Una mujer casada insatisfecha y que no está feliz
Lo que voy a relatar es algo verídico que sucedió en Colombia. No deseo comentarios obscenos de gente atrevida, sino comprensión. Conocí a una mujer por internet, casada, pero me llamó la atención su relato, en el que decía que había follado con unos vecinos en su casa después de una noche de juerga y excesos. Lo más extraño es que la cogieron delante de su marido y que él no se enteró por lo profundo que dormía. Estos hombres la devoraron por completo, pero ella sí que disfrutó a pesar del marido presente, ya que la penetraron por los dos orificios y, entre besos, caricias y manoseos, le gustó, ya que tiene un culo rico y provocativo que llama la atención por donde pasa.
Después de algunos días, estos hombres la visitaron de nuevo y volvieron a cogerla, ya que ella nunca le contó a su esposo lo que pasó esa noche, más bien lo publicó y así fue como llegué a tener contacto con ella, ya que al leerlo decidí ayudarla, ya que soy motivador sexual. Le respondí que no le dijera nada a su marido y que dejara pasar las cosas porque al final las dos cogidas las había disfrutado y ya en su personalidad habían cambiado algunos aspectos, como que se sentía más deseada por los hombres. Le gustaba que la miraran y empezó a desear cosas extrañas, como ser devorada por todos los hombres que la asediaban. Además, empezó a sentirse más guapa. Yo siempre le enviaba correos donde le explicaba que, a causa de todas esas folladas que había recibido, se iba a poner más guapa, y así sucedió, porque esto es cierto. Ella lo notó en su propio cuerpo. Incluso me mencionó que su culo estaba delicioso y que le gustaba que los hombres la miraran el culo.
Un día me contó que su marido llegó a casa con su jefe y, después de unas copas, se vio envuelta con los dos hombres, de tal manera que volvió a ser penetrada por estos dos hombres, que la arremetieron con todo hasta hacerla delirar de placer, porque, como ella misma me dijo, era por la gran confianza que yo le inspiraba. Yo le sugerí que siguiera con el juego, ya que era con el consentimiento de su marido y a ella también le gustaba. Después, el jefe de su esposo empezó a planear viajes para el esposo de ella con tal de quedarse a solas con esa mujer y disponer de tiempo para hacer con ella lo que le viniera en gana.
En una ocasión, me escribió para decirme que el jefe de su esposo la había invitado a su casa. Ella aceptó sin imaginarse que viviría otra aventura. Era una casa bonita, con un ambiente agradable, y empezaron a besarse y a acariciarse, y a vivir momentos íntimos, hasta que cuenta que apareció un hermoso perro, que era muy dócil y educado. En esa conversación, le propuso que hiciera el amor con el perro, porque anteriormente le había enseñado un vídeo en el que aparecía una mujer bonita haciéndolo con ese perro. Al final, él la convenció y el perro la excitó por completo. El perro ya estaba entrenado para estos menesteres y terminaron follando, hasta que se quedaron pegados. Él miraba cómo el perro se la follaba y llegó a sentir el semen del perro.
En otra ocasión, la citó por segunda vez, pero ella no quería ir. Había una mezcla de miedo y curiosidad en ella. Esta vez había otro encuentro, pero él ya le había adelantado que tenía un caballo muy bien adiestrado. Pensó que si podía penetrarla por la vagina, el problema sería por el culo, ya que a ella le gustaba muchísimo por el culo y el miedo la embargaba. Así que llegó el gran día y ella se dispuso. Cuenta que él la obligó a masturbar al caballo hasta causarle una erección y, ya excitado, el caballo se la clavó por la vagina. Ella se retorcía de placer y lujuria. Ahora venía lo bueno: ser devorada por su culito. Pero tanta fue la excitación que tuvo que ponerse de culo y poco a poco, con la ayuda de su amante, fue penetrada completamente por el culo, quedando totalmente desbocada. Tal fue así que cuenta que él la penetró por detrás, pero que esta vez no sintió el pene de su amante. ¡Qué experiencia! Y hasta sintió el semen del caballo.
Todo esto sucedía cuando su marido se iba de viaje. Cuenta que, en una ocasión, pidieron una cena a domicilio y que, cuando llegó el encargado, su amante la obligó a salir a recibirla completamente desnuda. Al principio no quiso, pero después se animó. Como la comida no podía entrar porque no había abierto toda la puerta, al abrirla más mostró toda su desnudez al repartidor, que recorrió con la mirada su lindo y apetecible cuerpecito.
El día de San Valentín salió con su esposo y se encontraron con su jefe, que estaba acompañado de una chica muy guapa, así que se unieron las dos parejas. Tomaron unas copas y después los invitaron a casa. Allí, entre su esposo y el jefe, la arremetieron con todo mientras su amiga observaba la escena con pasión, y después viceversa. Otra nueva experiencia para ella: se empezó a manosear con la chica, ya que las dos son muy bonitas, y terminaron en una orgía, pero satisfechos.
Cada vez esta muñeca vivía nuevas y excitantes experiencias y cada vez se sentía más bonita. Su mente estaba llena de hombres, quería ser devorada por todos, pero no quería parecer una puta ni una mujer fácil. Solo quería satisfacer sus deseos y yo me sentía orgulloso de guiarla y orientarla. Tenía una gran obsesión por el sexo y yo la comprendía. Esto nunca se lo contó a sus amigas. Solo confiaba en mí y seguía mis consejos y sugerencias. Me contaba que se divertía. Yo era su amante virtual. Me contaba todo, hasta el último detalle. Yo manipulaba sus andanzas. Me preocupaba por ella y acabé sintiendo mucho cariño por ella. Era una mujer superinsaciable, bella, hermosa, deseada y envidiada por mujeres.
Todo iba bien, pero su última experiencia no pudo vivirla como ella deseaba. Quería coquetear con su cuñado, así que le sugerí que usara vestidos sugerentes para provocar. Yo dirigía la atmósfera erótica y ella la vivía a plenitud. Pero pasó algo: su esposo descubrió, o mejor dicho, hackeó su correo y encontró nuestros mensajes. La trató mal, la llamó puta, pero no la maltrató físicamente.
Pero ella se vengó de la manera más sucia: regresó a casa con seis hombres borrachos y les ordenó que la cogieran. Como la vieron bonita, exquisita, bella, provocativa y sexy, no se hicieron esperar los deseos: la desnudaron y empezaron a tirársela. Su cuñado quiso defenderla, pero al final también terminó follándosela. Fue una noche de excesos: la penetraron profundamente. Todos estaban desnudos y cuenta que se excitó al ver ese espectáculo. Eran siete los hombres que se la comían, incluido su cuñado. Llegó un momento en que se la comían de tres en tres, es decir, primero tres: uno por la boca, otro por la vagina y otro por el culo. Y todo esto lo filmaba su esposo. Después seguían los tres restantes y le daban muchas nalgadas que terminaron bien rojas. Le decían: «¡Ábrete, puta de mierda!». Le decían de todo.
La follaron toda la noche. Cuenta que hasta sangre le sacaron del culo. Probó semen de todos los hombres, chupó todos los penes. Terminó totalmente destrozada, adolorida, abierta y bañada en semen.
Ahora está en casa de su madre, aunque su esposo ya ha ido a verla y a pedirle perdón para que regrese a casa. Yo, como siempre, aconsejándola, le he dicho que regrese con él. Al final, me cuenta que lo ama y que todo lo que han pasado lo tomará como una experiencia. Yo la extraño mucho, porque ya me ha dicho que nunca más me va a volver a escribir, pero sí que tengo fotos de su bello y atractivo culito, porque yo nunca, nunca la olvidaré. Me encariñé demasiado con ella. Me lo contaba todo. Espero que siempre se conserve bonita y atractiva.
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