Feminista corregida a pura verga

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Me llamo Vanessa, soy una chica morena de 1.62. senos medianos, pero de buen culo, piernas bien bronceadas con buenos muslos apretables, cabello ondulado, ojos grandes y todo firme a mis 21 añitos.

Bien como lo dice el titulo del relato era una chica muy apegada a mi colectivo y al movimiento feminista, con esa última ocasión ya era mi tercera marcha y obviamente ultima marcha y aunque no era nuestro primer choque con policías, no pensábamos que esta vez sería diferente, lo habitual, llegar, marchar, pintar y gritar, tal vez forcejear para que a una no se la llevaran e irnos.

Para nuestra mala suerte esta vez no sería así. Sucedía con normalidad la marcha, el andar por la plaza principal, gritar, cantar, cuidarnos, tratando de no acercarnos a la barrera de granaderos, yo iba vestida con una blusa delgada negra y unos leggins igual que se me metía por mi gran culo, con pasamontañas y mi pañuelo morado, era fácil mezclarme, mis padres no me dejaban ir y esa vez me escape, vaya error.

En fin, ya para ponerse el sol empezamos a ver movimientos de la policía en algunas partes de la plaza, así como gritos y rápido nos movíamos a ver que pasaba y llegando a los puntos de choque nos encontrábamos con policías sometiendo, golpeando y levantado a otras chicas a lo que obviamente interferimos, pero no teníamos muchas fuerzas después de estar desde medio día marchando y gritando, los policías no estaban agotados mas que de estar parados solo mirándonos.

Al estar tratando de rescatar a otras chicas, un par de policías me jalonearon de mi cabello y me sometieron, intentaba zafarme, pero me dieron un macanazo en el estomago y me pusieron de rodillas, yo estaba atontada por el golpe y sofocada por el sol así que solo me vi siendo arrastrada a la camioneta cerrada de la policía junto con otras 4 chicas, es ahí donde se dio la situación.

Al recobrar el aliento la escena que vi fue turbia pero debo admitir que me causaba morbo, veía a las otras chicas con cintas en la boca siendo manoseadas por los policías mientras lloraban o trataban de gritar pero la cinta se los impedía, pero al poco rato sentí un par de manos acariciar mi entrepierna sobre mis leggins, era uno de los policías que me subieron, trataba de cruzar las piernas pero el tenia mas fuerza que yo, cuando noto lo que intentaba hacer, me golpeo en la cara diciéndome que si me portaba mal me iba ir muy mal, así que decidí abrirle mis piernas.

Después de estar masajeando sobre mis leggins por 5 minutos, empezó a meter su mano en ellos y en mi ropa interior para ahora meterme sus gordos dedos, trataba de no sentirme excitada pero su movimiento hacia que me mojara, poco a poco al escuchar a mis compañeras gemir y ceder, también hice lo mismo, sin darme cuenta me movía, pero no para evitar que me masturbara, sino que me movía para que sus dedos frotaran mejor dentro de mi vagina y tocaran mi punto g mientras soltaba más mis jugos.

Después de un rato de tenernos gemir, sentimos como la camioneta se detuvo, pensando que nos dejarían en paz para meternos a la fiscalía, pero estaba en un error, ya que al abrir la puerta y bajar estábamos en la cochera de lo que parecía una casa en obra negra, al bajarnos nos dirigimos a uno de los cuartos en esa casa, sin ventanas y con olor a todo tipo. Nos tumbaron en el suelo mientras se quitaban parte de su equipo y uniforme, solo dejándose los pasamontañas, mientras hacían eso nos decían que tenían la orden de darnos una buena lección para que se nos quitaran las ganas de volver a estar de revoltosas.

Al estar desnudos me quedé sorprendida y excitada al ver el tamaño de sus vergas, ya había tenido parejas, pero de mi edad en promedio, no pensé que señores de su edad que ya se veían entre 40 y 50 años tuvieran tremendos animalotes entre las piernas. Trague saliva al saber lo que vendría, las chicas estaban en shock, y en el momento en el que uno dio la orden de que nos dieran, empezaron a moverse hacia nosotras agarrándonos de a 2 policías por cada chica.

Dos policías por cada chica

Se acercaron 2 conmigo y rompieron mi blusa y mi bra me lo desprendieron, me levantaron y me quitaron mis leggins y mi cachetero, yo estaba cooperando como si ya no tuviera otra opción, después de eso me pusieron de rodillas para mamarles sus cosotas, me detuve porque estaba tratando de asimilar lo que pasaba, pero en ese momento sentí una cachetada fuerte mientras me decían que abriera el hocico, no tuve otra que hacerlo y empezarle a hacer un oral a los 2.

Mientras lo hacía nos decían a todas que si hablábamos en su contra meterían evidencia contra nosotras como putas y nadie dudará de sus palabras. Uno de los policías empezó a mover mi cabeza sobre su palo follandome la boca sin piedad, metiéndomela hasta la garganta y provocándome arcadas. Siguió metiéndomela con furia en la boca hasta que casi me dejó sin respiración.

Yo respiraba agitada y el otro se puso impaciente, me golpeó nuevamente la cara con fuerza haciéndome salir lágrimas. Lentamente me agaché y me metí la punta de su verga en la boca succionando con ganas, haciendo que el hombre suelte gemidos. Yo seguía chupándosela con miedo de que me golpee de nuevo.

Cansados de que se las chupara, uno se tiro boca abajo, me ordeno montarme en su verga y lo hice de una, entro fácil porque yo estaba chorreando. El otro poli se puso detrás de mí, agarró bien mis caderas y sin piedad me metió toda su verga en la vagina en el culo mientras yo seguía gimiendo más, mi mente estaba en blanco gozando esas vergas venudas que palpitaban con cada metida de verga y escuchaba los gemidos y peticiones de mis compañeras de que querían más.

Siguieron así un buen rato saliendo y entrando en mi cuerpo, unas veces me perforaba el culo, y otras era mi vagina, intercambiaron los sitios, ya ni sabía la cantidad de veces que me pudieron coger, ni la cantidad de leche que inundó mi boca, dejándola pastosa y mi cuerpo lleno de semen. Mi cuerpo ya no aguantaba más, ni sabía de cuantos orgasmos había tenido, ni cuanto placer ellos me habían dado.

Al terminar me arrastraron con las otras y nos empezaron a bañar en sus orines mientras nosotras sonreíamos de placer. Después de eso perdí el conocimiento, tal vez de cansancio, pero amanecí en los separos con otra ropa y me dijeron que me podía ir.

Desde ese día supe que era mejor y mas rico ser una mujer simple, recuerdo ese día y me sigo masturbando hasta la fecha, no entiendo ahora el por que iba a las marchas si es mas rico probar un pito.

Bueno bebes dejen sus comentarios, los leo.

By: Vanessa 💕

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AlfredoTT
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