Mónica en prisión, 1ra parte relatoseroticosgratis

Autor: Moni | 13-Nov

Lesbianas

Una confusión originada por una homonimia había llevado a Mónica a los lúgubres separos del ministerio público, en donde está por descubrir las arbitrariedades del sistema carcelario.

La joven era todo lo opuesto al estereotipo de una delincuente. Llevaba sandalias, knickers blancos ajustados, una playera a rayas sin mangas, lápiz labial tenue, y delineador oscuro, que resaltaba el castaño de sus ojos tristes. Era por su apariencia, un ejemplo de feminidad, que contrastaba con la burda presencia de la celadora que estaba en la habitación con ella, lista para darle una cordial bienvenida.

La carcelera, por su parte, era robusta, masculina y llevaba su obscuro cabello recogido en un apretado moño. Su gruesa mandíbula parecía fundirse con su doble papada. Tenía el cuerpo de alguien que se hubiese alimentado con fritangas todos los días, por los últimos diez años. En el gafete de baquelita de su uniforme se leía el nombre "Josefa M. Pérez".

¡Encuérate, putita!--- ladró la custodia.

Mónica hizo una nota mental del nombre de Josefa y comenzó renuentemente a desnudarse. Parecía distanciarse de la celadora al tiempo que desabrochada y arrojaba sus sandalias al suelo, para luego despojarse de sus knickers. Josefa miró lascivamente las piernas de Mónica, y sus ojos se redujeron. En otras circunstancias, a la matrona le hubiese complacido apresurar a la recién llegada con una letanía de imprecaciones, pero en este caso en particular, lo que mas le apetecía era que aquella menuda chica se tomara su tiempo para desvestirse.

"Espera", dijo Josefa. "¿Qué es eso que traes en el pie?"

"Es una pulsera de tobillo", respondió Mónica, en tono imperceptible.

"¡Sé lo que es, pendeja!" Interrumpió Josefa. ?Hablo de lo que cuelga de ella? ¿Alguna alhaja?"

Mónica respondió, casi balbuceando. "Es solo un pendiente de bisutería."

"Déjame verlo," dijo Josefa, lamiéndose los labios. "Pon tu pie sobre esa silla, zorra."

Mónica obedeció, y Josefa tomó con fuerza su tobillo con una mano para examinar el pendiente, en forma de corazón. Su rostro estaba a centímetros de la rodilla desnuda de la joven, cuando deliberadamente alzó la mirada recorriendo lentamente el contorno de sus extremidades, hasta detenerse en sus bragas de algodón blanco. La celadora le dedicó un largo tiempo a observar la entrepierna de la joven, dejando volar su imaginación pues sabía bien que en breve, lo vería todo.

"Muy bien mamacita, síguele" prosiguió Josefa, saboreando cada palabra.

Un escalofrío atravesó el cuerpo de Mónica mientras retiraba la pierna de la silla y se sacaba la playera, sobre la cabeza. Un mechón de cabello en su cara le había oscurecido la visión, ahorrándole ver la aberrante expresión que Josefa tenía en el rostro.

Mónica se quito el sostén, metió ambos pulgares en los costados de sus bragas y se las sacó rápidamente. La piel le picaba donde las varillas del bra tenían aprisionada la suave carne de sus pechos, pero evitó rascarse para no atraer más la atención de Josefa. La picazón, simplemente se sumaba a su malestar general. "¡Siéntate!" ordenó Josefa.

Agradecida de que la silla fuera de madera y no de metal, Mónica obedeció. Sin embargo, hacia frío en la habitación y el calor parecía escapársele del cuerpo a través de su espalda y su parte trasera. Josefa entonces, se acercó a la silla y tomó la cabeza de Mónica entre sus manazas, palpando cada centímetro del cuero cabelludo de la chica. La celadora, sacó un pasador de entre sus sedosos cabellos y continuó con la búsqueda, mientras miraba con morbo los hombros desnudos de la joven, sus senos erguidos y sus pezones erectos.

"Párate, chilanga", ordenó Josefa. "Agáchate y agarra la mesa".

Rechinando los dientes con rabia, Mónica siguió las instrucciones de la celadora, doblado ligeramente la cintura y descansando su peso contra la mesa. Fijando la mirada en una mancha de humedad en la pintura de la pared, Mónica trató de prepararse para la inminente exploración. Sin embargo, su determinación se vio turbada por el latigazo de unos guantes de látex, que Josefa se ajustaba en sus burdas manos. La celadora se embadurnó con lubricante la mano derecha, para luego untarlo alrededor de sus dedos. La matrona se dio un momento más para admirar los firmes glúteos que tenía frente a ella y el surco que bajaba desde la cintura hasta el coxis, flanqueado a ambos lados por un pequeño hoyuelo. Josefa alcanzaba a distinguir, un mechón de vello oscuro en la coyuntura de la entrepierna de Mónica.

"¡Abre las piernas!" ordenó Josefa sin contemplaciones. Mónica apartó sus pies uno del otro, tanto como pudo y contuvo su aliento, presintiendo los próximos movimientos de la mano de la celadora. Intentaba asumir la orgullosa indiferencia y el desenfado con los que debiera soportar, paciente, colérica y fría, el manoseo de la mujer entre sus piernas cuando ya estaban ahí, inexorables y acuciosos, el pulgar y el índice de la celadora que le entreabría los labios, mientras de súbito, con el dedo medio, comenzaba una viciosa exploración interior, en un frenético ir y venir. A pesar de la lubricación, algunos de los vellos del monte de Venus de Mónica fueron capturados en el guante. Ella gimió, mordiéndose el labio.

"Si la tuvieras rasurada, no te dolería", dijo Josefa, a sabiendas. Con un fuerte empujón, dos de sus dedos estaban dentro de la chica, sondeando, separando y estirando, las suaves paredes de su sexo. Mónica exhaló aliviada cuando la celadora finalmente sacó sus dedos, aparentemente horas más tarde.

"Agáchate más, mamacita" ordenó Josefa. Nuevamente, Mónica obedeció. Josefa untó algo de vaselina alrededor del pequeño orificio anal de la joven, masajeándolo hasta lograr que se abriera y cerrara de forma rítmica e involuntaria. Lentamente, la carcelera introdujo un dedo enguantado dentro, empujando con fuerza hasta que sus nudillos descansaron en la comisura de su trasero; escuchando entretanto el jadeo de la joven desnuda. Esta embarazosa posición dejó a Josefa con una amplia vista de la vagina de Mónica; aun humedecida con el lubricante. La custodia se tomó un largo tiempo para retirar su rechoncho dedo, el cual encogía y giraba con frecuencia. Luego, Josefa dio un paso hacia atrás y dio un último vistazo al cuerpo indemne de Mónica, antes de arrancarse de golpe los guantes de látex. Nunca, es sus muchos años de carcelera, había caído en sus manos una chica como esta.

"Bueno mi reina, vístete ya," dijo complacida Josefa. Luego pensó para sí misma, "Le hice a esta niña un favor. Ahora su novio puede hacer lo que quiera con ella" "No sin que antes, sus compañeras de celda se den unas buenas agasajadas con la princesita".

Relatos relacionados

Bueno eh leído bastantes historias y creo que toca contar mis aventuras para no ser egoístas, empecemos. Tenía solo 14 años vivía con mis padres y una hermana menor, faltaba poco para mi cumpleaños número 15, mis padres preparaban todo para aquel día con anticipación, por otra parte mis compañeros del liceo me decían que tendría otra fiesta la próxima semana, pero mas informal y en confianza, ya que yo era el típico hijo educado de buenas notas, pero que no conocían el lado travieso, oscuro y morboso de mi persona...
08-May
44221
Quiero contarles una historia que cambió mi forma de vivir el sexo. Cuando tenía 18 años, iba caminando por la calle de los cines, cuando un tipo cuarentón me interceptó y me invitó a tomar un café. Tan tierna como era yo, huí de él. No era virgen, el sexo me encantaba pero con un extraño, me asustó. Lo rechacé y como tenía que hacer tiempo para una cita y decidí entrar al cine a ver una película que ya ni recuerdo cual era. Entré a la sala de cine y me...
12-Aug
61277
Mi cuñado se mudo cerca a mi casa con su mujer y su hija, un domingo temprano llego la sobrina de mi esposa a la casa porque mi cuñado queria que lo acompañara a tomarnos unas cervezas, cuando llegue mi cuñado estaba mas dormido que despierto de la borrachera que tenia, y su esposa estaba en la cocina preparando el desayuno,cuando llegue mi cuñado me dijo que sacara dos cervezas de la nevera cuando fui salude a mi concuñada y fui a darle un beso en la mejilla pero...
04-Jul
318798
[Sexo con Maduras] Cuando yo tenía 18 años, en el instituto, tenía una amiga íntima que se llamaba Elena, con la que estaba siempre y a la que le contaba todo. Éramos como uña y carne, inseparables y sin secretos. Un día tuvo que existir un secreto entre nosotras. Desde entonces nada fue igual hasta que ella se marchó.
16-Dec
40926
Mi nombre es Angel y el de mi ex esposa es Gloria, ella tiene 32 y yo 34 año. Gloria y yo nos separamos hace como 3 años ustedes saben por cosas del destino pero hace como unos 8 meses comenzamos a tener mayor comunicación por teléfono y un día de estos decidimos salir a platicar y tomarnos un café, bueno se llego el día y comenzamos a hablar de como estábamos en nuestras vidas y ella me dijo que ya tenía una nueva pareja así como yo y que estaba...
11-Dec
44034
La historia que voy a contarles me sucedio como a la edad de trece años; hoy en dia tengo cuarenta y todavia me gusta recordarla e inclusive masturbarme con ese recuerdo. Transitaba yo por la ciudad y necesite montarme en un autobus para llegar a casa, asi que tome uno que transitaba por toda la avenida principal, sentandome en un puesto que daba hacia la ventana y un poco hacia la parte trasera del bus; sucedio que a mi lado se sento un hombre con un periodico en la mano,...
21-Feb
67735
Aun no me puedo convencer, yo el súper macho, que siempre había logrado dominar a mis hembras, acabar dentro de ellas y tenerlas asustadas con un posible embarazo y vine a caer tan bajo con una niñita de 18 añitos.   todo comenzó hace menos de tres días, durante un corte de energía, quedamos a oscuras y comienzo a sentir que una manita apretaba, con ansias y más ganas que experiencias mi pene, a pesar de hacerlo torpemente, no puedo evitar excitarme, luego siento un respirar entrecortado cerca de mi oído, tanteo...
15-Dec
56680
Todo empezó una tarde que este amigo llego de la ciudad al pueblo, resulta que por casualidades de la vida estaba con un vecino en su camioneta de compras de maderas y demás cosas. El se acerca y nos pregunta si lo podíamos acercar al pueblo, obvio que le dijimos que si, al llegar a la terminal estaba su mujer, hermosa con unas gomas impresionantes, creo que con la mirada le dije todo. la cosa es que un día le mando mjs a su esposo diciéndole que había surgido un trabajo...
30-Sep
71863
Un puente de diciembre me fui a Marruecos, vivo en Cadiz, pero soy de Venezuela y porque lo tengo a mano, amigos me habían contado que los marroquíes, un buen culito de un mujercito les encanta y te quieren follar por calentura y por pasta. Me depilé completo, ropita sexi de niña joven a la moda, vamos que no disimulaba nada lo que era. Llegué a Marraquech y con coche alquilado a las rutas que me llevan a una excursión por el desierto, ya en ruta me puse unos short...
30-Sep
75334