un bonito vestido relatos calientes de sexo

A ella le gusta penetrarme y jalarme de la cabellera, le gusta tenerme amarrado a la cama mientras ella se masturba, le gusta morderme el cuello y mientras me la mete de un modo salvaje, rabioso, me dice que me ama y me obliga a besarla.

A veces no quiere oir ningun otro sonido que el que hacen nuestros cuerpos, a veces me dice que me quede callado y que si no lo hago me va a azotar, en esas situaciones suelo empezar a gemir como poseido y espero con amor a que ella me amordace y me azote con su latigo negro, el que compro en wallmart. Yo disfruto y ella disfruta, estoy bajo su control, me tiene en un trance y hace lo que quiere conmigo. Me agarra fuertemente el culo mientras me la mete hasta dentro, a tal punto que duele y quiero parar, no, la verdad no quiero parar.

Me pone de rodillas y me empuja la cabeza hasta que estoy a milimetros de su miembro y me dice que se la chupe, hace que me ahogue con su pene, que me den arcadas y a ella le disgusta eso, lo se. Cuando hago eso me priva de todo, me deja sin siquiera tocarla durante dias. Llega el momento en el que me desespero y mientras me mira desde el sillón como si yo fuera una mierda, me arrastro hacía ella y le desabrocho el pantalón y me trago las lagrimas y se corre en mi boca y me lleva a la cama y yo vuelvo a ser feliz.

Ella me muerde los pezones y me aprieta muy duro los pechos, me ata a la cama mientras me sodomiza con un consolador de treinta centimetros, yo me retuerzo de placer, no aguanto, cabalgo un caballo a mitad del oceano, me siento perdido, me siento caer, la miro y esta sonriendo y esta encima de mi y esta metiendomela mientras yo siento que me corro una y otra vez. Me pasa un cigarro y aun no le doy la segunda calada cuando me ha puesto de espaldas y ya esta ahí acariciandome las nalgas mientras me penetra por el ano lentamente, mientras me dice que me ama. Yo, temeroso de que piense que intento tomar el control, dejo que haga lo que quiera conmigo, soy su juguete, su exclava y no quiero nada mas que eso. Ahora estoy arriba y se que le gusta eso y se que le gusta que la mire en todo momento mientras me hace llegar una y otra vez y me jala de los cabellos llevandome hasta su miembro pulsante, mi otora instrumento de placer, la masturbo y siento la descarga caliente de su semen en mi cara, ella sonrie y yo me limpio la cara con una mano, despues comienzo a lamer lo que tengo en la mano y me dice que me lo trague y yo lloro de felicidad. Me amarra a un poste y me humilla, me deja desnudo junto a la ventana que da a la calle, viene y se corre sobre mi una y otra vez sin posibilidad de que me limpie, siento como sus fluidos se resecan y sin embargo abro la boca para chuparsela cada vez que viene aca, algunas veces invita algunos desconocidos, principalmente negros.

Yo la invite a ese club de intercambio de parejas, mi mujercita estaba sentada en un rincón temerosa de dios mirando a hombres y mujeres follando por todos lados, hombres que eran en realidad mujeres y visceversa. me entere en internet de ese lugar y pase dias masturbandome y armandome de valor para pedirle que fueramos, ella titubeo y me dijo que si, que si eso era lo que yo quería ella estaba de acuerdo, solo quería hacerme feliz. La primera vez que me penetro fue gentil, me dijo que no quería, no quería lastimarme. ?Hazme tuya? le dije. Ella se dejo llevar, parece que adora mi cuerpo y nunca lo va a soltar, no se que tratos hizo con el gerente que logro saltarse las restricciónes de 1 hora para que yo estuviera aquí atrapado indefinidamente. No hay nadie mas a quien culpar mas que a mí y yo he aprendido a ser feliz cumpliendo todos sus deseos, viviendo del modo mas sumiso posible, forzado a pasar la vida desnudo en casa con la puerta abierta, con un letrero que dice ?sexo gratis?, me ha obligado a que deje que cualquiera me toque mientras ese cualquiera se deje grabar, ella y yo vemos esas cintas, realmente le calientan. Me ha dicho que si soy buena -?si soy una buena putita?- quiza algun día me comprara algun lindo vestido.