Ahhh sí así qué rico la mamas

Hoy es domingo día en el que pude haber visto a mi mejor amiga, desgraciadamente por la época del año de cuando más trabajo tengo no la pude ver. Sin embargo hoy fantaseo masturbándome con un encuentro imaginario de lo que algún día va a suceder entre nosotros dos. Aquí vamos.

Hoy es miércoles me llega por paquetería el atuendo que le he comprado a mi mejor amiga para que lo use en nuestro próximo encuentro, le aviso por mensaje que ya lo tengo en mis manos que ella por su cuenta vaya preparando lo que le toca: comprar un labial rojo intenso, unas pestañas postizas y toda la actitud putona.

Por mis actividades de trabajo y el tener que atender a mi anciana madre, y de parte de ella por su trabajo tan demandante, su papel de hija, hermana, mamá y esposa, nos hace tener encuentros cada 1000 años y con solo unos 20 o 30 minutos de duración. Pero esta vez los astros se han alineado, fue un domingo especial, como ningún otro. Ese día no laborábamos, y su marido salió de viaje a Estados Unidos a ver a su primer hijo, hijo qué tuvo previo a casarse con mi amiga. Así que con el fuera de combate pudimos disponer de unas 2 horas a nuestro antojo.

Llegó tan esperado día, volvimos a recrear el modus operandi que hacíamos años atrás, quedamos de vernos en un súper mercado donde ella dejó su auto, y subió al mío y de inmediato se puso unos lentes oscuros, una chamarra mía que le quedaba grande y una cachucha también mía, esto para camuflajearse en el trayecto y la entrada al hotel, porque nunca falta quién pudiera verla. El motel es nuevo y queríamos conocerlo ya que cuenta con instalaciones mobiliario y servicios que los otros de nuestra ciudad no tienen.

Llegamos a la cochera del cuarto, se quitó su “disfraz” en el auto. Entramos, dejamos todas las cosas sobre la cama, y de inmediato empezamos con un faje previo, besos desesperados y manos por todos lados recorriendo nuestros cuerpos, hacía mucho que no teníamos tanto tiempo ni el espacio para poder disfrutarnos.

Después de un buen rato de un gran calentamiento, nos separamos la vi a los ojos y le dije:

  • “Muchas veces nos quejamos y pensamos que todo nos sale mal y que sea alejado la felicidad de nuestras vidas, pero ve, 16 años después de conocernos estamos aquí como siempre, siendo “partners in crime”, compartiendo nuestros más oscuros deseos, y lo principal siendo felices. Que este día como muchos otros nunca lo vayas a olvidar amigui.”

Ella me respondió:

  • “Así es y será, juntos en las buenas y en las malas como siempre, y qué gusto que la vida y el destino nos haya hecho reencontrarnos este 13 de julio, ese momento fue clave para que hoy estemos aquí siendo felices y tomados de la mano para aventarnos al vacío en paracaídas jajaja”
  • Jajaja, siiii. Ten lo que te compre para hoy, en la caja vienen los zapatos, en las bolsas viene un vestido y unos calzones, póntelos en el baño y saldrás de ahí siendo la mujer mas hermosa y sabrosa del mundo, no es necesario repetírtelo por millonésima vez, pero sabes que eso eres para mí. No sé si te vaya a gustar el atuendo, pero como dice el dicho: “para ser torero, primero hay que parecerlo”, y en este caso, “para ser puta primero tienes que parecerla” jajajaja, ¿va?”, solo sé que me vas a encantar.
  • “Ay amigui, que me comprarías. Está bien, deja paso al baño a maquillarme tantito, el labial, las pestañas postizas y vestirme. Me grabas cuando salga para después me enseñes cómo me veo en video. Ahorita vengo”.

Y ahí me tienen, nervioso y temblando como si fuera nuestra primera vez, preparando mi celular, poniendo en configuraciones la más alta calidad de grabación. Ella en el baño se carcajeaba y me decía en voz alta:

  • “Ayy amigui, eres un perverso, nunca me imaginé vestirme así jajaja”.

Por fin sale del baño y mis ojos vieron a Cenicienta, se me salía el corazón, me latía a 1000 por hora y me temblaba la mano, cosa que no me gustaba porque la grabación iba a salir con movimiento. Le dije:

  • “¡Wow!, no no mames te ves mucho mejor de lo que imaginé, te ves hermosa y putísima, wow, me tienes bien pendejo, estoy temblando como si fuera la primera vez contigo”.
  • “¿De verdad sí me veo bien?, me siento rara, nunca me imaginé vestida así, o sea me siento rara pero a la vez creo que sí me veo muy buena, creo que sí me gustó. Pues disfrútame amigui, que de esto no hay todos los días”.

Y ahí me tienen grabándola y sacándole mil fotos de arriba a abajo. Cuando la conocí era muy flaquita, pero con el paso del tiempo y dos hijas ha ido embarneciendo. Es de estatura mediana, cabello castaño, piel muy blanca, siempre fue nalgoncita, pero con esos kilos que la vida le ha regalado se le han hecho unas súper nalgas que a mí me tienen loco, era de tetas chiquitas pero con los embarazos le han crecido a un tamaño perfecto y lo mejor nunca se le han caído, las tiene muy firmes y coronadas con unos pezones color rosa hermosos, vagina blanquita, preciosa, con los bellos recortados muy cortitos.

Todo ese monumento ahora estaba ahí, toda para mí, peinada con un chonguito qué le hacía verse muy hermosa, sus pestañas postizas, sus labios pintados exageradamente con un labial rojo puta que contrastaba con los brackets de su sonrisa, wow, hermosa. Su cuerpo enfundado en un vestido que compré en Mercado Libre, strapless, totalmente transparente, súper súper entallado y cortito, y por debajo sin brassiere, solo unos cacheteros blancos los cuales hacían resaltar más su enorme culo, Y para rematar unos zapatos de plataforma transparentes enormes de teibolera, se veía putísima, como nunca la había visto y siempre la quise ver, solo le faltaba un pequeño bolso para verse como una verdadera puta de la calle.

La puse a caminar por todo el cuarto, yo iba detrás de ella grabando cómo se le movían sus nalgotas a cada paso, el sonido de los tacones me producían microorgasmos que me daban al escucharlos. La puse de perrito en la cama, fotos y videos por todos lados, de igual manera la llevé a posarme en muchas posiciones en el famoso sillón “el Potro del amor”, que para beneplácito mío era de color rojo que combinaba con su labial.

Me desnudé totalmente, la tomé de la mano y la acerqué a un espejo enorme que había en la pared y le dije:

  • “Híncate, como dijeras tú “vamos a darle alegría Macarena”.

Le acerqué mi verga a la boca y comenzó a mamarla como becerrito, su boca y lengua recorrían por todo el tronco, la lamía, la besaba, succionaba se la sacaba y se le quedaba viendo, volví a metérsela a la boca para continuar con su trabajo.

  • “¡Escúpela!, me encanta verte hacer eso, por qué dejas de ser una dama y te conviertes en una verdadera puta, mi puta.

Ella se limitaba a asentar que sí con la cabeza y emitir sonidos guturales afirmando esto. Se la saqué y le dije:

  • A ver, levanta la cara y veme a los ojos, déjame te pongo unos “vergazos” en los cachetes.

Y así como lo leyeron, le pasaba toda la verga por la cara acariciándola, y le daba golpecitos y pequeños latigazos con la verga en los cachetes.

Después de un buen rato de ya estar yo a todo lo que daba, le pedí que se acostara boca arriba en la cama con las piernas abiertas, que no se desvistiera ni se quitará los zapatos, que solo se quitará los cacheteros.

Ahora me toca a mí, prepárate para ir a Júpiter de ida y de regreso jajaja… ve nada más qué rica panochita me voy a comer, la tienes ya brillando de tus jugos lo cual me dice que ya estás bien caliente, ahí te voy, disfruta.

Hace muchos años ella me confesó que le encantaba, le fascinaba y alocaba que le dieran sexo oral, y para mi enorme suerte, sus pasados novios y ahora su marido no les gusta “bajarse al pozo”, y eso a mí me fascina, su panochita me sabe deliciosa, de hecho se me hace algo tan íntimo y personal más que la propia penetración.

Metí mi cabeza entre sus piernas y comencé a lamer todo su sexo, intentaba meterle hasta donde pudiera la lengua, le succionaba los labios y les daba pequeños mordisquitos. Mientras se la mamaba, con mis manos bajé su vestido hasta su vientre dejando el aire libre sus tetas, las cuales comencé a masajear con mis manos y pellizcar ligeramente y sin lastimar sus pezones ya muy parados. Después de esto me fui directo a su clítoris, a mamarlo succionándolo de arriba a abajo y suavemente con mis labios, a darle lengüetazos rápidos. Ella solo decía:

  • “Ahhh, sí, así, qué rico la mamas, ahh”.

Continuaba yo gustoso como niño lamiendo la envoltura de una paleta. Ella seguía danzando pequeños gemiditos, gozando y siendo feliz. Nada más placentero en el sexo que ver como tu pareja está disfrutando del trabajo que le estás haciendo.

Después, le pedí que se pusiera de perrito en la orilla de la cama, pero con las piernas muy abiertas y recargada en sus codos, le dije que iba a mamársela de una forma que siempre había querido, pero que antes quería tomarle fotos así.

No mames qué rica te ves así, todo tu trasero abierto y tu vagina súper brillosa de tus jugos. Qué buenas fotos te estoy tomando estando así, ahora ábrete los labios con tus dedos… mmm qué rico.

Tomé el tripié que llevaba para esta ocasión, monté en él mi celular, lo coloqué de manera que se viera ella toda empinada a lo largo de la cama pero a la vez que se le viera las nalgas y su vagina. Lo puse a grabar y me hinqué atrás de ella, metí toda mi cara en su trasero y comencé a mamarle toda la vagina, le pasaba la lengua desde abajo hasta arriba por toda la rajada, se comenzó a impregnar el lugar de olor a su vagina, eso más me calentó, luego me fui más arriba y le empecé a pasar la lengua entre las nalgas, me puse a lamerle todo el ano, me hacía para atrás para vérselo y se lo escupía y seguía lamiéndoselo, ella lanzaba gemiditos y a la vez se empezó a reír, decía que le daba cosquillitas muy ricas. La puse como quise, quería yo que se quedara grabado en video como teniéndola empinada de perrito, le mamaba ese culo que tanto me encanta. Le pedí que se volviera a voltear y abriera las piernas, en eso ella me dijo:

  • “Dale besitos cómo siempre te gusta hacerlo”.

Que ella me diga “dale besitos” significa que está a nada de orgasmearse, es la forma como le gusta terminar, recibiendo una y otra vez pequeños, suaves, húmedos y lentos besitos en su clítoris, hasta que explotó entre cerrando sus ojos, fuertes gemidos y arqueando su espalda. Hasta el momento, prueba superada.

Se quedó unas cuantos minutos así acostada y muda recuperando fuerzas. Después me dijo que ya se la metiera. Y estando así ella boca arriba, con el vestido ya en su cintura, y aún puestos sus zapatos de teibolera, me acerqué y le levanté una pierna y la puse sobre mi hombro, la otra se la dejé estirada sobre la cama y le enterré mi verga ya muy parada, comencé con el clásico vaivén mirándole a los ojos, yo le decía que se veía hermosa vestida así, que desde que empezamos a tener sexo le había preguntado si le gustaría vestirse un día para mí como una puta de verdad, que ya había dicho que sí y me lo estaba cumpliendo.

Para cambiar de posición, me la llevé al potro del amor, colocándola ahora en cuatro, de perrito, y ahí estamos bombeando una y otra vez, yo viendo hacia abajo, como se ve mi verga brillosa entrar y salir de su vagina, y sus nalgas blancas que rebotaban en mi me pedían a gritos que les propinara unas fuertes nalgadas, y así fue, nalgada tras nalgada diciéndole que se las tenía bien merecidas por lo puta que era. En las paredes, los espejos estaban llenos de imágenes de nuestros cuerpos chocando una y otra vez, hasta que por fin llegó el momento de venirme, así que le dije:

  • “Hoy vamos a hacer algo diferente, me vas a sacar un orgasmo con el fetiche que tengo con los calzones femeninos. Ponte los calzones que traes de tu casa, modélamelos para grabarte y sacarte fotos jajajaja, y sí ya sé que me vas a decir que ya no, que ya tengo 1000 fotos de tus nalgas, pero tú no digas nada y hazlo por favor”.

Y ahí estamos ella modelándome unos calzoncitos grises delgaditos como de algodón o franela tipo bikini, ni chicos ni grandes, pero que de la parte de atrás solo le cubren media nalga, se le veían hermosos.

  • “Pasemos a lo siguiente. Ahora quítatelos y tráetelos, vamos para el sillón de la sala, y estando así sentados, acaríciame la verga con tus calzones. Ahora envuélveme la verga con una parte de ellos y comienza a hacerme una chaqueta, veme a los ojos y démonos besitos, sigue, sigue así, masturbándome con tus calzones hasta que me venga, dime qué eres mi puta”.
  • “”Soy una puta, tu puta y lo sabes, siempre lo he sido y lo seré.”
  • “Sigue, sigue así ya no tardo en venirme, no vayas a quitar la mano ni tus calzones, quiero venirme así, en tu mano y en ellos, te los quiero ensuciar”.

Y así fue, comencé a sentir los espasmos del orgasmo, a gemir y a sentir delicioso.

  • “Ya, ya detente, límpiame la verga con tus calzones y póntelos, quiero que te vayas con ellos llenos de mis mecos, llegando a tu casa los metes a lavar”.

Y así fue este día, ella en un parque feliz en su domingo familiar, y yo aquí en mi cuarto con sus fotos en la pantalla de mi computadora, masturbándome fantaseando con ese encuentro con mi mejor amiga, la mejor del mundo.

 

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cocoliso
cocoliso

Hombre soltero en los cuarentas, fan del porno y relatos eróticos, fetichista de las bragas femeninas.

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