Me paga por tener sexo con él

Entre mis fantasias esta pararme en una esquina por la noche esperando que alguien se acerque y pida mis servicios.

Después de coger la primer vez con mi tío Raúl, me pidió volverlo hacer. Cada que nos veíamos me abrazaba para sentirme recordando cuando me tenía entre sus brazos, nos sonreímos sabiendo la travesura que hicimos y cuando nadie nos veía me apretaba el culo o se sacaba la verga y le daba pequeñas mamadas. Me hacía preguntas como si me gustó, si ya lo había hecho, si soy gay. Aclarando sus dudas le conté ser bisexual, no haber sido mi primera vez y ya con la confianza de que no puede contar nada le confesé vestirme de mujer, sus ojos se iluminaron y una sonrisa se dibujo en su rostro exclamando inmediatamente -dejame cogerte así.

Días después el plan estaba ya en marcha, pasaria el sábado por mi a casa para ver un partido de fútbol en la suya mientras mi tia se iba al casino y pasaba el rato con sus hermanas, era seguro que la casa estaría sola por varias horas puesto que ya era rutina, así podría vestirme ahí y coger con mi tío. Llevaba medias al muslo y lencería blanca bajo mi ropa de niño, me quite el pantalón, me puse tacones altos negros, una falda roja a cuadros que dejaba ver un poco mi trasero, traía un corset blanco entallado, me peine dos colitas en mi cabello largo, pinte mis labios y me maquille, no usé perfumes para no dejar huellas y cuando estuve lista fui por él.

Al escuchar los tacones por el pasillo voltio a verme y se quedó mudo aunque no dejaba de mirarme toda, me di la vuelta para que me viera completa y se abalanzó hacia mi pegando su bulto en mi suculento trasero, sus manos viajaban de mis nalgas a las piernas que apretaba pero con delicadeza, sentí su bulto y sin hablar nada me gire, le baje el pantalón, lo senté en el sofá, me puse de rodillas y comencé a mamarle su larga verga, mis labios rojos pasaron por toda ella, se sentía la calentura, me puse de pie, tome su verga con mi mano izquierda y le dije -vamos a la habitación- se puso de pie sin soltarlo y como llevado de la mano caminamos a la habitación, yo iba por delante de él con el sonido de mis tacones y contoneando las caderas, fue ahí donde dijo -que rica estás mamacita-, me recargo en la cama y bajo mi falda, ví el plug anal que dilataba mi ano, se mordio los labios, beso mi trasero, movió a un lado el hilo de mi tanga para pasar su lengua al rededor del plug, con cuidado lo retiro y justo en el medio sentí su lengua pasar de abajo hacia arriba completamente extendida, no tardo en meter su verga en mi ano dilatado, sentía como entraba cada centímetro de su verga hasta pegar sus testículos en mis glúteos y retroceder para entrar otra y otra vez, me tomaba por la cintura y bombeaba sin parar.

Después de un rato se recostó en la cama de lado y sin soltarme de la cintura me movió hacia él quedando de cucharita para seguir penetrando mi culo, besaba mi espalda, recorría con sus manos mi figura desde los muslos, mi cintura, mi espalda, hasta apretar suavemente mi cuello, después salió de mi y me monte en él, dejaba caer mi cuerpo sin parar, mi pene encogido seguía guardado dentro de mi tanga, mis movimientos, mis gestos, mi figura en lencería lo hicieron venir a chorros dentro de mi, exprimia con mi culo su verga mientras sentía sus palpitaciones, quedamos un rato así, luego la fui dejando salir y me quedé sobre su ombligo para dejar caer la leche que dejo en mi, nos limpiamos, nos agasajamos un tiempo más, nos bañamos y me fui.

Semanas después me dijo que le había platicado a alguien sobre mi, me asusté pero a la vez estaba emocionado e intrigado, me dijo contarle de su experiencia con una linda chica travesti y que al ver su emoción él señor le pidio se la presentara, ya cayendo mi tío en razón sintió haberla regado en contar eso pero ya se le salía, -no creo que quiera le contesto y él insistente -les pago, pero convencela.

Con el tiempo me hice más aventado, me emocionaba hacerlo con alguien diferente, una nueva experiencia.

Días después fuimos a su taller, ya conocía el lugar pues cuando trabajaba con mi tío me llevo con él para revisar su computadora la cual estaba repleta de porno. En el piso de arriba del taller tenía una oficina, una sala, una barra y una recamara aunque él no vivia ahí. Él ya nos esperaba, no había nadie en la calle ni en el taller y eso era lo que me tranquilizaba, mi tío abrio la puerta de la camioneta, asome mi pierna de forma sexy, tomo mi mano y entramos al lugar, él señor al verme dijo -que buena estás mamasita, te voy a disfrutar-, llevaba tacones altos y medias de red negras, un vestido rojo corto y entallado y mi cabello suelto, tomo mi mano y nos llevo arriba, mi tío se quedó en la sala mientras a mi me llevaba a la cama.

El señor era robusto, tenía manos duras, estaba en los cuarentas, se notaba ansioso, volvió a decir -que rica estás putita- mientras me manoseaba toda aprentado mi culo, comenzó a desvestirse hasta quedar desnudo dejando ver una verga tan carnosa, me puso de rodillas y comencé a lamerla, a chuparla, a devorarla, me tomo de la cabeza y me la empujaba para tragar su gruesa verga, era más brusco que mi tío pero eso también me excitaba, me levanto y me quitó el vestido dejandome en una lencería roja sexy que más lo calentaba, me puso en cuatro sobre la cama, retiro mi plug y sumergió su cara en mi trasero, haciendo a un lado mi tanga metía su lengua y lo disfrutaba, baje mi cabeza y mis brazos dejando el culo al aire mientras este hombre me comía como animal, después se retiro y puso la punta de su gruesa verga en mi culo, metió la cabeza y me jalo de los muslos hacia él para acomodarme y metermela con fuerza toda, sentí sus grandes huevos golpearme cada que metia completa su carne, solo pensaba en él y me daba tremenda cogida, el dolor se fue pronto y lo brusco de su embestida me hizo gemir al mismo tiempo que él bufaba como bestia mientras mi tío seguro escuchaba.

Se canso de estar de pie y subió a la cama para seguir cogiendome en cuatro, casi ni paro, seguía y seguía azotando mi culo mientras me nalgueaba, luego puso su cuerpo sobre mi, besaba mi espalda en una pausa pero pronto volvía a bombearme, metía y sacaba una y otra vez con una fuerza en las piernas, hasta que por fin se vino en mi, sentía la leche llenar mi culo, alcanzo mi plug, saco su gran trozo y me lo coloco para que su semen quedara dentro, me dijo -buena niña-, voltie hacia la puerta del cuarto y ahí estaba mi tío, no se cuánto vería, me vesti y nos retiramos a su casa, no dijimos nada, preparo el baño y se metió conmigo, me limpió lo puta, me trataba con cariño, cuando retiro el plug me escurrio el semen de aquel señor, metio su miembro en mi y me dió hasta correrse en mi.

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AndyGrandia
AndyGrandia
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