Nunca destaque por ser muy lanzada con los chicos

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Toda esta historia empezó cuando mi novio, con el que llevaba más de dos años se fue a estudiar al extranjero y decidimos dejarlo. Yo estaba muy mal y Jordi, un amigo mío de un Chat me animaba constantemente, pasábamos horas hablando y se portaba muy bien conmigo. Yo ya sabia, porque él me lo había dicho, que tiempo atrás yo le había gustado y mucho, pero estaba mi novio y…

Un día, cuando el dolor de la ruptura con mi chico ya iba dejándome respirar y vivir, comencé a darme cuenta de que Jordi se estaba convirtiendo en mas que un amigo. En las conversaciones le sacaba temas sobre sexo y él se sorprendía mucho, pues me veía como una jovencita ya que era 8 años mayor que yo, pero yo ya tenia 20 añitos y de niña no me quedaban rastros. Un día hablando me confesó que estaba muy excitado, que no era la primera vez y que acostumbraba a masturbarse mientras hablábamos. A mi no me sorprendió, pues yo también lo había hecho. Pero todo quedó ahí y no sé muy bien por qué nos fuimos alejando.

Tiempo después recibí un e-mail con una dirección y su nombre, dude, pensé que aquello podía ser una broma, pero más tarde me decidí a probar. La verdad es que nunca destaque por ser muy lanzada, pero en realidad Jordi me atraía y quería volver a estar con él y sobre todo conocerle, pues llevábamos mas de 4 años hablando y jamás nos habíamos visto en persona. Así pues dos semanas más tarde metí un macuto al coche con algo de ropa y me dirigí a su casa.

Al llegar me abrió la puerta un chico rubio, de ojos grises y manos grandes que me invitó a sentarme y me dijo que Jordi estaba en la cama que iría a despertarle, no tardó mucho en regresar y me entretuvo con frases típicas mientras Jordi se duchaba, algo que me ayudó, pues estaba bastante nerviosa. Cuando Jordi apareció por el pasillo creí desmayarme, el pelo rizado le rozaba suavemente los hombros y el polo azul destacaba todavía más, si cabe, sus inquietantes ojos del mismo color. Nos fundimos en un abrazo y el chico rubio puso una excusa tonta para dejarnos solos.

Estuvimos hablando y bebiendo toda la tarde y a la hora de cenar Jordi fue a su cuarto a llamar por teléfono para pedir unas pizzas. No sé que me pasó ni que me impulso a hacer eso, pero le seguí y al entrar apague la luz. Al ser verano todavía entraba una tenue luz por los agujeritos de la persiana y el se giró, sorprendido, al descubrirme quitándome la ropa. Dejo el teléfono en el escritorio y vino a ayudarme. Empezó con dulces besos en las mejillas, en los labios, en el cuello, llego al ombligo y me miró, tenia una sonrisa tierna, como de agradecimiento. Su dedo índice se paseaba por encima de mis braguitas rozando mi clítoris y poniéndome muy caliente, poco a poco se deshizo de ellas y pude ver como se le hacia la boca agua al ver mi coñito recién rasurado. Me separo las piernas con suavidad, se humedeció un dedo y sin más miramientos me lo introdujo; un escalofrió recorrió mi cuerpo y estuve a punto de caerme al suelo. Comenzó a moverlo lentamente dentro de mí y a mí los gemidos se me escapaban de los labios. Sin sacar su dedo de mis profundidades acerco su lengua a mi clítoris, mientras yo me pellizcaba los pezones presa del calor de mi cuerpo. Su lengua mantenía un ritmo constante, pero su dedo empezó a apresurarse e introdujo dos más, yo me quejé, pero le dio igual…

  • Voy a follarte con mis dedos, voy a follarte con mi lengua, voy a follarte con mi polla; me debes 4 años.

El oír eso me excito muchísimo, no sé muy bien si fue por su tono agresivo o porque me imagine la noche que me esperaba, y me corrí en sus dedos y en su boca, llenándole de jugos que demostró que le volvían loco. Me tumbe en la cama y vi su polla, tiesa, dura y grande, delante de mis ojos, confieso que me dio miedo, pues era demasiado grande y supe que me iba a hacer daño. Comencé a chuparla, la lamí, la succione… Jordi me miraba y me mantenía la cabeza en su polla incrustándomela hasta lo más profundo de mi garganta, yo le acariciaba los huevos y con la otra mano le pajeaba. Empecé a chuparsela más rápido y su polla empezó a crecer dentro de mi boca, estábamos muy calientes. Jordi me tumbo boca arriba y yo me incline para ver su miembro, ahora era descomunal. Lo mire con una mezcla de sorpresa y pánico y el me beso en la frente.

  • Tranquila, iré despacio, cariño.

Apoye la cabeza en la almohada y me dejé hacer. Empezó rozando su glande en mis labios y después me penetro, muy poco a poco, mientras con un dedo me pellizcaba el clítoris. Me encantaba, yo estaba quieta y entregada a él, su polla fue entrándome lentamente y sus movimientos comenzaron a ser fuertes embestidas que hacían que me volviera loca. Me miraba mientras gemía y me pellizcaba los pezones y se volvía loco. Me levanto y me puso a cuatro patas, ahora sus huevos chocaban con mi sexo y eso me excitaba muchísimo.

  • Jordi, por favor, no pares.

De pronto sentí un escalofrió en mi culito, me había introducido un dedo que peleaba por hacerse un hueco en la estrechez de ese agujero.

  • ¿Eres virgen aquí?.
  • Si…- le respondí a la vez que me incrusto otro.

Sus embestidas en mi vagina seguían su ritmo, pero el culo me ardía.

  • Jordi, para, me estas haciendo daño.
  • Lo sé cariño, pero ya veras como se pasa.

Y tenía razón, ese ardor que sentía no tardo en transformarse en calor y hacerme estremecer. Ahí estábamos los dos gimiendo como locos cuando se abrió la puerta, yo me gire espantada y vi unos ojos grises alegres y una sonrisa bondadosa.

  • ¿Puedo pasar? – se limito a preguntar.

Yo estaba muy excitada y solo quería seguir y llegar al clímax, así que Jordi me miro y yo asentí con un gesto de indiferencia. El muchacho se coloco delante de mí y me observaba. Jordi se hundió entre mis piernas y me pasaba su lengua desde el culo hasta el clítoris sin cesar mientras yo me retorcía de placer, me gustaba sentirme observada. El rubio se acerco y me puso la polla firme frente a mis labios, yo dude y mire a Jordi. Le di una lametada y comencé a chuparsela como una loca, mientras Jordi volvía a penetrarme, ya no era yo y estaba muy bien. El chico me aparto la cara y se dirigió donde Jordi, se acomodo mientras que Jordi se ponía debajo de mí y en un segundo tuve dos pollas dentro de mí, Jordi me estaba follando tremendamente rápido mientras que el otro me penetraba despacio el culo. No tarde en correrme mientras besaba apasionadamente a Jordi, quien no paro ni un segundo, por mas que se lo suplique, pues el sabia que en el fondo yo no quería. Los dos seguían follandome muy rápido, a la vez, Jordi anuncio que se iba a correr, era fantástico sentir esas dos pollas dentro de mí. Nos corrimos los tres a la vez. Jordi y el rubito me llenaron de semen caliente mientras yo gritaba.

Ahora vivimos los tres juntos.

Compartir en tu redes !!
AlfredoTT
AlfredoTT
Relatos: 4237