Cuando me empezaron a salir mis cuernos

Hola a todos. Me presento como un hombre felizmente casado. El cual lleva mucho tiempo fantaseando con que mi mujer me haga cornudo. Ella tiene 32 años, llevamos 5 años Casados después de un noviazgo de de 10.
Ana que así se va a llamar mi mujer por no poner su nombre real, era virgen hasta que después de unos meses de novios perdimos los dos la virginidad.

En el sexo siempre nos lo hemos montado bastante bien, Nunca hemos estado más de tres días sin mantener relaciones sexuales incluso cuando ella tiene el periodo, lo que más le gusta es la penetración y sentirse bien llena cosa que para mí después de su segundo parto me es bastante difícil de hacerles sentir así.

Hace cuestión de un año le compré un vibrador de 24 cm y bastante gordo. Con este juguetito metido hasta el fondo tuvo su primer Scurting, Ahí fue donde empezó a mirar un poco lo de mi fantasía que como aún no les he dicho despertó hace años con un sueño erótico en el que ella estaba follando con un pedazo de negro, posiblemente producto del porno que veo casi a diario.
Ana desde que está conmigo tengo constancia de que nunca se ha fijado ni le han llamado la atención ningún hombre pero si muchos se han fijado en ella ya que es muy guapa de cara y aunque de tetas no está muy sobrada tiene un cuerpazo espectacular con unas piernas y un culazo para ponerse malo. Para que os hagáis una idea es morena de pelo y piel blanquita,ojos negros 1,70 de altura con una silueta que se podría decir perfecta, además ella suele acentuarla con pantalones bien ajustados y minifaldas bastante cortitas, va siempre depilada, además desde que tuvimos el segundo niño lleva el DIU cosa que nos encanta a los dos para poder acabar dentro con total tranquilidad.

Por otro lado yo me voy a llamar Emilio, tengo 34 años cuerpo bastante atlético moreno de pelo Y de tez más bien blanca. No es que vaya a ser superdotado pero tengo 14 cm muy razonables. Me dedico a la gestión de varias empresas familiares, mientras que Ana es funcionaria, nuestro nivel de vida es bastante bueno, tenemos dos coches de alta gama y carecemos de hipoteca. Posiblemente lo único que deje algo que desear es que quizás tengamos poco tiempo para nosotros.

Llevo años intentando convencerla para que se acueste con un hombre más dotado que yo que la llene bien y la haga disfrutar de lo lindo, lo he intentado de todas maneras pero nunca a habido forma. La he dejado ha medias durante largas temporadas, suplicándole por activa y por pasiva, viendo porno Cuckold, fuimos a un local liberal, diciéndole que quería compartir a un semental con ella y yo que sé de cuántas formas más.

Un día le saqué la conversación de sus rolletes de adolescente y había uno que parece ser que aún despertaba algo. El sujeto es un cuñado de su hermana llamado Mario el cual se lío un par de veces con Ana sin llegar a mayores pero tras horas y días de interrogatorio me desvelo que en esos encuentros le había tocado el paquete y allí se palpaba algo descomunal. La verdad es que el chaval aún sigue estando bastante bien y está hecho un buen aguililla.

Una noche mientras follabamos a lo salvaje después de haberla hecho correrse dos o tres veces con su juguetito cabalgaba encima mía, le apagué la luz, la agarré por el culo y le dije:
-piensa que te estás follando a Mario.

Entonces me besó con una lengua infinita, me colocó las tetas en la boca y comenzó ha mover las caderas de una forma que nunca antes lo había hecho hasta que en unos instantes nos habíamos corrido los dos, chorreado nuestros flujos desde su delicioso coño bajando por mi pene, mis huevos, mi culo y finalmente haciendo un lamparón en las sábanas de una superficie similar a la de mi mano abierta.

Fue ahí donde vi un hilo del que tirar y tras largas y persistentes conversaciones conseguí que empezaran a chatear por whatsApp..

Las conversaciones siempre fueron estando yo presente y escritas por Ana y por mi excepto en algunas ocasiones en las que Mario escribía y yo no estaba junto a Ana. Hasta el momento Mario no es Conocedor de que yo estoy al tanto de todo y piensa que Ana es una salida insatisfecha. Seguidamente les Impregno las conversaciones con lo que decían a groso modo.

-A. Hola Mario, qué tal.
-M. Hola Ana, bien. Y tú?
-A. Bien también
-A. Sales los fines de semana por donde normalmente hemos salido cuando éramos más jóvenes?
-M. Hay sitios mejores para nuestras edades. Por?
-A. He quedado para el sábado en salir con mis compañeros de trabajo a cenar y luego pararnos por ahí a tomar unas copas.
-M. Muy buen plan, sí señorita. Mañana viernes hablamos y concretamos😘😘😘
-A. Ok 😘😘
Aquella noche y Ana no quiso que le escribiéramos más Al que iba a ser su macho dos días después.
A la mañana siguiente. Bastante temprano, Le escribió Mario dándole los Buenos días. Ana simplemente le contesto con lo mismo y ahí quedó la cosa.
Fue a la hora del almuerzo cuando llegue a casa y empezamos de nuevo a escribirle a Mario, Pero esta vez fuimos más al grano.
-A. Hola Mario.
-M. Hola guapi.
-A. Quería comentarte algo que ni ayer ni esta mañana fui capaz de decirte.
-M. Pues cuenta, cuenta.
-A. Lo que me gustaría hacer después de cenar, es ir contigo a tomar algo, o lo que surja☺️☺️☺️
-M. Por mi genial, ese plan me gusta más que el anterior. Pero tú Estás bien con Emilio?.
-A. Sí, pero el cuerpo me pide algo diferente
-M. Pues a ver si te puedo dar yo eso diferente 😂😂😂😂

Las conversaciones se fueron calentando cada vez más, hasta que llegado el punto le mandamos una foto de Ana en la que se le apreciaba todo su culazo con un bonito tanga blanco ypor debajo se le marcaba su bonito coño. Seguidamente como era de esperar Mario le mandó una foto en la que salía su perfecto tórax de gimnasio y una gran polla erecta que le llegaba a la altura del ombligo con la que Ana y yo nos quedamos fascinados y deseando que llegara el sábado por la noche.

Entre conversaciones calenturientas por WhatsApp y un sexo estupendo entre Ana y yo llegó la mediodía del sábado en la que quedamos con Mario para que recogiera a AnaEn la puerta del restaurante donde en teoría Ana iba a cenar con sus amigas pero en realidad lo haría conmigo, sobre las 11:00 p.m. Después de esto tomamos una comida ligera, fui a llevar a los niños a casa de mis padres y nos echamos una larga siesta en la que me moría de ganas por follar Ana me resistí y a ella creo que le pasó lo mismo.

Hasta casi las 7:00 de la tarde no nos despertamos y nos dispusimos a prepararnos. Yo me duché, me afeité y me vestí con pantalones chinos y camisa como normalmente salgo todos los sábados. Ana se ducho, se untó todo el cuerpo con una crema que le dejó la piel suave y tersa como la de una quinceañera. Se puso un conjunto que le regalé no hace mucho tiempo de medias, Liguero, tanga con un orificio para poder ser penetrada sin tan siquiera quitárselo y un sujetador que solo sirve para realzar el pecho ya que solo cubre la parte inferior quedando los pezones al descubierto y haciendo que estos se marcaron de forma perversa en el vestido negro ajustado que le llegaba bastante por encima de la rodilla y acompañado de unos zapatos de tacón de aguja no excesivos pero si bastante alto. Se hizo la plancha y se puso un punto de maquillaje perfecto.

Una vez preparados los dos, yo sentía una tensión en el pecho que creo que solo los cornudos consentidos podemos saber lo que es. Ella iba tan perfecta que me daban ganas de devorarla y anular todo lo previsto, pero fui capaz de manejar la situación hasta llegar al restaurante.

Para las 10:15 p.m. ya íbamos por el postre Y con dos botellas de vino blanco, le dije a Ana que le escribiera a Mario diciéndole que en 1/4 de hora la esperara en la puerta del restaurante y. Pasado 1/4 de hora Ana se levantó, Me dió un gran morreo con lengua, cogió su bolso y se fue siendo el punto de atención de todos los hombres que había en el restaurante. En dos minutos tenía un mensaje de Ana en el móvil diciéndome la contraseña que habíamos acordado para saber que ya la había recogido Mario:

– Amor, vamos a salir después de cenar, llegaré tarde. Besos te quiero mucho mi vida.

Pagué la cena y me fui para casa. Desde aquí hasta que Ana llegó a casa solo puedo transmitiros lo que ella me contó.

Cuando Ana salió del restaurante allí estaba Mario en la puerta subido en el coche esperando. Ana se subió en el coche. Mario le propuso de ir a tomar algo pero Ana se lo negó pidiéndole estar a solas en un lugar más tranquilo, a lo que Mario le propuso llevarla a su casa. Ya por el camino Mario le metió la mano por la entrepierna hasta llegar Al tanga Empapado en flujo encontrando el orificio y metiendo un par de dedos en su coño totalmente mojado y caliente, tras llegar a su coño Ana se abalanzó sobre él comiéndole la boca y palpando la enorme polla que tocó hace años de atrás Y vio un día antes en fotografía.

Tuvieron hasta llegar a su casa un viaje de unos 20 minutos entre tocamientos y besos. Nada más entrar por la puerta de la casa Mario se agarró a Ana levantándole el vestido y palpándole el culo, mientras se comían las lenguas  levantó el vestido y siguió con sus tocamientos, la llevó a hasta su habitación donde la tendió boca arriba, Le quitó el tanga y le empezó a comer el coño de una manera bastante habilidosa, Le echó las piernas hacia arriba y continuó lamiéndole el culo. Tras haberla hecho correrse bastante bien Ana se levantó de la cama, volvieron a comerse la boca y se quitó el vestido. Mario tras ver lo que llevaba puesto de sujetador se lanzó a comerle los pezones con mucha ansia, Cuando ya tenía los pezones totalmente erizados, Ana le quitó la camisa a Mario, le desabrocho los pantalones, se puso de rodillas bajando los pantalones y los calzoncillos apareciendo allí aquella descomunal polla con dos grandes testiculos recolgando, que sin pensarlo empezó a comer desde los huevos hasta la engrosada punta del capullo. Tal fue la mamada que en un par de minutos Ana tenía la cara y la boca llenas de leche. según ella era bastante sabrosa. Sin llegar a bajarsele a Mario aquel pollón le indicó a Ana Donde estaba el baño para que se limpiara un poco la cara.

En Menos de dos minutos estaba Ana en la habitación y Mario esperándola con su gran polla erecta mirando al techo, cogió a Ana y la puso mirando para la pared le lamió bien el coño y el culo y dándose cuenta de que aquello estaba suficientemente lubricado, se la clavó. Empotrada con las manos y cara en la pared le dió una follada de varios minutos como nunca había recibido Ya que en esa postura mi polla se le sale con mucha facilidad, tras llegar al orgasmo y los flujos de Ana Chorrear hasta los huevos de Mario, cogió a Ana y la tiró nuevamente en la cama follándola en la postura del misionero durante otro buen rato sintiendo una nueva sensación, los latigazos de esos colgones  huevos en sus nalgas. Acabaron el excitante polvo Con Ana a cuatro patas y el coño lleno de leche.

Tras descansar un rato, Mario volvió a la carga tocándole el coño encharcado, Ana empezó a besarlo y a lamerle los pezones. cuando le tocó la polla se quedó totalmente sorprendida al comprobar que aquello estaba otra vez totalmente erecto y listo para follar.

Esta vez se subió Ana encima mirando hacia él hasta que una vez más se derriba otro gran orgasmo. Cambiaron al misionero, hicieron el 69, a cuatro patas y por último una postura que para nosotros es también imposible de lograr. ella encima dándole la espalda con las manos sobre sus hombros y la pelvis en el aire hasta recibir otra gran descarga de leche En su coño.

una vez recuperados de la sesión de sexo se vistieron, se montaron en el coche y Y se dirigieron hacia nuestra casa. Al llegar a la puerta de nuestra casa se despidieron con un intenso beso y quedaron para repetir en no mucho tiempo.

Eran más de las cuatro de la madrugada, yo estaba completamente dormido y extasiado de tantas pajas que me había hecho pensando en la situación, Con la polla minúscula y los huevos totalmente exprimidos. cuando escuché los tacones de Ana rápidamente me desperté y mi corazón se puso a cien. Al Entrar en la casa lo primero que hizo fue ir a la habitación y encender la luz. Su aspecto era de estar agotada, el pelo alborotado, el rimmel corrido hasta media mejilla Y las medias y el liguero los traía en el bolso.

Al preguntarle que qué tal había ido lo único que me dijo es que aquello había sido otro nivel. Nos fundimos en un beso Y le rogué que pusiera su coño encima de mi cara.

Estaba totalmente dilatado y chorreando de corríduras, olía a una mezcla de sudor y flujo tanto de macho como de hembra. Le comí todo el culo y coño absorbiendo todos los jugos que había por allí, mientras ella sentada Encima de mi cara me Hizo una breve paja hasta echar unas cuantas gotas de semen encima de su mano. Ella se corrio nuevamente restregando su ano y coño por mi boca.

Tras todo este cúmulo de sensaciones nos dormimos los dos acurrucados hasta el día siguiente.

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