Por dejar que me hicieran una mamada, me culearon en los jardines públicos del centro de mi ciudad.
Tranquilo mariconcito, no te asustes, ya verás que bien lo vas pasar. Va ser la mejor follada que jamás recibas. Era uno de esos días que no tienes sueño, y no te apetece marchar para casa. Por lo que decidí…