Amor Filial | 11.966 lecturas |

Una experiencia incestuosa de amor total

Me llamo Carmen y tengo 38 años. Físicamente soy lo que ahora llaman una gordibuena y tengo 38 años.

Yo y mi marido desde que nos casamos hemos llevado una vida sexual plena y muy satisfactoria haciendo el amor todos los días.

Tenemos un hijo de dieciseis años, que se llama Carlos .

Me casé las veinte años y al mes ya estaba embarazada, pero a los tres meses de embarazo tuve un aborto natural y perdí al hijo que esperábamos .

Unos mese después volví a quedarme embarazada y esta vez sí que tuve el hijo pero hubo complicaciones postparto y me quede sin poder tener más hijos para siempre. pero volvamos al presente.

Mi marido por motivos laborales lleva ya cinco meses en el extranjero y aún le quedan otros dos.

Por eso yo hasta ayer llevaba ya cinco meses sin follar, lo cual me estaba volviendo loca.

Ayer por la calle me encontré a un amigo de mi marido y me invitó a tomar una copa, que en realidad se convirtieron en cuatro y me pusieron muy cachonda, pero no pasó nada con este amigo de mi marido pues es un caballero y su amistad con mi marido hace que le respete a él y a mí, aunque yo sé que le gusto.

Estuve a punto de insinuarme, y poner a prueba su amistad con mi marido, pues tenía unas ganas enormes de estar con un hombre en la intimidad y de ser follada, pero no lo hice.

Me acompañó a casa y se despidió diciendo que teníamos que quedar otro día.

Al subir en el ascensor pasó por mi cabeza la idea de seducir a Carlos, mi propio hijo; había observado que él últimamente me miraba como un hombre mira a una mujer , es decir con deseo sexual, incluso le había notado varias veces un gran bulto debajo de su pantalón, sobre todo cuando estaba en pijama .

Al abrir la puerta de casa, tenía muy mojado todo el chochín; estaba chispa por las cuatro copas que había tomado, y aunque intenté disimularlo, Carlos se dio cuenta y me dijo mamá te encuentras bien.

Sí, le conteste y le conté que me había encontrado al amigo de su padre y me había invitado a una copas.

y que sin duda había bebido un poco más de la cuenta.

Le dije voy a tomar una ducha y vuelvo contigo para ver alguna película en la tele.

Me duché y me puse solamente un camisón muy cortito, sin braga, de esos que por delante tapan justo el chochín y por detrás enseñan algo de la rajita del culo.

Yo duermo siempre sin braga y se le recomiendo a todas las mujeres .

Entré en el salón en el que estaba mi hijo Carlos y fui a la estantería donde guardamos los videos para coger uno y lo hice de tal modo que sabía que él me estaría viendo todo mi culito, al tiempo que le preeguntaba si había visto Emmanuel.

Me dijo que no y yo le conteste que ahora la vería conmigo.

Al verme y oírme Carlos, que estaba en pijama, sin calzoncillos pues nunca los lleva debajo del pijama, tuvo una erección inmediata y tan grande fue la erección que como el pantalón de pijama era de eso que llevan botones se le salió la polla entre la abertura que hay entre uno y otro botón .

Yo al verlo y debido a lo ,desinhibida que estaba por la bebida y las ganas de follar que tenía fui hasta él y le dije hijo no te preocupes , es normal, lo que no sería normal es que vieses a una hembra tan buena como tu madre y no se te empinase.

Sí dijo él, pero es que eres mi madre.

Carlos, las pollas no saben de madres, solo saben de hembras y cuando un hombre como tú ve una hembra que está buena como yo, la polla reacciona aunque esa hembra sea su madre.

La polla de Carlos no es tan grande como la de mi marido, tendrá en erección unos once cm.

, mientras que la de mi marido tiene diecisiete, pero eso me dio unas ganas enormes de comérsela ,pues podría metérmela toda en la boca lo cual no podía hacer con la de su padre.

Le pregunté si había estado íntimamente con alguna chica.

Me dijo que sólo había besado a alguna, pero que naturalmente era virgen.

Estaba yo tan cachonda que no me lo pensé dos veces y le dije Carlos, te gustaría perder esta noche la virginidad con tu madre.

Mamá , como hombre me encantaría , pero hacerle eso a papá no sé si estaría bien, o mejor dicho estaría mal.

Mira Carlos esta tarde si me hubiese liado con el amigo de tu padre, eso hubiese sido ponerle los cuernos, pero si follamos tú y yo, eso no será ponerle los cuernos pues una mujer pertenece más a su hijo que a su marido.

De tu padre podría divorciarme y ya no sería mi marido, pero tú serás mi hijo toda la vida ¿Entiendes? Carlos necesito hacer el amor, pero si lo hago con un hombre que no seas tú, sé que luego me sentiría mal por haber engañado a tu padre, pero si lo hago contigo será diferente y no sentiré que le pongo los cuernos pues tú en realidad tienes más derecho sobre mí que él.

Sí, mamá ,eso que dices tiene cierto sentido, pero crees que papá lo entendería.

No lo sé , pero con que lo entiendas tú es suficiente.

Recuerda además lo que te dijo tu padre al irse, que me cuidases mucho, que me cuidases como él me cuida.

Pero mamá si se enterase papá temo que dejase de quererme y yo no le quiero hacer daño.

Hijo, no tiene porque enterarse, yo no se lo diré y tú tampoco, aunque conociendo a tu padre sé que si tuviese que elegir entre quien podía follar conmigo preferiría sin duda que lo hiciese tú y no otro hombre, y eso lo sé porque a veces cuando hacemos el amor tu padre y yo, nos contamos nuestras fantasías y él me confesó que su fantasía favorita era la de follar con su madre, o sea con tu abuela, y que esa fantasía había sido la primera que tuvo cuando se despertó en él el deseo sexual en su preadolodescencia y que la primera paja que se hizo fue mirando fotos de su madre en bikini, e incluso que a veces aún se hace alguna paja viendo esas fotos.

Cuando me confesó esas fantasías, tú aún eras muy pequeño, pero yo le pregunté si le importaría que cuando tú crecieses y empezases a tener deseos sexuales, tú tuvieses fantasías conmigo, y me contestó que sería lo más normal y luego le pregunte si también le parecería normal que yo, tu madre, también tuviese fantasías contigo y sabes que me contestó, pues que no le importaba que yo tuviese fantasías con cualquier hombre incluido tú, pero que con el único que no le dolería que las hiciese realidad sería contigo pues a él le hubiese encantado poderlas hacer realidad con su madre.

En ese momento mi hijo Carlos me confesó que él también se hacía pajas viendo fotos mías y que también algunas veces había utilizado esas fotos en bikini de su abuela cuando era joven para hacerse pajas.

He de decir que mi suegra es una mujer de bandera y que a sus 64 años aún tiene un buen polvo.

Luego me dijo mamá, después de todo lo que me has dicho estoy deseando hacer realidad mis fantasías , las tuyas y las de papá.

Mamá- me dijo- vamos a vuestra cama, hoy te cuidaré como a papá le gustaría que hiciese.

Me tomó en sus brazos y como si yo fuese una novia recien casada me llevó hasta la cama de matrimonio y me depositó en ella con mucha dulzura, se quitó el pantalón de pijama y cubriéndome con todo su cuerpo empezó a besarme en la boca.

Noté su verga presionando mi vulva, así que se la tome con la mano y la deje justo a la entrada de mi húmedo y caliente chochín.

A mí me gusta más estar encima del hombre, pero quise en ese momento que Carlos me penetrará estando él encima, quería yo que en su primera vez él sintiese que era él el que me poseía a mí y no yo a él.

Estaba más húmeda que nunca; por fin después de más de cinco meses iba a tener una polla otra vez dentro de mi chochín y además por primera vez una polla que no era la de mi marido, aunque pensándolo bien esa polla que ahora iba a recibir sí que había estado ya en mi chochín, pues esa polla era la del hijo que yo había llevado nueve meses dentro de mí y había venido al mundo por ese chochín que ahora iba ser poseído y penetrado por él.

Y diciéndome mamá estas bellísima me penetró hasta el fondo.

Luego demostró su impericia con movimientos torpes propios de quien nunca ha estado con una mujer en la cama, pero eso hacía que la cosa fuese más natural.

Yo estaba acostumbrada a la gran pericia sexual de su padre ya desde mi primera relación con él, pues él antes que conmigo ya había follado con varias mujeres, entre otras, una amiga mía que fue quien me lo presentó cuándo yo tenía diecisiete años.

A mí me hubiese gustado que la primera relación sexual de mi marido hubiese sido conmigo y en cierto modo si deseaba hacer el amor con mi hijo era por la emoción de sentir que alguien te ofrece lo que sólo una vez en la vida se puede dar; mi hijo me estaba dando lo que su padre no me pudo dar y lo que yo estaba recibiendo, su virginidad, se la estaba yo hurtando a la que algún día sería su mujer, y eso a la vez me producía satisfacción pero también un sentimiento de culpa por mi egoísmo.

Precisamente pensando en mi egoísmo estaba a punto de decir a mi hijo que se pusiese ahora debajo para ser yo la que llevase la iniciativa y pudiese tocarme mejor el clítoris, cuando se corrió llenado mi vagina con su abundante y caliente semen, y dando unos jadeos como a su padre nunca le había oído jamás, y yo le dije -algo enfadada por lo pronto de su corrida- no te corras tan pronto cabrón.

Perdona mamá, pero no te preocupes que a mi edad la polla no se pone flácida por la primera eyaculación.

Y afortunadamente Carlos tenía razón y siguió con su polla bien firme y gorda.

Perdona hijo es que me hubiese gustado que los dos tuviésemos el orgasmo a la vez, y además no tienes que ofenderte porque te haya llamado cabrón ; en la cama yo a tu padre se lo llamó, eso y otra cosa peores y le excita y él también lo hace conmigo.

Entonces mi hijo Carlos que es un guasón me dijo entendido cacho puta, ahora tú te pones encima y luego yo te follo como si fuese una perrita en celo, esa es -me dijo- la postura en que te follo cuando me hago una paja pensando en ti.

Estuvimos follando durante una hora durante la cual el cabrón de mi hijo me proporcionó tres orgasmos, a cual mejor y por fin el se volvió a correr, después de lo cual la polla quedó flácida y yo me dispuse a jugar con ella en mi boca y al hacerlo volvió a ponerse dura aunque no tanto como antes, no obstante tras unos diez minutos de succionársela y de lamérsela aún volvió a expulsar algo de semen y tuvo un pequeño orgasmo.

Luego nos quedamos los dos uno junto al otro y decidimos que hoy no fuese al colegio pues después de haber perdido la virginidad con su madre creí que no tendría la concentración necesaria para estar en clase .

Además se nos hizo muy tarde y hoy antes de levantarnos hemos vuelto hacer el amor y he podido comprobar cómo ya Carlos hoy lo ha hecho mucho mejor; sin duda pronto lo hará también como su padre.

Después de bañarnos y de desayunar , yo he tenido la necesidad de contar esto y me he puesto a buscar en internet páginas de relatos eróticos y he decidido contarlo aquí.

Ayer, yo lo tenía muy claro, tenía unas ganas enormes de follar pero no quería ponerle los cuernos a mi marido y pensé que si hacía el amor con mi hijo que es en realidad al hombre que más quiero en este mundo- sí, a mi hijo lo quiero un poco más aún que a su padre- entonces no le estaría poniendo los cuernos.

Ahora ya no sé si he hecho bien o no, aunque sí sé que hoy volveré afollar con Carlos.

Estamos cerca de los exámenes finales y no querría perjudicar a Carlos haciendo que perdiese la concentración en el estudio.

Afortunadamente es un alumno muy brillante que saca todo sobresalientes y creo que pese a todo sacará el curso sin problemas.

Pero qué pasará cuando su padre vuelva a mitad del verano.

Aún no lo sé, pero prometo contarlo aquí todo conforme vaya sucediendo.

No sé si soy una buena madre, pero sí sé que quiero serlo y que quiero a mi hijo con locura y que estoy segura de ser una buena amante.

También sé que haber sido penetrada sexualmente por aquel a quien yo le di la vida, es decir por mi propio hijo, ha sido una experiencia mucho más que sexual, una experiencia de amor total, una experiencia que no se puede comparar con ninguna otra, una experiencia que muy pocas mujeres habrán tenido la fortuna de vivir.

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