Con mi hermana

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En aquella ocasión, yo tenía 18 años y mi hermana 27 años. Fue unos días después de haberme desvirgado con ella.

Era verano y mi hermana menos estaba con su novio en el chalet de sus suegros, pasando el din de semana.

Era Sábado y mi hermana mayor salió con su novio a celebrar el cumpleaños de su cuñada. Yo salí con nos amigos a pasar la tarde. Regresé a casa pasadas las 12 de la noche. Mis padres ya estaban acostados y mi hermana aun no había regresado. Después de ponerme más cómodo, con un bañador tipo bóxer fumar un cigarro en mi ventana, me tumbé en la cama a ver un rato la tele. Como tenía TV por cable, puse el canal porno, sin voz, para que no lo escucharan mis padres, si se despertaban.

Me estaba quedando dormido, sobre las 1;30 de la madrugada, cuando sentí la puerta de casa abrirse y cerrarse y un ruido como de un tropezón. Salí de mi habitación y vi a mi hermana que se había tropezado con una silla. Estaba bastante ebria, por lo que la ayudé a llegar a su cama. Por suerte mis padres no oyeron nada. Mientras la agarraba para llevarla a la cama. rocé intencionadamente su teta derecha y noté como sus pezón estaba duro.

Llevaba una blusa blanca que se le transparentaba un sujetador color carne, y una falda azul, ajustada, por encima de las rodillas, que dejaba ver buena parte de sus muslos y se le insinuaba su redondo culo. La dejé en su habitación y se tumbó sobre la cama, boca abajo, y la falda se le subió un poco, llegando a ver el principio de su culo y un tanga negro. Volví a mi habitación, cerrando la puerta de la suya y seguí viendo la peli.

Al poco rato sentí a mi padre levantarse para ir al servicio. De regreso, me preguntó si había llegado mi hermana y le dije que si, que hacia rato. Se despidió y regresó a su habitación. Esperé un tiempo prudencial y me levanté, saliendo de mi habitación, miré a la de mis padres comprobando que estaban dormidos.

Abrí la de mi hermana y cerrando la puerta tras de mí, me acerque a ver como estaba. Le encontré desnuda, solo con el tanguita, pues la ropa estaba en el suelo. La recogí y la coloqué en la silla. Volví a acercarme a mi hermana y estaba profundamente dormida. Estaba de lado, en posición fetal y su delicioso y redondo culo en el borde de la cama.

Muy despacio le comencé a pasar una mano por su nalga, notando la suavidad de su piel. Era una sensación deliciosa. Como tenía la pierna derecha encogida, podía ver su coño difícilmente tapado por el tanga. Metí mi mano entre sus muslos y jugué un rato entre sus labios vaginales, notando como se humedecían.

Dejé su coño y le empecé a tocar los pechos. En ese momento, mi hermana se giró y se colocó boca arriba, dejando ver la firmeza de sus tetas, con sus rosadas aureolas y coronadas con dos erectos pezones. No lo dudé, y asegurándome que seguía dormida, coloqué mis cada mano en una de sus tetas, haciendo círculos y notando como sus pezones se endurecían por momentos. Ne incliné y mientras sobaba su teta derecha, abarqué con mis labios el pezón de la izquierda, lamiéndolo y susccionándolo, mamando del pecho mi hermana.

Mientras seguía mamando, bajé mi mano hasta su coño, tirando del tanga hasta las rodillas y destapando su monte de venus, con un triángulo de vello negro rizado, que precedía a unos labios vaginales muy mojados. Dejé de mamar y besando su vientre bajé hasta su coño, separé los labios vaginales y metí mi lengua entre ellos, lamiéndolos de arriba a abajo y viceversa.

Noté como mi hermana daba un pequeño gemidito, por lo que me quedé quieto unos segundos, hasta que de nuevo la escuché roncar. Volví de nuevo a lamerle el coño, llegando a su clítoris y succionarlo suavemente con mis labios. Casi  al momento, mi hermana soltó otro gemido e inundó mis labios con sus jugos. Me incorporé y vi que tenía los ojos cerrados, una dulce sonrisa y de vez en cuando dejaba escapar un suspiro y un ronquido.

Me limpié la boca de sus jugos, le quité el tanga, por lo que la dejé desnuda, me quité el bóxer y separándole las piernas, me coloqué encima. Agarré mi polla, que estaba a punto de estallar de dura, y la guié hacia su coño, empujando suavemente hasta que entró entera. Esperé un rato y comencé con un suave bombeo.

No se si estaba dormida o no, pero mi hermana empezó a lanzar pequeños gemidos y se movía al compás de mis embestidas, hasta que sentí los espasmos de su coño en mi polla, mojándola con su orgasmo. Yo seguí un poco más, hasta que cuando noté que iba a correrme, saqué mi polla de su interior y inundé su vientre con mis dos chorros de lefa. La limpié con unos klinex que tenía en su mesita, le di un beso en el coño, un ultimo lametón en sus pezones, le puse el tanga como pude y después de un pico en sus labios, me fui a mi habitación.

Cuando entré en mi habitación, me tumbé en la cama pensando y recordando que me había follado a mi hermana y una sonrisa en mi boca de satisfacción que no podía evitar. Mi duda era si estaba dormida de verdad o estaba despierta.

Por la mañana, mis padres salieron temprano a casa de mis abuelos. Cuando sentí la puerta de casa cerrarse, esperé un poco y fui al servicio. De regreso miré a la habitación de mi hermana y la vi tumbada en la cama tal y como la dejé esa noche. Estaba boca arriba, con sus pechos desnudos y con el tanga a medio poner, por lo que se le salía el triangulo negro de su entrepierna por la parte superior. Volví a mi habitación y me quedé dormido.

Cuando me levanté mi hermana estaba en la cocina, preparándose el desayuno.

.- Buenos días… Me dijo con una sonrisa… ¿Te lo pasaste bien anoche?

.- ¿A que te refieres?… Contesté balbuceando y cortado.

.- A cuando entraste en mi habitación… Contestó como si nada… Aun no estaba dormida cuando me empezaste a desnudar.

Me quede de piedra al oir sus palabras. Sin tiempo a reaccionar, me cogió el pene por encima de las calzonas.

.- Aun no está tan duro como anoche… Dijo con una sonrisa… ¿Te quedaste agusto?

.- No se que decir… Contesté cortado y tartamudeando.

.- Creías que estaba dormida por el alcohol… Comenzó a explicar mi hermana… Y aprovechaste la ocasión. No creas que no me di cuenta de que me cogiste una teta mientras me ayudabas a llegar a mi cama.

.- Si, es verdad… Contesté aun cortado, pero más sereno… No quise desaprovechar la oportunidad de verte desnuda y acariciarte, creyendo que estabas dormida.

.- Y de follarme… Exclamó sonriente… También me gustó, aunque no pude quedarme tan agusto como tu, pues a penas sentía nada.

En ese momento se me vino el mundo encima.

.- No te preocupes… Me calmó mi hermana, al ver mi cara… Ya lo repetiremos en otra ocasión.

Después de desayunar y haber tenido la conversación de como la follé la noche anterior, seguimos la mañana como si nada, aunque yo aprovechaba cada ocasión que podía para darle un cate en el culo o rozarle mi polla. Incluso llegué a cogerle los pechos desde atrás, rozándole mi polla por encima de la ropa, colocándola en la raja de su culo.

La ocasión llegó de nuevo el siguiente fin de semana. Mi hermana menor con sus suegros y mi hermana mayor salió con su novio y también llegó pasadas las 12:30 de la noche. Todos acostados y entró en mi habitación.

.- Hoy no he bebido demasiado… Susurró mi hermana… Quiero sentir bien lo que hagamos luego.

Sin tiempo a reaccionar, salió de mi habitación en dirección a la suya.

Cuando fui a su habitación, cerrando la puerta tras de mí, casi me desmayo, estaba totalmente desnuda, con sus deliciosos pechos coronados por dos pezones sonrosados y jugosos y un triangulo negro que lucia en su entrepierna. No lo dudé, y me acosté a su lado, después de haberme quitado el bóxer, me giré hacia ella y le di un beso en el coño y comencé a pasar mi lengua por la raja, se abrió de piernas dejándome ver sus deliciosos labios vaginales, los cuales separé con mis dedos y seguí pasándole le lengua, hasta llegar a su clítoris y darle pequeños mordisquitos con mis labios.

.- Ummmmm, que gusto… Comentaba entre gemidos… Aaah, que delicia.

Después de un rato comiéndole el coño y llegando al orgasmo. me tumbé boca arriba en la cama y mi hermana empezó a besarme el pecho bajando por mi vientre hasta llegar a mi polla, que empezó a lamer de arriba abajo, hasta que se se lo metió en la boca y comenzando a subir y bajar, dándome con la lengua en el glande.

La puse de perrito, y cogiéndola por la cintura le metí mi pene en el coño, poco a poco, sin pausa pero sin prisas, hasta que mis huevos chocaron con su cuerpo. Esperé unos segundos, y mientras jugaba con mis manos en sus pezones, comencé el bombeo, esta vez más fuerte que la noche anterior, pues ya no tenia que evitar que se despertara. Después de un rato bombeando, cuando noté que me iba a correr, saqué mi polla de su coño y la coloqué entre las nalgas, soltando todo en su rajita del culo. Estuvimos un rato recuperándonos.

.- Ahora quiero que seas tu quien me desvirgue el culo… Me susurró al oído.

Solo de oir sus palabras se me puso la polla dura como una estaca. Se colocó de perrito y después de lubricarla el culo con aceite Jhonson, empecé muy despacio, y poco a poco a penetrarla el culo. Ummmm, que deliciosa sensación sentir su culo apretando mi polla. Empujé hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, y después de un rato para que su culo se acomodara a mi polla, comencé a bombear mientras ella se acariciaba el clítoris. Los dos llegamos al orgasmo simultáneamente, llenandole el culo de mi leche.

.- Ha sido genial… Comentó mi hermana… Al principio me dolía un poco, pero has sido tan cuidadoso que me acostumbré pronto a tu polla en mi culo.

.- Lo vi en internet… Le expliqué… En un video porno.

Después de unas carias y besos, nos vestimos y me fui a mi habitación dormir y ella se quedó en su habitación.

A la mañana siguiente, se levantó cuando cuando se fueron mis padres se vino a ni habitación. Entre sueño la sentí llegar, pero no reaccioné, hasta que sentí como sus labios me despertaban, recorriendo mi polla haciéndome una mamada. La tumbé en la cama y haciendo el tanga a un lado volví a penetrarla por el coño.

A la mañana siguiente, se levantó, cuando se fueron mis padres, se vino a mi habitación. Entre sueño la sentí llegar, pero no reaccioné, hasta que sentí la humedad de sus labios recorriendo mi polla haciéndome una mamada. La dejé hacer, sintiendo el placer de sus besos y lamidas, hasta que se la metió en la boca.

Después de un rato, la tumbé en la cama y quitándole el tanga, dejándola desnuda, comencé a besarla desde los pechos hasta su monte de Venus, separándole los labios vaginales y pasando mi lengua entre ellos, volví a subir besando su vientre y sus pechos, acerqué mi polla a su entrada y poco a poco comencé a penetrarla el coño. Después de un rato bombeando, la saqué y colocándola de perrito, se la inserté en el culo, inundándolo con mi leche, mientras ella llegaba al orgasmo con mis caricias en su clítoris.

Nos dimos un apasionado beso y salió de mi habitación con el tanga en la mano. Yo me quedé tumbado en mi cama y al poco rato escuché el sonido de la ducha. Me levanté y fui hacia el baño. La puerta estaba entreabierta, por lo que pude ver como el agua recorría todo su cuerpo, salpicando cuando daban los chorros de la duche en sus pezones y sus pechos. Me acerqué y cogiéndole la manopla, comencé a enjabonarla por la espalda, acariciando las deliciosas nalgas de su hermoso culo. Después de que terminara de ducharse lo hice yo, repitiendo ella lo mismo, incluso me lavó la polla, haciéndome una paja con la manopla y el jabón.

La mañana transcurrió con normalidad. Yo salí con unos amigos hasta la hora de almorzar. Cuando regresé estaba sentada en el sofá, con una bata de botones con un gran escote, que casi se le salían las tetas debido a que tenía dos botones rotos, y se le veían los muslos, pues era muy corta.

Estaba hablando con su novio por el móvil. Al mirarla pude observar que no llevaba ropa interior, por lo que me senté a su lado y sin mediar palabra. Metí mi mano por debajo de la ropa y le empecé a acariciar el coño, metiendo mis dedos entre sus labios vaginales y dándole masajes en el clítoris.

Ella abrió las piernas y se dejaba masturbar, mientras hablaba con el novio. Intentando evitar los gemidos. Colgó y se dejó llevar hasta que sentí los espasmos de su coño y los flujos en mi mano de su orgasmo.

La dejé que se recuperara y me fui a mi habitación a cambiarme de ropa y ponerme más cómodo.

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Sevilla1972
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