Hola, mi nombre es «Sweety», tengo 21 años y soy de Puerto Rico. Tengo un amigo, mi mejor amigo que se llama Héctor y tiene 24 años. Es de estos chicos altos, delgados, un poco formados que se ve muy bien. Siempre me ha gustado pero, nunca he estado con él.
Hace dos semanas me llama mi amigo Héctor al que hace varias semanas no veía y me invita a la playa. Pasa a recogerme y nos vamos a una playa súper espectacular del área norte de la Isla. La pasamos súper bien. Cuando me quito la ropa y quedo en traje de baño, me doy cuenta de que mi amigo esta lentamente mirándome, con cara de asombrado y me dice, todo eso es lo que tienes debajo de la ropa y me sorprendo, cada vez que te veo en traje de baño me sorprendo. Le digo gracias y nos vamos al agua. Ya pasado cinco horas, me lleva a mi apartamento. Le pregunto que si quería pasar a refrescarse a lo que me contesta que si.
Subimos al apartamento y me pregunta que si puede aprovechar y ducharse para no sentirse pegajoso. Mientras se baña, le preparo algo de comer y nos sentamos en el sofá para ver la TV. Entre copas y copas, pasaron las horas y cuando se da cuenta, ya son las 11:00 (23:00) de la noche. Yo le digo que voy a la cocina para llevar las copas entre otras cosas y me agarra por el brazo y no me deja ir, me tira sobre él y comienza a besarme. Nunca me habia besado y pues yo aproveche. Me tocaba por todas partes. Me tiro al suelo y me quito toda la ropa, era como una violación. Al oído, entre otras cositas muy dulces, me decía que desde hace mucho tiempo deseaba tenerme entre sus brazos. Que deseaba mis grandes senos, mis grandes caderas y que deseaba desde hace mucho lamer todo mi cuerpo.
Lo detuve en lo que le quite la ropa y veo su gran pija súper rosadita. Ya en el suelo, comienzo a lamer todo su cuello, y el mis grandes senos, mi pansita hasta que de repente, empiezo a sentir su lengua caliente que separa mis labios vaginales. Jadeando ambos de placer, le pedí que ya me la metiera completa, que me saliera por todas partes. Tuve varios orgasmos. Me dice que aún no. Me colocó encima de él, se viro (69) y comenzó nuevamente a lamer mi rotito y yo a la vez a lamer su grande y apetitosa torre. Introducía su lengua en mi rotito y alaba mi clítoris como si fuera un chicle. Quería arrancarlo. Yo a la vez, tenia ese tronco en mi boca intentando sacarle hasta el más mínimo jugo. No sabía que hacer con ella. Los jugos de ambos corrían en nuestra boca hasta llegar al orgasmo. Se detiene de momento y me lleva a mi habitación.
Ya en la habitación comienza a penetrarme como nunca antes nadie lo habia hecho. Me vira y me pone en la posición del perrito (en cuatro) y comienza a hacerme el amor a la vez que con una mano frota mis senos y con la otra lubrica mi culito. Luego de unos seis minutos en esa faena, me saca la pinga de mi vagija y comienza a introducirla en mi culito. Yo gritando de dolor y placer a la vez me movía de alante hacia atrás para sentirla mas dentro de mi. Saca su pene de mi culito y me vira de frente a él y con una de mis piernas encima de su hombro y la otra reposada en la cama, él encima de mi comienza a hacerme el amor nuevamente mucho más fuerte. Sentía sus bolas como chocaban con mis nalgas. Los ruidos y gemidos de ambos retumbaban en toda la habitación, eso me excitaba mucho a la vez que llegaba a mi sexto orgasmo corrido.
Caímos súper cansados, rendidos ante tanto placer. Al verlo allí, tan bello y tan descansado, bajo hasta su pene. Comienzo a lamer esa pija enorme y a sacarle todo lo que le quedaba y consigo que se ponga súper erecta y preciosa. Al ver tal erección, decido sentarme encima de ella. Comienzo a cabalgar como loca y el con sus manos apretando mis senos. Era demasiado placer, era súper descomunal.
«Estoy contando este relato y estoy súper húmeda, con muchas ganas de masturbarme.»
Nos dimos cuenta que ya eran las 3:00 de la mañana y pues, decidimos dormir un rato.
Al otro día, al amanecer, nos metimos a bañar y en el baño conseguimos excitarnos. Acostados en la bañera, comenzamos a hacer el amor nuevamente. No es maravilloso. Desde ese entonces, todos los días son un sueño para ambos. Siempre estamos cogiendo y creo que esta noche, cuando llegue a mi apartamento, será otra de esas noches pero, mejor. Pienso grabar lo que hagamos…..
Envíame tu opinión a cerca de mi relato. Es muy importante para mi. Me gusta queme escriban lo que piensan y como se sintieron al leer esta experiencia.
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