El gran culo de mi hermana
📋 Lecturas: ️11313
⏰ Tiempo estimado de lectura: 4 min.
PARTE I
Hola a todos, esta es el relato de como poco a poco fui agarrando una obsesión por el gran culo de mi hermana mayor.
Ire desarrollando la historia por capítulos porque es una historia larga por las distintas ocasiones en las que logré ver, manosear o lograr algo más con la zorra de mi hermana.
Para que sepan el contexto de la historia empecemos por mi familia, somos 4, mi padre, mi madre, mi hermana y yo.
Actualmente yo tengo 22 años y mi zorra hermana 30 años. En cuanto a aspecto físico, yo mido 1.75 de piel morena y con un cuerpo atlético. Por otro lado mi hermana es blanca, mide 1.65, pechos pequeños pero suaves y jugosos, una cadera amplia para su estatura, piernas gruesas, y un culo redondo y carnoso qué es una locura, de joven llego a tener una cintura pequeña que hacia resaltar aún más su enorme culo. Es una mujer voluptuosa pero se te antoja cogertela con solo verla.
Bueno, todo esto empieza cuando yo cumplo 18 años y ya tenia una gran curiosidad sobre el sexo. A partir de esa edad me di cuenta que tenia de hermana a la mujer perfecta para cumplir cualquier deseo sexual qué tuviera, fue desde entonces que cada vez que podía espiaba a mi hermana en su habitación o cunado tomaba alguna ducha.
En una ocasión me metí a su habitación y me escondí bajo la cama, espere 30 minutos a que llegara y cuando llegó como de costumbre se empezó a cambiar, el vestidor estaba justo enfrente de la cama, entonces pude ver por primera vez sus tetas y su bello culo, me jale un poco la verga pero sin poder terminar, después salí de ahí e hice como si nada hubiera pasado, pero yo no podía quitarme la imagen de ese cuerpo perfecto de mi hermana.
Después de esa ocasión solo me metía a su habitación a revisar la ropa interior que usaba qué generalmente eran tangas con diseños de zebra, guepardos u otros diseños que eran de una chica calienta vergas, se los dejaba un poco manchados con mi semen pero sin que sea algo notorio. Después de ese vistazo al gran cuerpo de mi hermana a los 18, no volvió a pasar nada más, ni se presentó una oportunidad para yo poder mirar o palpar el culo de mi hermana hasta que tuve 20 años.
A los 25 años ella empezó a salir más seguido a fiestas, para su 28 ya salía casi cada fin de semana y llegaba generalmente al día siguiente.
Un domingo mis padres salieron a comprar comida yo estaba solo en casa cuando mi hermana llegó a la casa vestida con unos leggins de cuero y una blusa blanca, que resaltaba a la perfección sus grandes muslos y su culo redondo, y la blusa dejaba ver su cintura trabajada qué en ese entonces tenía, aportando así a sus tetas jugosas qué tenía.
El punto es qué, llegó muy cansada como de costumbre, yo estaba echado en mi cama viendo una película y ella vino junto conmigo porque le gustaba la película que estaba viendo, al cabo de 20 minutos viendo sus piernas y con la verga dura como una roca, ella se quedó dormida, es necesario que sepan que mi hermana tiene un sueño pesado y con las copas que se tomo y toda una noche que no durmió estaba agotada.
Aproveche para sacarme la verga del short qué tenía puesto y salió super erecta y más grande de lo normal, empecé por jalar su brazo para ver si despertaba pero no mostraba nada de respuesta, entonces comencé a acariciar sus pechos por encima de la blusa, se la subí y estaba con unos parches qué solo tapaban sus pezones, se las empecé a agarrar a mis gusto mientras me la jalaba con la otra mano, no pude hacer nada más porque justo escuche el auto de mis padres que llegaban y me cortaron la acción.
Paso mucho tiempo después de esa vez que logré verla desnuda y acariciarla, pero yo cada día seguía planeando formas de ver o incluso manosear a mi hermana, aún no se me pasaba por la cabeza cogerme a mi hermana, pero más adelante sabrán como termina esta historia.
Esta es una introducción pronto subiré la segunda parte.