DEJÉ QUE LE BESARAN EL CULO A MI HERMANA

Mis 3 hermanas (menores que yo) nacimos en la capital del estado de Oaxaca que lleva el mismo nombre, y nuestros padres nacieron en un pueblo del mismo estado.

Mi hermana mayor por entonces tenía 30 años (cuatro de casada) y aun no tenía hijos, aunque su cuerpo ya no era el mismo con el que fue reina de belleza estatal (a nivel de escuelas normales) 12 años antes, en que sus medidas lindaban entre los requeridos para un certamen de belleza; sin embargo entrada en carnitas sin ser obesa seguía siendo una gran tentación.

Yo estaba habilitado como maestro rural en la Mixteca, y por esta razón radicaba en el pueblo nativo de mis padres; ya tenía 3 años ahí y casi no veía a mis padres y menos a mis 2 hermanas casadas.

Un día que estaba en una tienda platicando con otro maestro, al despedirnos se detuvo un autobús de pasajeros más adelante de nosotros (unos 50 metros), y del camión descendió una mujer "madura" como de 1.65 de estatura y una cadera de amplia cobertura (talla 38), que vestía un pantalón gris perla ajustado y una blusita blanca (regional bordada); yo me apresuré a despeirme del maestro para seguir aquella mujer tan
exuberante.

Iba extasiado admirando el persuasivo caminar y las frondosas pierna, y el movimiento (vaivén) sensual de las espectaculares nalgas, mi pene empezó a reaccionar y apresuré más el paso aproximándome a ella poco antes de dar vuelta en una esquina, su pelo lo traía sujeto en un chonguito (prendido por un moñito blanco)

A punto de lanzarle un piropo volteó de soslayo y caí en la cuenta que era mi hermana, nos abrazamos y dimos un beso en la mejilla yéndonos hacia la casa; y ya en
el pequeño domicilio platicamos extensamente sobre la familia y mil recuerdos: "aunque parece que nuestro idilio sexual de hace años era parte del pasado y no hablamos de ello".

Su estancia en el pueblo se debía a que iba amadrinar a una jovencita quien iba concluir sus estudios de secundaria, se puso en contacto con la chica y sin demorarse llegó a ver a la futura madrina, y la invitó a su casa para ofrecerle una comida, mi hermana aceptó y pasarían por ella a las 3 de la tarde (apenas eran a las 13 horas).

Mi hermana entró a ducharse, y después del baño estuve con ella en el pasillo (tenía puesto un vestido amplio de color negro estampado con flores rosas) y se veía guapísima con el cabello quebrado a la altura de los hombros, con las zapatillas negras hasta se veía un poquito más alta que yo.

En la comida estuvo la banda del pueblo, y mi hermana estuvo dándole vuelo bailando con varios paisanos, y como siempre hay atrevidos al dar vueltas le llegaron a rozar las nalgas; yo estaba muy atento y en una oportunidad la saqué a bailar:

_Todos quieren bailar contigo.
_Traigo mucho pegue este año _muy sonriente.
_¡Sí cómo no! Es que te andan hasta torteando.
_Figuraciones tuyas ¡pobrecitos!

Cuando dijo esto, disimuladamente pasé mis dedos bajo de su espalda... y sentí el principio de su cola si bragas, pues nada más llevaba liguero y medias.

_Eres muy caliente, veniste sin calzones.
_Es para estar más fresca _riéndose escandalosamente.
_Con razón te andan manoseando los cabrones.

En eso llegó uno de los más ricos del pueblo, llegó en compañía de su mecánico y chofer; se sentaron a comer y no depegaban las lujuriosas miradas de las tetas y nalgas y piernas de mi hermana; cuando terminaron de comer el ricachón quiso bailar con mi hermana pero ella orgullosamente lo rechazó.

_Pensé que ibas a bailar con él.
_Nombre, me cae mal; estará muy guapo el viejo (de unos 45 años) y tendrá mucho dinero pero conmigo no la hace _sonriendo y sacándome a baila para lucirse ante aquel hombre que hasta se le salían los ojos.

Mi hermana y yo con los padres de la futura ahijada nos bebimos 2 copitas de mezcal y dos cervezas cada uno, y como mi hermana no acostumbra esas bebidas se puso muy a tono, y yo mejor le dije que ya nos fuéramos a la casa; y ella estuvo de acuerdo por lo que nos despedimos: "quedando con la ahijada esperarla temprano para cumplir con su compromiso de ir a misa y a recibir el certificado de la "ahijada".

Cuano íbamos de salida el ricachón me invitó una copa de coñac, y como llevaba cierta amistad con él y me gusta el coñac acepté la copa, también le ofreció a mi hermana y ella indecisa pero aceptó, y también nos bebimos 2 copas con ellos; pero en cuanto acabamos
nos retiramos.

Eran a las 19 horas y apenas oscurecía, llegando a casa nos sentamos en el corredor y le invité otra cerveza a mi hermana, ella aceptó y todavía nos bebimos otra contemplando las primeras estrellas y la aparición de la erótica media luna.

En eso estábamos cuando llamaron por la puerta de la calle, era el ricachón con su chofer, y traían otra botella sin destapar de coñac (martell); me invitaron pues querían pasar pero me negué a pesar de las cién insistencias: "y ante mi negativa se marcharon".

Mi hermana en el cuarto que dormiría, ya se había desvestido y tan sólo vestía un camisón de nylon color beige, y aunque era grueso se revelaban sus formas al desnudo (sin nada).

Yo me fui a mi cuarto pero con mi mente poseído por el cuerpazo de mi hermana, me recosté en la cama, y como al cuarto de hora oí que salió mi hermana pero no entró al baño, cosa que me causó extrañeza,; salí al grande patio y hasta el fondo la vi junto a un árbol pues trataba de regurgitar.

_¿Qué tienes? ¿Te sientes mal?
_Sí manito, quiero volver pero no puedo.
_A ver _le dije, y la abracé por la espalda para oprimirle el estómago, y al sentir su carnoso trasero y tocar su vientre a través del sutil nylon, sentí una sensación indescrptible como años antes: "y más que ayudarla empecé acariciar su vientre y a fregarme contra su irresistible culote.

Entramos al cuarto donde estaba su cama, y como seguía mal a pesar de haber regurgitado un poco, para poder dormir bien me pidió algo (cualquier pastilla, mejoral o lo que sea). Yo tenía "diazepam" para dormir y le di la mita de los 10 mg"... y otra vez tocaron en la puerta de la calle: Eran dos rancheritos que andaban trasnochando, y como eran amistades mías y los alfabetizaba en la escuela nocturna, los atendí y pregunté qué deseaban.

_¿Qué tal chicos? _mocetones de 17 a 18 años y muy humildes.
_Maestro buenas noches, disculpe andamos gustando y la verdad pasamos a ver si nos regala alguna copita.

Yo tenía una botellita 1/4 de mezcal y los invité a pasar a la cocina, junto al cuarto donde estaba mi hermana, y tan sólo dividía una cortinita de tul transparente.

Saqué la botellita y se las di, ellos tomaron a boca de botella y mientras yo salí al baño, tardé un poco pues anduve buscando unos cigarros en mi cuarto; de modo que cuando entré al cuarto los paisitas estaban parados junto a la cortina y espiaban a mi hermana.

En cuanto entré ellos ocuparon su asiento nerviosa y apendamente, yo me hice que no los vi, pero me asomé a ver el lecho donde estaba ella acostada de lado con el rostro hacia la pared, con el camisón hasta la cintura y las nalgotas a la intemperie, era un culote hermoso con una separación que se adivinaba profunda; se me paró la verga hasta reventar y ante la excitación de haber visto a los paisanos fisgoneando la preciosa de cola de mi hermana, los exhorté.

_¿Le quieren ver el culo a mi hermana?
Ellos se quedaron atónitos ante mi propuesta, no dijeron nada y nomás me veían incrédulos.
_En serio ¿quieren verle todo a mi hermana?
_S...í _dijo uno_ Sí _dijo el otro.

Los llevé hasta el pie de la cama y le recogí más el camisón como también le saqué las abultadas chichis, ellos abrían los ojos desmesurados y no lo acaban de creer.

_Tóquenla si quieren... _y con sus manos ásperas la empezaron acariciar: "tetas, espalda, nalgas, piernas; y estaban llenos de felicidad por lo que quise regalarlos con algo que nunca jamás lograrían en su pobre y miserable vida: "darle un besito negro al culito de mi hermana".

Le abrí el hondo abismo de sus nalgas, su fundillo era resplandeciente entre lo prieto de sus pliegues, pero su culazo era "una de las maravillas del mundo".

_Besenlo y chupenlo _uno se inclinó y besó su ano y empezó a meterle la lengua que ya no se quería despegar, lo contuve para que la besara el otro. Y el otro casi se comía el culo de mi hermana; así se turnaron un par de veces antes de terminar la sesión.

Y esta fue la más excitante obra de caridad que he hecho con las descomunales nalgotas y delicioso culo de mi hermanita.