Cornudo: Su amigo la dejó frente a la casa

Hola, buenas noches. Me llamo Alejandro y mi mujer, Ailyn. Tenemos juntos 14 años y actualmente tenemos 35 años.

Yo mido 1,75 m, soy gordito y mi pene mide 14 cm.

Mi esposa es bajita, mide 1,54 cm, tiene el cabello liso y largo, negro, que le llega hasta las nalgas, que son redondas y bien definidas. Sus tetas son pequeñas, pero sabrosas. Su vagina es rosadita y está cerrada, aun después de haber dado a luz a tres hijos.

Esto pasó cuando comenzamos a salir. Yo la conocí por una amiga. Salían todos los fines de semana de viaje y, al llegar los domingos, siempre llegaba borracha y teníamos sexo. Yo notaba que, cuando llegaba, sentía un sabor a semen y la ropa interior de ella siempre estaba manchada, pero, cada vez que le preguntaba, me decía que no. Que era flujo.

Un día, llegó más borracha de lo normal, su amigo la dejó frente a la casa y, mientras subía, la desnudé. Para mi sorpresa, estaba llena de semen, se le escurría hasta por las piernas. Le pregunté y me dijo que nada, que se la mamaba y listo.

Total, que desde que empezamos siempre había tomado leche. Eso me puso muy caliente y se la comencé a secar con la lengua. Me enseñó el gran pene que se comía los fines de semana. Calculé que mediría entre 20 y 21 cm de largo y unos 4 o 5 cm de grosor. Comparado con el mío, era inmenso. Eso me excitó más y me dijo que se la comía todo el fin de semana.

Llevaba polla de él y que, cuando la traía, se la mamaba antes de entrar a la casa, nada más para besarme. Me dijo: «Métemela y bate la leche, cornudo», y apenas se la metí, acabé. Entonces me dijo: «Acuéstate a dormir», y así hice.

Al día siguiente, nos despertamos, se la mamé otra vez y no dijimos nada más.

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