Carta a una amiga deseosa de una verga

Bueno amiga Aida, hablemos de puterio, que realmente el de anoche duro como hasta las cuatro de la mañana. Todo comenzó con la llegada de  Olga, una morena con unas piernas y un culo fabuloso, una brasilera amiga de mi mujer, que necesita ser bien comida, pero el marido es un otario que no la coge como debe, un ?Papa mama? Y se da vuelta para el otro lado y se duerme, y ella se queda con las ganas, y como está llena de complejos no tiene valor de meterle los cuernos al otario del marido, así que su amiga Regina le consiguió un macho que se la recoge y la hace gozar?.

O sea yo, además de Regina, que siempre interviene. Cuando  Olga se fuma un par de porros se suelta y junto con la otra se vuelven dos putas fabulosas.

Yo me había tomado un viagra, porque a esta altura del partido, hay que cogerse a dos mujeres?.. Y dejarlas sacrisfechas.

El marido de  Olga había viajado y solo volvía el lunes. Ella llego con una minifalda, que al bajarse de su auto mostro algo de lo que me esperaba. Fuimos al dormitorio y pusimos música y salieron los porritos a dar una vuelta. Fumamos uno, tomamos café y después del segundo, cuando ya estábamos los tres ?Loquitos?, me acerque a  Olga que estaba sentada en la cama al lado de Regina, y de pie, frente a ella, empecé a acariciarle el pelo suavemente.

Regina, que me conoce, estiro la mano y me bajo el cierre del pantalón, yo ya estaba ? Al palo ? Y se notaba el bulto, como si la bajada del cierre fuese una orden,  Olga me abrió la hebilla del cinturón y mis pantalones cayeron al suelo, mi mujer, siempre un poco apurada por coger, me bajo el slip y mi verga salto hacia arriba.

Olga, que estaba sentada en la cama, se dejó resbalar hasta el piso, y de rodillas tomo con una mano mis peludas e hinchadas bolas y con la otra agarro mi verga dura, apretando un poco como curtiéndola mucho, y me comenzó a lamber la punta del nabo, pero no aguanto mucho y se lo metió todo en la boca y empezó a manármela, mi esposa, me metió un pezón en la boca y después que se chupe y mordisquee un poco me dio un beso de lengua que me llego hasta la garganta?.

Mientras  Olga me la seguía chupando. Después le tocó el turno a Regina que mientras me chupaba las bolas me lambia el orto, cosa que me calienta. Lástima que no seas adicta al oral?. Es lo máximo bien hecho. Pero no podíamos hacer esperar a  Olga que hacia quince días que no venía. Hicimos un jueguito que invento mi mujer: se ponen las dos de cuatro en la cama y yo me las cojo de a una, le doy fuerte a una en la concha, y después a la otra, en la concha también.

Después me envaselino un poco la verga y se la meto en el culo, primero a  Olga, que se contrae toda y busca la boca de Regina, mientras le rompo el orto a  Olga se dan un beso de lengua? De vez en cuando se hacen una de lesbianas, pero es solo juego, placer, yo también de vez en cuando resbalo para ese lado. Cuando me la estaba garchando a Regina por el orto,  Olga miraba y se masturbaba con un ?Consolador? De 20×5 que tenemos nosotros para jugar.

Viendo esa yegua hacerse la paja con el consolador, y viendo mi poronga entrando y saliendo del culo apretado de mi mujer, no aguante más y acabe dentro del culito de mi mujer.

Bueno, mientras yo me reponía mi mujer fue a hacer un café y a buscar más porros,  Olga me estaba sobando los huevos cuando escuche el auto de Beto entrando a su garaje, vive pegado a nosotros, era raro porque nunca lo oía entrar. Agarre el celular y lo llame:

• Beto, estas llegando? Nunca te había escuchado.
• No, es que se me rompió el escape?.
• Por eso te escuche, pero se me ocurrió algo, anda a bañarte que ahora te vuelvo a llamar.
• O.k.

Justo en ese momento entro Regina con el café y los porros, deje que bajara todo en la mesa y le dije:

• Que te parece llamarlo a Beto para que se integre?.
• ¡¡ si?.si?!.

Dijo la muy puta imaginándose que iba a ser bien cogida. Lo llame a Beto, que recién había salido del baño, y le dije que se viniera preparado para joder.

Antes de que terminara el café escuche llegar a Beto, mi esposa fue a abrirle la puerta, lo hizo pasar. Ellas estaban de sutien y slip, yo desnudo.

La sigo después?.

Bueno, el asunto es que Beto llego, trajo una botella de whisky, entro por ?La ruta del contrabandista? Como le decíamos cuando el saltaba la pared para cogérsela a Regina imaginando que yo no sabía, pero eso te lo cuento otro día.

Tomamos whisky y Beto, además, fumo un porro, al poco rato se estaba dando un beso de lengua con Regina, que por ser la más ?Conocedora? Estaba abriendo el juego, y yo estaba prendido con  Olga que se había sacado el corpiño, como mi mujer, a la que le balanceaban los lindos pechos al compás de la chupada que, ahora , le estaba dando a Beto, yo me senté a  Olga, ya desnuda, encima de mi poronga, yo estaba acostado con las piernas en el suelo.

Pero contrariando lo que yo pensaba, que Regina se iba a hacer comer primero por Beto, que ella adora ese vergon, ella vino y la saco a  Olga de arriba mío y la hizo poner de cuatro en la cama, al borde, de ahí agarro la poronga, ya dura por su chupada, de Beto, y primero se la acerco a la concha de  Olga que estaba ansiosa y salto un poco para delante cuando sintió el porongon de Beto entrar en sus entrañas ardientes y deseosas de sentir la forma de una verga dentro.

Regina se quedó unos segundos observando cómo le entraba la verga a su amiga y después, ( yo pensé que vendría a coger conmigo), esta se arrodillo detrás de Beto y abriendo sus peladas y suaves nalgas le empezó a chupar el culo, mi mujer chupándole el culo al macho que se estaba comiendo a su amiga?Con un gran pijon. Pasaba de su orto a sus bolas y más de una vez el pijon de Beto se salía de la concha de  Olga y mi esposa aprovechaba para mamársela un poco.

Abras visto que pongo ?Mi esposa? O ?Mi mujer? En vez de Regina, es que me calienta que me haga los cuernos en frente mío, mi esposa legitima, una puta maravillosa. Una vez que se cansó de chuparle las bolas a Beto y de ver su pijon entrarle en la concha a su amiga, Regina saco suavemente a Beto de arriba de  Olga y lo abrazo dándose los dos un beso de lengua, de aquellos retorcidos, muy putos.  Olga se vino para mi lado y me acostó en la cama, boca arriba, después se sentó sobre mi verga y comenzó un espectacular revoleado?..

No habrá durado más de tres o cuatro minutos y advertí que Regina se acercó a la cama con Beto y pasando una mano por la cintura de  Olga la hizo acostarse arriba mío, con mi poronga clavada en su cincha, y trajo a Beto para que hagamos un ?Sándwich? Con  Olga, no te imaginas lo que fue cuando el porongon de Beto le entro a la brasilera en el orto??Grito, gimió y gozo varias veces?.

Beto se la metía y rosaba la mía adentro de su concha?. Al final tuvo un orgasmo múltiple y se la sacamos por temor a que le dé algo. Regina estaba preparada, había asistido a si amiga y compatriota siendo reculada y se había quedado con las ganas.

Beto y yo habíamos aguantado las ganas de acabar porque sabíamos que la ?Patrona? Había dirigido todo pero pedía el premio mayor; primero Beto la puso de cuatro en la cama y le cogió el culo espectacularmente, primero un poco, jugo un rato y de golpe se la metió toda, mi esposa pego un grito pero no se salió y al minuto estaba reboleando el culo como solo una brasilera puede hacerlo.

Beto le daba besos de lengua esforzándose, después Regina se salió y me pidió que me acostara en la cama, después, como lo había hecho  Olga, se sentó arriba mío y se recostó en mi pecho dándome un beso de lengua, Beto entendió y lo vi acercarse y sentí como se estremeció Regina, mi esposa, cuando el pijon de Beto le entro en el orto, levanto la cabeza para atrás y grito ¡¡ siiiiii¡¡¡ y Beto empezó a meterla y sacarla a un ritmo parejo que cambiaba cuando se la metía torcida o la revoleaba dentro de ella?..

En cuanto estuvo con la cabeza levantada la lengua de Beto no salió de la boca de mi mujer, después esta se recostó sobre mí, me empezó a besar y sentí como Beto apuraba el paso, me prepare para acabar y Regina tuvo un orgasmo múltiple cuando Beto le lleno el culo de leche y yo la concha.

Fue una buena noche.

By: Gabriel