La virginidad de mi hermanita Parte II

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Domingo al mediodía, hora de siesta en el campo, pero mi hermana Judith sabía que yo aprovechaba esas horas para irme al granero a masturbarme, y tenía razón no fallaba.

Ese domingo, en medio de mi faena apareció mi hermana, venía vestida con una blusita liviana, sin corpiños, y con una pollerita suelta cortita por arriba de las rodillas, estaba resplandeciente, qué hermosa que es mi hermana.

Verla así me incentivó e hizo que mi pija se pusiera a mil, estaba como un garrote, le resaltaban las venas del lomo, ella directamente se aproximó y sin mediar palabras tomó mi tranca y se la mandó a la boca, chupaba con desesperación, se la metía hasta la garganta. 😁

Sus pezones parecían púas contra la tela de su blusa, yo me apoderé de sus pechos por dentro de su blusa, ella solo gemía y se retorcía, en determinado momento estaba yo por llenarle la boca de leche y decidí que tenía que cogerla. Yo nunca había tenido sexo con ninguna chica, pero el instinto puede más que cualquier enseñanza.

Me separé, la hice parar y sin preguntarle le desabotoné primero la blusa liberando esos hermosos pechos, sus pezones estaban duros y morados, luego fue el turno de su bombacha, ella no emitía palabra. Se la saqué y su olor impregnó mis fosas nasales, olor a hembra en celo. 🤣

Me senté en una de las bolsas e hice que ella se sentara de frente a mí, rodeando mis muslos con sus piernas, con sus pechos a la altura de mi boca, su vagina resumía jugos al por mayor, y mi verga estaba como el mástil de un velero. Apoyó su vagina sobre el tronco de mi verga, y comenzó a frotarse, entre nosotros no había diálogo de palabras, todo era instinto animal.

Llegó el momento que tanto deseamos

Luego de unos cinco minutos de frotarnos, besarnos y tocarnos, llegó el momento deseado, ella sola tomó mi poronga desde el tronco, se hizo hacia arriba y se arrimó la punta de mi pija a su entrada, sus jugos lubricaban todo, se la acomodó entre sus labios mayores y se fue sentando, ensartándose con mi tronco. 😜

Solo suspiraba, en determinado momento, mi verga ya no entró, se había topado con su virgo; pero no se amilanó, pegó una sentada y se ensartó hasta el fondo, se le escapó un gritito y se quedó quietecita. El calor que emanaba de su conchita era tremendo, su vagina apretaba mi tranca, era como un guante estrecho, pero a su vez, era un placer infinito, saber que por fin estaba en la conchita de una mujer, que no era una paja.

Había soñado tanto con este momento, ella solo atinó a quedarse empernada, no se movía. De repente me dice, Sergio, es muy gorda, me duele, yo no sabía qué hacer, solo le acariciaba la cabeza y besaba sus pechos. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue acariciarle el culito y aproximé mi dedo mayor a su agujero. 😎

Ella no se movió, yo metí la primer falange en su culo y ella solo suspiró, metí un poco más y ella se movió adelante y atrás, como queriendo cogerme el dedo, terminé incrustándole todo el dedo, ella gimió y comenzó a moverse adelante y atrás.

A los pocos minutos me cabalgaba como a su pony, se pegaba unas sentadas que se enterraba toda la verga, yo aproveché su calentura y le metí dos dedos en el culo, ella los acepto, y de repente lanzando un gemido.

Se vino en un orgasmo magistral, se sacudía, lloraba, gemía pero no dejaba de moverse, parecía querer incrustarse la pija hasta el ombligo, eso hizo que mi calentura llegara a su fin y le llené su cueva de tremendos chorros de leche, ella al sentir mis fluidos, contrajo más su vagina sin querer. 😂

Que placer, no se puede describir, solo quería que nunca se terminara. Finalmente ella reaccionó, me besó y me dice un poco en reproche, me hiciste doler el culo, pero como me gustó. La próxima me la metes por ahí. Nos vestimos y salimos tomados de la mano, yo ya pensando en el mañana, ese culo sería mío.

Leer Primera Parte: La virginidad de mi hermanita Parte I

By: Estebanq

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AlfredoTT
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