Mi esposa me humilló en un hotel de medio pelo y eso me excitó

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Hugo el cornudo nos cuenta hoy como su esposa Camila lo humilló en un hotel de medio pelo.

Pues un sábado fuimos a una feria en el centro de la ciudad y como era, ya tarde ella me dijo que buscáramos un hotelito económico para no pagar más taxi, me llevo a un hotel de mala muerte con cuartos pequeños y sin tele, ni clima, nada de lujos y las paredes que dividían los cuartos eran de tablaroca, casi todos los huéspedes eran prostitutas o amantes que llegaban a coger y una qué otra pareja normal de esposos como Camila y yo.

Nos tocó un cuarto en el último piso en medio de otros dos, en el de al lado estaba una pareja de casados y en la otra Elisa la lesbiana cogedora de Camila pero yo no lo sabía aun, Camila ya iba preparada se baño y se puso muy sexy como siempre, provocándome, se quedó en pantimedias y sus pechotes desnudo, sus piernotas y su concha brillaban, al verla así obvio yo me puse duro al instante.

Eran como la una y la pareja de al lado empezó a coger y yo más excitado y Camila igual, así que empezó a dedearse la puta, me hizo mamarle la panocha y escurría esos jugos ricos uuuufff, ya los de al lado habían terminado y me hizo cogerla la puta, solo para humillarme Camila gritaba y pedía más duro y empezó a gritar en voz alta no siento nada con tu verga mi amor y se carcajeaba, escuché que se reía los vecinos.

Camila fue más cruel y empezó a decir que extrañaba a Elisa y su arnés y que ella si la hacía gozar con su vergota de goma y que era más hombre que yo, obvió todo lo escuchaban los de al lado, en eso Camila grito mi amor ven a cogerme porque este pitochicoo no puede en eso, oí la puerta de al lado abrirse y Elisa entro al cuarto desnudota con su arnés en la cintura y su vergota colgando, me saco del cuarto y me quedé en el pasillo, mire y el cuarto de Elisa tenía llave así que me toco quedarme en el pasillo.

Y empezó la revolcada era un escándalo de Camila con sus gemidos uffff yo estaba durísimo de escuchar a mi esposa gozando.

El pasillo estaba oscuro y yo pegado a la puerta oyendo como destrozaban a mi esposa de un momento a otro, se abrió la puerta de los vecinos y salió la mujer, una mujerona carnuda blanca muy maciza llevaba una minibata y me agarró a media paja jajaja sentí vergüenza y humillación, ella me vio y se sonrió conteniendo la risa, después entro y salió junto con el esposo eso fue peor aún los dos me vieron pajeandome y Elisa dándole con todo a camila casi rompían la cama de tantas embestidas.

Camila casi llorando gritando “soy tu puta” dame bien duro mi amor, esa noche me vine tres veces y fue muy delicioso, los vecinos terminaron cogiendo otra vez al escuchar los gemidos y los gritos de mi esposa y su amante, se calentaron igual.

Elisa acabo después de más de una hora de cogerla y se fue a su cuarto, yo entre y encontré a Camila desnuda toda sudada y exhausta con la concha brillosa y bien abierta, me acosté junto a ella y empecé a besarla y toque su conchota abierta y dio un quejido auyyy me duele mi amor, eso me excitó y se me puso otra vez duro y empecé a masturbarme, le metí los dedos y camilla seguía dormida así que con cuidado se lo metí y con unas cuantas embestidas termine en su panocha, ella estaba bien dormida y satisfecha al igual que yo, nos quedamos dormidos desnudos.

Al salir del hotel afuera estaba la pareja de casados y la mujer veía a Camila con admiración y envidia, creo que se antojo de la lesbiana amante de mi esposa.

Espero les guste está experiencia, después sigo con más. Y si alguien quiere hablar del tema, pues hablamos.

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Carlos Huertas
Carlos Huertas
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