Descubro goce a los 64 años – I, II, III, IV, V y Fin
📋 Lecturas: ️10499
⏰ Tiempo estimado de lectura: 98 min.
Para escribir al Blog:
Ante todo, soy Emilio, tengo 64 años, casado hace 35 años, 2 hijos mayores, trabajo en un mercado, en la parte de verduras y frutas y falta poco para jubilarme.
Yendo al tema, con mí esposa hace años que no tenemos relaciones sexuales. Por lo que a partir de un momento comencé a masturbarme, como si fuera un adolescente.
O sea buscando el momento oportuno y varias veces en la semana.
Cómo muchos aprovechaba cuando me bañaba.
Llegó un momento que necesita más. Necesitaba coger. Pero mandatos de familia no me permitía la infidelidad.
Entonces me dije: Si tenés que pajearte que no sea a los apurones. Busca el momento en que tu esposa salga por un buen rato, asegúrate que tus hijos y nietos no te visiten y hacerte la fiesta con vos mismo.
Así fue estudié el panorama y comencé una vida placentera, viciosa, distinta.
A mí edad tampoco se necesita de tanto aunque me envicié.
De tantos años de verdulería y frutería comencé a analizar a mujeres clientas especialmente mayores, digamos abuelas que tanto verduras como frutas que elegian, eran variados pero nunca faltaba o un pepino, una zanahoria, un zucchini, una berenjena y en las frutas no faltaban bananas “bien verdes porque todavía no las voy a comer Emilio”.
Tambien era consumidores de los mismos productos, varios hombres de todas las edades.
El perfil de esos hombres era con modales afinados y otros clientes no tanto.
Especialmente con las mujeres jugábamos alguna broma acerca de cómo iba a comer el pepino, por ejemplo, siempre con doble sentido.
Mujeres muy serias que se sonrosaban y no seguían el juego y otras que me hacían sonrojar a mí.
Está experiencia más algunos videos que veía me aseguraban que esas verduras y frutas las usaban para masturbarse.
Yo aceptaba esas posibilidades para los demás pero yo estaba muy lejos de utilizarlas para satisfacerme.
“Nunca digas de esta agua no he de beber”
Mi.esposa hacia un curso de cerámica que le ocupaba 2 horas y media entre que salía de casa hasta regresar, de 18 a 20,30 horas los Martes y Jueves, días y horas que mis hijos jugaban fútbol y hacían natación.
O sea mis días de paja podrían ser esos días a esas horas, aunque a veces me costaba que me dieran permiso en el mercado para salir a las 17 horas con la excusa de hacer un curso para cuando me jubilara…
Esa parte solucionada.
Los videos xxx los veía en la Tablet.
El lugar era una especie de taller donde alguna vez hice artesanías y dónde también poníamos lo que ya no usábamos en casa.
Un sofá amplio casi nuevo, una mesita ratona y un plackar que tenía un espejo en una de sus puertas, formaban parte del lugar.
O sea día, hora, lugar y accesorios tenía para disfrutar.
También como excusa le decía a mí mujer lo del curso que en definitiva era verdad porque lo hacía a cualquier hora por internet, diciéndole a ella que mis días y horarios eran de acuerdo a sus ocupaciones.
Con esto tenía el motivo perfecto para estar en ese taller.
Tal cual me empecé a tomar mis tiempos, a disfrutar del lugar, a gozar con mí cuerpo ya medio gastado por los años, a incentivar mis pajas con lo que veía en los videos y con mí mismo deseo por masturbarme.
El espejo del plackar tomo un rol especial.
Estaba frente al sillón y todo lo que yo hacía lo miraba a través del espejo, esto me ponía a mil.
Nada de apuros, un alarma para cortar a tiempo por el límite de hora me daba tranquilidad.
En el porno se ve de todo obviamente y aprendí algunas cosas.
Me tocaba todo el cuerpo, acariciando cada centímetro, obvio dando lugar a mis huevos y mí pija que tenía 15 cms parada, gordita y cabeza de hongo.
Nunca fui de gozar con mis tetas pero en esta práctica comencé a gozar.
Mí posición favorita era estar abierto de piernas frente al espejo y ver cómo me daba.
Quizás nunca quise ver en mí historia pero las nalgas y el ano no estaban en mí vida sexual.
Digo nunca quise ver porque a partir de estar pajeandome y gozando en el taller al mirarme al espejo las nalgas se abrían y el hoyo se abría y cerraba y se descontrolaba al acabar.
En una sesión y en medio de la calentura del momento, a una altura donde ya me acariciaba y tocaba todo, el dedo mayor de la mano derecha empezó a jugar con el culo.
Hummm que sensación divina !!!
Al estar seco salivé un par de dedos y fui a jugar nuevamente.
No di vueltas el dedo del medio jugueteó hasta que entró un poquito.
Entro un poco porque yo me paralicé.
Me frené porque no terminaba de entender que me estuviera desvirgando el orto y también porque si seguía metiendo iba a acabar y recién estaba en el inicio de la ceremonia.
Seguí jugando hasta que lo enterré todo, las nalgas abiertas y se apretaban solas y en cada mete y saca acabé como pocas veces y quedé de cama.
Que calentura tener el dedo adentro y garcharme el culo y que acabada!!!
Esa sensación de parar y querer seguir.
Por supuesto me hice vicioso al culo y lo hacía en distintas posiciones: boca arriba, de frente, de costado, en 4 patas, boca abajo.
El boca abajo me aceleraba, colocaba dos almohadones debajo de mí panza y el culo arriba, dedo adentro y a garchar me movía y cabalgaba a dedo.
El espejo testigo de todo.
Me excitaba mucho ponerme lo más cerca frente al espejo y meterme el dedo, mirar como entraba y salía. Y Yo que apretaba para que roce más.
Me volvía loco.
Decía meterme el dedo … pero al tiempo empezaron a ser 2 y en la locura total me entraban 3.
Creía que me rompía todo pero no, era un goce enorme.
Los martes y jueves, salvo algún día, eran mis citas con la paja, me he llegado a hacer 2 en un solo día.
Quedaba liquidado.
Me encantaba tirarme la leche en el pecho y panza y después pasarle los dedos y chuparme la lechita.
Muchas veces me quedé dormido y la alarma me despertaba para arreglar un poco y decir aquí no pasó nada.
Cómo no sentía culpa vivía feliz pajeandome.
Tampoco pensé que podía masturbarme tanto a mí edad.
Pero se había transformado en un vicio y en una necesidad, tal es así que alguna paja rápida los hacía en el baño algún sábado o domingo.
Compré preservativos para jugar un poco y también para cuando me cogía boca abajo no ensuciara los almohadones al acabar.
También compré las pastillas azules.
Que grande!!!
Estás a full, retardas el acabar a tu gusto y sentir la poronga dura es un placer.
Todo se iba dando y pase a ser el pajero feliz.
Cada vez más pajero.
No niego que me hubiese encantado cogerme a alguna veterana o no tanto … pero estaba bien.
Mis hijos se iban de vacaciones con sus esposas y nietos e invitan a mí señora a que vaya juntos a la costa, solo 12 días.
Mí esposa no quería saber nada, más que nada por no dejarme solo a mí.
El que más presionó para que vaya fui yo.
La verdad … no tanto por ella sino porque yo iba a tener 12 días de libertad total las 24 horas del día y darle rienda suelta a mis pajas y mí sexualidad.
Esta circunstancia ya me excitaba, pero tranquilo Emilio si confirma se irían a las 2 semanas.
Confirmó y se fue.
Mis pajas en esos días fueron más calientes.
Me metía 3 dedos como si fuera nada me bombeaba media hora.
Un día pensé si entran tres dedos … fui trayendo de la verdulería lo de siempre pero le agregué esas vergas naturales, de distintos colores, y que hasta de postre me servían.
El último jueves antes de la ida de mí familia, me hervi una salchicha alemana gruesita.
La dejé entibiar todo como para hacer un panchito. Me lo lleve a mí reino.
Lo de siempre al principio y bien frente al espejo me la enterre de a poco, previo mojar el hoyo.
Cómo entraba !!! y yo la veía perderse en el orto.
La dejaba adentro y apretaba todo para sentir mas.
Que delirio!!!
Me puse de costado y me iba cogiendo … salía y entraba suave pero profunda. Y más y más y más apenas me puse un forro y acabé como perro.
Me dormí un rato con la salchicha adentro y al despertar me dio hambre,
la lave la calenté y esta vez si que me la comí en pancho.
Ya con mí familia de vacaciones empecé a incursionar en otras habitaciones siempre con algún espejo, cuando no con 2 para tener más espectáculo y me calentará más.
En mí cama matrimonial probé mí primer verdura.
Una zanahoria digamos mediana fue la elegida, le puse un preservativo lo unté con vaselina sólida y fue una cogida interminable no se hasta donde me entraba pero la excitación era terrible.
No recuerdo el tiempo de darme en todas las posiciones fue mucho y ya sentía ardor.
Me puse boca arriba.
Una almohada en la verga y la zanahoria adentro que salía y entraba haciendo tope con una toalla que había puesto debajo.
Fue un polvazo de esos que decís siempre quiero así.
Tuve 10 días de locura, me tomé un fin de semana en el mercado, compré morcilla y chorizos en la carnicería y las verduras y frutas del caso.
Me violé con todo lo que pude, pastilla azul y a pajear y a pajear cada vez con más necesidad.
En la locura chupaba todo lo que me entraba por detrás. Chupaba como veía en las pelis y como me lo habían hecho a mí … O mejor …
Me empecé a filmar.
Otro delirio.
Grababa una paja y la veía a los dos días y de verme me volvía loco y alimentaba más pajas.
Así pase las vacaciones de mí esposa.
Faltando dos días para el reencuentro familiar un cliente que venía siempre de unos 40 años, grandote, buen fisico, seguramente de gimnasio, me pidió lo que llevaba cada vez que venía.
Y en cada cosa que agarraba un doble sentido y una sonrisa pícara y morbosa.
Cuando me abona comenzamos a charlar de la vida, la economía, la política, las noticias, me dijo que se iba 4 días al sur a vacacionar con un amigo y una amiga y hablando de distintas cosas sobre las vacaciones, surgió de mí parte el “2 amigos y una amiga?”
Cómo es eso pregunté.
Se moría para que le pregúntese. Se rió y me contestó, somos amigos libres. Lo que se de se de. Vamos a un hotel de una habitación para los 3, dormimos ahí y luego a recorrer y hacer las comidas en los arroyos donde no hay un alma.
Todo lo que llevo no es para comida pero no nos gusta los juguetes plásticos, estos son autóctonos.
Con mí cara el seguía tentado de risa.
Yo seguía investigando: digo … los 3 juntos … un ratito cada uno con la mujer o un trío que le llaman?
Sin parar de reírse me responde: no amigo o uno solo o dos o tres y cualquiera con cualquiera no tenemos prurito.
Yo me quedé sin decir nada pero indudable entre los varones se daban también.
Bisexual creo le dicen.
Seguimos charlando hasta que me confirmó lo que yo pensaba.
Me dijo además en mí caso puedo estar tanto con un hombre como con una mujer y como se dice normalmente doy y recibo, carne humana o verduras y frutas … ta?
Ahhhh dije yo … si si claro.
Tiene dudas Don Emilio y le interesa el tema no?
Siii si no es que me interese pero me llama la atención.
Al regreso de estas vacaciones paso por el mercado y lo invito a mí departamento y ahí charlamos largo y tendido y seguramente usted aprenderá con mis experiencias y yo de las suyas.
De eso se trata la vida.
Pasaron los días, fuimos postergando esa reunión y por fin un día se dió.
Lo visité … me atendió como a un rey … volvió a cambiar mí vida … creía que ya no se modificaba más pero si … cambié… en la próxima continúo como siguió la cosa …
Gracias por leerme.
Su opinión sobre el tema me es válida.
PARTE II
Sigo gozando
Cómo relataba en mí anterior escrito y ya cumpliendo 65 años y jubilándome, seguí adicto a pajearme.
No solo era la paja si no todo lo que previamente iba pensando desde como me iba a poner en el sillón hasta con que me iba a penetrar.
Darme mí tiempo, no apurarme, gozar era mí fin y en oportunidades ni acababa, empecé a entender lo hermoso que es estar caliente y que esa calentura abarcaba buen tiempo del día.
Si un día me daba sin terminar, en la próxima era un disfrute total.
A cierta edad o al menos a mí me pasa que la eyaculación es mucho menor que de joven, es más líquida, la sensación del polvo, la acabada o el orgasmo, es hermoso pero también es más corta en tiempo, la pija se me ablanda rápidamente después de acabar y para que se ponga dura nuevamente … buehhhh. Gracias pastillita azul!!!
Con media pastilla se me mantenía firme y no la tomaba siempre.
Al igual que los videos porno, no siempre los veía, ya no me excitaban tanto como cuando comencé a verlos y las categorías ya no eran sorpresa.
Muchas veces en la paja me costaba acabar y necesitaba hacerlo por ganas o porque se hacía la hora de parar, entonces buscaba una porno con orgasmos y ahí … jajaja … acompañaba al o los protagonistas y acababa con ellos.
El culo ya se me había acostumbrado y cada tanto aumentaba el tamaño de lo que usaba para penetrarme.
Me gustaba tanto hacerme el orto que no tarde en pensar si eran síntoma de ser homosexual.
Mí miraba al espejo y me decía: sos puto viejo? Te gusta hacerte el culo no?
Me reía y continuaba la vida …
El tiempo pasa y aquel muchacho que me había contado en la verdulería que se iba de vacaciones con una amiga y un amigo, vino a comprar sus alimentos.
Por supuesto le pregunté cómo le había ido en su vacación y me respondió que la pasó genial, les había tocado muy lindo tiempo, un lugar hermoso y sus amigos se comportaron bárbaro. Tal es asi que ya tenían planeado una próxima salida, en esta oportunidad por más días.
Mientras me contaba algunas cosas de las vacaciones yo me imaginaba todo lo que harían entre los 3.
Pensaba yo … los dos muchachos cogiéndose a la chica, como dicen en las paginas “doble penetración “ … la chica chupándole a los dos, las acabadas, mí cliente chupándole la verga al amigo o garchandoselo o recibiendo pija de su amigo.
Los 69 desfilaban por mí cabeza… hasta que en un momento me dice:
-1 kilo de naranjas Emilio, eyyy se tildó?
-No no … me distraje nomas. Ya le doy.
Le hice la cuenta, me pagó y antes de irse me dice: – no se olvidé que, si está de acuerdo, tenemos una charla pendiente nosotros.
-si claro me acuerdo pero ando con tan poco tiempo…
-no se haga problema Don Emilio, anótese mi número de celular y cuando tenga posibilidades me manda un mensaje de WhatsApp y arreglamos. Agende mí nombre, es Sebastián.
Agendé su número y se fue.
Me di cuenta que al irse le miré el culo … no recuerdo haberle mirado el orto a ningún hombre … ya no me conozco… pero en fin …
Mí ritmo de pajas continuaba, pero mí esposa termino el curso y ya no tenía libertad para disfrutar.
O sea volví a ser un pibe de pajearme rápido en el baño. Se había terminado la fiesta.
Venía la época de vacaciones. Siempre íbamos a la Costa a un departamento que habíamos heredado de mis suegros. Lo compartíamos con mis hijos y en alguna oportunidad con alguna familia cercana.
Haciendo los planes se me ocurrió dejar todo programado, íbamos a invitar a una amiga de mí señora que se conocían de niñas, que no se casó ni tuvo éxito con alguna pareja.
Todo arreglado para mí familia… pero la idea mía, idea perversa … era que un día antes del viaje, me iba a surgir un problema en el mercado con el dueño y no me podía ir de vacaciones.
Mí esposa manejaba más que yo, le gustaba así que todo preparado y yo a último momento presentando el problema. De todas formas era no ir por 10 o 12 días y luego viajar en micro para pasar el resto de los días con ellas.
Obviamente mí plan era volver al sofá!!!
Por un lado …
Por otro comunicarme con Sebastián y coordinar un encuentro.
Unos 10 días antes de la ida de mí señora, me comunique y coordinamos el tan insólito, sorpresivo y excitante encuentro, para el día siguiente de la partida a la costa.
Día a día me fui preparando es decir poca paja, arreglarme todo lo que era pelo, no me depilaba pero siempre los pendejos, algunos ya canosos, les daba con la tijera y quedaba prolijo, además de quedar más expuesta la verga.
Despedida a mí señora y a Dora, su amiga y ya no aguantaba y me pajiee en el living. No quería pero … me la hice. Me subí la remera y la lechita a la panza … limpiar con los dedos y chuparmelos…
El encuentro con Sebastián era tipo 19 horas cuestión que cerca de las 22 podía volver a casa.
Solo 4 cuadras distaba la casa de él y la mía.
Fui caminando con una botella de vino “envuelta para regalo” en la mano quería llegar y al mismo tiempo deseaba volverme.
Llegué … una hermosa casa y un recibimiento muy lindo de parte del muchacho.
Me agradeció por la atención del vino mientras me contaba que había preparado una picadita para conversar.
Presentó los platitos bien variados, sirvió la bebida, no sin antes poner música … esas que son para escuchar y disfrutar.
Por momentos me sentía incómodo y por otro a gusto como si estuviera con un amigo de años.
Conversamos de todo. Yo estaba interesado en que me cuente de sus vacaciones … con más detalles.
El vino largaba más floja la lengua, hasta que en un momento le pregunté: -Sebastián… contame un poco de tu relación con tus amigos, dormir ustedes dos con una chica, yo lo pienso y seria un descontrol.
Sebastián se reía y me dijo: – te tuteo Emilio y continúo … me rio porque para mí es normal y natural esos encuentros, esas salidas y veo que a vos te sorprende, no te gusta esa relación pero tenés ep morbo de saber que hacemos.
Yo me quedé un poco callado como avergonzado, pero el siguió.
-Emilio hoy las relaciones entre las personas son más libres, más abiertas y no hay problemas en comentarlo. Quizás antes pasaban las mismas cosas pero todo era secreto. Si bien el sexo es sentenciado a ser entre mujer y hombre, se dan lo que a uno le viene bien, gozando y disfrutando. Para dar otro ejemplo seguramente antes masturbarse era pecado y es lo más natural del mundo (hermoso también la paja)
Entonces cuando entablamos relaciones es porque con quién estamos nos agrada y si bien solo puede ser una charla … una salida a tomar algo se puede dar también una relación sexual, no importa el sexo o la cantidad de amigos. Más el que es soltero o está solo. En tu caso al estar casado es distinto. Tenés relaciones con tu esposa y algunos alguna escapada pero tienen sexo … digamos más formal?
-Entiendo Sebastián, lo comprendo en la gente más joven con esas relaciones pero ya de grande ni pensar en esa forma de vincularse ni siquiera pensar en tener sexo entre esposos con 30 o 40 años de casados…
-Emilio yo tengo entendido que la gente mayor no es asexuada, se que cogen, disculpa la expresión, o se masturban. Tanto mujeres como hombres. Vos sos un tipo interesante, educado, pensante, buena percha, si no tenes amantes, si no lo haces con tu esposa… estimo que de vez en cuando te masturbas.
Sebastián abrió otro vino y brindis va brindis viene fuimos confesando lo que es atinado confesar sirvió un helado exquisito que venía muy buen a esta altura.
-Vamos Emilio la sexualidad debe variar con la edad, pero no sé pierde. Te digo porque dentro de mis amistades tengo tanto amigos mayores que vos y amigas también que son geniales en la cama o en el sofá … jajaja.
Las mujeres son terribles cuando se sueltan. En lo particular a mí me agradan más mayores que yo tanto varones como mujeres. Hay viejitos que están para comerlos.
La lengua de Sebastián rodeaba el helado como si fuera una pija, una habilidad especial. Mí miraba y se sonría.
Note que mí miembro se movía solo, yo apretaba los muslos para que no crezca. Ya me quería ir.
-Emilio, contame de vos sexualmente. Me dijiste que no coges ni con tu señora ni tenes amante, será que te pajeas?. Contame sin vergüenza hombre!!!
-Bueno hace tiempo que nada de nada … a veces vienen ganas pero me distraigo con cualquier cosa y se va el deseo.
Sorpresivamente, aunque algo se veía venir, Sebastián me pregunta si nunca estuve con un hombre.
-nooooo le respondí al toque!!!
-Vos sabes porque viniste a casa? Yo te contesto: querías saber sobre mis relaciones sexuales o no? Pero además te diste cuenta que me gustas. Siempre algo te digo en la verdulería para que te des cuenta o no?
-Sebastián!!! Me sorprendes. Pero … yo te gusto y que? Es una locura lo que decís.
-Emilio me dijiste que cerca de las 22 horas tenías que irte y ya es la 2.35 de la mañana. Estás cómodo si no te hubieses ido.
Somos grandes, digamos como amigos mayores, no tiene que pasar nada que nos pueda alterar o poner mal. Está claro?
Yo me iba aflojando digamos tenía algún temor pero al mismo tiempo me excitaba, tampoco sabía si el me quería coger o que yo lo cogiera … y era verdad la hora pasó y no me di cuenta, el alcohol me estaba jugando mal… pero…
-Sebastián no me defraudes … guíame… no se de esto por favor …
-las cosas suceden o no Emilio. Apagó la luz grande y dejo la lámpara que es más tenue.
-Vení sentémonos en el sillón mientras escuchamos música.
Accedí me puse cómodo en un sillón hermoso.
Fuimos conversando y mirándonos más a fondo.
El primer signo fue su mano en mí muslo, me sobresalté, pero fue un instante. El continúo acariciando y en cada vuelta se acercaba más a mí entrepierna y yo sin dominarme las abría más.
Ya no hablábamos. Cada vez que más se acercaba alzaba su vista y me miraba como controlándome que estuviera cómodo. Al rato ni me di cuenta y cerré los ojos. Para esto Sebastián ya me había tocado la pija por arriba del jean.
Me bajó el cierre me abrió el vaquero y fue sacando la verga que ya estaba semidura.
-si no te agrada Emilio decímelo por favor … se libre!!!
No le respondí. Solo ayudé a bajarme el pantalón y el boxer para que estuviera toda afuera.
La delicadeza para acariciar todo era increíble y mí excitación crecía.
Tocaba … no me pajeaba … tenía arte.
Siempre me miraba a los ojos.
En un cruce de mirada hizo una mueca como que iba seguir más. Yo entrecerré mis ojos dándole lugar.
Comenzó a pajearme desde los huevos hasta el hongo. No sé cómo hacía pero yo sentía calentura en todos lados. Nadie me había acariciado los huevos así.
Le daba suave y a veces apretaba y también decía palabras que yo no llegaba a comprender pero seguramente era por la pija, por lo dura, por la cabeza.
No tardó en arrodillarse en el piso me miró una vez más y me lamió… todo … por un costado por el otro, los huevos, bajaba y subía con esa lengua que ya me había demostrado chupando el helado.
Que habilidad Sebastián. Yo me levantaba del sofá para que se la trague toda, daba muestras de calentura, me movía, le agarraba su cabeza para que se la comiera toda y si, se la tragaba toda.
Estábamos en un momento que si no paraba iba a acabar, no se el porque estaba vestido.
Seguía chupando y yo estaba descontrolado. Le pedía que chupe maaaas….!!! El muy paciente recorría todo lamiendo … chupando, en un momento la lengua rodea los huevos, yo me excito más y me abro todo.
El ya conocía como manejarme , su lengua fue a lamerme el culo.
Mí primera reacción fue salirme, tranquilo Emi, pensaba para mi. Siguió con la verga, yo le agarre de la nuca y lo apreté contra mí y lo llevé a mí orto. Ahí se quedó hundiendo su lengua y yo gozando de lo que jamás me hicieron. No sé cuanto duro la manada del culo, pero yo ya no daba más.
Quería acabar, explotaba y le digo entredientes: Sebas no doy más.
Me dijo -mí verdulero hermoso me vas a dar de beber tu leche!!!
Me acomodé para acabar a lo bruto.
Sebas empezó a chupar a jugar con la lengua mientras me acariciaba los huevos.
El me acariciaba y yo ya estaba loco y me abría más y más.
Se dio cuenta y me fue enterrando un dedo en el orto.
Hummm lo sentía entrar despacio pero mí culo ya conocía los códigos .
Me lo enterró todo y me cogió a dedo mientras chupaba.
Yo me arqueaba.
Apurá le grite… enloqueció y ya el dedo hacia tope … entraba y salía con fuerza y la mamada era a morir.
Sentí que se me venía el mundo encima, yo movía las nalgas, se sentía el ruido del hoyo mojado.
Acabo Sebas … tragate la leche !!!!
Me enterró más y absorbió la pija hasta que me vino. No podía parar mis espasmos, el me manejaba para poder tragar la leche e ir sacando el dedo del culo. Todo lento.
Seguían sus caricias. Me dormite pero igual lo sentía en sus suaves movimientos. Con su lengua recorría la cabezona y cada tanto tragaba una gotita que había quedado.
El también se dormitó.
Así nos quedamos un rato.
Trajo una manta y me tapo, sentía muchos escalofríos.
Pensé … este muchacho no acabó como sigue esto?
Veo que se desnuda deja la ropa en una silla.
Se sienta a mí lado y pude ver su cuerpo atlético, carnes duras por fin veo su pija.
La tenía cerca … a 50 centímetros, no era un pijon pero era linda proporcionada, quizás más larga que la mía pero un poco más fina.
Tuve tentación de agarrarla pero no quise, no me atreví.
Sebastián me dice: – no te pregunto pero creo que estás bien, o no?
-Algún día te cuento hoy no puedo. Solo te digo no se en qué galaxia estaba… solo me preocupas vos. Hiciste todo por mí … y vos?
- Emilio no te preocupes yo tampoco supe en que galaxia estaba. Quédate al lado mío y hace lo que gustes y si no haces nada está todo bien.
Se acomodo y comenzó su paja. Verlo hacérsela era un encanto. Yo arrimado a el solo miraba… no daba yo para más.
Así un rato hasta que noto que apura y se arquea, en mí locura le digo: “tíramela en el pecho por favor Sebas” nos acomodamos , no se porque no se la mame …la tenía ahí … no me atreví.
Me montó bien montado . Cabalgó sobre mi pecho, increíble sentir su trozo de poronga sobre mí, y los chorros de leche se esparcieron. Cuanta leche por favor!!! Se iba patinando por mis costados.
Se quedó arriba mío temblando.
Nunca había vivido tanta fogosidad una locura.
Iba limpiarlo con mis dedos y chuparmelos pero tampoco me atreví.
Al rato se alzó y trajo toallas para limpiarme….
No lo puedo creer. Fue una película. Nunca tanta calentura en mí vida.
Quedé rendido.
Eran las 4 de la mañana ya había perdido la noción del tiempo.
Pasaron unos minutos y me dice que va a preparar un té calentito.
Me dormí otro rato hasta que regresó con el té y unos bocaditos de chocolate, todo en una bandeja de plata o parecía.
Nos sentamos bebimos el té, nos mirábamos y nos sonreíamos de solo recordar todo lo intensamente vivido.
Le agradecí por todo, le comenté que no entendía nada pero me sentía bien.
Le agregué que era hora de ir para casa.
Me dijo que no era hora para ir caminando esas cuadras hasta casa, te quedas y cuando se haga de día te vas.
Yo no quería irme pero debía demostrarle que no estaba tan entregado.
Le respondo que bueno … que tenía razón, ni bien amanezca me voy.
-Bárbaro Emilio nos quedamos en el sofá y quizás podamos dormir un rato.
Estar con Sebastián en el sofá me desvelaba pero ya no ponía reparos ni excusas.
Me acosté así desnudo, el me tapó y se acomodó junto a mí bajo la misma manta también en pelotas.
No sé cómo pero entramos ambos en el sofá o mejor se el porque entramos.
Sebastián se puso de espaldas a mí, en lo que fue “una cucharita”.
Su culo formado y duro lo apoyo en mí pija que estaba dormida.
Me dice ponela entre mis cachetes y se abrió las nalgas.
Yo me arrimé todo lo que pude y mí verga quedó ahí…
Creo que no íbamos a dormir …
Sebastián apretaba y movía sus nalgas, pero no para tener sexo si no para estar juntos … apretados.
Nunca había estado en una situación así. Nunca había estado con un hombre jamás pensé en eso, es más me daba cierto asco.
Recordé algún hecho de mí infancia.
Con un vecinito cuando alguno de los quedaba solo. Nos juntábamos, nos tirábamos en el piso con los pantaloncitos bajos uno le ponía la pijita en la cola del otro nos movíamos un ratito y cambiábamos y vuelta a movernos como si cogiéramos pero todavía no acababamos. “no nos saltaba” decíamos en aquellos tiempos. “. La cambiadita”!!!
En esos mismos tiempos había en el Barrio un chico mayor que nosotros, tendría 16 o 17 años, que generalmente a la tarde estaba solo y nosotros los pibes que seríamos 4 o 5, íbamos a su casa.
El tenía unas revistas viejísimas tipo porno y nos matábamos por ver las fotos. Una tarde el sentó en la cama, más que cama era un catre, con un par de revistas y nosotros alrededor.
La íbamos mirando todos.
Sacó la pija que no olvido, era corta pero gorda, gruesa. Se pajeaba y yo lo miraba le miraba la chota como le salía la cabeza afuera de la piel.
Subía y bajaba.
Yo y quizás algún otro chico lo mirábamos con sorpresa. Nunca habíamos visto semejante pija. Se le empezó a mojar con un líquido espeso y más se pajeaba. La cabeza cada vez más hinchada.
Nos mostró una foto donde un tipo metía su pija en el culo de una mujer.
Claro yo todavía no acababa ni sentía la sensación pero si indudablemente me excitaba.
Con la foto bien expuesta y su pija durísima y mojada nos contaba como se cogía. Como era coger y como acabar.
Preguntó si alguno quería poner la cola que él le ponía la verga.
Nos miramos entre todos y nos sonreíamos de los nervios.
Hoy lo recuerdo y no lo puedo creer.
Poneme a mí le dije.
Vení … acostate me dijo, sin dejar de tocarse.
Me puse boca abajo me bajo el pantalón y el calzoncillo y me dijo abrité la cola con las dos manos.
Así hice, el se acomodó y me pasó la cabeza de la verga por mí augerito, me gritaba y yo sentía ese líquido y al sentirlo creo que el instinto me hacia abrirme.
Dejo de fregarme y sentí una escupida que me llegó al orto, me puso la cabezota mojada en mí agujero, la sentí y mis manos seguían abriéndome.
Cuando sentí que me la ponía y al primer empuje salté del dolor y me salí … no quise saber nada. Era muy fuerte y el placer por instinto se fue y me ganó el miedo. Me fui.
Ni me acordaba pero cuando dije que nunca había estado con un hombre mí mente se fue a la niñez.
Para esto ya tenía abrazado a Sebastián y el se dejaba abrazar. Estábamos pegados. Nos franeleábamos.
Al rato se me puso dura, siento nuevamente cosquillas en la pija y en las pelotas.
Emilio querido !!! dijo Sebastián, cuando fue sintiéndome.
En realidad me había vuelto a calentar pero no sabía como hacer para continuar. Muy pocas veces garché con mí esposa por el culo y no nos resultó placentero. Alguna vez alguna cogida circunstancial pro no tenía la práctica de hacer un culo.
Solo sabía del mío cuando me enterraba alguna verdura…
O sea yo no sabía que hacer.
Ya destapados Sebas bajo a chuparme.
Le dije guíame vos no se de esto y nunca lo hice en mí vida.
Soltó la verga y me dijo: -tranquilo Emilio todavía no amaneció…
Lo que vino después merece otra narración.
En unos días vuelvo a estar en contacto.
Sus comentarios son un cambio de experiencias y que todos necesitamos.
PARTE III
En el anterior relato comentaba que lo sucedido luego, bien valía la pena hacerlo en una nueva publicación.
No dejaba de ser un debut!!!
El mío!!!
Apretados en el sofá con Sebastián, mí verga ya dura jugaba en sus nalgas y el tenía la habilidad de mover las cachas y cada vez me excitaba más.
Cómo estás Emilio, papi redura la tenés… la quiero !!! Tomaste la pastilla? O tomaste 2 ¿me dijo Sebas, mientras seguía apretando.
-no no le dije y me extraña que se vuelva a parar como está. Te confieso que estoy nervioso, no se dónde llegamos.
Realmente estaba nervioso con cierto temor pero sabía que Sebas sabía mucho más que yo del tema.
Además me surgían las ganas de tocarle su verga, de agarrársela, pero no sé que me inhibía y no lo hice.
El se movía. Se inclinaba un poco, mí pija le rozaba el hoyo y gemia y en cada gemido abría y cerraba las nalgas.
-que ganas te tengo viejo!!! No me la vas a poner? Estás a punto y yo ni te cuento.
-espera hablemos Sebas, le dije.
Nos volvimos a sentar, se abrazo a mí y me comenzó a besar el cuello, bajaba a mis pezones. Me besaba me chupaba.
-que dice me viejito. Si tenés deseos porque necesitas conversar?
Mientras le acariciaba su cabeza le dije:
-no … solo que me guíes nunca estuve en esta situación. Dale.
Se levantó fue a buscar algo, le miraba el cuerpo mientras caminaba y lo deseaba todo.
Regresó y se volvió a sentar de costado dándome la cola.
-veni que te la pongo dura, se bajó me dijo.
Ni bien la toco se puso firme, levanto una pierna y llevo mí pija a su orto. Se había puesto una crema o vaselina.
Me animé y ayudé.
El se quedaba quieto y ya estaba entrando.
-anda entrando despacio pero éntrala, comentó.
Ya entro la cabezota.
-papiiii ¡!!!!! Seguí seguí
…Lo escuchaba a Sebas y tenía deseos de enterrarla toda.
Y fue toda. Nos quedamos quietos unos instantes. El se empezó a mover siempre con su pierna levantada.
Era el paraíso.
-bombéame dale amor cógeme …
Empecé a darle entrando y saliendo.
De a poco se fue dando vuelta con la chota adentro, que se quería salir, pero el apretaba y yo presionaba, y quedó boca abajo.
-Ahora si Don Emilio no pare!!!
Quedó abierto y la entrada y salida ya era más simple y apuré la cogida.
Comenzó a ronronear, yo estaba agitadísimo. Ambos queríamos dar y dar.
-Sácala que me pongo en 4.
Así hicimos, se puso en 4… con sus manos se abrió las cachas y volví a metérsela.
Que delirio, nunca había cogido asi
Apoyado con una mano en el sofá con la otra se empezó a pajear.
Otra vez la locura y se la puse toda hasta el tope me agarré a él y mí mano fue a su pija, ya sin pensar.
Por favor que sensación !!!
-me matas viejo.
Estaba loco, se movía , me dice espera.
Se salió, se acostó al borde del sillón boca arriba, yo me arrodillé y el llevo mí pija otra vez a su cueva. Otra posición linda, como le entraba !!!!
Pero además de darle tenía su verga a mí alcance y fue hermoso coger y pajearlo.
Me lancé y le dije: te gusta no?
-Me encanta viejo sos un potro.
Yo me sentía un pony pero seguimos y al ritmo parejo pero en aumento, me dijo:
-Acaba papi y pajeame.
Fue la orden del deseo increíble me afirme y el meta y saca se aceleró y mí paja en su chota también.
Gritamos los dos y acabamos en el mismo momento.
4 o 5 bombazos más y me quedé quieto pero mí mano, llena de leche, sostenía fuerte su pija.
No lo solté. Después de otros espasmos el se planchó, se aflojó, mí pija ya estaba blanda y se salió.
Nos acomodamos.
No baje del paraíso, baje a su pija, chupe mí mano llena de su leche y sin preguntar y sin dudar me metí su pija en la boca que estaba semidura.
Wooow una pija en mí boca. Lamí toda hasta limpiarlo todo.
Luego comencé a chuparla.
Se le puso otra vez redura.
-sos terrible Emilio. Te la tenías guardada viejo.
Yo lo escuché pero no le respondí seguí chupando y tragando toda su verga. Me daba arcadas paraba y seguía. No dejaba de chuparlo.
No sé el tiempo que estuve mamando. El se retorcía.
Yo seguía chupando y pajeandolo.
Me agarraba de la cabeza y me empujaba para que entra más pero ya no entraba más.
No llegue a los huevos pero si se los acaricie.
Ante ese manoseo empezó a moverse cogiéndome por la boca.
Cada vez mas fuerte yo lo deja hacer.
Sentía que iba a acabar. Yo no sabía si iba a tragar, a escupir o a sacarla y que me acabe afuera.
Tal cual me dice: -voy a acabar viejo.
Himmmm agghh no le respondí pero la sacó, me puso acostado boca arriba y el se monto sobre mí y metió su garcha en la boca.
Empezó a bombear y ya no tenía escapatoria, ni tampoco quería.
Me dio hasta ahogarme un par veces, pego un grito y su leche venía disparada a borbotones.
Fui tragando como pude y en la locura se fue calmando yo seguía lamiendo y tragando lo que iba goteando.
Me pasó la pija por toda la cara, a mí se me caían las lágrimas, me sentía feliz pero también violado, violado con amor.
Me costó tragar la leche pero la fui tragando.
Se puso a mí altura y me beso en la boca.
Otro delirio.
Se entremezclaron las lenguas, aún quedaban resto de su esperma y me lo dijo, siento mí leche en tu boca viejo.
Seguimos besándonos y tocándonos dónde se podía.
Yo ya no quería más nada. Solo que se me borré todo de la mente y aquí no pasó nada.
Era imposible por más que me negaba en tan poco tiempo hice y me hizo todo lo que no viví en toda mí vida ni siquiera haber fantaseado.
Mientras nos quedábamos exhaustos pero abrazados mí cabeza recorría cada instante vivido.
Seguía sin creerlo pero al mismo tiempo era entender que me había fascinado tocar una pija, ni hablar cuando la chupe y trague el semen, indudablemente en pocas horas había cambiado mí vida.
Nos volvimos a dormir, esta vez por más tiempo y al despertarnos y volver a franelearnos y reírnos, me ayudó a bañarme a cambiarme, el también lo hizo y vestidos los dos nos besamos.
Era calentura ¿ Era amor?
No lo sé.
- Viejo me hiciste feliz, me dijo.
- Gracias por todo, déjame reaccionar, le dije.
- nos encontramos pronto? Soltó Sebastián.
- creo que si, nos vemos en el mercado o bien nos comunicamos por Whatsapp.
Me fui caminando despacio hasta casa. Sin entender nada pero sintiendo que quería estar al lado de Sebastián y ya contaré… pero estuve a su lado, otra experiencia…
Gracias por su lectura, un comentario es bienvenido, intercambiemos experiencias.
PARTE IV
Seguir gozando ya es un clásico.
Me despedí de Sebastián y directo a casa.
Eran las 6 y media de la tarde.
Increíble haber pasado mis últimas 24 horas en la casa de este muchacho con quién pude conocer otras facetas de mí vida, en lo sexual, pero también en lo social. Sebastián es muy atento, muy prolijo, muy educado en su rol de hombre, de amigo y cuando se desata puede ser un macho hecho y derecho con buena herramienta y una hembra fogosa y puta cuando así se dan las cosas.
Claro y yo? Vez pasada le preguntaba al espejo si me sentía puto, por como me masturbaba haciéndome el culo a dedo o con artículos de verdulería.
Lo tomé como una cuestión más para aumentar el morbo y la calentura. Será normal darse con una zanahoria o una banana? La verdad no lo sé pero en algunos pornos vi que se meten lo que venga.
Yo era uno más y la verdad por más que me lo pregunté no me sentía un homosexual ni me preocupaba serlo o no.
Pero desde hace 24 horas las cosas cambiaron y como !!!
En principio dejarme mamar la verga por otro hombre, después cogerlo y en eso yo, con mis manitos, hacerle la paja y por último chupar su pija y tragar su leche. Sexo puro.
Pero y los besos? Chupones de lengua cuando se había terminado lo sexual.
Íbamos más allá del sexo y ahí me quedé pensando.
Seguía sin entender y me agarró un rato de vergüenza pensando en mis hijos y en mí esposa.
No lo podía tolerar.
Por mí, tenía dudas, estaba distinto, pero había gozado como un caballo o una yegua, pero nunca se podía enterar de esto ni mis hijos ni mí esposa.
Como hacer para continuar y como hacer para ocultar.
Hablé mucho con Sebastián sobre todo.
Pero razonablemente me comentó porque no nos juntamos y lo hablamos personalmente.
-venite a casa mañana y charlamos.
– Ok tipo 19 horas estoy ahí. Llevo helado.
En el fondo yo quería estar con Sebastián pero agradecido de charlar también.
O sea pasaron 2 días del encuentro y nuevamente yo tocando timbre en la casa de Sebastián.
Cómo hace un par de días me recibió muy bien.
Nos dimos un abrazo largo y un par de besos en la mejilla.
Tomamos una cerveza con unos maníes y charlamos mucho.
Yo le pude contar todo lo que sentía con el, mí despelote en la cabeza conmigo mismo porque nunca había esperado hacer lo que hice, lo que hicimos. Pero lo peor era si mí esposa o mis hijos se enteraran.
En principio me entendió todo y me contó de sus problemas cuando decidió otra vida sexual.
-Familia y amigos eran como fantasmas que estaban constantemente en mí mente… no vivía en paz hasta que de a poquito pude blanquear y seguir mí feliz camino. Esto no lo digo por vos Emilio cada uno debe decidir por si y se que es difícil.
Y continúo explicándome…
-pero también hay otras posibilidades, uno de ellas es mantener todo como está y tener salidas y encuentros felices. Tampoco se necesita estar siempre con otra gente. Son momentos a disfrutar.
O sea Sebastián proponía varias cosas entre ellas y la que más me cerraba era tener encuentros cortos y esporádicos.
Continúo :
-Vos te jubilas. No tenes nada que hacer. Busca cursos, talleres, centro de jubilados etc. Te metes en alguno y ahí ya saliendo de tu casa tenés posibilidades de encuentros.
Jajaja y te venís a casa y vas a ver cómo te vas a acostumbrar a estas cuestiones.
-Sebastián … yo no quiero engañar a mí esposa.
-Emilio, vos sentiste que fuiste infiel cuando estuvimos juntos el otro día?
-Hum… no se es todo tan raro…
-mira disfruta cada momento y no te alejes de tu familia.
Cuando podes, me contaste que te pajeas, tu señora lo sabe? Bueno no lo sabe, si tenés un encuentro con alguien no se entera, ya sabes te metes en una actividad y ahí te haces un Lugarcito para coger. Las veces que no podes serán pajas.
Sebastián además tenía labia y de alguna manera me convencía. Eso de disfrutar el momento es tal cual.
Con la paja yo disfruto y cada tanto un encuentro con Sebastián seria genial.
Tuvimos linda charla, trajo más cerveza, hacía calor y ya no tenía puesta su remera. Yo me daba cuenta que le miraba el pecho, los pezones y me calentaba, había atracción.
Brindamos una vez más y directamente me dijo:
-viejito gracias por venir, gracias por charlar y confiar en mí, gracias por el helado que en un rato lo tomamos. Gracias. Pero me dan ganas de besarte.
Así fue yo me deje besar y lo besé con pasión. Sentía su pecho contra mí. Me saco muy despacio la camisa y quedamos piel con piel.
Su mano fue a mí verga que se iba poniendo rígida. Yo hice lo mismo le mandé mí mano entre sus piernas y se abrió para darme lugar.
Nos tocábamos y mí mente morbosa pensó en un 69.
Estábamos en el sofá y me dijo de pasar al dormitorio donde tenía aire acondicionado.
Una cama inmensa, una colcha de satén hermosa y muchas almohadas.
Rápidamente quedamos en bolas y nos revolcamos en ese satén. Ufff como me excitaba.
No pasó ni 5 minutos y bajo a chupar.
Ahhhh como chupaba …Yo le acariciaba su cabeza su pelo, le miraba la pija, la tenía más dura que yo.
La fui a buscar y ahí se dio lo que yo buscaba.
Alucinante estar en un 69 con un hombre. Nos chupábamos todo. Pija, huevos, culo.
Cuando me distraía me sonreía por dentro, no podía creer lo que hacíamos.
Seguíamos sin hablar solo gemidos y algún ruido de esos que el sexo otorga.
Una pija que se sale de una boca, una lengua que insiste en taladrar un culo, un dedo que garcha un culo. Todo mezclado con saliva resultaba un concierto.
Nos quedamos de costado, luego yo arriba al rato yo abajo.
Por favor que manera de darnos.
Transpirados y el sudor nos excitaba más, como estaríamos que el aire no nos enfriaba.
Paramos un rato, vinieron los besos, sentí el aroma de mí pija en su boca.
Se levantó, diciéndome ya vengo, caminaba y la pija se le bamboleaba, yo me agarré la mía y la estiraba para mantener la erección.
Entra a la habitación con una bandeja tapada con una servilleta.
Se sienta a mí lado apoya la bandeja y me dice elegí cual te gusta más.
Yo pensé en algo para comer.
Y si … levanto la servilleta y veo un pepino y un zapallito de esos alargados.
Claro nos tentamos de risa, pero aparte de reírnos las intenciones eran serias.
Yo estaba acostumbrado a darme con la zanahoria entonces me pareció hermoso el zapallito.
Ambas verduras brillaban.
Agarré el zapallito y le dije: me quedo con este.
Lo agarró y me lo puso en la boca yo hice lo mismo con su zanahoria.
Al rato estábamos en 69 y enterrándonos las verduras en nuestros ortos.
Todo era otra película más, excitante caliente. Yo le enterraba a Sebas y miraba como le entraba y salía.
Era grande no le entraba toda o no quise probar, mientras yo sentía como iba y venía dentro de mí el zapallito alargado. Era grueso y me entraba como si fuera mí medida.
Mientras nos devorábamos las chotas con pajas incluidas.
No sé el tiempo porque nos disfrutábamos por momentos muy tiernos muy suaves y por momentos era una batalla.
Nuestros culos y nuestras pijas una vez más gozando.
Parecía mentira pero conocíamos nuestras intenciones.
Empezamos a un ritmo más acelerado y arqueandonos, entregandonos, abriéndonos.
Cada vez más rápido.
Me dijo: – vamos juntos!!!
Aceleró todo, yo le enterraba cada vez más y le chupaba todo. Dentro de mí boca chupaba y mí lengua jugaba.
Me la enterró hasta no poder más y se vino. No pude tragar el primer disparo, fui acumulando y fui tragando leche de a poco. El ya no chupaba y soltó mí verdura que quedó metida en mí culo.
Se planchó. Ya lo conocía. Acababa antes que yo y se palmaba.
Lo dejé que viva el polvo.
Mí zapallito se salió y me quedé abrazando a Sebas.
Que lindo momento por favor. Que lechada me hizo comer. Cómo me enterró. Cómo lo chupé. Cómo le gusta que le cojan el orto.
Abrió los ojos y medio tonto me dijo y vos viejo?
-Yo genial, estoy loco como el otro día.
-no acabaste.
-ya vendrá, estoy bárbaro todavía me palpita la cola y tengo gusto a tu lechita. Que más?
Esta vez me levanté yo. Busqué el helado, lo serví, encontré unas obleas y en la misma bandeja de las “verduras” lo lleve a la cama.
Mí macho putita se había dormido.
Despacito lo desperté y con esa hermosa sonrisa me agradeció, se recostó en el respaldo y comimos el helado.
Charlamos.
Me cuenta que el usa verdura pero que tiene un par de vibradores bárbaros, no para ocasiones especiales, pero si hay gente que lo prefiere y hay que conformar a cada uno.
Me pregunta si quiero que traiga uno.
Mí respuesta inmediata fue no no, prefiero otra cosa.
Cómo? que cosa? me pregunta.
-nada … nada, me hice el boludo pero yo tenía claro en ese momento que era lo deseaba.
-claro la verdura te puede no?
-si claro pero ….
-pero que viejito?
Le respondí a lo bobo -nada Sebas voy a tomar agua, el helado me da sed.
Mí cola estaba un poco caída pero aún se mantenía redonda, lo había descubierto de mirarme en mí espejo y cuando me levanté y fui para la cocina camine como una modelo, sabía que me iba a mirar.
En muy poco tiempo mí parte sexual se activo hasta misteriosamente, hoy fue un día también especial, y en esto de cambiar, de intentar disfrutar y gozar, me di cuenta que me faltaban un montón de prácticas.
Volví de la cocina, le traje un vaso con agua para el y cuando llego a la cama el muchacho tenía el choto duro … yo yaaaaa lo quería.
Me acosté a su lado pero como el hizo el otro día le di la espalda, para no decir que le entregué el culo.
El se dio cuenta de mis deseos se dio vuelta y quedamos en cucharita.
Sentir su pija no era lo mismo que un pepino o una berenjena, fue un chucho de frio que me dio.
Hice como que no pasaba nada y el se agarró la chota y me la pasaba por la raya.
Mientras me la pasaba y me refregaba yo con una mano abría despacito una nalga.
Me rozaba la raya y parte de la pija ya me tocaba un canto.
Y comenzó a hablar sucio:
-querés pija no? Te gusta la mía. Te comiste más de una banana pero nunca te garcho un tipo? Nunca te hizo el orto un macho no? Nunca te dejaron la leche adentro? Nunca te dijeron abrite putita? Nunca te dijeron aflójate que te entra.
Me decía tantas cosas que me calentaron mal, ya quería que me penetre, con ambas manos me abro las nalgas y el ya me la puerteaba.
Que sensación hermosa, me abría las nalgas y mí agujero se abría solo.
El seguía diciéndome cosas:
-querés debutar conmigo?
-te pongo vaselina o te chupo?
Ya estábamos los dos ardiendo.
-tranqui viejito abrite que te entro así nomás, tu culo me llama… ponete boca abajo y abrí.
Obedecí como trolo o trola ya no sabia.
Me abrí. Puso la cabeza y comenzó a presionar, presionaba y sacaba hasta que dijo: te garcho viejo vamos.
Entro de una, ya el zapallito alargado había hecho camino.
Y empezó el bombeo suave, hasta que la enterraba toda y se frenaba, yo andaba a los gritos, entre molestia y placer.
Quería abrirme más, que entraran hasta los huevos, sacaba el culo para fuera y el enterraba más.
Pero me vencía y quedaba plano.
Se dio cuenta entonces manoteo un almohadón desde una silla y me lo dio:
-pontéelo en la panza que me queda bien arriba tu culo.
Obedecí nuevamente y el culo quedó como yo … y el quería.
Yo debutando con un hombre.
Me extraño que mí pija no se ponía dura, se aflojaba. Claro estaba tan pendiente de como me cogía que mí mente estaba ahí.
Cada tanto me decía: movete putita, coge viejito, como te gusta la verga de Sebas eh?
Cada palabra me excitaba más. Empecé a moverme abriéndome bien el orto, ya quería que me acabe.
Con mí vaivén y morderle la pija con mí agujero se calentó para acabar y empezo un bombeo infernal, me hacia gozar pero un poco me dolía.
Seguimos los dos para que acabe.
Y el muy hijo de puta me acabó adentro y seguía bombeando.
Que debut!!!
Cómo sentí su leche tibia. Que hermoso apretar el esfínter y saber que lo exprimía.
Fue frenando y cada tanto me la ponía hasta el tope.
Su grito al acabar no me lo olvido más.
Fue parando, yo le apretaba con mí agujero.
Freno y se tumbó sobre mí, con la pija adentro.
Sentía que se aflojaba y eso me excito.
Que loco estaba yo. El arriba mío tipo desmayado y yo que quería acabar, después de garchar.
La pija se salió, me estremecí, se puso a un costado, saque el almohadón y me quedé frente a el.
Lo besé pero mucho no quería, estaba exhausto.
Pero mí calentura seguía. Me empecé a pajear y cuando estaba dura, me mande otra.
Me subí en su pecho y le forcé la boca para que me la chupara. Se dio cuenta que necesitaba acabar y comenzó a chupar.
En un momento como obligado y al ratito le gustó.
Me metió un dedo en el orto, y me cogió a dedo un ratito hasta que con sus lengüetazos y su chupada pude acabar ya con sus dos dedos en el fondo de mí culo.
Otro delirio. Otro debut. Cada vez más loco.
Al rato nos pusimos a charlar de todo.
Me había cogido mí cliente del mercado. Increíble.
Quedaba tiempo para pensar en mi futuro todo.
Pensar en mí viaje a la costa.
De los pocos días que quedaban 3 veces fui a su casa y volvió todo el sexo todo todo todo.
Locura total.
Mí meta ahora era ir a la costa y tratar de que mí cara fuera la de siempre con mí esposa.
Todo listo en casa, me adelante un par de días porque era una manera de darle una sorpresa a mí esposa que no le había gustado que me quedara trabajando sin viajar con ella ….
Micro, me dormí como un bebé y al rato ya estaba en la terminal.
Taxi hasta la casa y oh sorpresa …
Otra más?
Ya contaré …
Gracias por la lectura.
Comentarios bienvenidos siempre son bien acogidos…
PARTE V
Aún sorprendido … pero … a continuar gozando.
El taxi me dejó en la puerta con mí pequeña valija y una mochila.
Toco timbre en la casa, esa puta costumbre de no traer las llaves, menos mal que está mi señora.
Volví a tocar pero nadie salió, seguramente mí esposa y su amiga fueron a dar una vuelta o a comprar algo …
Raro porque sentí algún golpe como de cerrar puertas. Me habrá parecido.
Bueno a esperar que regresen, pero para que tengo celular?
Indudablemente mí cabeza está en otro lado …
Llamo al número de mí esposa y al toque me atendió:
-Hola Emilio como estás?
-yo bien en la puerta de casa toque el timbre pensando que estaban y encima no traje mis llaves. Donde están?
-acá en casa ni yo ni Amalia escuchamos el timbre, que raro!!!
-si raro porque yo desde afuera lo escuché.
-será que teníamos el sonido de la TV alta y no llegamos a escuchar, pero porque no avisaste que venías antes?
-solo que pude salir un par de días antes del mercado y te quise dar una sorpresa.
-yo te agradezco y ya que estás afuera … podes comprar en la esquina unas facturas para el mate?
Desde ya que me extrañó que me diera tanta charla por teléfono y que ni siquiera tuviera en cuenta que tenía valija y me mandó a comprar … me extrañó pero obvio no podía dudar de nada. Tampoco me importaba mucho.
-si voy a la panadería pero por favor podes abrir la puerta que entro mi valija y mí mochila?
-sii siii te abro o … o déjame las cosas en el escalón y yo entro tus cosas, dale que tengo hambre.
Y fui a comprar, charle un rato con la panadera que hace años conozco y volví a casa, estaba cerca.
En el corto camino me comí un churro y cuando lo mordí me acordé de Sebastián. Que persecuta la mía!!
Timbre y ahí estaba Mabel, mí esposa, beso con cariño y adentro.
Saludé también a Amalia y obvio necesita ir al baño.
Me lave un poco me cambié y fui para el comedor a tomar mate con las “chicas”.
La charla normal yo contándole del trabajo extra en el mercado y ellas sobre el viaje y los días de playa aunque el día anterior llovió y no hacía mucho que habia parado.
-no pudimos salir, por eso te pedí que fueras a comprar. Nos quedamos todo el día acá.
Conversamos lindo, independientemente de lo sexual con mí esposa teníamos una buena relación.
Hacía años que teníamos habitaciones distintas o sea no dormíamos juntos y oh sorpresa … como nos arreglaríamos para dormir los tres si solo había 2 dormitorios en la casa de la Costa.
Teníamos que resolverlo ya !!!
O sea si no dormíamos juntos yo tenía que dormir solo y Mabel y Amalia en la cama matrimonial o si no yo con mí señora juntos.
Que dilema!!!
Pensándolo para mí era lógico que yo durmiera con mí señora y Amalia en la otra habitación, pero faltaba la opinión de las mujeres.
Se nota que mí señora pensaba al mismo tiempo que yo la misma cuestión y disparó:
-no planificamos como íbamos a dormir.
Yo sin pensarlo demasiado y haciendo una deducción lógica dije:
Creo que como estás noches que pasaron. Una en cada habitación y yo con vos Mabel.
Las dos se miraron, se les mezclo una sonrisa con un “cara de nada” y mí esposa comenta:
-es que estos días dormimos juntas… teníamos pensado como vos decís Emilio pero la verdad tuvimos miedo y decidimos estar juntas …
Yo un poco sorprendido no porque hayan dormido en la misma cama sino por eso de tener miedo en un lugar donde hasta el momento es seguro, pero bueno obviamente les dije:
-pero ahora estoy yo, somos 3 no tendrían que temer por nada.
Mí señora saltó enseguida y dijo:
-ya está Emilio tenemos todas nuestras cosas en el dormitorio, además te llevé la valija y la mochila a la otra habitación.
Enseguida se vino a mí mente que las habitaciones estaban alejadas y no estaría mal cerrarlas con llave y en la soledad podría pegarme alguna paja solo o hacer una pajota con Sebas por videollamada.
No estaba mal la decisión.
-Ok Mabel si Amalia está de acuerdo hacemos así.
Amalia de por si era callada, me agradaba porque siempre hablaba lo justo, no le gustaba sobresalir, era educada, servicial y no tardó en aceptar la propuesta de las ubicaciones en las habitaciones.
Continuando la charla les comenté que yo me iría a dormir temprano porque estaba muy cansado con el trabajo en el mercado y con el viaje, aunque dormí en el ómnibus, pero no descansé.
-Me gustaría cenar temprano y ustedes si quieren pueden salir a dar una vuelta, está hermosa la noche, o ver televisión o lo que quieran. Les doy permiso!!! Jajaja.
Una broma donde ambas se miraron y se rieron.
Tras eso pregunté que había para comer y Mabel comentó que no había quedado nada del mediodía pero además ya que viniste antes, mí sorpresa es que pidamos empanadas en La tranquera que son riquísimas.
Aprobé la idea, y les dije que me iba a bañar y a poner un pijama mientras que ustedes hacen el pedido de las empas y pedí un vino blanco, Mabel así brindamos.
Ya Mabel conocía mis gustos de La tranquera.
Cuando salí del baño ya cambiado para ir a la cama sonó el timbre, era el chico que traía el pedido.
Comimos rico, tomamos el vinito, en realidad Mabel compro 2 botellas y las tomamos.
Una linda charla, creo que el vino ayudó a que habláramos de todo hasta se tocó el tema sexo … para mí insólito hablar de eso con mí mujer.
Pero hablando de que pasa cuando una persona vive sola como Amalia con lo sexual.
Uh en que lío me metí, Amalia era muy reservada pero el vino y mí mujer hicieron que hablara un poco más y algo nos contó:
-yo realmente si me impongo, no tengo sexo ni siquiera algún deseo y puedo pasar la vida así, pero si no me pongo esa traba puedo salir con alguien que me agrade o puedo estar sola y pasarla bien. No hay mucho misterio en esto.
Mí señora la escucho atenta y me dice a mi si esa pregunta era atinada. Me lo pregunto con bronca, la conozco.
Yo le respondí que era una pregunta más, no le pregunté por detalles hablé del sexo en general
Le agregué que si no quería hablar del tema se cortaba y punto.
Las empanadas eran una delicia, con el vino blanco un poema acoté para aflojar el tema.
Pero mí esposa continúo, nunca me preguntaste por mí sexualidad y le preguntas a Amalia.
No te pregunté, ni vos tampoco a mí porque somos un matrimonio. No sé…
Esa respuesta la puso peor de ánimo pero Amalia muy componedora supo manejar el tema dando ejemplos de pareja e introduzco como charla la sexualidad con el mismo género, los travestis, los bisexuales, la homosexualidad.
Indudablemente y por teoría eran temas que no afectaría a nosotros 3 mayores de 60 años y ya definidos sexualmente de alguna manera.
Que se iba a imaginar Amalia de mis últimos días… metió bien el tema y dio para discutir y conversar dónde teóricamente nosotros no entrábamos en esas clasificaciones.
Note que ambas no aceptaban algunos temas pero la relación entre personas del mismo sexo si la veían bien, si es que había acuerdo entre ellos, nunca nada forzado dijeron las ‘chicas”
Se puso buenísima la charla pero yo estaba rendido y salvo saludar con un mensaje a Sebas me dormiría lo antes posible.
Ayude a levantar la mesa, ellas se encargaron de la lavada de platos y acomodar, no había mucho.
Me fui a la habitación comprometiéndome a que yo les iba a hacer el desayuno.
Un besito para cada una y a la cucha.
Ellas de quedaron charlando en la cocina.
Me acosté y una costumbre que tengo desde hace un tiempo es dormir sin nada abajo y tocarme la verga. Agarrarla, acariciarla, tomar la bolsa de los huevos en fin, manosearme por ahí. Generalmente al rato me quedaba dormido y si por el contrario me excitaba , seguía con una paja rápida, siempre una toallita a mano, acabar y a dormir.
También a la mañana, al despertar dónde generalmente la pija está semidura es hermoso tocarse, ahí se pone muy dura y buehhh si viene … bárbaro una paja mañanera. Al tener que ir a trabajar no podía dedicarle mucho tiempo.
Solo saludé con un mensaje a Sebastián y me dormí. Salvo una levantada a piyar, dormí toda la noche de corrido.
Promesa de la mañana hacer el desayuno para los tres.
Muy linda charla en la mañana, un poco los quehaceres de la casa, luego preparar algo para picar en la playa, y ahí fuimos los tres en un día propiamente de playa.
Mucha gente y me di cuenta que mí mirada tanto a mujeres como hombres me ponía cachondo.
Si uno no va con intención de mirar ni se dan cuenta pero si uno observa con detenimiento es una galería de hembras y machos, jóvenes, maduros viejos de todo. Unos culos de mujeres increíbles y tetas para amamantar a un estadio de futbol.
Las gorditas desinhibidas me pueden y las veteranas arriba de 50 un placer.
Los hombres que usan la ropa para que se les note la verga pasaron a ser mí delirio. Me superan. Les miro el bulto y después a la cara, como desafiándolos y en la mirada un dejo de deseo.
También los mayores son los que más me atraen aunque esos de 35 o 40 años bien formados no los desprecio. Todo a nivel fantasía y este es el primer año que me pasa de mirar y devorar con la mirada.
Mí esposa y Amalia conversando, también observando gente y entre rllas miradas y sonrisas cómplices disfrutaban del ir y venir del gentío.
Comimos algo y mí cuerpo necesitaba siesta. Las dejé y me fui a casa a dormitar un rato.
Le pedí la llave a mí señora y le dije cierro con llave y te la dejo dónde siempre.
Antes de acostarme, estando con mí morbo a pleno, se me dio por ir a ver el dormitorio matrimonial.
Mas que nada la ropa interior de Amalia, que desde que la vi me pareció una mujer erótica, sensual. En tantos años de conocerla nunca me fijé en ella y en esta etapa que vivo me pareció más que interesante
El dormitorio era como de un matrimonio, ropa por aquí ropa por allá, me derive dónde había ropa interior y me di cuenta que Amalia usaba esas bombachitas bien pequeñas, no se cómo les llaman pero o tanga o hilo dental. Me llamó la atención, una señora (señorita) mayor, pero bueno estoy desactualizado con esas cosas.
No niego que tome una y la olí, no tenía olor a pis o a concha, un aroma de un perfume penetrante hermoso.
No niego tampoco que le di un lengüetazo.
Seguí mirando corpiños grandes, tenía tetas grandes, mas bombachitas.
Mire en las otras sillas y no encontré ropa de mí señora o mejor dicho encontré ropa que mí señora no usa pero indudablemente las estaba usando en la costa o ya las estaría usando desde antes y yo no sabía o no miraba o no me di cuenta.
Me resultó todo un poco raro, un poco sugestivo, lo que me dio lugar a seguir mirando.
Abrí una valija de Amalia, más ropa de todo tipo, me detuve acariciando cada una y en un costado y bajo un pullover, una especie de valijita pequeña muy paqueta.
Un neceser pensé y lo abrí.
Había un masajeador con distintas puntas o accesorios, con esas formas que no dejan de ser porongas. Una sobretapa que levanté y aquí encontré todo el misterio, todo eso sugestivo, todo el bocho que me hice.
Un consolador… porongo negro digamos de 20 centímetros mas o menos, negro con una cabeza gordita. Había un vibrador más pequeño que no pude evitar tocar y encenderlo y vibró!!! Y otro aparatito pequeño que no entendí bien que era, también había preservativos, no vi bien pero tenían unas aletas.
A esta altura acomodé todo porque podían venir en cualquier momento y el apuro y los nervios hicieron que saliera rápido de la habitación. Antes los olí y todos tenían buen aroma. Limpitos!!! Ya me daban ganas del negro de 20 CM.
Indudablemente todos aparatos para masturbarse. Era logico con todo lo que fui aprendiendo últimamente que una mujer mayor, sola, que no le venía bien ningún hombre tuviera esos consoladores y demás.
No lo vi mal.
Pero si, me pareció muy raro que los haya traído por 25 o 30 días que pudiera vacacionar.
Bueno pensé 30 días … un par de pajas por semana se manda.
Pero estaba más que claro Amalia y Mabel dormían juntas, no quisieron cambiar de habitación, esos aparatos muy a mano. Estás garchan… pensé!!!
No lo podía creer de mí esposa pero claro y yo? Las cosas que hice? Desde brutas pajas hasta que me rompieron el orto, tragar pija y comer el semen.
Pero Mabel? Ni podría creer que se podía pajear ni siquiera tocar… que pelotudo!!! Es mujer y necesita como cualquiera!!!
Pero ser tortillera también?
Ya me excedía la cabeza. Será que al estar solas aquí se les dio la oportunidad y se empezaron a dar? O ya esto venía de antes?
Quizás el tiempo de los cursos de Mabel los utilizaba para estar con Amalia.
Me cerraban algunas cosas, me parecían imposibles, pero a su vez comencé a pensar en estas dos minas en pelotas dándose y me recalenté.
Mí bocho empezó a volar.
Ya esperaba la noche, la madrugada y ponerme a escuchar en la puerta del dormitorio, a mirar los gestos y la conversación de cada una para develar este misterio que casi ya no lo era.
Al final me acosté un rato, pero no dormí, me comunique con Sebastián y si bien no le conté el tema le saque como charla de sus amigas que tan mayores y ver qué onda.
Y si, las veteranas cogían con hombres con mujeres y se mandaban unas tremendas pajas, casadas, solteras, viudas, madres, abuelas…todas tenían sexo de una manera u otra. Mabel iba a ser la excepción???
Charlamos un poco de nosotros de las ganas de vernos, pero el tiempo pasaría rápido y estaríamos dándonos vergas.
La rutina del día continuaba. Merienda y luego cena que prepararon juntas. Unas rabas exquisitas, otro vinito blanco, otra linda charla, mucho apuntando a lo sexual nuevamente … y dentro del sexo a la homosexualidad y al sexo en la tercera edad. Fueron los temas más conversados. Claro era hablar de nosotros mismos.
Me comprometí a lavar los platos mientras ellas miraban la televisión en el living.
Sentadas en el mismo sillón, yo trataba de espiarlas y ver algo que me confirmara o no mis películas, mis bichos…
Había cierta complicidad en algunos gestos , a veces una risa de niñas tentadas pero eso no me decía mucho.
Mire un rato de TV con ellas. Tomamos un lemoncello y al final de una película, me levanté fui al baño, volví, las saludé y me fui a dormir.
-nosotras nos quedamos un rato más empieza otra peli y después nos acostamos, mañana podemos salir con el auto y comer en la ruta. Dijo Mabel.
-si claro está bueno respondí, voy por la Parrilla El Campo !!!
Por supuesto que saludé a Sebastián. Jugamos un ratito como pendejos pajeros y le dije que me dormía.
No me dormí … agudice el oído para escuchar, desde mí habitación, todo lo que podía.
El sonido de la televisión tapaba cualquier otro sonido, salvo alguna risa o algún suspiro de Mabel o de Amalia.
No sé cuanto tiempo pasó, yo esperando y mientras, me sonaba la pija, los huevos, las tetitas y el culo.
Era una forma de darme placer y esperar que las “chicas” fueran a dormir o mejor dicho a su dormitorio.
Cuando el reloj del celu marcaba 1:25 horas se generó un silencio, ya no se escuchaba el televisor.
No me moví. Leía en internet la sexualidad después de los 60 y bueno hay de todo.
Esperé más o menos una hora, pensando que cada una iría al baño, se arreglaría. Etc.
2.30 de la mañana abrí despacio mí puerta, estaba todo oscuro, señal que estaban en el dormitorio.
Sin encender ninguna luz fui acercándome al dormitorio. Mucha precaución de no hacer el mínimo ruido y acompañado solo de una pequeña linterna de esas que se usan como llavero. Me pare casi pegado a la puerta y en el silencio de la noche comencé a escuchar los ruidos característicos de una franeleada de aquellas.
Ya no quedaba la mínima duda. Eran pareja, lesbianas, tortilleras o como se quiera llamar.
Sorprendido y hasta con un dejo de celos me afirmé más cerca del marco de la puerta.
El gemido de mí señora, alguna vez lo había escuchado, pero este era como que la estaban destrozando. Muy salvaje
En un susurro pedía: -ahí ahí dame ahí y mi mente se imaginaba que Amalia le estaba chupando la concha y había lamido justo en el lugar que Mabel se volvía loca.
Entre mí decía no puede ser mí esposa. Después pensaba … y yo? Un tipo que no tenía sexo con su mujer y resultó ser un pajero putarraco.
Fui como aceptando.
Indudablemente mí esposa acabó… pero era una forma de decir porque seguía acabando y sus gemidos y algo que balbuceaba era sinónimo de cada polvo que se echaba.
No sé cuántos fueron, luego el silencio y los gemidos y suspiros de ambas, calculaba se besaban después de los orgasmos.
Nunca supe si mí esposa conmigo, había tenido orgasmos. Cuando cogíamos estábamos bien yo disfrutaba mucho y creo que ella también. Pasó la vida y ni me enteré
Hoy era distinto, Mabel era otra versión de mujer. Cómo yo soy otra versión de hombre.
Afinaba mí oído y escuchaba el respirar de ambas cada vez más lento.
Vino un silencio total y por las dudas me fui alejando hasta la puerta de mí dormitorio por si alguna se levantaba.
Esperé un rato más y volví al puesto de la escucha.
Otra vez gemidos. No lo conocía por lo cual Amalia estaba recibiendo o lengua o dedo o dedos, no se pero tenía buen ritmo.
Muy a lo lejos sentí lo que imaginé era el ruido del vibrador. Que a veces no se escuchaba y otras se sentía hasta diluirse nuevamente.
La imagen que yo me hacia era que Mabel estaba metiendo el vibrador en la concha de Amalia. O quizás en el orto.
Era menos salvaje que mí mujer en el gemido. Pero igualmente nunca me la imaginé cogiendo. Tan calladita, tan prolijita, tan educadita y tragándose una verga móvil.
Se notaba que mí señora apuraba la garchada y cada tanto se sentía a Amalia que decía –no no!!!. Pero no era un no cortante, era un dale!!! Hasta que al ratito escuché -mas adentro Mabel éntralo todo!!! Todo metelo!!! Se hizo otro silencio y vinieron otras sacudidas. Estaba vez con ruido a concha empapada. Se escuchó: acabo todo amor!
Sentí el ruido de la cama moverse y volvió un silencio total.
Se acomodaron. Amalia con esa vos susurrante dijo: que me hiciste hija de puta!!! Se escuchó la sonrisa de Mabel.
Alguien se levantaba y salí lo mas rápido que pude a mí habitación.
Sentí la puerta del baño, en buena hora me fui.
Me acosté por arriba de las sábanas y ni bien me toque la pija se empezó a poner tiesa.
Me baje la ropa y empecé una lenta pero firme paja.
Termine sacándome todo y le di como si estuviera en el Taller frente al espejo. La oscuridad tenía su morbo.
Me puse de costado salivé el dedo mayor y me lo fui entrando en el orto.
Iba derecho a paja y acabar pero cuando me lo entré todo me vino la imagen de mí mujer y Amalia en pelotas en MI CAMA y gozando a más no poder. Me frenó esa imagen y recordar esos ruidos mientras se daban. No me gustó la idea pero ya era un hecho.
Pensé o bien la agarró mañana a mí señora le digo lo que escuché y decirle de no seguir más o bien busco la manera de hablar del tema y haciéndome el boludo trato de entrar a esta parejita de trolas.
No sabía para donde disparar.
Esperé un rato más me volví a levantar e ir hasta el lugar indicado.
Me costaba mucho escuchar, pero si sentía el ruido de la cama. Indudablemente seguían dándose, me hice la idea que estaban en tijera usando el consolador negro. Fue mí idea.
El ruido era sostenido y cada tanto un murmullo de sus voces.
Sin pensar tenía la pija dura, me empecé a dar y aguantar un poco más para ver qué escuchaba.
Aceleraron y yo también.
Me fui a la habitación. Me acosté boca abajo, no sin antes agarrar un desodorante de mí mochila y me lo clavé en el culo.
Almohada debajo de la pija, toalla y a coger hasta acabar. No tarde mucho.
Hermoso polvo.
Acomodé todo. Separé lo de lavar.
Pijama la parte de arriba y me dormí, pensando en un 69 de Mabel y Amalia.
A la mañana siguiente era las 10.30 horas y todo estaba como anoche. Ellas no se habían levantado.
Yo me hice un desayuno rápido y me fui a comprar factura para ellas. Necesitaban alimentarse…
Cuando regresé ya estaban levantadas si bien se habían arreglado, las caras eran de no haber dormido mucho o mejor dicho de desgastarse en polvos terribles.
Mí decisión estaba tomada, aceptar lo de Mabel con Amalia y ver si podía meterme entre ellas y cumplir una fantasía que nunca fue.
Amalia en un momento del desayuno dijo: -que tarde se hizo, como nos quedamos dormidas, terminó tarde la película que al final fue un bodrio.
Metió una excusa creíble. Yo dije: menos mal que no me quedé, me dormí enseguida de acostarme.
Yo con un agregado normal … algo tenía que decir
Mabel acotó: en todo caso en lugar de ir a almorzar a la parrilla, vamos un rato a la playa que está precioso el día y al atardecer vamos a algún bolichito del bosque. Los invito con un Daiquiri.
Yo acepté sin más que decir y Amalia le dije que si con cierta alegría.
Así fue. Después de la playa hicimos unos kilómetros, manejando Mabel y en un camino cerrado por los pinos llegamos a una cabaña hermosa que yo no conocía.
Por el saludo de la mesera ellas ya habían estado ahí.
Que cosa nunca le gustaban a Mabel estos tipos de boliches, claro no le gustaba ir conmigo pero con Amalia si.
Pedimos la bebida y una picada de mariscos y charlamos lindo.
En la charla fue quedando al desnudo nuestros últimos tiempos de vida … especialmente la parte sexual de los tres …
En la próxima charla comento como fue el regreso de la cabaña y llegar a la casa un poco alcoholizados …
Gracias por leer hasta aquí.
Comentarios bienvenidos.
FINAL
Una seguidillas de goces inesperados, insólitos…
Cómo nos adelantó Mabel pidió los Daiquiris y la picada de mariscos, en esta cabaña que parecía extraída de una película.
Di una mirada por cada mesa, por cada sillón, por la barra y no tardé en darme cuenta que los parroquianos disfrutaban del lugar pero mas de la previa que cada uno hacia, para luego reventarse en un médano, en el auto, en un hotel, donde fuere.
Era un mix de gente con parejas convencionales, tradicionales, dos mujeres, dos hombres y también habían tríos de todo tipo.
Yo sería parte de este trío con Mabel y Amalia???
Quería y me daba cosa, me daba cosa y me veía entre las dos, despatarrados en la cama o en el sofá.
El ambiente de la cabaña me facilitaba la película, el bocho que me hacía.
Después de 2 Daiquiris cada uno vino un Gin Tonic y lógico, el alcohol ayuda a soltar la lengua.
Distintos temas fuimos charlando y para ver una reacción de parte de ellas, les pregunté totalmente fuera de lugar, de se trataba la segunda película que habían visto anoche???
Por supuesto se miraron, Amalia por poco saca el Gin por la nariz de la risotada que le vino y Mabel le hizo una seña, como diciéndole no te rías, no es el momento.
Por supuesto no tuvieron una respuesta, ni la pretendieron dar, pero Mabel, muy entonada con la bebida se largó a hablar:
-Emilio, no importa de que se trataba la película, importa ahora que me escuches o que nos escuches. No es fácil ni para mí ni para vos lo que te voy a decir, tampoco para Amalia. Estás dispuesto a escuchar?
-Si claro Mabel, me pone mal tanto preámbulo, me haces poner nervioso, pasó algo malo, algo feo. Decime por favor, vos también Amalia te pido.
Intuía lo que me iba a contar, pero yo tenía que sorprenderme y entender.
Mabel continúo.
-no es malo ni feo, salvo que vos no lo entiendas o no lo aceptes.
Quise interrumpir pero Mabel no me dejó. Pidió otra vuelta de Gin Tónic y siguió:
-Emi lo que te digo es referente al amor, al sexo, a las parejas. Hace un tiempo que con Amalia somos muy amigas y nos confiamos todas nuestras cosas, desde un resfrío hasta un miedo, una depresión. Por lo tanto ella está al tanto de todo nuestro matrimonio. Fundamentalmente hemos conversado mucho sobre el sexo y en su momento le fui contando que nosotros no tenemos relaciones desde años, ya no recuerdo cuántos. También sabe que nos queremos, que nos respetamos, que formamos una hermosa familia. Si querés preguntar algo o no estas de acuerdo con lo que te voy diciendo me decís.
El vaso de Gin cada vez se vaciaba más rápido. Le dijo que continuara. Que era real lo que decía, que solo pasaba al baño y seguíamos charlando.
Fui al toilette y dos hombres algún año menor que yo, estaban abrazándose y franeleando, me puso incómodo pero eran muchas las ganas de mear así que seguí mí camino. Al lavarme las manos vi por el espejo que uno de ellos tenía la pija afuera. Me hice el boludo y salí lo más rápido que pude.
Llegué al sofá pidiendo disculpas y para decir algo y aflojar la tensión de la mesa, pedí perdón y dije: no aguantaba, más me meaba… el líquido alcohólico saben??? Jajaja
Ellas se sonrieron pero no daba para más seguir con bromas.
Si Mabel, dale que te escucho.
-bueno en ese contarnos cosas y así como seguramente conversan entre hombres, el tema sexo surgió como tema principal. Vos sabes bien Emilio, como fui yo siempre, creo que me conoces. Tuvimos hermosos momentos y vos sabes tambien que algún día se cortó, ninguno de los dos hizo intentos de seguir, alguna vez hablamos del tema pero todo quedó ahí. Es un tema que nunca hablé con nadie, sabía que era un tema difícil. El poder conversar con Amalia y a su vez ella contarme de sus temas, ambas tomamos confianza y nos contamos eso y mucho más. Querés agregar algo Amalia?
Amalia me miró como pidiendo permiso para hablar y creo que tenían un libreto para blanquear el tema. Entonces tomó un trago, y continúo:
-tal cual decís Mabel tuvimos oportunidad de hablar temas que yo tampoco hablé con nadie. Mí caso quizás sea distinto porque al estar sola, la vida misma te dan otras posibilidades, otras libertades que las personas en pareja, matrimonios, familias no tienen. Perdón Emilio pero no es lo mismo una soltera o alguien que viva sola o solo se masturbe que un casado o casada de masturbe. Solo por dar un ejemplo.
Yo no sabía si me ponía rojo de la bebida, de los dos tipos en el baño, por pensar en mí y mis pajas o mí relación con Sebastián, o lo que me decía está mujer. Pero ella siguió su charla.
-entonces entre solteros digamos es más fácil hablar de la masturbación, o de salir con un fulano o con un mengano. También es mucho más fácil hablar de la homosexualidad. Esas ventajas tenemos los que vivimos solos. Me acuerdo que un día le pregunté a Mabel si se masturbaba seguido, y que me dijiste Mabel? Yo ni loca, me olvidé del sexo. Me contaste que solo un par de veces te excitaste con el bidet de tu casa y seguiste hasta, digamos… poner fin al tema.
Mabel me miró como un chico que hizo una travesura, yo no hice gesto alguno como que era una charla más.
Amalia continúo:
-al contarme eso y al ya tener confianza le “aconsejé” (perdón si te molesta Emilio) que se libere y que redescubriera todo su parte sexual. Sin trampas. O sea ser libre y acostumbrarse a masturbar una vez al día, como hábito, era saludable. Masturbarse y disfrutar sin culpas, mirando películas porno, usando juguetes, mirarse al espejo en cada caricia, sentir, comenzar a valorar cada centímetro de su cuerpo, y acostumbrarse al orgasmo. No negarlo, no ocultarlo, gritar si tenés que gritar. Todo hace bien a la salud. Todavía le aclaré en el sexo “vale todo” siempre que no joda a nadie. Le hablé de masturbación, no de encamarse con otro. Decí vos Mabel.
En ese momento yo entendía, me puse en el lugar de mí esposa, comparé con mis momentos. Era todo lógico si una amiga fiel le aconsejará así.
Si yo lo hacía, si lo hago … porque no ella?
De todas formas estaban complotadas para blanquear y continúo la charla Mabel. Previo a una ida al baño de ambas.
Al regreso siguió:
-no te pongas mal Emilio también aprendí con Amalia a diferenciar entre el ideal de cada uno, la realidad de cada uno, el vivir mentalmente libre. Nunca quise ofenderte ni que estés mal. Por eso nunca hablé con vos del tema … pero un día … un vez teníamos que conversar. Uno de los temas era hacer actividades fuera de casa, conocer gente, ampliar mí vida. Entendés?. Con mucha vergüenza y mucho pudor un día comencé a … a… a… aceptar algunos consejos de Amalia. Por la noche cuando era hora de que seguramente estabas dormido y tratando de no hacer ruido ninguno, me lo hacía. Al principio con mucha culpa después se tornó, te diría en una necesidad. Comencé a conocerme a jugar con mí cuerpo, darme placer y cuando quiero … explotó, nunca vivencié tanto. Mirarme desnuda. Acercar un espejo a mí intimidad. Eso nunca lo había vivido. Me entendés Emi?
Me agarraba de un brazo y me miraba con vergüenza, pero a su vez estaba fuerte, firme.
Siguió contando intimidades, muy parecidas a las mías. Indudablemente en algún momento ambos encontramos otra vida y cada uno lejos de lastimar al otro
Quizás en los mismos momentos yo me hacia una paja en mí cuarto y Mabel también se estaba dando, en el suyo. Fue bueno dormir en habitaciones distintas.
Debía darle una respuesta, era difícil dársela tan fácil en un rato nomás.
Entonces algo le contesté:
-si Mabel te entiendo o puedo entender esto. Dame un tiempo para terminar de entender y aceptarlo. Analizar mis culpas, contarte alguna vez sobre mí. Todo es entendible pero es difícil aceptar todo de una.
Mabel y Amalia se miraron y le pesqué en el aire una seña como diciendo seguí… no me equivoqué porque Mabel continúo:
-Emilio querido a esta altura de nuestras vidas no podemos ignorar que en mayor o menor medida todos nos masturbamos. A veces simplemente y otras haciendo todo un rito. O no?
Yo las miraba haciéndome el sorprendido y aceptando lo que decía.
-yo sabes Emilio, yo pensé, analicé, reflexioné y me sentí una más en esta vida. Hablé mucho con Amalia que justamente estando sola conoce más de la vida que yo y hasta te puedo decir que conoce más que vos. Nosotros somos muy clásicos, criados de otra forma y no cambiamos. No cambiamos porque somos un matrimonio clásico que a determinado momento no tuvieron más sexo.
Amalia interrumpió y largo muy rápido: -no tuvieron más sexo pero pueden retomarlo. Un cálculo matemático diría yo: Una masturbación por aquí más otra por allá, se restan y queda una relación sexual entre ambos. Reemplaza dos masturbaciones por una relación. A veces la ciencia no es exacta y puede haber una paja suelta por ahí. Jajaja.
Los tres nos reímos más que nada para cortar esos momentos terribles y para continuar hablando. Siguió Mabel.
-Hay algo más Emilio. Amalia estudio Yoga y Reiki, por eso está como está, tiene casi nuestra edad y parece una piba. También da clases solamente a gente conocida. Hice algunas clases con ella me fui sintiendo bárbara de algunos dolorcitos y también le contaba que justamente si quería masturbarme fuerte me sentía muy agitada, muy agotada. Entre Yoga y Reiki fui superando temas. Me enseño algunas cositas sobre posturas cuando estaba en eso… Una tarde donde no fui al Curso le pedí si me podía hacer unos masajes o imposición de manos porque estaba muy contracturada. Por supuesto me dijo que vaya. Fue un momento distinto a todos y a todo lo que te podes imaginar Emi. Me acosté en la camilla y me preguntó que me había pasado. Le comenté que a la noche tuve mí sección de sexo que había sido muy intensa, me quedé dormida y cuando desperté no podía ni levantarme. Al contarle sentí que me excitaba de solo recordar, pero además Amalia tenía sus dos manos a 1 centímetro de cada pecho mío. Sentí un calor distinto también. Mezcla de excitación y un calor profundo. Instintivamente baje sus manos y las apoye en mí. Sin mediar palabras las manos de Amalia comenzaron a acariciar en redondo. Creo que me agarró un sueño terrible pero no habían pasado 5 minutos y note que explotaba, que me venía un orgasmo único. Amalia se dio cuenta y se abrazo a mí como para contenerme y así apretadas, exploté y …. ella también. Quedamos un rato temblando. Seguí vos Amalia. Me da mucha tristeza todo.
El tema estaba dicho, no había vuelta atrás, en algún momento se tenía que blanquear y se hizo. Yo tenía que seguir sorprendido pero a su vez demostrar que de alguna manera me excitaba. Entonces antes que Amalia hablara me mandé un suspiro que mezclaba sorpresa y excitación. Solo atiné a decir:
– madre mía !!! esto no lo esperaba ni soñando pero todo el relato Mabel querida es … digamos … no deja de ser … ehhh … excitante?
Amalia tomando la mano de Mabel, que para esto, tenía lágrimas que le bajaban por su mejilla, y que tanto ella como yo quisimos con una servilleta contenerlas al mismo tiempo, nos sonreímos, y continúo:
-Emilio se que esto es difícil para vos. Lo fue para nosotras en su momento y cuando fue pasando el tiempo, nuestra preocupación eras vos. Lo nuestro nació así … sin planificarlo surgió ese día y continúo, pero nunca sentimos que era un engaño, una infidelidad para con vos. Lo más sincero era tomar coraje y algún día contártelo para que sepas. Con una gran aclaración yo adoro a Mabel y estoy convencida que ella a mí también, pero nuestra relación, no tiene ni tendrá que atentar con su matrimonio. Yo lo tengo muy pensado. Para hacerte un resumen rápido te diría que nuestra relación es como darse placer, masturbarse, dar placer y/o masturbar a la otra, conmigo a su lado y viceversa. Luego la vida continúa como siempre. Mira Emilio para que te quede más claro. Siempre me gustaron los hombres, el varón, aún no habiendo tenido suerte con alguna pareja, esto con Mabel fue una sorpresa, no tenía ni siquiera fantasías con otra mujer. Tal es así que nosotras tenemos nuestros encuentros pero también yo tengo mis amigos de cama que los sigo viendo. Quizás vos me digas que soy bisexual, yo te diría no pongo rótulos a mí vida. Me gustan los hombres y mucho y tengo una ehhh UNA relación muy linda, hermosa con tu esposa.
Los 3 agachamos la cabeza tomamos el último trago que quedaba en nuestros vasos. Las cosas se dieron mejor de lo que yo pensaba. Pero a su vez tenía que seguir con mí actuación, con mí sorpresa y dar a entender que no estaba ofendido, ni me sentía mal ni nada que fuera malo. También tratar de que de alguna forma me metieran en un trio. A esta altura ya Mabel me calentaba y Amalia me provocaba un deseo volcánico que ya quería llenarla de lava, bah alguna gotita de leche…
Indudablemente me tocaba decir algo:
-que difícil todo. Pero si lo miro desde fuera no me sorprendería en absoluto todo lo que me cuentan. Diría que es normal lo que sucede. El estar dentro o formar parte es un tanto raro, desde ahora no sabría cómo actuar. Si al menos rescatamos lo que es nuestro matrimonio, mantener nuestra familia y bueno luego, si es así como ustedes dicen, aceptar está relación que tienen. Entender que así es el ser humano. Que una parte importante es el sexo, que ese sexo tiene también respeto, aunque te contractures Mabel, bromita, y si nada cambia yo estoy al lado de Mabel por siempre, te sumo Amalia como una amiga más cercana y ayúdenme a que acepte todo felizmente.
Me levanté las abrace a las dos juntas, y sentí el abrazo de ellas como si fuéramos una sola cosa. Y no nos soltábamos.
Un abrazo profundo, que para mí significaba algo más, pero no quise llevarme el alambrado por delante.
Volvimos a nuestros lugares ante el llanto de Mabel, que creo era más de hacer blanqueado que de tristeza. Por supuesto que la abracé a ella tratando de tranquilizarla. Amalia se quedó en un costado como dando lugar a nuestro momento.
Le dije a Amalia -podes pedir un cafecito para los 3? Gracias Amalia.
Se levantó fue hasta la barra hizo el pedido, volvió y se unió a nuestro abrazo. Con sus manos nos acariciaba a ambos.
No dejaba de ser un tema muy especial, pero últimamente el morbo superaba todo.
Yo besaba como un padre las mejillas de Mabel. Ella estaba como inmóvil pero receptora y Amalia se acercó de tal manera a nuestros rostros, que se confundieron los besos. Fue como un sueño esperado. Dejamos de darnos lengua entre los tres cuando trajeron el café.
Nos recompusimos… brindamos con las tacitas. Mientras casi sin hablar decidimos pagar la cuenta, bastante salada a mis costumbres, y salir de esta cabaña que pasó a ser inolvidable y volvernos para casa.
Manejé yo porque Mabel no se había repuesto totalmente y un poco de alcohol de más le afectaba.
Llegamos.
Para romper el hielo yo comenté:
-chicas yo me baño primero después sorteen ustedes quien sigue.
Después si quieren les preparo un té con limón y un poco de miel. Comer ya no … a no ser que ustedes quieran algo.
Ambas se rieron, era mí intención, pero tampoco querían comer.
Baño para los tres y luego mesa redonda con el té con limón y unas masitas secas.
No sabíamos que tema hablar. Creo que por el día vivido ya no daba para más. Por lo cual al rato nos despedimos como si nada, un hasta mañana y a cada habitación.
Indudablemente yo no dormía ni estaba excitado ni nada solo intentaba relajarme y pensar como hacer con todo.
Fue un día que no extrañé a Sebastián.
Imposible dormir.
A la media hora más o menos, golpearon mí puerta suavemente.
Intuí que era Mabel.
Hice de cuenta que estaba dormido y tarde un poquito y golpeó por segunda vez.
– Ya va grite mientras me ponía un bermuda.
Abrí la puerta y era Amalia que rápidamente me dijo que fuera hasta la habitación porque Mabel seguía llorando y me pidió que te llamara.
Por supuesto camine rápido, entré en el cuarto, abracé a Mabel, tuvo una especie de crisis y se fue calmando.
En la charla le dije que la amaba, sabiendo que era verdad, y que aceptaba está posición. Que se quedará tranquila.
Hizo que me acostara a su lado, algo totalmente insólito, pero accedí con gusto.
Estábamos abrazados mientras que Amalia nos miraba sentada en el otro lado de la cama.
Nos cruzamos la mirada y me dijo:
-Emilio yo me voy a acostar al sillón quédate con Mabel.
Mabel entredormida la escuchó y le dijo que no Amalia, que se quedará y yo la mire y también le dije que se quedara, que la necesitábamos.
Amalia extendió la mano y apretó la mía con mucha fuerza.
Cómo dándole una orden le dije que se acostara ahí.
Los tres en la misma cama en un momento de angustia, pero estábamos juntos.
Les dije que iba a apagar las luces y volvía.
Tal cual, me agarré una remera y apagué todo.
Y ahí estaban ellas dos, abrazadas y en silencio.
No dudé… cerré la puerta y me acosté al lado de Mabel que quedó en el medio. Era lógico.
No estaba para otra cosa que quedarme quieto y contener a Mabel que ya había superado la crisis.
Me junté a ella, pase mí brazo para abrazarla y sin darme cuenta toque a Amalia que también estaba pegada a Mabel. Estiré más y mí brazo también contenía a Amalia, que se quedó inmóvil … pero se quedó.
Creo que nos dormimos los tres.
En una despertada note que estábamos en la misma posición, pero sentí mí verga dura que estaba entre los cantos del culo de mí esposa. Ella Tenía puesto un camisón finito y cortito e indudablemente ella agarró la pija y se la puso entre las nalgas. Eso me despertó.
Que sensación loca y a su vez hermosa. Hermosa porque una pija parada es una linda señal y que estuviera en la cola de Mabel fue una divina experiencia.
Sin hablar y casi sin respira, cada tanto me movía suave para que se diera cuenta que yo sabía lo que estaba sucediendo.
Amalia también había puesto un brazo sobre Mabel y tocaba mí pecho, pero no lo movía.
Mis sensores estaban a full.
Seguí con mis movimientos y comencé a empujar un poquito, Mabel tuvo un suspiro casi un gemido.
Instantáneamente los tres nos apretamos más.
Mabel abrazó a Amelia y puso su cola más cerca todavía y más abierta.
Comencé a acariciar el brazo de Amelia y ella acariciaba mí pecho.
Me doy cuenta que ellas comenzaron a besarse y diría que comenzó un “descontrol … controlado”.
Ninguno de los tres quería dar un paso en falso.
Cada instante que pasaba se tornaba más caliente.
Ya comenzamos a tocarnos.
Años que no le besaba la espalda a mí esposa que era uno de sus puntos flojos y por supuesto llegue al cuello dónde se entregaba por decirlo de alguna forma.
Nunca había estado en una situación así, todo era hermoso, nadie hablaba, era solo suspiros, gemidos movimientos lentos, creo que cada uno se dejaba llevar y todo tenía un ritmo.
Mí esposa pasaba su mano por detrás me agarraba de la cintura y me apretaba contra ella. Soltaba y me apretaba mientras la verga iba y venía en sus nalgas. Señal que quería que se la entre.
Le acaricie la cola tratando de abrirla más. Ahí note que tenía una bombachita o hilo dental.
Se lo corrí y ella se inclino hacia adelante y dejó más libre su concha.
Mí mano con mi dedo mayor alcanzó su trompa que ya estaba mojada. En esos segundos no recordaba que se mojara tanto.
Oh sorpresa cuando quiero entrarle el dedo me toman la mano.
Era Amelia que la venía dedeando a Mabel.
Que locura !!!
Ambos tocándole la concha, ya toda mojada y acariciar la mano de Amalia con los jugos de Mabel me pusieron loco.
Agarré la pija y se la puse en la puerta, la cabezona casi adentro.
Mabel que se abría más y Amalia que me agarraba la verga y la manoseaba digo manoseaba porque no era una paja.
En un momento de ese loco franeleo, siguió con la mano en la verga y empezó a metérsela a Mabel. Le entró toda y empecé a coger sin miramientos.
Para esto Mabel en esa posición con la cabeza inclinada le chupaba las tetas a Amalia que no paraba de gemir.
Yo cogía, Mabel recibía y Amalia acababa.
En un momento dejo de gemir y se planchó, claro Mabel además de chuparle las tetas la masturbó.
La primer palabra que se emitió fue la de Mabel que me dijo dame que me haces acabar dame fuerte.
Me agarré como pude abarcando a Amalia y comencé a darle. Primero suave para que pidiera más, y cuando pedía la garchaba más ligero
Habrán pasado 2 minutos sino menos y sentía como Mabel acababa y seguía acabando, yo que me aguante lo que pude, le dije: -voy amor, apreta la pija.
Acabé y me desmorone también.
Los 3 en poco tiempo tuvimos nuestro polvo.
La que más lechó fue mí esposa.
Los tres apretados y cada uno acariciaba o tocaba lo que tenía a mano. Sin esfuerzos sin buscar.
No sabía cómo estaba la sábana debajo de Amali, debajo de Mabel estaba muy mojada.
Nunca vi esto en mí señora, nunca pidió cómo lo hizo, nunca se abrió como esa noche, nunca gimió así y no era por mí. Indudablemente había aprendido mucho en todo este tiempo y me pareció coger con un minón. Una delicia.
De a uno y sin prisa fuimos yendo al baño.
En el momento que fue Mabel vi las tetas y los pezones de Amalia. No quería tirarme desesperado arriba de ella, pero si me acerqué y se los masajie, ante el primer gemido que hizo me trague una teta y un pezón, botón grande y parado se lo mordisquié. Me tomo de ja cabeza para que chupara más, ella sintió la puerta del baño. Se soltó y me dijo:
-Mabel shhhhhh, salí.
Una escena hasta ridícula pero todo también era motivante.
Amalia en pelotas, en uno de los costados de la cama, yo diría en tetas estaba está mujer, en el otro costado yo en bolas, habías más huevos que pija, en el medio sábanas húmedas y llegando con cara de feliz … Mabel.
Indudablemente conocedoras del tema, entre las dos y en pocos minutos cambiaron las sabanas. Se pusieron alguna remera larga que les quedaba como a pendejas, yo el único desnudo me había vuelto a recostar, sin ninguna expectativa porque mí pitito dormía plácidamente sin miras de despertarse. Me hice un mea culpa de no haber tomado una o media azul.
Pero igualmente todo había sido maravilloso, por supuesto que esto en cualquier momento va a continuar porque las noté bien a ellas, estaban contentas aunque un poco cansadas. Además del o los polvos el día había sido largo y ellas venía de la noche anterior de batallar también.
Lo ideal era que si me lo permitían, dormir los tres juntos y tratar de descansar.
Así fue yo me agarré de Mabel, sin dejar de acariciar lejanamente a Amalia y está abrazada también a Mabel.
Me preguntaron cómo estaba, como lo había pasado y mí respuesta fue:
-se imaginan que aún sigo sorprendido, felizmente sorprendido y por otro, entre el reencuentro carnal con Mabel, estando vos Amalia, me dio … digamos energía por demás, que hacía rato no sentía. En criollo un polvo inolvidable.
No hubo necesidad de preguntarles a ellas como se sentían porque cada uno contó rápidamente como vivieron el momento, haciendo mención también que nunca había tenido la experiencia con un tercero.
Así fuimos charlando y acariciándonos nos dormimos muy plácidamente.
Serían las 5 de la mañana. Todavía no había amanecido y entresueños escuchaba gemidos. Quería seguir durmiendo, pensando que era mí obsesión por ellas. Me di vuelta, me tape con la almohada. Estaba agotado y necesitaba dormir al menos 3 horas más.
Pero los gemidos y balbuceantes palabras seguía escuchando y por momentos la cama se movía.
Entonces me propuse ver, despertarme y entender que es lo que pasaba. Si era que soñaba, bárbaro porque seguiría durmiendo y si algo hacían bueno … no se… mirar … meter mano… no sabía.
Al abrir los ojos veo a Amalia subida sobre Mabel, en un 69. Para ellas no existía el mundo. Se sentían los lengüetazos y las chupadas. Cómo se abrían para meterse una dentro de la otro.
Ni se percataron que yo me había despierto.
Oh sorpresa, el hecho de haber dormido un rato el pitito tenía forma … se había puesto morcillón y el ver este paisaje y escucharlas se puso duro.
Seguí mirando y estirándome la chota.
Que calentura tenían, yo no entendía cómo podían o acabar tantas veces o la excitación las hacía gemir, gritar, pedir más, putear, amarse.
Que calentura me agarré yo que no sabía cómo meterme en el juego.
Pasé una mano por la cabeza de Amalia para que se diera cuenta que yo estaba, además la tenía más a mano porque su cabeza estaba en la cabecera mientras Mabel con su cabeza del lado de los pies.
Amalia se salió un poco de la cueva de Mabel, y con vos de golosa me dijo: -veni, chupa…
Mientras sacaba una de sus tetas por un costado.
Quizás eran mí delirio, mí gran deseo los pechos de esta mujer.
Me arrimé y comencé a lamer, no tarde en engullir el pezón y todo lo que podía aunque no me entraba toda en mí boca.
Mientras mí mano acariciaba su costado, llegue al culo y metí mano, pronto sentí la boca de Mabel que chupaba todo, y se quedaba en el orto de Amalia como para perforarla.
Le metí los dedos en la boca de Mabel y se los devoraba, hasta los mordía.
Ya con los dedos ensalivados busque el hoyo de Amalia. Se lo rodié para no meterlo de una, pero a esa altura el culo se abría solo y le enterré dos dedos, mientras Mabel se dedicaba a chuparle la concha.
Amalia se dio cuenta de mis dedos y es como que se abrió más para que le entrara un dedo más y fueron los tres.
Si seguía no era difícil que se tragara el puño.
Con la excitación comenzó a chupar mas fuerte a Mabel, por los movimientos le había enterrado aquel consolador negro y cabezón que yo ya conocía.
Iba al compás mí paja en el culo de Amalia con el consolador negro en la concha o en el culo de Mabel o un ratito en cada agujero.
Mabel cada tanto decía que no, comentaba suave: porque me haces esto Amalia? No seas guacha que no doy más.
Amalia que le contestaba: traga este que te hace bien, si te gusta puta.
Yo seguía masturbándole el culo pero necesitaba coger, poner mí pija en algún agujero y dar.
Todo se precipitó porque cuando en un momento Amalia grito: Vamos ahora !!! los movimientos se hicieron intensos, yo también le daba con los dedos, Mabel desde abajo se arqueaba y se abría más.
Distintos gritos, gemidos, suspiros y palabras dulces mezcladas con puteadas e insultos anunciaban que se echaban el último o los últimos polvos … por el momento.
Todo se fue calmando así como estábamos quedamos los tres por un buen rato.
Cada uno fue sacando lo que tenía puesto en el otro. Mabel se corrió para ponerse con su cabeza en la almohada, no se cómo quedé en el medio, boca arriba y con la chota a media asta.
Claro yo no había acabado, pero la sensación de estar ahí con ellas fue como un polvo inmenso.
Cada tanto sentía el vibrar de alguna de ellas que todavía convulsionaba.
Me agarraba escalofrío de sentirlas.
Por una ventana asomaba el sol, se sentía el fresco matinal propio de la costa. Traje una manta y la puse sobre nosotros.
Dije… otro rato para dormir…
Mabel se dio vuelta apoyando su cola en mí costado y Amalia me pasaba la mano por el pecho.
Habrán pasado 5 minutos yo ya cerraba los ojos, pero ella llego con su mano desde mí pecho a mí panza y de mí panza agarró mí pija.
Ella en la charla en la cabaña dijo: en sexo vale todo.
Yo no imaginé que ella se iba a largar sola a pajearme con Mabel del otro lado.
No solo eso, se acercó a mí oído y muy suave me dijo: Que trozo tenés Emi, como le habrás dado a tu mujer de joven. Yo no hice nada más que apretarla contra mi, aún incómodo.
Muy despaciosamente se sacó la manta de encima y bajó. Increíblemente bajó a chuparme.
Mí incomodidad equilibrada con mí excitación, le tape la cabeza por si Mabel se despertara, no iba a decir nada pero yo aún tenía mis vergüenzas. Y bajo la manta chupo y chupo. Yo no quería acabar quería seguir gozando. Era muy habilidosa con su lengua.
Sin soltar la verga cada tanto subía y en el oído me decía algo, alguna guarrada. En una de esas veces me pregunta: -que me hiciste hace un rato Emi, que me hiciste acabar como perra?
Obvio yo sabía pero no le iba a contestar, me daba cosa.
Bajó siguió chupando, lamió los huevos de tal manera que yo me elevaba solo, que placer, siguió mas abajo y …. Otra sorpresa me empezó a mamar el culo. Yo ya no daba más porque me metía lengua y lengua mientras manoseaba la verga y los huevos.
Sin preámbulos me ensartó un dedo en el ojete y me empezó a coger, no tardo en meterme dos, metía giraba y sacaba, me perforaba y yo loco de placer.
Le apreté el hombro como avisándole que me venía.
Se dio cuenta me enterró más adentro y los giraba mientras se fue a mamarme la pija.
Me cogía el orto, me chupaba la pija y me pajeaba… era imposible no acabar como era imposible no tragarse la leche que yo escupía.
Por favor !!!! O me olvido o no tengo recuerdo de algo ni parecido.
Trate de no pegar ningún brinco, era cuestión de sacar hasta la última gota y no despertar a Mabel.
Amalia seguía con sus dos dedos dentro de mí y la pija adentro de su boca pasándole la lengua.
Todo se fue calmando.
El que convulsionaba ahora era yo.
En la quietud total Amalia dejo todo y me dijo: -no soy mala, solo que a veces pago con la misma moneda.
Creo que Mabel aún dormida se dio cuenta de todo, pero ya lo aceptaba y quizás hasta le hacía bien. No lo sé.
Nos despertamos pasadas las 3 de la tarde con una caricias y abrazos nos fuimos levantándonos, yendo a asearnos luego de una terrible noche y madrugada.
Por fin estábamos desayunando aunque era hora de merienda.
Charlando del día que estaba hermoso, todavía nos quedaba un rato par aprovechar de la playa.
Yo honestamente me quedaría en la casa pero ya estaba formando parte de un trío que ni quería pensar.
Preparamos todo y nos fuimos a la playa. Pasamos por la panadería a comprar churros, para acompañar el mate de la tardecita, yo pasé por la farmacia a comprar un Ibuprofeno, y obvio un par de azules, ya me hacían falt.
En la arena charlamos hermoso. Al principio hablamos de cada uno de nosotros, con Mabel de nuestros hijos y nietos, de mí jubilación, y muchos temas más.
El sexo no apareció en la charla hasta que en un momento y ya casi regresando a casa, Amalia pregunto:
-que les gustaría hacer o que les falta hacer o que le hagan en. La cama? En el sexo.
Nos quedamos callados pero indudablemente la pregunta tenía que ver con que seguíamos….
Mabel se largo primera y riéndose mucho dijo:
-a mí me falta mucho para aprender y sentir. Pero acordaté Emilio que nunca disfrutamos, es lo que hicimos pocas veces, que me hicieras por atrás. Yo creo que ahora podríamos pero le agrego que Amalia este abajo, yo con mí cabeza entre sus piernas, ya sabes Ame y vos Emi montado arriba mío, haciéndome la cola.
Tanto Analía como yo nos reímos o sea terminamos los tres riendo, yo tratando de imaginar el momento, la figura que quedaría y Amalia que indudablemente era un fuego total, dijo: conta conmigo, pero con otra condición … todo como dijiste y que me pongas un juguetito de los míos atrás … el morocho si es posible…
Siii dijo Mabel, hummmmmm descontalo es un hecho.
Yo no sabía que decir pero obvio acepte la idea diciendo: -seria todo un logro Mabel y quiero decirles lo bueno de hacerlo entre tres. Yo me siento muy cómodo con Amalia que en definitiva hizo que con Mabel estuviéramos nuevamente excitados el uno con el otro.
También lo dije para que Amalia entendiese como la tenía en cuenta a ella.
Entonces seguí yo:
-y a vos Amalia que quisieras, que te gustaría.
-uh yo creo que ya no que me queda por hacer más que seguir disfrutando, pero ahora que dijiste así Emilio, me encantaría que ustedes dos hagan lo que quieran, pero de esas encamadas furiosas, que yo los pueda filmar, pero que se aguanten el orgasmo. Me siguen? Luego ver el video los tres y en un momento que se vengan los dos conmigo y me hagan de todo, lo que quieran. Con la condición que las lechitas de ustedes me las hagan tragar hasta lo último y yo después pueda acabar en sus bocas, en sus caras. Se podrá?
Nos miramos con Mabel y por supuesto con una sonrisa le respondimos que si que sería un placer inmenso. Todavía y como broma yo dije: -vamos ahora. Jajaja.
Amalia que se relamía me preguntó y vos Emilio que te gustaría que te falta?
No sabía por dónde ir pero algo debía contestar.
-bueno a mí por sobre todo me falta aprender, en estos poquitos días fui aprendiendo y veo que me queda mucho más. No sé si una cosa o más de una. Por ejemplo yo estar boca arriba, Mabel montada sobre mí con la pija adentro o sea cogiendo y vos Amalia sentada en mí boca, dándome de beber.
Otra sería Amalia boca arriba, yo con mí cabeza entre sus piernas y Mabel dándome por el culo con ese juguete que tienen, con el vibrador. Te gustaría darme así Mabel? Descubro con ustedes que me gusta me encanta que me den. (Esto lo remarque por aquella penetrada que me hizo Amalia) Imagino lo que se debe sentir y quiero. No sé por último me encantaría un poco parecido pero que Mabel este boca arriba, yo montado dándole pija para que mame y Amalia detrás mio y con sus pezones bien parados, ya que tenés esos pernos Amalia y me lo intentes meter en el culo. Sería eso si me vienen a la mente más cosas les cuento.
Fue una risotada general. No paramos de reír.
Y Mabel dijo si me abre chupado esos “PERNOS” de Amalia !!!
Así termino el día de playa y volvimos a la casa.
Pedimos una pizza y unas latas de cerveza. Cenamos, vinos un rato de tele y como novios calientes siempre manoseos, caricias, besos, chupones…
Pero esa noche nos dormimos, no tuvimos acá más que dormir abrazados.
Faltaban 3 días para regresar.
Quedaban en pie las propuestas de cada uno.
Las fuimos haciendo, todas fueron hermosas, calientes, desesperadas, cumplimos todo lo dicho y creo que mucho más también.
Pero no me puedo olvidar el vibrador en mí culo, creo que le habían colocado pilas nuevas. Como me dio mí esposa. Yo dije que me lo diera ella porque iba hacerlo suave, tranquila … ya no era la misma. Me dio como para que no me olvidé nunca más.
El vibrador me movía a su gusto, más me daba más me excitaba, para colmo había tomado una pastilla. Tenía un garrote y lejos de acabar.
Mabel me abría, me chupaba el orto los huevos y me enterraba el juguete, en cada metida yo más le chupaba a Amalia y Amalia seguía largando leche, por momentos gotitas y de repente un chorro que no podía tragar todo.
No sé cuánto estuvimos.
Se que yo pedía más y más.
Ante la locura final se acostaron las dos boca arriba yo las monte, comencé una paja tremenda, Amalia se las ingenio para ponerme el vibrador apagado en el orto.
Ellas se besaban. Yo acababa y tiraba esa poca leche en las caras, ellas lámian el semen, bajaban sus manos y sacaban de sus propios jugos y todo se mezclaba en sus labios.
Ya hechas mis convulsiones y hasta apretar hasta la última gota, me uno a sus bocas y a llenarme de jugos de concha, salivas y semen y jugar en la boca. Así nos fuimos besando y no dejando rastros de ningún fluido.
Agotados una vez más, un descanso y a preparar las valijas y el auto para el regreso.
En el regreso, íbamos a cambiar de vida? Íbamos a ser los mismos de antes?, retomaría mí relación con Mabel o siempre necesitaríamos de Amalia cerca nuestro?, además de eventuales relaciones seguirían nuestras pajas solitarias frente a un espejo, compraría algún vibrador o seguiría con las verduras conocidas.
Todas incógnitas porque una cosa es estar de vacaciones y otra es volver a la normalidad del trabajo, de la familia, de los amigos.
De última me gustaría continuar con esposa y Amalia, y porque no integrar a Sebastián …
Será para ver qué sucede mientras en todo esto que fui viviendo tuve un recuerdo fugaz de mí primer paja o mejor dicho la primera vez que acabé.
En la próximo voy a detallar ese momento especial.
Agradecido a quien lee como también sus comentarios.