOCHA QUE ME VOY A COMER

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