Estando borracha me dieron hasta por el culo
Hola amigos. Mi nombre es Brenda Carmen. Tengo 30 años. Estoy casada desde hace 5 años. Mi esposo tiene 33 años. Todavía no tenemos hijos.
Mi historia comienza un día que yo cumplía años. Mi esposo estaba muy entusiasmado organizando la pequeña fiesta en nuestra casa. Invitamos a nuestros allegados, amigos y amigas. Entre ellos a un amigo especial para nosotros. Javier. El es un amigo desde la universidad. Siempre lo invitamos a nuestras reuniones. El tiene cuarenta años. Ese día dejamos todo listo para la fiesta de la tarde. Comida, bocaditos y licores de varios tipos. Mi esposo se encargaría de poner la música adecuada en la computadora.
Ya por la tarde iban llegando los invitados. Entre ellos vino nuestro amigo Javier. Pero no vino solo. Trajo a otro amigo que nosotros no lo conocíamos. Era un muchacho joven. De unos 20 años aproximadamente. Lo recibimos con agrado ya que era amigo de Javier. Yo me había vestido para la ocasión. Llevaba una falda alta que dejaba ver buena parte de mis piernas, y traía una blusa delgada que resaltaban mis senos. A mi esposo le gusta que yo me vista así. Según el, para que vean a la hermosa mujer que tiene. La fiesta se desarrollaba normalmente. Comimos, y el licor fluía abundantemente. Todos los varones querían bailar conmigo. Yo complacía a todos.
Javier estaba muy alegre. A cada rato nos servía vino a mi esposo y a mi. Y cuando bailábamos, me decía: Estás muy hermosa. Dichoso tu esposo de tenerte. Yo solo le decía: Gracias por tus apreciaciones. El trataba de servirme licor a cada rato, yo le recibía confiada porque estaba en mi casa y también vi que hacía lo mismo con mi esposo. Así iban pasando las horas. Hasta que ya a cierta hora, los invitados poco a poco iban retirándose. Al rato se fueron todos. Menos Javier y su amigo. Ellos se acercaron a mi esposo, y le dijeron que si podrían quedarse hasta que amanezca bien, para luego retirarse. Mi esposo me consultó, y yo le dije que está bien. Era Javier nuestro amigo. El vive lejos de nuestra casa y tuvo la gentileza de venir a compartir con nosotros. Claro que también se quedaría su joven amigo.
Mi esposo los acomodó en el sofá. Que es un sofá cama. Yo les llevé una manta y así se quedaron muy cómodos Javier y su amigo. Mi esposo y yo nos fuimos a dormir a nuestro dormitorio. La puerta de nuestro dormitorio da justo a la sala donde estaban descansando Javier y su amigo. Yo me quedé dormida rápidamente porque me sentía mareada. Al rato en medio de mis sueños siento que alguien me manosea las nalgas. Yo entre sueños pienso que es mi esposo y me quedo así tranquila dejando que el haga lo que quiera. Al rato siento movimientos raros. Algo así como que quieren meterme por el culo. Pero sin sacarme el calzón. Estiro mi mano, y mi esposo estaba allí tranquilo delante mío. Traté de despertarme un poco, y me cercioro de que mi esposo estaba dormido.
Yo estaba echada de costado mirando a mi esposo. Con el culo hacia el borde de la cama. Allí me di cuenta que no era mi esposo el que me estaba manoseando. Pero no dije nada. Solo en mi mente me di cuenta que eran Javier y su amigo los que estaban tratando de meterme sus vergas por un costado de mi calzón. Me entró un temor. Pensé: Si le digo a mi esposo, el va hacer un escándalo y puede haber una pelea o algo peor. Me quedé callada y sin moverme. Esperando a ver hasta donde llegaban Javier y su amigo. Pero el corazón me latía a mil por segundo.
Así callada aguanté los manoseos. Sentí dedos mojados entrando a mi culo y a mi vagina. Hasta que de pronto siento la verga gruesa de uno de ellos entrando a mi culo. Pero no entraba todo. Yo sentía algo de dolor, pero era soportable. Luego escuché la voz del amigo de Javier diciendo: Ya cabrón. Ahora me toca a mi. El que estaba dentro de mi culo se salió, y luego entró otro mas suave. Javier dijo: No te muevas mucho. Se va a despertar el cabrón de su marido. El otro contestó: No se va a despertar. Los dos están borrachos y bien dormidos. Así se turnaban para meterme sus vergas que por la incomodidad no lograban metérmelo bien.
Entonces Javier dijo: Llevémosla al sillón para quitarle el calzón. El amigo dijo: No crees que se despierte? Javier dijo: La puta está borracha. Aunque se despierte no se va a dar cuenta quien la está follando. (Toda la conversación entre ellos lo hacían en voz baja. Casi susurrando) Diciendo eso, Javier me levantó en vilo y me cargó hasta el sillón de la sala. Yo tenía que seguir fingiendo que estaba dormida y borracha. Allí en el sillón me desnudaron totalmente. Me pusieron boca abajo culo al aire.
Javier dijo: Prende la luz para mirarle el tremendo culo a la puta. Su amigo prendió la luz. Entonces Javier dijo: que rico culo tienes puta. Ahora estás totalmente desnuda para mi. Este culo que no me lo querías dar en la universidad, y ahora se lo das al cabrón de tu marido. Luego empezó a separar mis nalgas para tener acceso a mi ano. Me lamía el culo y me metía los dedos al culo y a la vagina mojando con su saliva. Su amigo me estrujaba las nalgas y también me metía el dedo. Luego me voltearon boca arriba. Allí yo ya no soporté estar fingiendo haciéndome a la dormida. A estas alturas yo ya estaba muy excitada. Pero hacía un esfuerzo para que me vieran borracha y que no me daba cuenta de lo que me hacían. Javier separó mis piernas, y de un empujón me metió su verga por mi vagina. Yo traté de reprimir un gemido fuerte. Solo gemí muy suave. Javier se movía desesperadamente bombeando mi vagina. Su amigo me ponía su verga en mi boca tratando de que se lo chupe. De tanto que me lo ponía allí, yo abrí mi boca. El me lo metió hasta mi garganta. el jalaba mi cabeza hacia su verga tratando de que me lo trague todo.
De pronto Javier dijo: Ya cabrón, échate tu al sillón para que la puta te monte y yo se lo meta por el culo. Su amigo se echó al sillón, y Javier alzándome me puso encima de la verga de su amigo, y el mismo acomodó la verga en mi vagina. Luego echó saliva en su verga y escupió en mi culo. Puso la punta de su verga a la entrada de mi culo, y de un empujón fuerte me lo metió hasta el fondo. Yo di un grito de dolor: Haaayyy. Javier dijo: Aguanta puta de mierda. Ya estás con la verga dentro. Ahora mueve el culo como la puta que eres. Diciendo eso empezó a moverse con mucha fuerza. Tratando de que me entre al culo toda su verga. Su amigo me tenía ensartada por mi vagina, y también trataba de moverse desde abajo. Yo ya no aguantaba mas. Empecé a gemir fuerte: Hay, hay, hay.
Entonces Javier dijo: Ya sabes quien te está rompiendo el culo verdad puta? Yo le dije: Si Javier. El me dijo: Quien te rompe el culo mejor. Tu marido, o yo. Le contesté: Tu mi amor. El me dijo: Grita mi nombre puta de mierda para que escuche el cornudo de tu marido. Quien es tu macho ahora. Yo grité: ¡TU JAVIER! En esos momentos ya no me importaba nada. Estaba tan excitada, que solo quería que Javier me destrozara el culo y la vagina. Empecé a mover mi culo como nunca lo había hecho. Gritando y gimiendo como nunca. No me importaba si mi esposo se despertaría con mis gritos. Moví mi culo sintiendo la verga de Javier dentro de mi, hasta que me vino el orgasmo mas fuerte que había tenido hasta ese día. Todo mi cuerpo temblaba, y ya no tenía fuerzas para seguir moviéndome.
De pronto Javier empezó a moverse tan fuerte como si en verdad quisiera destrozarme el culo. Daba gritos como de un toro. De pronto dijo: ¡Hay que rico culo! Y se quedó inmóvil con su verga dentro de mi. Yo sentí como un líquido caliente inundaba mis tripas. El amigo de Javier trataba de moverse, pero casi no lo lograba con dos cuerpos encima de el, hasta que sentí también que le vino el orgasmo. Nos quedamos apilados uno encima del otro los tres. Así estuvimos por unos minutos, hasta que Javier se levantó sacando su verga ya flácida.
De mi culo salía semen a raudales chorreando por mis piernas. Yo también me levanté dejando la verga ya flácida del amigo de Javier. Me chorreaba semen por mis dos agujeros. Mojé todo el sillón.
Después Javier me vistió todo, y me llevó alzando hasta la cama donde estaba durmiendo mi esposo. Yo ni siquiera me limpié nada. Estaba tan cansada y extasiada por lo que me habían hecho Javier y su amigo. Me eché en la cama dándole la espalda a mi esposo. Luego sentí como Javier y su amigo salieron y cerraron la puerta. De pronto siento que mi esposo empieza a manosearme las nalgas. Yo ni caso le hice. El empezó a tratar de meterme su verga por mi culo. Y de solo un intento su verga entró suavecito. Yo ni siquiera lo sentí. El trataba de moverse fuerte para hacerme sentir, pero nada de nada. Hasta que el solo se satisfizo. Yo ya estaba durmiendo porque no me di cuenta de nada. Tengo la sospecha de que algo sabe, pero no me dice nada.
Bueno. Hasta aquí mi experiencia con los amigos en mi cumpleaños.
Quisiera que dejen comentarios.
¿Te gustó este relato? descubre más relatos eróticos gratis en nuestra página principal.

Hola que tal de donde sois?me gusto tu relato espero que vas a subir mas
Hola. Soy Brenda. La del relato. Pueden escribirme. Mi correo es: [email protected]