El sexo surgido del odio

Autor: Dingo | 26-Apr

Consentidos
Descubro tu presencia antes de que entres en la habitación. Sé que no vas a ser amable conmigo y siento tu odio mirándome fijamente, atravesando el pasamontañas de plástico negro que me impide ver. Estás muy cerca, puerco inmundo, observando tu obra. Estoy desnuda, lo sé porque siento el frío que hace en este sótano donde llevo ya incontables horas, días, quién sabe si semanas. Y durante todo este tiempo, no has parado de torturarme impúdicamente.

Tu respiración es lo único que oigo de ti, salvo cuando estás gimiendo como un perro. Gemidos y ronquidos que no me dan ninguna pista. ¿Quién eres, monstruo infernal? Estás justo encima de mí, mirándome y vuelvo a sentir el asco que me das. Te odio tanto que tu odio por mí es una niñería, una nadería sin contenido. Tu aliento en mi cuello es algo insoportable y las yemas de tus dedos son como cuchillas horadando mi piel. No eres nada original y empiezas por donde siempre, por posar tus nauseabundas manos en mis tetas y sobarlas, apretarlas dejándome el sudor de las palmas de tus manos, callizas y duras. Me levantas el pasamontañas hasta la nariz, dejando mi boca libre. Tu lengua lame mi cara, donándome un reguero de baba que escurre hasta mi barbilla mientras tu cuerpo se apoya sobre el mío. Cierro los ojos debajo del pasamontañas y me concentro en no sentirte, me imagino muy lejos de ti, disfrutando de un granizado de café en una terraza con vistas al mar. No sé por qué pienso en eso, cuando yo jamás he soportado el café, pero tampoco te soporto a ti y también vuelves cada dos por tres. Tus manos separan mis piernas y ya he decidido no volver a resistirme. Me follarás cuando quieras, porque llevas haciéndolo tanto tiempo que ya no tiene sentido la rebeldía.

Tu polla está muy dura y entra en mis carnes sin ningún cuidado. Me desgarran, me perforan hasta el fondo. La siento enorme, mucho mayor que la de mis anteriores compañeros. Quizá sea el miedo o tu brusquedad, porque estoy convencida de que eres alguien acomplejado, lleno de temores y sin autoestima. Si tuvieses una polla en condiciones, la usarías para procurar placer a mujeres, no para torturarlas. Debes tener una polla pequeña y por eso me vendas los ojos, para que no la vea. Quizá me estés metiendo un consolador, pero no creo: esto que entra hasta mis entrañas haciéndome tanto daño es algo carnoso, caliente. Se mueve como solo un animal puede moverlo, haciendo verdadero daño en mi vulva que está irritada a más no poder. Sale calor de ella y debe ser de la putrefacción que llevas en tus tripas. Me follas con odio. Me follas mientras yo pienso en cosas hermosas, aunque el dolor haga que no sirva de mucho.

Ya no recuerdo lo que es gozar de un polvo bien echado, como los que echábamos mi novio y yo hace apenas un mes o dos. Quién sabe cuánto tiempo ha pasado desde que me trajiste a este infierno personal. Yo antes disfrutaba del sexo y me encantaba sentir cómo se corrían en mi interior. Me gustaba ver a mis chicos contraer los músculos de la cara, gritar mi nombre mezclado con asentimientos, blasfemias y palabras bonitas. Ahora, todo eso parece darme asco, porque tú eres el único que goza de mi coño.

Jamás lo has tocado, salvo con tu polla. Nunca has hecho nada que pudiera darme placer a mí, aunque sería imposible sentir gusto de tus acciones. Me follas, siempre del mismo modo monótono, y ahora estás haciéndolo otra vez. Me follas porque te odio. Me follas porque eres incapaz de follar con nadie más, nadie más te soporta. Tu lengua vuelve a pasar por mi cara y empaña mis labios, mojándolos con tu baba insoportable. Dos veces más. Introduces la punta de tu lengua en mi boca, muerdes mis labios para obligarme a abrirlos. La siento dentro de mi boca, lamiendo como lame una serpiente. Tus manos estrujan mis tetas hasta hacerme verdadero daño, pero no gritaré, porque cuando grito te detienes para hacerme más daño. Quiero que termine pronto, así que procuraré no desconcentrarte.

Tus manos vuelven a hacerme daño y una se posa en mi cuello. Llevo ya las marcas de tus dedos en él, porque te encanta apretar mi garganta mientras me follas, salvaje. Monstruo. Estás jadeando como la rata que eres. Apenas puedo respirar y tu otra mano se aferra a mi muslo, clavando tus uñas en él. Sangro, pero no lo siento salvo como un leve pinchazo. Estás rasgando mi carne y sé que estás a punto de correrte. Lo sé porque lo has hecho tantas veces, y eres tan poco imaginativo, que jamás me equivoco. Quiero que termine y tú estás a punto de darme ese placer: el placer de saber que durante un tiempo, serás una piltrafa incapaz de repetir esto mismo. Tu lengua se pasea por mi boca otra vez y se introduce hasta darme ganas de vomitar. No te importaría, ¿verdad? Creo que te daría gusto que te vomitase encima, porque eres tan asqueroso que solo la repulsión puede darte placer. Sacas la lengua y la pasas por mi cuello. Te gustaría chupar mis tetas, pero piensas que eso igual me gustaría y todo. No tienes ni puta idea, chaval. Sigue lamiendo mi cuello, sigue follando mi coño. Estás en tensión, tus glúteos se contraen. Es un momento que me da mucho miedo, porque sé lo que viene ahora.

Tu dedo pulgar presiona mi cuello con tanta fuerza que, por un instante, pienso en que te pasarás y terminarás con todo esto. Deseo que pase, deseo que un músculo descontrolado de tu brazo apriete más de la cuenta y termines con mi vida de perros. Pero no sucede. Justo cuando estoy sintiendo la asfixia final me sueltas, te apartas de encima de mí y siento que te mueves hasta mi cara. Está allí, esa polla que odio con tanta pasión. No me la metes en la boca, que fue lo primero que pensé cuando lo hiciste al principio. Si lo hicieras, te la arrancaría de cuajo de un mordisco y lo sabes. Te la meneas frente a mi cara y siento tu leche impactar contra mis labios. Me mojas con tu eyaculación vomitiva, caliente y espesa, que no para nunca. Caen dos, tres gotas sobre mi cara. Una da en el pasamontañas y me alegro porque eso debe joderte mucho. Tu glande, aún soltando gotitas, se posa en mi nariz y en mi pómulo. Está mojado y me da un asco tremendo. Pasas tu polla por mis labios y por mi cuello, la bajas hasta mis pezones y te recreas en ellos, rozando tu glande con mis tetas. Te apartas y oigo cerrarse la puerta. No tardarás mucho en volver. Eso es algo que tengo asumido.

Relatos relacionados

Según el diccionario de la Lengua, dícese cabrón a aquel que consiente (y aún procura) el adulterio de su mujer. Así ,yo debo decirles que soy un verdadero cabrón y de los de más mérito ya que va para 25 años que mi mujer me pone los cuernos con gran satisfacción y dedicación. Yo estoy ya en la cincuentena y ella que tiene 48 es morena, tetas generosas increiblemente firmes de pezones oscuros que se empalman al primer roce, su coño muy trabajado está envuelto en un pelo rizo, largo...
21-Apr
42932
HOLA ME LLAMO CARLOS Y TENGO 19 AÑOS ESTO QUE LES VOY A CONTAR ME SUCEDIO ASE UN MES,TODO EMPESO CUANDO FUI A MI CONSULTA CON MI DOCTORA PARA QUE ME REVISARA ,PARA ESTO MI DOCTORA ME FASINAVA PORQUE SE LLAMAVA LETICIA Y TIENE 25 AÑOS, ENTONSES COMO LE ESTAVA DICIENDO ME FASINAVA , ENTONCES YEGUE AL CONSULTORIO Y YO ERA EL ULTIMO PACIENTE ENTONSES ME RECIBIO Y ME EMPESO A CHECAR LUEGO ME DI CUENTA DE QUE TRAIA UNA MINIFALDA NEGRA Y UNA CAMISA MUUUUYESCOTADA Y UNAS MEDIAS QUE...
17-May
35260
A medida que fui creciendo me di cuenta que mi cola tenía como un poder sobre mis amiguitos,por el echo de dejarme manosear,tocar o apoyar mis nalgas en sus pijas,podía hacer o pedir lo que quisiera de ellos,me sentía una nenita mimada,juan,mauricio y eduardo eran mis novios oficiales ,mis íntimos amiguitos con los cuales fuimos descubriendo el placer del sexo.juan que en ese momento era el más grande, fue el quién me hizo el amor por primera vez,fue en su casa una mañana que no fuimos a la escuela,me acuerdo...
23-Aug
14169
Hola amigos le contare un pequeño secreto de mi vida íntima y de mi novia. Ella es más joven que yo y un poco más caliente. Su nombre   digamos k es Ana para suponer,   bueno el caso es que mi novia es de este tipo de mujeres k no puede beber, porque no tiene aguante.   Desde que bebe se pone floja de las pierna y cuando cae en la cama es como una piedra, ni una bomba atómica la despierta , el caso...
02-Jan
98867
Esta es mi confesion de como me convertí en un cornudo consentido .. mi esposa y yo llevamos 7 años de casados ella 31 y yo 39 años ..la verdad mi mujer es hermosa con un culo q vuelve loco a cualquiera tetas 34 b y una vagina muy apetecible de esas carnudas ..ella y yo caímos en el error de toda pareja que es la monotonía ya casi no teníamos relaciones una vez al mes si acaso y aparte de eso problemas de pareja y económicos los cuales nos llevaron...
05-Oct
113858
Todo comenzó hace 4 años cuando mi prima cumplio 18 años, ella es un poco baja, pero con un cuerpo escultural lo que llamamos en México una chaparrita cuerpo de uva, yo tenia 19 años, soy una persona que le encanta salir por las noches ya sea con amigos o con mi novia, ese día fue cumpleaños de mi prima Hanna, fuimos a su casa para festejarla, yo habia tenido una discución muy fuerte con mi novia y por eso ella no habia ido, ese día despues de la fiesta...
03-Apr
36076
Como me coji a estefy una chica de 20 años que vi en facce por primera vez yo tengo 40 años. La contacte por facce le ofrecí trabajo vino a una entrevista y comenzó a trabajar para mi después del segundo día que vino le dije que me gustaba la invite a salir y casi no la veía pero como a las 10 días de verla ella me dijo que si quería andar conmigo de ahí quedamos en vernos varios días y me cancelaba siempre hasta que por la lleve a...
08-Aug
54640
Me cogi a una señora de 75 años que en sus tiempos de juventud fue una belleza, tengo cuarenta y dos años la señora me provoco hasta que le meti la verga y toda esto sucedio un dia que fui a visitarla a su casa como vive sola la señora me invito una copa y las que sigieron hasta que me puso a tono en un principio yo no queria pero me la empezo a garrar y a jugar con mi verga pues se me alboroto y me la empezo...
07-Mar
658058
[Grandes Relatos] Mi nombre es Rubén, tengo 43 años y hace 3 que me separé. Vivo en la ciudad de Buenos Aires y soy ingeniero industrial y tengo una empresa de consultoría en ingeniería con 2 socios. A raíz de la grave situación económica que pasó la Argentina durante los años 2001 y 2002, el trabajo en la empresa decayó muchísimo, razón por la cual decidí matar el tiempo navegando en Internet y descubrí el chat como herramienta para conocer a otra gente. Así fue que me topé con una chica cuyo nick era Noe. Al principio nuestras charlas eran en el chat pero después comenzamos a comunicarnos a través del MSN y finalmente me dio su teléfono y todas las mañanas charlábamos mas de una hora.
21-Mar
18413