Deseo que otro hombre me vea desnuda

Hola. Me llamo Ludy. Tengo 33 años. Soy casada. Vivo en Bogotá.

Últimamente he estado con deseos de experimentar algo nuevo desde que soy casada.

Llevo 3 años casada y el último año me he sentido un poco sola porque mi esposo a veces viaja por trabajo.

Cuando una vez estuve sola me dio por crear un Facebook a escondidas de mi esposo, me saqué un par de fotos normales y empecé a agregar amigos para conversar. Poco a poco me fueron escribiendo y bueno me pedían verme en foto. Al principio normal. Pero después fueron pidiéndome cosas más atrevidas. Sin darme cuenta me fui tomando fotos cada vez más atractivas y me iba gustando que me vieran otros hombres. Me sentía deseada.

La última vez un hombre me pidió posar desnuda y no me animé. Sin embargo me quedé con la idea y quisiera saber qué se siente que un hombre me vea con poca ropa y me diga cosas. Escribo para saber quién quiere conversar conmigo a escondidas y bueno probar a ver qué pasa. Ser amigos y mirar qué pasa. Besos.

Una de las posibilidades jeje

Ludy no lo confiesa del todo, pero cada vez que enviaba una foto con el escote más abierto o con esa faldita corta que dejaba ver sus muslos, terminaba mojada, con las bragas pegadas al coño, pensando en lo rico que era sentirse deseada por hombres que no eran su esposo. Esa adrenalina de lo prohibido la calentaba más que cualquier polvo rápido.

Una noche, después de varias copas de vino, se tomó una foto en ropa interior, el sostén negro ajustado y una tanga diminuta que marcaba la forma de su conchita apretada. Dudó unos segundos… y la envió. Al instante, el hombre le respondió con frases sucias, diciéndole lo rica que estaba, que se la quería follar hasta que gritara. Solo leer eso le hizo tocarse por encima de la tanga, temblando.

Desde ese día ya no hubo vuelta atrás. Se volvió adicta a ese juego: posar con el culo levantado, mostrar el pezón escapándose del brasier, insinuar más de lo que enseñaba. Cada foto era un orgasmo silencioso, sabiendo que al otro lado había hombres con la verga dura por ella.

Se imaginaba lo que no se atrevía a hacer todavía: abrir la cámara en vivo, mostrar sus tetas, abrir las piernas y dejar que la vieran empapada, jugando con su clítoris mientras la llenaban de palabras sucias. El simple pensamiento la hacía acabar sola en la cama, con los dedos embarrados en su propio jugo.

Lo más excitante era que, mientras su esposo viajaba, ella se entregaba a esa otra vida secreta, donde ya no era solo la esposa fiel… ahora era la puta escondida de Facebook, la mujer caliente que necesitaba la mirada de otros para sentirse viva.

Y cada noche se repetía lo mismo: cerraba la puerta de su habitación, encendía el celular, y con un nudo en el estómago y las piernas temblando, escribía a sus “amigos” secretos con una mezcla de miedo y excitación… porque sabía que, tarde o temprano, iba a terminar mostrando todo, dejando que otro hombre viera lo que su marido creía exclusivo.

El juego apenas empezaba, y Ludy lo sabía: no se trataba solo de conversar, sino de probar, de cruzar esa línea donde ya no habría regreso. Y en el fondo, esa idea la calentaba más que nada.

Compartir en tus redes!!
Ludy1991
Ludy1991
Artículos: 3

4 comentarios

  1. Hola ludy como estas
    Que rico poderte ver desnudita y saber que te mojas de solo hacerlo escribeme y te ayudo a cumplir tus fantasías

  2. Me gustaria mas que todo, pasar un buen rato describiendonos cositas morbosas, que rico te debes mojar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *