La secretaria más complaciente del mundo

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En un relato anterior comenté que tengo un fetiche de coger con maduras; porque siento que es con mi mamá con quién lo hago. Ahora les contaré la historia de la mujer más grande con quién lo he hecho y que ha sido una de las mejores experiencias que he tenido.

Cuando yo tenía 24 años, la secretaria de mi trabajo tenía 52, una señora no tan bonita la verdad, gordita pero con un par de nalgas que se veían muy bien y un par de tetas nada despreciables, y a quien llamaremos Pau.

Pau era una mamá soltera, mujer pícara, de repente te hablaba en doble sentido o si tú lo hacías en seguida lo agarraba. Como ejemplo, cuando íbamos a comer nos decía “quieres que te lo caliente” o cosas así, o si necesitaba algo tuyo te decía “me lo prestas un rato” obvio con doble sentido. 😜

Bueno pues una vez que estaba viendo porno en la noche desde mi lap en casa, me escribió por el Skype y empezamos a platicar, primero todo normal pero yo andaba caliente y me aventuré a empezar una conversación caliente.

Me preguntó que qué hacía a esa hora y le dije que viendo porno, y me dijo que ella también, le dije que no le creía y me mandó un pantallazo de la página que veía, yo me quedé de a seis; pero sobre todo me prendí. Así que seguí la plática, le pregunté qué cuanto tenía sin coger y me dijo que muchos años, que ya hasta era señorita otra vez. 😁

Le dije que en ese caso me encantaría a mi ser quien la estrenara otra vez y luego ella fue la que no me creyó, me dijo que cómo alguien de mi edad se podía fijar en ella, pero bueno después de insistir y seguir la plática caliente, nos mandamos unas fotos provocadoras.

Desde ahí empezamos en la oficina a coquetear, en cualquier chance nos manoseábamos, hasta que un día tuvimos que ir a la oficina un sábado, iba a ir solo yo pero se ofreció a ayudarme. Así que fuimos solos, hicimos lo que teníamos que hacer del trabajo, y terminando cuando nos teníamos que ir, nos empezamos a besar y ya no paramos.

Me hizo sexo oral

Se bajó todo y me pidió que se la metiera, lo hice pero me dio nervios de que fuera a llegar alguien más, así que no pude terminar, nos vestimos y nos fuimos pero ya habíamos empezado un camino muy largo de sexo y satisfacción. 😍

Días después, estábamos muy calientes, ella estaba en su lugar y yo parado a un lado de ella viendo unos temas y ella se me repegaba para sentir mi verga que cada vez estaba más dura. Ese día dijimos que íbamos a salir a comer pero en realidad nos fuimos a un motel muy cerca de ahí y ahí si no aguantamos.

Nos quitamos todo, me hablaba sucio, lo que me prendía más, me decía “déjame mamártela” o “méteme tu vergota“. Me pidió que le diera por el culo, fue la primera vez que lo hice por ahí, ya había intentado con algunas mujeres y nunca habían querido, y ella hasta me lo pedía, lo que desbordaba mi deseo aún más. Cogimos como si no hubiera mañana, le llene la panocha peluda de semen, y así nos regresamos a la oficina, sin comer, pero no nos importó. 🤣

Después pasó algo que no esperábamos, de por sí éramos muy pocos, 6 o 7 en la oficina y de ellos se fueron casi todos, dejándonos a Pau, al ayudante general y a mí. El dueño de la compañía vivía en otra ciudad y manejaba la oficina remoto, yendo una vez cada mes o cada dos meses, así que nos quedamos los 3 solos en la oficina, y empezamos a pedirle al ayudante general que cuando tuviera que ir a dejar paqueterías o entregas de material se fuera después de la comida y ya no regresara, él feliz y nosotros más.

Así que solíamos tener al menos una oportunidad a la semana para coger, y lo hacíamos, hacíamos de todo. Con ella probé todo lo que se me antojaba, me complacía casi en todo lo que le pedía. Me la mamaba hasta que me venía adentro de su boca y se los comía todos. Me dejaba echárselos en la cara, en las tetas, las nalgas. 😜

Lo hacíamos en toda la oficina, me acuerdo una vez estaba tomando una llamada con el jefe, traía una falda muy antojable, le levanté la falda, le hice la tanga a un lado, la empiné y me la cogí mientras hablaba por teléfono, me vine súper rápido por tanta excitación.

Esa vez la prendí, terminando la llamada fue a mi lugar y me pidió que me la cogiera de nuevo, que la había dejado con ganas. Así que me la volví a coger, esa vez me corrí 3 veces de tan caliente que andaba.

Recuerdo que al principio usaba calzones de señora, pero poco a poco empezó a usar tangas o calzones de encaje muy sexis. Una vez le pedí que llevara todas sus tangas y me las modeló, después me masturbó con ellas hasta que me vine y se las llené de leche. 😎

Lo que más me sorprendió fue un día que me pidió que me dejara lamer el culo mientras me la mamaba, el famoso beso negro, y era ella quien lo pedía, desde ahí siempre que me la mamaba me lo hacía también, era delicioso, lo único malo es que me dejaba tan a punto que cuando se la metía a veces no duraba tanto, pero eso parecía no importarle, lo que ella quería era que la llenara de leche.

A ella no le gustaba o más bien le daba pena que le chupara su panocha pero si le pedía que me dejara besársela, la tenía peluda y me hacía recordar la de mi mamá. 😁

Así por un par de años fue mi puta personal, y ella misma me lo decía. Lo malo es que por trabajo tuve que moverme de ciudad y yo ya casado fue más complicado. Todavía después de moverme de ciudad volví un par de veces a ver a mis papás y aproveché para verme con ella y coger como en los buenos tiempos.

Así fue mi historia con esa madurita, caliente, deseosa de placer y muy complaciente y que dicho sea de paso me permitía fantasear con mi mayor deseo, el incesto con mi mamá. 😎

By: Wero

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AlfredoTT
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