Mi novia con un compañero de futbol
Buenas, reaparecí después de un tiempo. Como saben, mi nombre es José, mi novia, Lorena. Entren en mi perfil para leer otros dos relatos anteriores en los que mi novia se introduce en este mundo. En ese entonces tenía 19 años. Lo que paso a contar es mucho más reciente: tenía 27.
Yo jugaba en un club de fútbol. Ella iba a mirar y siempre me decía que nuestro delantero —al que llamaremos Jorge— era muy malo, lento, etc. Y sí, Jorge era así. Alto, morocho, corpulento, lo que lo hacía pesado.
Un día lo cruzamos en un baile. Lo saludamos, nos quedamos charlando un rato, y nada. Ella, con unos tragos encima, se animó a cargarlo con que no era bueno. A lo que Jorge le responde:
—Quizá, estoy bastante de madera últimamente… pero bailando soy bueno, al menos.
Entre tema y tema, Jorge dice que va a buscar un trago. Entonces Lore y yo charlamos:
L —¿Te molesta si bailo con él? A ver si es tan así como se vende…
Yo —Me extraña… para nada.
Vuelve él, y le digo que se la prestaba para bailar. Paso seguido, bailaron unos temas mientras tomaban unos tragos. Llegó el momento de un lento y ellos estaban por dejar, cuando de pasada les dije que siguieran, que iba al baño y luego por un trago.
Vi de lejos cómo bailaban pegados. Primero con vergüenza. Luego, vi que se hablaban al oído, ya más sueltos, riendo. Él la agarraba de la cintura, hasta que se animó a probar: bajó la mano un poco y le acarició una nalga. Ella sonrió solamente y le subió la mano. Pero se seguían hablando al oído… e increíblemente, él bajó ambas manos y, agarrándola fuerte de las nalgas, la afirmó más contra él. Y así seguían bailando.
Vuelvo yo despacio. Se hicieron los tontos y se despegaron. Él acusó que iba a dar una vuelta y volvía, mientras yo hablé con ella.
Yo —¿Qué pretendés? Creo que el “malísimo” te está cayendo bien.
L —Creo que tengo que dejar el alcohol… Más vale vamos a casa, no te pongas celoso. Vamos y nos olvidamos de esto.
Yo —No, para nada celoso. Si querés que lo invitemos a él…
L —¿Seguro? Vos querés… pero no. Me gustó, no lo niego… pero no da.
Yo —Ustedes dos solos, digo.
Justo viene Jorge. Ella me miró y agachó la cabeza. Tenía una guerra entre el sí y el no. Entonces di el paso.
Yo —Jorge, nos vamos nosotros. ¿Querés venir a casa?
Jor —¿Eh… a tomar algo?
Yo —Sisi, tranqui.
Jor —Dale, me copó.
Salimos de ahí, ella callada. Llegamos a casa, entramos, y no los dejé ni pestañear.
Yo —Jorge, Lore quiere coger con vos. Y vos, vi que también. Pongo la TV en la cocina y ustedes sáquense las ganas en la pieza. Esto queda acá.
Quedaron en shock.
Yo —Dale, vayan…
Jor —¿En serio?
L —Sí, él habla en serio.
Jor —Bueno… vamos entonces.
Pasaron a la pieza. Yo me acomodé en la cocina/comedor. Los escuché un rato murmurar. Después, nada. Me asomé… la vi sentada en la cama, desnuda, él parado frente a ella y ella haciéndole oral. Me fui.
Al rato empezó el ruido. Ella estaba arriba de ese animal, que tenía un miembro normal. Ella se le amacaba. Me quedé un rato viendo y me fui. Me volví a asomar cuando sentí nalgadas: la tenía en cuatro, agarrándole el pelo, dándole dos o tres chirlos, bombeándola fuerte. Ese animal le estaba dando duro.
Luego la pasó a forma cucharita, y con una mano le frotaba el clítoris. La hizo acabar a chorros. Y él, ya terminando, escuché una mini conversación.
Jor —Te quiero acabar en la boca.
L —Como quieras…
Jor —Daleee… ahhhh…
En ese momento se la saca, se saca el forro. Ella se metió la pija en la boca y le brotaba la leche mientras él acababa. Se la limpió bien y terminaron ahí, pero se quedaron acostados.
Al rato entré. Ellos se taparon. Les dije si querían dormir ahí, que yo me iba al comedor, al sillón cama. Él, sin dudarlo, accedió.
Me desperté entre dormido algunas horas después con los gemidos de ella. Sí… estaban cogiendo nuevamente. Esta vez no me levanté. Los sentí disfrutar. Luego se fue.
En la semana, en práctica, estuvimos trotando solos y él me dijo:
Jor —Gracias. La pasé bien… ella es hermosa.
Yo —Shh… ya está. Mejor que la pasaste bien…
Continuará con más historias… ¡Espero que les haya gustado!
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