Jugando a médicos
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Por aquel entonces yo tenía 45 años y mi hermana 54 años. Como siempre en mis vacaciones de verano, yo pasaba unos días en su casa. En esta ocasión mi hermana se puso enferma de un catarro veraniego. Los cambios de temperatura del aire acondicionado en casa y localesdonde ibamos de compras con el contraste del calor que hace en nuestra ciudad fue la causa.
Los tres primeros días estaba en la cama, pues debido a la fiebre no se podía casi ni levantar. Como mi cuñado trabajaba en esos momentos de día en la urbanización de Guarda de Seguridad, yo me quedaba cuidando de mi hermana. Solo se levantaba para hacer la comida y con mucho trabajo.
Al cuarto día ya se encontraba bastante mejor y decidió levantarse y estar conmigo en el salón. Se tumbó en el sofá con su patanloncito corto, bastante holgado y su camiseta de tirantas con un gran escote por el cual se le insinuaban sus deliciosos pechos. Pasamos la mañana viendo la tele y charlando de cosas infimas. Después de almorzar volvió a la cama.
Yo me tumbé en el sofá. Pasadas la 16:30, más o menos, me llamó mi hermana.
.- Chico… Gritó desde la habitación… ¿Puedes venir?
.- Voy… Contesté… Un momento.
.- Vale… Contestó… No hay prisa.
.- No encontraba la zapatilla… Comenté mientras me acercaba a la habitación.
Cuando entré, me encontré a mi hermana tumbada en la cama, boca arriba, y una de sus tetas casi salía por las tirantas de la camiseta y por la pernera del pantalón corto, que estaba subida, se le veían los pelitos de su coño.
.- ¿que te pasa?… Le pregunté.
.- Me he quedado sin klinex… Contestó… ¿Puedes acercármelos?, están el segundo cajón del aparador. Me duele la cabeza y no puedo levantarme.
.- Lo que necesitas es una inyección… Bromee mientras buscaba los klinex… Puedes elegir entre Pollardón o Nabotrón.
.- Tu siempre igual, jajajaa… Rio… ¿Y quien me la pondría?, jajaja
.- Ahora soy tu ATS personal, jajaja… Seguí bromeando… Podría hacerlo yo, jajaja.
La broma llegó a la realidad. Mi hermana se quitó la camiseta y dejó sus deliciosas tetas (.)(.) a la vista. Me acerqué y comencé a acariciarlas, sintiendo la suavidad de su piel entre mis manos. Me agaché y con mi lengua comencé a lamer los pezones y hacer círculos por las circunferencias de sus grandes aureolas. Bajé mi mano hasta su coño, jugando con mis dedos entre sus labios vaginales y pellizcando su clítoris. Le saqué el pantalón y la dejé en la cama totalmente desnuda. La observé durante unos minutos y le dije que se colocara boca abajo.
.- ¿Boca abajo?… Preguntó sorprendida mientras se cambiaba de postura.
.- Claro, haz caso al ATS… Bromee… Las inyecciones son en el culo.
.- Ah, claro… Comentó mi hermana… No había caído.
Me desnudé y me coloque a su lado. Comencé a besarle el cuello, bajando por su espalda, hasta llegar a sus nalgas, las cuales besaba una a una. Me coloqué sobre ella y rozaba mi polla entre sus nalgas, apretándola con ellas. Escupí en su ojete y metí un dedo para comenzar a dilatarlo, luego dos, tres y cuando se acostumbró a mis dedos, los saqué y antes de que se cerrara, introducí la punta de mi polla en su culo, después de escupir en mi glande.
Esperé un poco y empujé despacio hasta tenerla toda dentro. Sentía como me apretaba la polla, aunque no estaba estrecho, pues ya lo habia follado otras veces. Empecé un suave bombeo, mientras le acaricoaba y besaba la espalda. Tuve que parar pues en ese momento llamó mi cuñado.
.- Estoy mejor… Comentó mi hermana… Mi hermano me cuida muy bien.
Yo seguía con mi polla dentro de su culo, sin moverme.
.- Hasta luego, cariño… Se despidió mi hermana, colocando el móvil en la mesilla… Saludos de tu cuñado.
.- Que oportuno… Comenté mientras seguía con el bombeo… Un poco más tarde y nos pilla.
.- Mejor que no te movieras… Comentó mi hermana… Hubiese sido difícil hablar con él.
Reimos los dos. Mientras metía y sacaba mi polla de su culo, le agarraba las nalgas. La aupé colocándola de perrito, y volví a insertarle el culo. Estuve un rato bombeando, hasta que solté tosa mi descarga que inundó su culo. Nos estiramos en la cama, aun con mi polla dentro. Cuando salió por si sola, restos de mi lefa salieron detrás. Le pedí un klinex y le limpié lo que chorreaba. Me tumbé de lado y ella se incorporó y me dio un beso en los labios.
.- Ha sido una buena inyección… Bromeó… ¿Cuando toca la siguiente?
.- En cuanto estés recuperada… Le contesté… Tú decides.
.- Ya te avisaré… Comentó, mientras guiñaba un ojo… Ahora estoy un poco cansada.
.- Vale… Contesté mientras me incorporaba… Vuelvo al salón a ver una peli.
.- Vale… Contestó, mientras se vestía… Intentaré dormir un poco.
.- Que descanses… Me despedí mientras salia de la habitación… Hasta luego
Volví al salón, y me vestí, pues salí con la ropa en la mano. Eran las 18:30 pasadas, cuando me levanté para ir al servicio. Cuando salí, miré e la habitación de mi hermana y la observé dormida, de lado, mirando hacia la puerta y una de sus tetas salía por el escote de la camiseta de tirantas. Se veía deliciosa. Después de un rato, volví al salón y la dejé descansar.
Sobre las 20:00. más o menos, se levantó y se sentó conmigo en el salón. Al rato llegó mi cuñado y estuvimos hablando hasta la hora de cenar. Después de cenar, mi cuñado se acostó y nos quedamos solos en el salón. Yo miraba de reojo las tetas de mi hermana.
.- Ahora vengo… Comentó mientras se levantaba… Me he dejado los klinex en la habitación.
Volvió al rato y se sentó de nuevo junto a mi en el sofá. Acercó la mano, colocándola encima de mi polla, que en esos momentos no estaba del todo empalmada, y yo reaccioné metiendo la mía por debajo de la camiseta y jugando con su teta izquierda y sus pezón. Me bajó las calzonas y el bóxer y comenzó a hacerme una paja, subiendo y bajando suavemente.
Yo me dejé hacer, cerrando los ojos y recostándome en el sofá. En un momento, sentí una humedad en mi glande y al abrir los ojos, me estaba lo lamiendo, para después engullir mi polla en su boca. Sentí sus labios subir y bajar por toda su longitud y la lengua en mi glande. Yo metí mi mano en su pantalón y busqué le entrada de su coño, metiéndole dos dedos y follándola con ellos. Cuando noté los flujos del orgasmo, le hice una seña para que se incorporara, y colocándola de espaldas a mi, le quité el pantalón y atrayéndola hacia mí, hice que se sentara en mi polla, insertandosela en el coño.
.- Siguiente inyección… Bromeé… Para que te recuperes pronto.
Ella subía y bajaba sobre mi polla, mientras yo la abrazaba y jugaba con sus tetas y pezones. Después de unos minutos de bombeo, sentí que me iba a correr, y agarrándola de las caderas, tiré de ella hacia abajo, clavándosela hasta el fondo y soltando mi segunda descarga.(Sin peligro, pues está operada).
Echó su cuerpo hacia atrás, colocando su cabeza en mi hombro y volví a jugar con sus tetas y pezones. Cuando mi polla se salió sola de su interior, se levantó y recogiendo el pantalón del suelo, fue al servicio a lavarse los restos que resbalaban por sus muslos. Cuando volvió, me dio un beso en los labios y se despidió para irse a dormir. Yo hice lo mismo en el sofá cama, vistiéndome y echándome a dormir.
Al día siguiente, cuando mi cuñado se fue a trabajar, mi hermana volvió a llamarme para una nueva inyección. Primero se la clavé en el coño y poco antes de correrme. la saqué y se la clavé en el culo, inundándolo con mi lechada.
Esa mañana dormimos juntos desnudos, hasta bastante avanzado el día. Antes de levantarnos, hicimos un 69, descargando sobre sus tetas. Nos duchamos juntos, acariciándonos por todo el cuerpo, y pasamos los siguientes días entre folladas de culo o de coño.