Sin culpas a mis 50 años

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Soy una mujer casada que pisa los 50 años. Un matrimonio bastante monótono pero tranquilos al fin criamos hijos y ya están por llegar nietos.

Trabajo como doméstica en una casa de la cual terminada la jornada puedo regresar a mi casa o quedarme a pernoctar allí. Es un matrimonio con 3 hijos y el menor padece cierto retardo pero es un encanto de adolescente. 😊

Mis patrones son profesionales y ambos se pasan el día afuera en sus consultorios. Gozo por antigüedad con ellos de absoluta confianza. A (nombre que le pondré al hijo menor) va y viene en micro escolar y muchas veces viene entre triste y hablando me entero de las burlas que padece y a veces hasta las chicas lo molestan.

Pasó una vez que me trajo un regalo el cual le habían dado sus padres y cuando me lo dió ante mi exceso de alegría se lo agradecí con un llamado pico. Casi quedó helada cuando ví mi desmadre, él sonrió y me dió las gracias yéndose donde sus padres que estaban en la casa.

Esa tarde agobiada decidí irme a casa, casi no dormí pensando en el desliz de mi beso de agradecimiento. Al otro día llegué a la casa hecha una bolsa de nervios pero todo estaba bien y mi interior suspiró descargando un poco de paz. Pasaron un par de días en forma normal hasta que una vez me trajo 2 alfajores y se quedó mirándome expectante.

Quise explicarle que no abría beso pero mi tentación pudo más y le dí uno un poco más intenso. El me mostró que eran 2 alfajores y el segundo fue suave, tranquilo y con lengua dentro de su boca. Me perdí, estaba frente a un machito con una discapacidad y virgen total…no me aguanté frente al desafío y si algo me ponía bien había sido su silencio de primer beso.

Lo tome de cuello y empecé a marcarle los tiempos para la suavidad; sentí sus manos ansiosas por todo mi cuerpo y por momentos su exceso de baba me atragantaba, pero el ardor podía más que el asco. Lo separé un segundo para mirar su estado, el sonrió y susurró- ¿vamo cogé?.

Miré la hora y teníamos tiempo. fuimos a la cama y ví con que alegría acariciaba mi desnudez al tiempo que yo me encargaba de su ropa para descubrir una buena pija que me maravilló lo dura que estaba. Siempre tengo condones porque mi marido no se cuida pero los descarté, quería sentir la carne viva, estaba tentada de chuparlo pero no quise ir tan a fondo la primera vez.

Él no paraba de besarme y lamerme los senos que se me estaban endureciendo. Abrí las piernas y me lo monté, tuve que indicarle el ritmo por los pechazos que me daba; y sentí su torso caliente su lengua que no se cansaba de meterme en mi boca y gimoteó dándome a entender que venía su descarga a la cual me sumé con mi calentura desmedida.

Cuando descolgó todo su semen se recostó en mis senos, agitado y con una sonrisa contestó mi pregunta si le había gustado. Que ino dijo y después de un breve beso se recostó en mis pechos de nuevo. Nos vestimos y le rogué no contara nada.

Nunca habladé me dijo hasta con un tono de ofendido. Volví a mi trabajo y al regreso de mis patrones no tuve miedo de nada.

Creo que él sabía que estaba a darle mi cuerpo para que empezara a descubrir el sexo y yo estaba dispuesta a todo.

PARTE 2

Sin culpas a mis 50 años (2)

A 2 cosas tuve temor cuando empecé a ser la mujer de A, que su madre se diera cuenta o que él se descubriera solo. En realidad una noche de amor con mi marido fue él quien me preguntó si estaba distraída. Estaba pensando en A cuando me encamaba con mi esposo 2 veces por semana teníamos una hora y hasta hora y media para entregarme a sus caprichos sexuales que por internet descubría y a los cuales me sometía.

Le encantaba sentarme en su falda con los pechos desnudos los cuales lamía después de intensos besos de lengua mientras su mano se metía en mis bombachas para excarvarme el sexo. Me gustaba verlo parada con las piernas abiertas y brazos en jarras para hacerme arrodillar y lamerle los huevos y pija.

A veces se acostaba y con los brazos cruzados en su nuca me veía recorrer sus piernas con mi lengua hasta llegar a su verga y huevos los cuales de a uno hacía desaparecer en mi boca. Una vez lo di vuelta y empecé a chuparle el culo, se retorció de placer y solo paré cunado salió de su boca un mugido.

Se había vaciado, dejando mis sábanas pegoteadas de leche, le limpié verga y estómago con mi lengua y después me puse boca abajo acariciando su pene para no dejarlo descansar, me acariciaba las nalgas y sonriendo le pedí que me cogiera por el culo. -Zoz un uta contestó. -No nene soy tu puta, haceme la cola.

Sentí bajar la lengua por la espalda y después de un breve chupón en mis nalgas me montó casi sin piedad, no era su tamaño pero sí la dureza lo que hizo arquearme al tiempo que él con una experiencia increíble empezó a explorar el interior de mi ano despacio y con un movimiento circular como buscando agrandarlo.

Apreté las sábanas con mis manos y mordí la almohada, y en medio de mis gemidos por el espejo de la mesita de luz pude ver su sonrisa, sus ojos cerrados y su lengua afuera y hacia arriba que cubría su labio inferior.

Me cogía a pija pelada y a medida que bombeaba el aire se lleno con el olor de mi ano, su pecho mojando mi espalda y el gruñido inconfundible que anunciaba la inundación de su esperma dentro de mi cuerpo.

Lloriqueé un poco por dolor y no sé sin culpa, se acostó a mi lado boca abajo y acariciando mi culo me repetía que era una puta. – No te gusta que sea tu puta?. Sonrió lo dí vuelta poniéndome en cuatro junto para empezar a lamerle esa pija flácida, tibia, pegajosa; mientras sentía como su leche emanaba de mi culo para deslizarse por mis muslos interiores.

La tercer leche fue acuosa y hasta con algun chorro de piss que el miró absorto como me tomaba todo. Cuando quedó exhausto buscando recuperar el aire, le susurré- Pedime lo que quieras, nada me dá asco si para vos es placer.

En ese ambiente fétido de sexo cometimos la imprudencia de dormitar, pero no no hubo peligro de nada. Después del baño no paró de acariciarme mi culo que seguía ardiendo y pasarme la lengua por la cara.-Quiedo chupadte la concha.

Ahora no amor, me dejaste de cama….

PARTE 3

Sin culpas a mis 50 años (3)

La casa por momentos en mi dormitorio tenía olor a burdel, el sexo consumado flotaba en el aire y A no paraba de sacarse los gustos que descubría por internet. Lo que más le gustaba eran los besos de lengua; literalmente me chupaba la jeta y con su ardor de macho tan joven me transportaba a mí, aunque sentía que hacíamos un sexo bizarro y que no había dado los pasos para llegar a desatar su morbosidad..

Me levanté la pollera, apoyé mi espalda a la pared y arqueé la cintura hacia adelante. Se arrodilló, olió mi vagina y sentí su lengua pesada y rasposa deslizarse por los muslos hasta libar mis labios vaginales.

Su boca hace el ruido de una rana y empecé a retorcerme frotando mi concha por su cara, separó el rostro para preguntarme si me gusta y tomándolo de la cabeza lo hundí en clítoris de nuevo sentenciando. Chupa pendejo hijo de puta, chúpame la cajeta y tomate el flujo. Me hizo acabar y sudar. Lo traje del cuello a mi boca y le chupe la lengua tomando lo que quedaba de mis flujos en su hedionda boca.

Se tiré a la cama con las piernas abiertas y le pedí me siguiera lamiendo. Acabé 2 veces más y me lo monté totalmente perdida en calentura, me lo cojí al susurro de dale dame la leche, para eso soy tu puta. Descargó una larva hirviente dentro de mí y cayendo su rostro en mis pechos dijo.

Que uta zoz, uta toda cogida. Un día la señora me pidió la acompañara al mercado, me hizo una compra grande para mí, a la vuelta se largó un aguacero muy cargado y quedamos en el estacionamiento esperando amenguara.

Sin mirarme a la cara dijo que imaginaba que pasaba entre su hijo y yo. Que me calmara, que como madre no le gustaba pero sabía que yo era una bendición en el cambio que él tenía, hasta le había bajado la medicación en su crónica medicación. tenés vía libre, pero con el cuidado que corresponde, ni mi marido lo sospecha…pero vos sabés como somos las madres.

Fuimos hasta una remisería para cargar mi compra y me dió dinero para pagar el viaje, realmente necesitaba un flete. Cuando fuí a despedirme me dijo que el Sábado tenían una fiesta si podía cuidar a A. Avergonzada, confundida y sin mirarla le dije que sí.

Sonrió tomándome de la pera y dijo- Todas las suegras no queremos una nuera puta, pero yo me alegro que así sea. Sos lo que se dice un hembrón. Me dió un pico y arrancó.

Esos 2 días que faltaban para el Sábado se me hicieron eternos, hasta me masturbé recordando su leve beso.

PARTE 4

Sin culpas a mis 50 años (4)

La patrona me partió la cabeza; jamás pensé que aquel roce de sus labios me hiciera recordar si alguna vez la había notado como mujer hermosa. Cuando llegué a la casa el Sábado busqué desesperada su mirada, me sonrió sabiéndome excitada. A mis 50 años no podía de pensar poder llegar a tener como amante a la madre de mi macho extra.

A estaba sereno y cauto como siempre, cuando fueron a despedirse ella me dió la dirección de donde estarían y temblorosa tome la esquela. La maldita me largó una mirada socarrona y se mojó los labios descaradamente. Partió hacia la puerta de salida donde la esperaba el marido y sus dos hijos moviendo las caderas en forma más que notable. Ni bien partieron busqué a A, le abrí la boca y le hundí mi lengua dentro de ella.

A respondió como siempre, ardiente y baboso, le pedí que me manoseara, que me tocara toda y que me hiciera lo que se le antojara. Pensaba en ella en cada momento que sentía la lengua de A, imaginé que eran sus manos las que recorrieron todos mis muslos y senos; A padecía cierto retardo pero era un macho con antojos perversos. El asqueroso después de echarme la primer leche me llevó al baño para hacerse lavar la pija.

Mientras le frotaba el jabón y enjuagaba note un chorro tibio en la mano; era su orín, lo miré sorprendida y apareció su sonrisa maquievélica. Enojada lo solté y me fuí a mi habitación sintiendo su risa y el sonido de su voz; ¿no de guzto uta? tendo máz…jajajaja.

Me cercioré de que se durmiera y me acosté yo, a la madrugada sentí que llegaron y unos minutos después sentí que la señora andaba por la habitación de A. Supuse volvería al dormitorio pero la ví venir hacia el mío, como que verificaba que todo estaba bien, musitó mi nombre y entro sentándose en mi cama, me hice la que despertaba y me preguntó si todo estaba bien. -si…contesté fingiendo estar adormilada.

Me puso una mano en el hombro y en penumbras pude adivinar su sonrisa. -Duerme linda, mañana charlamos. No llegue a contestar cuando sentí su mano acariciar mi seno y su aliento de olor a rouge y licor me dió un beso corto pero intenso invadiendo con su lengua magistral mi boca. Se paró para retirarse y sentenció- Quiero que te revuelques conmigo, se nota que sos reputa y degenerada.

No pude dormir, mojada, ardiendo y masturbándome como una pendeja mientras gemía y contorsionaba en la cama sudando mares. Jurandome coger con esa madre que seguro era mas puta que yo…hasta imaginé que me regalara a su marido y resto de los hijos.

By: Adro 😊

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AlfredoTT
AlfredoTT
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