Mi esposa se cogió a un supervisor
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Como les comenté, el Día del Padre mi esposa andaba fuera por cuestiones de trabajo, duró dos semanas y fue mi Dianita la que me festejó bien rico.
A su regreso salimos a cenar, platicamos diversos temas, como los resultados exitosos de nuestros viajes y también de nuestra vida sexual. Ella sabe de los encuentros que tenemos mi hija Dianita, que a sus 22 añitos es mi bomboncito y que nos la pasamos bien rico en su ausencia.
Amor, me tuve que coger a uno de los supervisores que documentó a dos obreros sin casco de seguridad, los tenía en video, no me quedó otra que jugarme una última carta, no podía permitir un error en ese proyecto. Me dijo que es un ingeniero que para nada le atrae, pero necesitaba de su firma.
Mi esposa me platicó:
Como todos los días todo el personal acudimos al comedor para el almuerzo. Todos los que estaban cercanos a mi ya se habían ido, me quedé disfrutando de un postre, de pronto el citado ingeniero me preguntó si se podía sentar conmigo, comenzó por decirme que le gustaba el ambiente de trabajo, aunque pronto tendría que regresarse a su ciudad para reincorporarse a sus actividades cotidianas.
Me preguntó si era casada, si tenía hijos y sin que me lo esperarame invitó a que fuéramos a su habitación del hotel donde se hospedaba a tomar una copa para hacer digestión, sin pensarlo acepté, era mi oportunidad para sacarle la firma, todo coincidió porque entre mis planes estaba llevármelo a la cama. No me gustaba, pero tenía que hacer el sacrificio. Llegamos a la habitación, llevábamos unas cuatro copas cuando se animó a tocarme la pierna sobre el overol de trabajo, yo estaba ansiosa por lograr mi objetivo e irme, lo que no me esperaba es que se carga una verga hermosa, gorda y cabezona que me hizo cambiar de opinión. Entre mis adentros agradecía a los obreros porque si no ese ejemplar de verga no lo habría disfrutado.
Quedé hipnotizada frente a ese bello ejemplar, es un “fierro” digno de ser gozado. No me cabía en la boca, lo besaba desde los huevos, su tronco, hasta llegar a su cabecita babeante. De solo sentirla en mi boca y pensar que me entraría en mi chochito me tenía super caliente. Me puso de perrito para darme una rica mamada de culo y de clítoris, me hizo tener mi primer orgasmo, acto seguido me tallaba su enorme rabo en la entrada de mi culito y en mi panochita que era un río de tanta baba que le salía. El muy cabrón hizo que me viniera otra vez.
De perrito me empezó a meter la verga de a poquito, sabía que se cargaba una buena herramienta, la misma que sabía usar para dar placer, además me estaba haciendo gozar al dejarla ir poco a poco, sentía como me iba llenando mi panochita, una vez que la metió toda empezó a darme candela, me hacía gemir de una forma que en todo el hotel debieron enterarse. Sin que te sientas mal mi amor, es la mejor cogida que me han dado, le dije a mi esposo.
Nos la pasamos cogiendo toda la tarde y noche, de ver esa hermosura de pene no se de donde me salían tantas ganas de coger. Ya me ardía mi panochita, pero seguía pidiendo más y más verga. Por la madrugada me levante para regresarme al hotel donde me hospedaba. Miguel, que así se llama el supervisor se levantó para llevarme, porque mi coche lo dejé en la obra y tampoco quiso que pidiera Uber. Él estaba super feliz, me agradeció por la tarde-noche que pasamos juntos, me dijo que le gustó todo, que cojo rico y que se la mamé bien rico, que además le había encantado cogerme por el culito, me pidió si nos volvíamos a ver, le dije que encantada de compartir cama.
Camino a donde estaba mi coche me dijo que desde que me vio le gusté, que si saliendo de la obra nos veíamos por la tarde en su hotel para comer. Mi respuesta fue un sí. Quería disfrutar de ese hermoso rabo hasta donde fuera posible, aunque su dueño al inicio no era de mi agrado. Nos encontramos en el restaurante del hotel, antes pasé a bañarme y a cambiarme al hostal donde me estaba quedando, me puse un vestido elegante, un bra negro y un hilo dental que se perdía entre mis nalgas.
Después de disfrutar de dos semanas de placer, teníamos que regresar a nuestra respectiva sede, cogimos toda la noche y nos despedimos con la promesa de reencontrarnos porque deseábamos seguir haciendo el amor. Se me pasaba comentarte que el documento me lo firmó en uno de nuestros tantos encuentros, no tuve que pedírselo. En una de las muchas veces que estuvimos juntos y que fui a ducharme para que él volviera a darme otras ricas mamadas de vagina, abrió mi portafolios, sacó la carpeta y firmó el documento de autorizado. Me dejó una nota donde decía que lo del documento era totalmente a la relación que estábamos viviendo en ese momento.
Finalmente nos despedimos, Miguel desea que sigamos la relación, espero que tu me des permiso mi amor. Él sabe que estoy casada y que te amo, que solo será algo temporal, también él es casado y no está en nuestros planes dejar a nuestras actuales parejas.
Somos una pareja abierta y estuve totalmente de acuerdo con la propuesta de mi esposa, que ya tuvo su primer encuentro con su ocasional amante y existe la propuesta que hagamos un trío, del que estoy totalmente de acuerdo. En cuanto suceda se los contaré.