Dos mujeres…. dos amigos
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Habían pasado varios días desde que mi amigo y yo nos follamos a su madre.
Quedé con mi amigo en su casa para ver un partido de futbol de nuestro equipo, ya que estaríamos solos. Su padre tuvo que salir de viaje por motivos de trabajo y su madre y hermana saldrían para dejarnos solos ver el partido.
Durante el partido comentamos como nos follamos a su madre y lo que gozamos rompiéndole el culo.
.- Aunque suene pervertido… Le comenté a mi amigo… Sería una gozada follar con tu madre y tu hermana a la vez.
.- Joder, tío Respondió excitado… Si que tiene que ser una gozada las dos lista para nosotros. Pero lo veo imposible.
.- No creo que sea tan imposible… Comenté escéptico… En todo caso difícil. Ninguna sabe que nos hemos follado a la otra. ¿Y si lo supieran? No podrían recriminarse nada pues las hemos follado a las dos.
Nos quedamos callados por unos minutos pensando en esa probabilidad.
.- Pero… Comentó mi amigo… ¿Cómo hacemos para convencerlas?
.- Tomemos la iniciativa… Propuse… Cuando lleguen, cada cual se va donde esté una de ellas y comienza a acariciarla. Cuando estén calientes, las llevamos a la habitación de tus padres y allí nos encontraremos todos desnudos. Para no levantar sospechas, yo iré por tu hermana y tu por tu madre.
.- Ojalá funcione tu plan… Comentó mi amigo… Ya estoy deseando que lleguen.
Seguimos viendo el partido, comentando las jugadas y los cambios de los entrenadores. Al poco de terminar el partido llegaron su madre y hermana. Después de saludarnos, la madre se fue a la cocina y su hermana a su habitación. Esperamos unos minutos y cada uno nos pusimos en marcha para poner a cabo mi plan, a ver si daba resultado.
Me dirigí a la habitación de la hermana, y cuando entré, pues tenía la puerta abierta, la encontré en ropa interior. En vez de quejarse, me guiñó un ojo y fue mi señal para acercarme a ella y comenzar a besarla y acariciarla por todo su cuerpo.
.- Tranquilo, cariño… Me susurraba… Que está mi madre y mi hermano.
.- No te preocupes por eso… Comenté mientras le quitaba el sostén y acariciaba sus tetas… Tu hermano está entreteniendo a tu madre, para darnos unos minutos. Luego será al revés.
.- Que pillines… Rió mientras agarraba mi polla.
.- Vamos al cuarto de tus padres… Sugerí… La cama es más grande.
.- Si, vamos… Respondió excitada.
Salimos de su habitación en dirección al cuarto de sus padres. Cuando entramos, se llevó la sorpresa de ver a su madre manándole la polla a su hermano. Cómo nosotros ya estábamos desnudos, la empujé sobre la cama y sin darle tiempo a hablar, comencé a comerle el coño. Una vez pasada la sorpresa inicial, ya sólo se oían gemidos en la habitación y había olor a sexo.
Éramos dos parejas gozando del sexo. Cada cual con su chica. En un momento dado, les dijimos que se colocaran de perrito. Como estaban de espaldas a nosotros, le hice una seña a mi amigo para intercambiarnos las mujeres. Él aceptó y nos colocamos detrás de la pareja del otro. Sin tiempo a la sorpresa, les taladramos el culo, yo a su madre y él a su hermana. Ellas disfrutaban con nuestras pollas que íbamos intercalando en el coño y en el culo. Cuando sentimos que íbamos a corrernos, las sacamos, les dimo la vuelta a las mujeres y le soltamos todo en las tetas y vientre, dejando sus cuerpos embadurnados de semen.
.- ¿De quien fue la idea?… Preguntó curiosa la madre… No me lo esperaba.
.- Mia… Contesté… Le comenté a Juan que sería morboso follar los cuatro juntos.
.- Después de la sorpresa, de ver a mi madre mamando la polla de mi hermano… Explicó la hermana… La verdad que ha sido una nueva experiencia follar delante de mi madre con mi hermano, mientras te la follabas a ella, y viceversa.
Sin dejar que siguieran hablando, volvimos a devorar sus cuerpos con caricias y besos. Ellas intercambiaban nuestras pollas para mamarlas a su antojo, y nosotros sus coños para comérselos. Volvimos a penetrarlas, intercambiando sus agujeros y entre nosotros a ellas. Así estuvimos toda la noche, hasta que nos quedamos dormidos, abrazados los cuatro.
Por la mañana, nos despertaron con una mamada, y después de follarlas, nos duchamos por parejas.
Pasamos el día tranquilo, a veces entre caricias y besos. Por la noche volvimos a follar juntos.
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