La milf de la pensión

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Hola buenas tardes.

Mi nombre lo omitiré, por temas de privacidad, el siguiente relato, se dio por motivos laborales, me encontraba trabajando fue de mi ciudad, y por temas de distancia, nos alojábamos en una pensión, la cual era atendida solo por mujeres, el único hombre externo a el personal de la empresa era el dueño, pero él no es importante. 😊😂

Dentro de las mujeres que atendían había jóvenes y ya mayores, chilenas y extranjeras, hay que decir que las chicas no eran perfectas, pero todas tenían lo suyo y varias se involucraron con parte del personal.

En este caso debo decir que miraba a las chicas, pero con quien sucedió todo fue con unas de las maduras, Carmen, mayor por 20 años mas que yo.

Todo comenzó por un favor, había dejado mi ropa lavando antes de salir a cumplir mi jornada y necesitaba que fuera tendida, por lo que me conseguí el número de quien estuviera en turno de atención y fue justamente de ella, por supuesto accedió a realizar dicha labor, y quede con su numero guardado, por lo que acudía a ella cada vez que requería algo.

Sin embargo un día comenzamos a saludarnos vía WhatsApp, y a conversar temas mas personales, aunque nada referido al sexo, hasta que un día por molestar le dije que era mal educada, pues nunca se despedía al irse, aunque esto se debía a que yo ya estaba en mi habitación, la cual era de las pocas privadas de la pensión, ella solo escribió sus jajajaj y me contesto que algún día lo haría, por lo que quedo ahí en el aire.

Pasadas unas semanas volvió a salir el tema de las despedidas y me dice que esa noche lo haría, por lo que le dije que lo esperaría, al llegar a despedirse, en vez de un beso en la mejilla nos besamos directamente y mis manos recorrieron su culo y sus tetas, que sin ser grandes me encantaban, por el horario, se separo de mi y se fue, aunque le comenté que esperaba más despedidas de parte de ella.

A los dos días le insisto en la despedida, claro que indicando que podría ser una despedida mas rica, y al preguntarme a que me refería, le digo que lo que ella estime conveniente, cuando ya casi llegaba la hora de su salida, me envía un mensaje que iba a despedirse de mí, la espera con toalla a la cintura, por lo que al llegar y besarnos con mi manoseo a su culo y tetas, se agacha tomando mi verga metiéndola en su boca, y dándome una fabulosa mamada, hasta tragarse toda mi leche.

Al levantarse abrí su delantal el cual tenía cierre y procedí a devorar sus tetas que tenían sus pezones duros y ricos, a partir de ahí las despedidas se hicieron mas comunes, con ella masturbándome y yo dedeando su jugosa concha, los favores se seguían produciendo aunque espera a estar presente para solicitar la entrega de la ropa, la cual quedaba en una habitación donde se encontraba la secadora ya en el invierno, donde aprovechaba de manosear a Carmen, quien solo se reía nerviosamente.

Hasta ese momento el placer me lo daba solo ella a mí, sin embargo se dio la ocasión que por motivos de trabajo, quede solo en el sector en el cual estaba mi alojamiento, ya que el otro trabajador quedado esta en el sector contrario a mucha distancia de mí, y nos correspondía realizar trabajos nocturnos, siendo fin de semana en turno de atención era menor, por lo que solo a ella le correspondía atendernos.

Al saber esto, la invite a visitarme mientras descansaba, y al tener menos trabajo cerca de las 15:00 Hrs. Siento golpes en la puerta, levantándome solo con mi camiseta y bóxer, al abrir la puerta ella ingresa a mi habitación besándonos y manoseándonos mutuamente, se arrodilla dándome una de sus ricas mamadas, al acabar, la tiro en la cama quitando su blusa y sostén, dejando sus temas a mi disposición y bajando después su pantalón y calzón, dejando su conchita con un delicioso rebaje libre para mí.

Después de besarnos desnudos y rozar ricamente su conchita apretada, me arrodille entre sus piernas y poniéndolas en mis hombros, comencé a devorar esa delicia, mientras ella con sus manos me presionaba contra sus labios.

Una vez terminada mi comida de concha coloque mi verga entre sus piernas y comencé a penetrar su jugosa concha que tanto esperaba, mientras amasaba sus ricas y deliciosas tetas, hasta llenarla de leche, nos quedamos besando por un tiempo más, hasta que ella se vistió y salió de la habitación.

Después de este evento, se hizo más común sus visitas a escondidas, en una ocasión en sus ya conocidas despedidas, estando arrodillada mamando mi verga fuera de mi habitación, llego su hija a buscarla, aunque sin alcanzar a verla con la boca llena, posterior a esto, fui cambiado de alojamiento, terminando con estas despedidas y visitas, aun manteniendo la comunicación con ella a la distancia.

Tiempo después producto de la pandemia, regrese a los alojamientos anteriores, aunque ahora en otra habitación y en otra instalación también, donde prácticamente vivía solo, y solo trabajaba de noche.

Ella tenia que realizar el orden de personal que trabajaba de día, en esos horarios y actividades, aprovechaba de levantarme y entrar a las habitaciones en las cuales estaba realizando sus labores, para recibir de sus ricas mamadas.

Si daba el tiempo la tiraba sobre la cama para saborear su rica concha, en ocasiones si se podía en el patio abría sus pantalones y de pie teníamos un sexo rápido, aun habiendo personas en el otro patio el cual solo era separado por un muro delgado, o simplemente después de sus mamadas, yo aprovechaba de saborear su conchita caliente o sus tetas apretadas.

Hasta ahora mantenemos comunicación y tenemos pendiente volver a repetir estas ricas experiencias.

By: Topher 💕😊

Compartir en tu redes !!
AlfredoTT
AlfredoTT
Relatos: 4237