La mujer perfecta para viajar y para tener sexo

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

El siguiente relato sucedió hace dos años, conocí a una chica por Internet, ella se llamaba Macarena, era de Sevilla, cerca de mi Huelva natal, era morena, ojos verdes, labios muy sensuales, guapa, alta, delgada, buenos pechos, un cuerpo maravilloso. Tras hablar bastante tiempo a través de la red, decidimos hacer un viaje a Moscú.

El trayecto hasta la capital de Rusia en avión fue largo, así que cuando llegamos como estábamos cansados del viaje y ya era bastante tarde, decidimos meternos en la habitación del hotel a descansar, así que nos duchamos y nos metimos en la cama de matrimonio los dos, ella llevaba un camisón celeste, sin sujetador y con unas sensuales braguitas.

Al poco tiempo, no aguanté y empecé a besarla, ella me correspondió, recorría con mis besos y mi lengua todo su cuerpo, sus pezones empezaron a crecer en mi boca mientras los succionaba y mordía, Macarena arqueaba su cuerpo mientras empezaba a emitir sonidos rudos, después comencé a bajar hacia su coño, su cuerpo se fue estremeciendo al paso de mi lengua, cuando llegué empecé a jugar con el borde de las bragas, lamiendo el contorno, pero sin llegar a rozarla, sin usar las manos levanté sus bragas y le lamí lo que quedaba a mi alcance, así seguí hasta que Macarena me quitó la cabeza de su coñito y se quitó las bragas, enseñándome su coñito depilado.

Seguí comiéndole el coño, pero ahora directamente sobre sus maravillosos labios, los cuales me encargaba de separar con mi lengua, dejando entrever su clítoris y su entrada a la vagina. Tras lamerla un poco, le metí la lengua en su cavidad y empecé a metérsela y sacársela, la volvía loca, su coño emanaba jugos, rápidamente saboreados por mí. Después pasé a morder dulcemente su clítoris, lo que la hacía elevar las caderas en un gesto claro de placer.

Tras su momento de placer, ella se deslizó hacia mi polla y comenzó a lamerla suavemente, estaba entretenida, la mamaba suavemente primero, luego me lamía los testículos y cuando ya estaba toda húmeda se la introducía por completo en su dulce boquita, comenzando a chupármela despacio, ayudándose con una mano, poco a poco iba más deprisa, ella estaba muy excitada. Tras estar un rato mi polla en su boca, me empieza a lamer solo el glande, bajando, subiendo y de nuevo introduciéndosela entera en la boca, Macarena disfrutaba. Estamos los dos muy cachondos, ella se fue hacia su maleta y trajo un preservativo, me lo puso y empezamos a follar en la postura del misionero, hasta que tras un rato, cambiamos de postura poniéndose ella encima de mí, cabalgándome, yo a la vez le acariciaba sus tetas, con sus pezones erectos por la excitación.

Pasados unos minutos más, cambiamos de postura, se puso a cuatro patas y despacio comencé a metérsela y sacársela, acariciando sus tetas a la vez que follábamos, sus gemidos delataban su inminente orgasmo, continué dándole mientras aumentaba el ritmo, hasta que al final Macarena terminó explotando en un intenso orgasmo. Yo aun no me había corrido, así que continué bombeando su coño hasta que noté que estaba próximo mi orgasmo, entonces saqué mi polla, me quité el condón y le puse la polla en la boca para que me la chupase y así pudiera saborearla, pronto se tragó mi corrida, no dejó que se perdiese nada, todo se lo comió.

Descansamos un rato, pero tras un breve tiempo otra vez tuvimos ganas de sexo, ella se subió encima de mí y me empezó a cabalgar de nuevo mientras dábamos múltiples gemidos de placer, ella botaba sobre mí, estuvimos bastantes minutos, hasta que Macarena se quitó de encima de mí y se puso de nuevo a cuatro patas para que la follase así, le encantaba esta postura, delante de mí caminaba como una perra en celo, hasta que me miró por encima de los hombros con cara de vicio y me dijo que me follase su culo.

Con esos ojos verdes mirándome de esa manera y la expresión de deseo y lujuria que tenía, me faltó tiempo para ir a coger la vaselina de la maleta y restregársela por el culo para ir dilatándoselo poco a poco, empecé a meterle un dedo, me dijo que no le dolía, continué dándole vaselina ayudándome de mi dedo, le iba dando crema a todo su culito, después decidí meterle un segundo dedo, le hizo un poco de daño pero este desapareció cuando le metí otro en el coño, tenía dos dedos en su culo y otro en la vagina, a la vez con la otra mano le seguía untando vaselina en su culo, hasta que noté que estaba lista para recibir.

Le puse mi polla en la entrada de su culo y le metí primero la punta y después poco a poco el resto, de manera progresiva, ella apenas se quejó, estaba bien lubricada, y su culo tenía ya una cierta flexibilidad. Comencé a follarle su maravilloso culo, pronto empezó a gemir, disfrutando de cada embiste, a la vez con una mano le acariciaba su rajita, su vagina, su clítoris. Pasados unos minutos, empezó a gritarme que se corría, que me corriese en su culo, las embestidas cada vez eran más rápidas, hasta que terminé corriéndome en su culo, mientras ella tenía a la vez su orgasmo, más delicioso aun para ella si cabía por cada espasmo de mi polla. Quedamos enganchados un rato, ella tumbada boca abajo y yo sobre ella con mi polla en su culo, cuando me liberé, ella continuó en esa postura, pudiendo observar su ano enrojecido. Cuando acabamos era ya tarde, así que después nos dormimos, para poder empezar al otro día las visitas a Moscú y a Rusia.

Compartir en tu redes !!
AlfredoTT
AlfredoTT
Relatos: 4237