El sexo surgido del odio
Descubro tu presencia antes de que entres en la habitación. Sé que no vas a ser amable conmigo y siento tu odio mirándome fijamente, atravesando el pasamontañas de plástico negro que me impide ver. Estás muy cerca, puerco inmundo, observando tu obra. Estoy desnuda, lo sé porque siento el frío que hace en este sótano donde llevo ya incontables horas, días, quién sabe si semanas. Y durante todo este tiempo, no has parado de torturarme impúdicamente.
Tu respiración es lo único que oigo de ti, salvo cuando estás gimiendo como un perro. Gemidos y ronquidos que no me dan ninguna pista. ¿Quién eres, monstruo infernal? Estás justo encima de mí, mirándome y vuelvo a sentir el asco que me das. Te odio tanto que tu odio por mí es una niñería, una nadería sin contenido. Tu aliento en mi cuello es algo insoportable y las yemas de tus dedos son como cuchillas horadando mi piel. No eres nada original y empiezas por donde siempre, por posar tus nauseabundas manos en mis tetas y sobarlas, apretarlas dejándome el sudor de las palmas de tus manos, callizas y duras. Me levantas el pasamontañas hasta la nariz, dejando mi boca libre. Tu lengua lame mi cara, donándome un reguero de baba que escurre hasta mi barbilla mientras tu cuerpo se apoya sobre el mío. Cierro los ojos debajo del pasamontañas y me concentro en no sentirte, me imagino muy lejos de ti, disfrutando de un granizado de café en una terraza con vistas al mar. No sé por qué pienso en eso, cuando yo jamás he soportado el café, pero tampoco te soporto a ti y también vuelves cada dos por tres. Tus manos separan mis piernas y ya he decidido no volver a resistirme. Me follarás cuando quieras, porque llevas haciéndolo tanto tiempo que ya no tiene sentido la rebeldía.
Tu polla está muy dura y entra en mis carnes sin ningún cuidado. Me desgarran, me perforan hasta el fondo. La siento enorme, mucho mayor que la de mis anteriores compañeros. Quizá sea el miedo o tu brusquedad, porque estoy convencida de que eres alguien acomplejado, lleno de temores y sin autoestima. Si tuvieses una polla en condiciones, la usarías para procurar placer a mujeres, no para torturarlas. Debes tener una polla pequeña y por eso me vendas los ojos, para que no la vea. Quizá me estés metiendo un consolador, pero no creo: esto que entra hasta mis entrañas haciéndome tanto daño es algo carnoso, caliente. Se mueve como solo un animal puede moverlo, haciendo verdadero daño en mi vulva que está irritada a más no poder. Sale calor de ella y debe ser de la putrefacción que llevas en tus tripas. Me follas con odio. Me follas mientras yo pienso en cosas hermosas, aunque el dolor haga que no sirva de mucho.
Ya no recuerdo lo que es gozar de un polvo bien echado, como los que echábamos mi novio y yo hace apenas un mes o dos. Quién sabe cuánto tiempo ha pasado desde que me trajiste a este infierno personal. Yo antes disfrutaba del sexo y me encantaba sentir cómo se corrían en mi interior. Me gustaba ver a mis chicos contraer los músculos de la cara, gritar mi nombre mezclado con asentimientos, blasfemias y palabras bonitas. Ahora, todo eso parece darme asco, porque tú eres el único que goza de mi coño.
Jamás lo has tocado, salvo con tu polla. Nunca has hecho nada que pudiera darme placer a mí, aunque sería imposible sentir gusto de tus acciones. Me follas, siempre del mismo modo monótono, y ahora estás haciéndolo otra vez. Me follas porque te odio. Me follas porque eres incapaz de follar con nadie más, nadie más te soporta. Tu lengua vuelve a pasar por mi cara y empaña mis labios, mojándolos con tu baba insoportable. Dos veces más. Introduces la punta de tu lengua en mi boca, muerdes mis labios para obligarme a abrirlos. La siento dentro de mi boca, lamiendo como lame una serpiente. Tus manos estrujan mis tetas hasta hacerme verdadero daño, pero no gritaré, porque cuando grito te detienes para hacerme más daño. Quiero que termine pronto, así que procuraré no desconcentrarte.
Tus manos vuelven a hacerme daño y una se posa en mi cuello. Llevo ya las marcas de tus dedos en él, porque te encanta apretar mi garganta mientras me follas, salvaje. Monstruo. Estás jadeando como la rata que eres. Apenas puedo respirar y tu otra mano se aferra a mi muslo, clavando tus uñas en él. Sangro, pero no lo siento salvo como un leve pinchazo. Estás rasgando mi carne y sé que estás a punto de correrte. Lo sé porque lo has hecho tantas veces, y eres tan poco imaginativo, que jamás me equivoco. Quiero que termine y tú estás a punto de darme ese placer: el placer de saber que durante un tiempo, serás una piltrafa incapaz de repetir esto mismo. Tu lengua se pasea por mi boca otra vez y se introduce hasta darme ganas de vomitar. No te importaría, ¿verdad? Creo que te daría gusto que te vomitase encima, porque eres tan asqueroso que solo la repulsión puede darte placer. Sacas la lengua y la pasas por mi cuello. Te gustaría chupar mis tetas, pero piensas que eso igual me gustaría y todo. No tienes ni puta idea, chaval. Sigue lamiendo mi cuello, sigue follando mi coño. Estás en tensión, tus glúteos se contraen. Es un momento que me da mucho miedo, porque sé lo que viene ahora.
Tu dedo pulgar presiona mi cuello con tanta fuerza que, por un instante, pienso en que te pasarás y terminarás con todo esto. Deseo que pase, deseo que un músculo descontrolado de tu brazo apriete más de la cuenta y termines con mi vida de perros. Pero no sucede. Justo cuando estoy sintiendo la asfixia final me sueltas, te apartas de encima de mí y siento que te mueves hasta mi cara. Está allí, esa polla que odio con tanta pasión. No me la metes en la boca, que fue lo primero que pensé cuando lo hiciste al principio. Si lo hicieras, te la arrancaría de cuajo de un mordisco y lo sabes. Te la meneas frente a mi cara y siento tu leche impactar contra mis labios. Me mojas con tu eyaculación vomitiva, caliente y espesa, que no para nunca. Caen dos, tres gotas sobre mi cara. Una da en el pasamontañas y me alegro porque eso debe joderte mucho. Tu glande, aún soltando gotitas, se posa en mi nariz y en mi pómulo. Está mojado y me da un asco tremendo. Pasas tu polla por mis labios y por mi cuello, la bajas hasta mis pezones y te recreas en ellos, rozando tu glande con mis tetas.
Te apartas y oigo cerrarse la puerta. No tardarás mucho en volver. Eso es algo que tengo asumido.
Relatos relacionados
Hola es mi primera vez que voy hacer mi relato, esta vez con la hija de mi prima.
Ella tenia 16 años y se llama yesenia, y yo tenia 28 años ella vivia en otra ciudad y se vino a vivir a mi casa, era una chiquilla inocente q no sabia nada de la vida, a mi me excitaba al verla con un buso apretadito que se le hundia en su rajita era excitante verla asi.
una tarde iniciamos a jugar a perseguirnos claro yo accedia a sus juegos y asi comenzamos...
19-Dec
94581
Ella se levantó y fue a calentar una segunda pava para seguir con los mates, aproveché ese lapso para repasar todo mentalmente, para tranquilizarme un poco puesto que toda su historia me excitaba bastante y me costaba mantenerme en eje, Lulú volvió a mi lado
Él fue quien te cogió por primera vez?
No, el nunca llego a cogerme, fue raro, pero a los doce comencé a chuparle la pija y solo quería mamársela y tragar cuanta leche como podía, me fui perfeccionando con el tiempo hasta convertirme en una profesional, aprendí...
15-Aug
5457
¡Han pasado casi diez años, y parece que fue ayer!Lo que voy a relatarles ocurrió en el verano de 1.990. Lo único que voy a cambiar de la historia son los nombres. El resto es totalmente real.Por aquellos entonces, yo convivía con una chica de 23 años a la que llamaré Reyes. Levábamos dos años de unión. Ambos trabajábamos y mejor que peor salíamos adelante. Nos gustaba salir, recorrer las cervecerías con los amigos los fines de semana, todo lo que le gusta a una pareja normalmente. ¿Normalmente?.Unos de nuestros...
12-Mar
18277
Hace tiempo cuando iba a la universidad había un laboratorio cerca el cual tenía que pasar para tomar el transporte hacia mi casa.
Esa semana fue de exámenes y al terminar el último me fui a mi casa a estudiar para el examen del día siguiente, me fui caminando como era costumbre pero esta vez fui sola, al llegar a la entrada de los laboratorios estaba entrando un camión y el vigilante estaba afuera, se paró a lado mío y me scaneo con la mirada ese día lleva a...
20-Aug
45936
Cindy es una alumna de tez morena de 19 años, de talla bajita apenas 1.60 mts, con senos pequeños pero grandes pezones obscuros, con un culito pequeño pero durito y bien hecho. Como ustedes veran no tiene grandes dotes esta chica, pero desde que la vi en el grupo de primer ingreso en la universidad senti una gran atracción hacia ella, tiene un ?sex apeal? enorme. Talvez por su forma extrovertida, su candidez y su simpatía.En mi caso soy profesor de una universidad, de 35 años, con un miembro de...
11-Aug
22318
Es la continuación de mi primer relato les recordare q soy mexicana tengo 38 años y mi amigo tiene 55 ahorita yo estoy casada pero mi esposo trabaja en eu así que todo el tiempo estoy sola con mis hijas. Lo que paso después del primer encuentro la verdad me traía loca después de ese encuentro trataba de provocarlo para vernos de perdida una o 2 veces x semana lo que aconteció a una invitación a unas cabañas aquí por donde vivo un fin de semana el y yo completamente...
28-Sep
49613
Hace unos días nos juntamos con mis amigas en la casa de bruna para luego ir a un boliche. llegué y ellas ya estaban preparadas para la salida lo cual siempre nos llenaba de alegría. el entusiasmo era notorio. yo estaba un tanto incómoda con camila pero al rato se me pasó ya que noté que ella no sospechaba nada de lo que había ocurrido días atrás. el plan era cenar allí y luego partir para el boliche. el padre de bruna estaba preparando la cena con el papá de...
29-Oct
49005
Me despertó un movimiento brusco, pensé que era por uno de esos sueños raros en los que te caes de algún lugar pero me sorprendí al abrir los ojos y ver encima de mi una chica desnuda, era ella, pelo negro, ojos marrones, grandes senos del tamaño de un gran melón, cintura completamente curva, grandes caderas que se movían con ansias y un gemido suave y delicado proveniente de una voz dominante, así la vi encima de mí con mi pene completamente violado al estar dentro de su depilada...
16-Sep
40712
[Lesbico] Hola, mi nombre es Adriana, soy venezolana, de 22 años y estudiante universitaria. Soy trigueña, muy bonita, delgadita, de estatura media, cabello negro lacio largo, con tetas grandes y con muy buen cuerpo (modestia aparte). Siempre había tenido una actitud sexual totalmente heterosexual, jamás me habían interesado las mujeres, ni había fantaseado con ellas.
27-Feb
25768