La hora del punteo en el metro con maduro
📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.
Esta vez en otro colegio ubicado en pleno centro de la ciudad, yo cursaba tercero medio, un año antes de terminar la secundaria, iba de retorno a mi casa la cual quedaba a bastante distancia una hora en locomoción colectiva, creo que describe la distancia. aquel día se había celebrado el día del alumno por lo cual nos retiramos prontamente del liceo, como era de esperar a esa hora la locomoción va relativamente vacía.
Yo iba escuchando música feliz de la vida mientras contemplaba alrededor el paisaje cruzando tras las ventanas del tren y cuando se sumergió en el túnel observaba la gente del vagón. No debe haber sido más de una decena de personas a mi alrededor, de repente siento como un cálido y suave roce se va haciendo cada vez más nítido inconscientemente me deje llevar por la sensación sin prestar mayor atención, cuando me percato que junto a mí iba un hombre maduro de unos 60 años, bajo, canoso, manos rechonchas y un poco de sobrepeso, típico en los hombres maduros, vi que llevaba un bolso colgando de su hombro y pensé que el roce que me estaba erectando era producido por el roce entre su bolso y mi movimiento con el vaivén del tren.
Pensé para mi mismo un roce suave y placentero e inocente no tiene nada de malo trataré de mantenerlo el tiempo que dure, cuando de pronto el roce se convirtió en la sensación de unos dedos y una mano que buscaba algo, como si hubiera extraviado algo en mi entrepierna, entendí entonces que aquel roce sensual no era tan casual y que aquel hombre maduro me había seleccionado como su víctima de acoso sexual.
Yo ya con mi sexualidad definida no le dí importancia y deje que siguiera haciendo lo suyo, el lo gozaba y yo también me sentía en éxtasis, lentamente comenzó a bajar el cierre de mi pantalón, y yo absolutamente entregado al momento y la sensación, seguimos así un buen trayecto del recorrido, cuando al mirar para el costado veo a una señora con un coche con un bebe la cual por la expresión de su rostro me indicaba que se había percatado de la situación, en ese momento me asuste, mire a la mujer vi sus ojos, y empuje a aquel hombre maduro, el se alejo y se hizo el desentendido, se bajo en la próxima estación, mientras el pitido del tren anunciaba el cierre de puertas me baje del tren tras él, el estaba saliendo de la estación y decidí seguirlo, caminaba por la calle y yo detrás de él procurando que no me viera escondiéndome entre los autos estacionados, o en locales comerciales, me detenía a metros de él en el semáforo etc, como un James Bond, gay y caliente.
Lo seguí varios minutos cuando se detiene en una casa de puertas de maderas viejas carcomidas por termitas, una casa de aspecto antiguo típicas de barrio antiguo, un ventanal grande a cada lado cubiertos por un visillo blanco, el hombre subió un pequeño peldaño que había y se precipito a abrir la puerta cuando aparezco tras el, lo sujeto de sus genitales y con voz sexual le digo suavemente al oído termina el trabajo que empezaste en el tren el sorprendido voltea a verme no entendía que sucedía y quedo pasmado en la puerta como si hubiera visto un fantasma, le quite las llaves y abrí la puerta y pase y lo hice pasar como si la casa fuera mía el aún impactado y sobresaltado pasó sin decir palabra alguna aunque su mirada revelaba que había comprendido la situación.. preguntó por mi nombre a lo cuál yo conteste soy tu bebé y es hora de que me des mi biberón.
Me puse de rodillas y veía su cara de placer mientras bajaba su cierre y buscaba con mi mano dentro de su ropa interior aquel elemento vital del placer, estaba grueso, duro no muy largo pero bien duro y grueso, sin temor lo saqué lo mire a los ojos y empecé a masturbarlo fuerte y rápido le dije coquetamente la próxima vez que acoses a alguien en el metro piénsalo dos veces y me lo metí en la boca el solo gemía y gemía respiraba cada vez más fuerte y me sujetaba la cabeza mientras me la metía cada vez más adentro, la tenía toda adentro de la boca y el seguía empujando como si quisiera follar mi boca, la saliva y el líquido seminal me escurrían por los labios bajando a mi mentón donde se convertían en una hilera de gotas que caían en mis rodillas, se la mamaba con placer el cada vez buscaba penetrar más mi boca hasta el punto donde me producía arcadas en ese momento lo saqué de mi boca lo miré con lo ojos medios llorosos y empece a lamerlo a lo largo dándole placer pero evitando que me siguiera follando la boca que necesitaba un descanso, se lo escupía y lo masturbaba rápidamente mientras con la otra mano masajeaba suavemente sus testículos, se lo volvía a lamer lo levante y me fui directo a sus testículos empece a lamerlos sentía como chocaban en mi cara mientras lo masturbaba y me los metí en la boca se los succionaba y los escupía de mi boca para volver a introducirmelos, mi mano haciendo su labor a lo largo de su pene mi lengua en sus testículos solo escuchaba la respiración agitada y frases eróticas de su parte, cuando me dice " sigue así me harás acabar en ese momento aumenté la velocidad de la masturbación saque mi boca de sus testículos y con ambas empece a masturbarlo fuerte pero despacito como si estuviera bombeando algo de ese pene,lo miraba con carita tierna mientras tus gemidos aumentaban llegado el punto me metí la cabeza de su pene en la boca y lo masturbaba con los labios acariciándole los testículos, cuando siento que se contraen para expulsar ese delicioso chorro de placer y se lo aprieto fuertemente mientras eyacula en mi boca el sujetaba mi cabeza como si quisiera que siguiera bombeando mientras sentías las gotas de semen espeso correr por mi lengua llenándome la boca de leche cuando acabó de menearse me lo sacó y me miró con una sonrisa yo con la boca aún llena de semen le sonreí coquetamente y me lo tragué. me acaricio la mejilla dulcemente me agradeció por el buen trabajo me apoye en su palma y me deje sentir cómodo en su mano caliente y suave, me limpie los labios con el puño de la camisa me levante y le di un beso en la boca sentía como su lengua jugaba con la mía y veía su cara de placer, excitación y un poco de sorpresa mezcladas con asco al sentir el sabor de su propio semen, al momento de extraer mi lengua un hilo de saliva mezclado con semen cuelga de su boca al cual yo le pasó la lengua y se la meto en su boca, termino de besarlo me limpio nuevamente me dirigí a la puerta volteo a mirarlo coquetamente y cierro suavemente la puerta tras un dulce adiós.