Una orgía con mi tío y sus amigos

En una fiesta familiar platicaba con mi tío Raúl mientras tomábamos unos tragos, mirábamos a todos lados mientras algunos familiares bailaban, platicaban y se divertían, cada quien en su onda, nadie más nos escuchaba y me preguntó quién más sabía de mis gustos por los machos, sonreí y le dije que de todos ahí solamente él se había comido mi culo pero que ya lo había hecho con otros cuatro familiares, él solo sabía de con el que habíamos hecho un trío, se rio y me dijo que era bien golosa, me preguntó si me gustaría que me cogieran entre cuatro y segura le contesté que sí, a mi respuesta emocionado contesto -maravilloso, ya quiero presumir te con mis amigos, deseaba compartirte, ver cómo te cogen y disfrutas como puta. El ambiente entre los dos era de lujuria; quedamos en vernos pronto, en cumplir mi fantasía.

Llegó el día. Quedamos en su casa para arreglarme antes de que llegaran ellos. Me vestí de lo más atrevida y sexy, usé un vestido corto, debajo lencería negra de encaje, un liguero, medias de red y tacones altos, planché mi largo cabello y pinté mis labios de rojo.

Comenzaron a llegar los invitados, espere arriba a que me dieran la señal, mientras tanto mi tío les ofreció unos tragos, ya estaban ansiosos por conocerme y se apresuraron a llamarme entonces mi tío fue por mi y de la mano me llevo a ellos, mi andar y mi figura los cautivo, me presenté como Andrea y muy corteses me recibieron, se portaron amables ofreciéndome una bebida y yo confiada me senté en las piernas de uno de ellos, reíamos mientras sus manos tocaban mi trasero, los otros quisieron también tocar y mi cuerpo comenzó a sentir varias manos, nos levantamos todos en sincronía de la sala, comenzaron a desvestirse y otro más me levantaba el vestido, me tomo del culo y me llevo a la mesita de centro, ahí me puse en cuatro patas, las vergas comenzaron a posarse frente a mi rostro, tome las dos y comencé a mamarlas se veían exquisitas, eran grandes y gruesas.

Sus cuerpos eran atléticos porque practicaban futbol aunque ya fueran maduros, el tercero se quedó atrás, hizo aún lado mi tanga y lamio mi ano, sentí su lengua húmeda mientras en la mía había liquido preseminal, golpeaba con ellas mi cara, las lamia completas, metía sus cabezas y las introducía hasta donde podía, el que lamía mi culo comenzó a empujar su miembro, sentí más ajustado que todas las veces, está era una verga grande, comenzó suave y cuando pudo me dio rápido y con fuerza, yo batallaba entre jadear y seguir mamando, el tipo se detuvo un momento para voltearme boca arriba sobre la mesita, tomo mis piernas y las abrió, entonces vi su gran verga, la introdujo de nuevo en mi culo y continuo penetrando, mi tío quien estaba mirando como me tenían sus visitas se acercó, tome su verga en mi mano, otra más en la otra y me metí la cuarta en la boca que con las embestidas que me daban mame desesperada hasta que este último se vino en ella, se la limpie toda.

Su amigo que estaba tomo su lugar y metió su verga en mi boca, mame y mame hasta que también se vino, mi tío estaba más que caliente y aventó su chorro de semen en mi cara cuando aún limpiaba la segunda, la acerque a mi y chupe ambas antes de que se tomarán un descanso.

Quedo el que me tenía como brocheta, me levanto de la mesa y me cargo, tenía mis brazos al rededor de su cuello y mis piernas en su cintura como trepada a un árbol, su tieso tronco dentro de mi se introducía todo cada que caía en peso sobre él, me tenía derretida en él, me temblaban las piernas y me dolía el culo, sus amigos lo alentaban, de pronto lo sentí llenarse de leche, me recostó en el sofá y antes de salirse alguien más ya esperaba turno, saco su gran verga y escurrió un poco, el amigo que relevaba recogió con su verga el semen que escurría y lo empujó con la cabeza de su miembro adentro de mi culo, ahí recostada levanto mis piernas y las puso en sus hombros agitando mis tacones en el aire, bombeo mi culo hasta venirse otra vez en mi, me levanté al terminar y escurrieron las dos corridas por mis piernas.

El tercero se acercó, me recargo boca bajo en el descansa brazos del sofá dejando mi culo paradito, metió su trozo y la empujó toda, estaban aprovechándome toda, de pronto tenía en mi rostro la gran verga, la que me abrió el culo esa noche, la metí a mi boca desesperadamente y por más que quería no podía meterme toda, me atragantaba con ella, me asfixiaba pero no quería dejar de mamarla, al mismo tiempo recibía nalgadas, apretaban mis muslos y jalo mi cadera hacia él descargando toda la leche de sus testículos en mi, acelere el paso e hice que la verga en mi boca se viniera también, trague toda su esperma, terminamos tan cansados y satisfechos, que fue una gran noche.

¿Te gustó este relato? descubre más relatos XXX diarios en nuestra página principal.