Mujer despechada le es infiel a su esposo
Hola, qué tal, soy Karla, tengo 35 años. La verdad, le fui infiel a mi esposo, ya que un día lo descubrí besándose con otra chica. A lo cual rompimos nuestra relación por 3 meses.
Un día llegó mi esposo a mi trabajo ya casi para salir, para poder platicar y quizás llegar a reconciliarnos. Bueno, pues él esperó ahí afuera, cerramos la cortina de la tienda, mi jefe directo en ese tiempo me coqueteaba, y la verdad, como estaba despechada, lo acepté. Le dije: Oye, hoy llegó mi esposo, está afuera, quiere platicar conmigo. Él se puso celoso, yo me le acerqué y le dije que no se molestara, a lo cual él me dio una nalgada, me tomó de la cintura y me sentó en sus piernas, acariciándome los pechos. Le dije: Espera, está afuera él, pero él siguió, me agarró a la fuerza y me metió a su oficina, diciéndome: Hoy serás mía, mi amor. Le dije que eso no estaba bien. Él me dijo: No te quieres vengar de él, todo lo que te hizo. Yo le dije con la cabeza agachada que Si…
Entonces él me arrancó la blusa, dejándome el brasier, lo bajó y comenzó a chupar mis pezones; yo me excité demasiado y fui correspondiendo. Me alzó y me sentó en su escritorio, con sus fuerzas, trozo mi pequeña tanga, me abrió las piernas y comenzó a besarme la vagina; yo me apretaba los pechos de tan excitada que estaba y gemía. Le decía que ya me hiciera suya.
Me levantó la minifalda y sacó su enorme pene, subió mis pies a sus hombros y comenzó a bombear mi vagina; yo gemía y gritaba despacio, para que no me escuchara mi esposo afuera. Después de darme duro en mi vagina, me dijo que si mi esposo ya me lo había metido por el culo. Yo le dije que no, nunca lo había dejado que me diera por el ano. Él se lamió los labios y me volteó, puso mis manos en el escritorio, abrió mis nalgas y puso su pene en mi ano. Yo le dije que no lo hiciera, pero él no hizo caso y de un solo jalón me la metió hasta dentro. Sentí un gran dolor, pero a la vez placer. Comenzó a bombearme el culo. Yo le decía: dale, más, más, más! Me dijo: Te gusta, perra… Yo le dije: Siii!
Me volvió a voltear, metió sus dedos a mi vagina y me empezó a masturbar. Lo hacía muy brusco, mientras yo gemía y gritaba. Abrió mis labios vaginales y besó mi vulva, era muy rico. Por fin metió su pene de nuevo a mi vagina y me dio duros bombeos hasta que se vino dentro de mí. Sentía como me metía todo su semen dentro de mi vagina.
Sacó su pene y se subió su pantalón; yo tomé mi blusa y la metí al casillero, igual mi tanga rota; la dejé ahí. Salí y mi esposo me quiso besar, yo me volví y nos fuimos caminando.
Sentía como el semen me rozaba mi colita, casi no le tomaba caso a lo que él me platicaba, pues me dolía el ano.
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Hola Karla como estas?
Me guto tu relato espero que subes mas