Conexión con el electricista
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Llamé un electricista para que viniese a mi casa a hacer un trabajo de cableado que necesitaba.
El mismo vino a mi casa, justo un día en que mi esposa había salido a visitar a su hermana, es decir que estaba solo en mi casa, desde los 60 años de edad, aproximadamente, se había producido un cambio en mi vida.
Empecé a interesarme en otros hombres, y en las relaciones entre hombres.
Siempre fui muy pajero y mis pajas eran en la gran mayoría de los casos viendo vios de relaciones entre hombres viejos como yo, los cuales me excitaban muchísimo, justamente este electricista era un hombre que también había pasado los sesenta.
Era la primera vez que venía a hacer un trabajo en mi casa, así que no entiendo como pudo haber detectado mis gustos o lo que me pasaba.
El tema fue que cuando culminó el trabajo y pretendiendo mostrarme como había quedado la caja de seguridad me hizo acercarme a ella y se puso detrás mio, apoyándome claramente de atrás, pegando su ingle a mi cola.
Era un día con buena temperatura y yo tenía una remera y un pantalón corto, pero tipo bermuda, nada que a mi modo de ver hubiera denunciado mi gusto.
El tema fue que al apoyarme él, yo no dije nada, como haciéndome el distraído, pero dejándome apoyar.
Eso, claramente, lo inci´to a ser más atravido y empujo con más fuerza contra mi cola, casi dejándome aprisionado contra la pared.
Mi reacción ante eso solo fue la de tirar mi cola para atrás, haciendo bien apretado el contacto.
.- mmmmm, sabía que estás cosas te gustaban.
Yo no conteste nada, apoyé mis manos contra la pared y me quedé quieto mientras el me refregaba por atrás.
Ante mi complacencia el me abrazó desde atrás, apretándome en la zona de las tetas y me comenzó a besar en el cuello, haciéndome que me yo me calentara de una forma indescriptible.
Luego, acercó su boca a mi oreja y dijo:
.- desde este mañana que ando con ganas de que me chupen bien la pija, querés?
Yo estaba muy caliente, pero también algo avergonzado y no me salieron las palabras, pero asentí con la cabeza. El me soltó y diciéndome “vamos” comenzó a caminar hasta el livingde mi casa.
Se sentó despreocupadamente en el sillón y se desabrochó y bajo los pantalones y boxers dejando a mi vista su pija, ya erecta y completamente apetecible para mi.
En mi panza miles de mariposas revoloteaban, casi que no podía moverme de la emoción, iba a chupar una pija de verdad, no en mi imaginación.
yo estiré mi mano porque sentí deseo de tocársela, pero entonces el me detuvo y me dijo que como buen puto que era, me tenía que desnudar por completo antes.
En realidad no me lo dijo, fue como una orden, que yo desée cumplir de inmediato.
Con una hermosa sensación de placer me quité la ropa delante de él.
Y cuando quedé completamente desnudo me quedé parado esperando que el me dijera que es lo que quería que hiciera a continuación.
lo primero que me dijo fue que me le encantaba ver que la pija me colgaba sin ponerse erecta: “eso es bien de putito” me dijo y después me pidió que me diera vuelta y le mostrara la cola.
por cierto que me produjo orgullo cuando el comentó que tenía linda cola y asumiendo una postura totalmente sumisa le agradecí el comentario.
.- bueno dale, ahora ponete de rodillas entre mis piernas y dame una buena chupada.
yo obedecí, me arrodillé le tomé la pija con la mano y comencí a besársela en la cabecita.
Después saqué la lengua y se la lamí, a todo lo largo, le lamí un buen rato los huevos, cosa que hizo que emitiera un gran suspiro de satisfacción, lo que me puso muy contento, luego lamí la cabecita, sintiendo el sabor saladito de la pija de mi amante y finalmente la fui sorbiendo lentamente hasta alojar toda la cabeza en mi boca.
La sensación de tener la verga del electricista en la boca me produjo un placer indiscriptible, el que acompañé por debajo agarrándome mi propia verga.
Se la empecé a chupar, sorbía con fuerza me metía más de la mitad en la boca…
Estaba en el cielo.
perdí noción del tiempo, sintiéndome lleno de placer.
¡qué lindo es chupar la pija de un macho!, pensaba, mientras escuchaba a mi amante que expresaba cosas tales como: “¡qué bien que la chupas!, parecés una puta como la chupas.
Naciste para chupapija” y esas cosas.
Hasta que al final me dijo “ahhh, estoy por acabar”, “te hecho la leche,puta”, “ahhh si, quiero que te la tomes toda”
así repentinamente una líquido, más una cremita salada y, lo que a mi me parecio de gusto agradabe, comenzó a derramarse en el interior de mi boca, al momento que sentía los suspiros del electricista.
Con un poco de esfuerzo porque no bajaba bien por mi garganta, igual me tragué la leche que el electricista depósito en mi boca
.- ¿te gustó?- me preguntó luego de un ratito de recuperación, durante el cual yo seguí arrodillado ante el.
.- me encantó, gracías por dejarme chuparle.
Le dije con la mayor sinceridad.-
el recuerdo de ese momento me resulta maravilloso, y desde el mismo estoy esperando una oportunidad para repetirlo y también, por qué no, llegar a dar mi cola.
me encantaría conocer gente con experiencias similares, y que hayan sentido este deseo de feminización al llegar a los sesenta.