Bianca relatos heroticos gratis

Autor: Mariano | 14-May

Gays

Otra noche perdida, una cena más con mis amigos había acabado demasiado pronto. Remontaba sin prisa las calles del Eixample de Barcelona. Era un paseo agradable en una noche de primavera. Al cruzar la Diagonal, el tumulto de los asiduos a las salas de fiestas de la calle Aribau me desvió por una pequeña calle hacia Tuset. En el camino las luces de neón de una pequeña discoteca me llamaron la atención, decidí tomar una copa y escuchar algo de música antes de continuar mi paseo. El conserje me cobró un precio ridículo que incluía una consumición y me abrió la puerta.

Al abrir la puerta me zambullí en un mar de cuerpos sumergidos en humo de cigarrillos y música de sevillanas. Del lavabo de señoras, salían y entraban chicas cruzando una puerta perennemente abierta. Atraído por su descaro me detuve a observarlas. Estudiaban sus imágenes en el espejo, se pintaban, reían sin dejar de charlar entre ellas, hablaban con otras personas mediante sus teléfonos móviles, bailaban, admiraban su propia gloria frente al espejo. Una de ellas levantó la taza del urinario y comenzó a orinar de pie. Sorprendido, buceé entre los cuerpos hasta la barra y aullando para hacerme oír pedí una cerveza.

Mientras esperaba que el camarero acabase de discutir con alguien en el otro extremo del muro de clientes, una mano me rozó el hombro y una voz me saludó desde detrás. Cuando me giré, una mirada diabólica y celestial me traspasó, proyectada desde el brillo letal de unos ojos de pantera que me deslumbraban escondidos bajo el alero infinito de unas pestañas interminables. Me despertó la sonrisa de unos labios oscuros y brillantes, entre los cuales unos dientes perfectos iluminaban el interior de una boca deliciosa. Finalmente, la aparición me habló con una voz profunda y acariciadora. El corazón se disparó dentro de mi pecho.

Comenzamos a charlar. Se llamaba Bianca, era una travestí sudafricana. Solía trabajar en espectáculos de variedades fuera de la ciudad. Aquella noche, afortunadamente, estaba en Barcelona. Mientras hablaba, arrullándome con la dulzura de su timbre y empujada por el público que abarrotaba el local, se aproximó tanto a mi que su perfume y el aroma de su piel me inundaron. El recuerdo de esa sensación aún hoy me embriaga. Aquella fragancia excitante era tan poderosa que ha sido capaz de traspasar los paredes del tiempo para llegar hasta mí una y otra vez.

Su conversación era chispeante y amena, su castellano era prácticamente perfecto. Parecía conocer a mucha gente del mundo del espectáculo. Las anécdotas se sucedían unas otras y sus ocurrencias eran insólitas. Era una delicia oírla, no podía para de reír y escucharla. Estuvimos más de tres horas unidos el uno al otro en aquella barra mientras el camarero, que en un primer momento me había parecido un cretino antipático, nos invitaba y se unía a la conversación.

En un momento dado se hizo el silencio y nos besamos dulcemente. Decidimos ir a su casa que estaba no muy lejos, en Gràcia. En el camino no podía dejar de mirarla, ella solo caminaba y diría que danzaba junto a mi. Su falda blanca, balanceándose al ritmo de sus caderas, era capaz de hipnotizarme. Al llegar al edificio y mientras subía una estrecha escalera tras ella pude admirar el culebreo admirable de sus piernas de bailarina sobre sus tacones de aguja color de plata.

Cuando cerró la puerta del piso nos volvimos a besar con pasión. Sentía la dureza de su cuerpo perfectamente esculpido apretado contra mi. Su lengua vertía un veneno embriagador en mi boca. Sus labios se movían con maestría, ternura y lascivia. Mordió los míos suavemente, una y otra vez, cada vez con más intensidad. Aquel dolor tan suave contrastando con la húmeda calidez de su lengua inacabable me excitó. Mi miembro estaba cada vez más duro, comprimiéndose contra la goma elástica de mi ropa interior. Ella me desabrochó los pantalones y acarició el bulto inflamado que se expandió liberado. Mis manos se deslizaron sobre su espalda. El tacto de su piel tenía la calidad tersa y pulida de las manzanas nuevas. Las yemas de mis dedos no podían dejar de sentir ese contacto tibio una y otra vez.

Se separó de mi, me tomó de la mano y fuimos a una pequeña habitación donde había una pequeña cama. Bianca se desembarazó de su vestido y de los sujetadores, los depositó en un sillón y se giró hacia mi. Mil sensaciones se despertaron en mi, temblando dulcemente ante la belleza de aquel cuerpo inmortal en todo su esplendor. En la tenue luz de aquella habitación, su piel brillaba oscura, contrastando con la blancura de sus braguitas y sus zapatos bruñidos. Sus pechos eran admirables, compactos, rotundos, definitivos. Los pezones se disparaban hacía mi afilados. Sus abdominales perfectamente delineados trazaban una senda irresistible hacia sus braguitas en cuyo abultamiento se adivinaba la tibieza de un pene exquisito. Sus piernas eran dos largas columnas divinamente torneadas acabadas en unos tobillos preciosos en los que se iniciaban los pies más bellos que un ser humano pueda poseer.

Tanta belleza me abrumó. Me arrodillé frente a Bianca, la abracé y comencé a besar su cintura. Ella se apoyó contra el sillón en el que había dejado su ropa, me sonrió y me ofreció una de sus piernas. La tomé con las manos y la acerqué a mi. Besé su rodilla, apoyando con suavidad los labios. El mundo desapareció de mi vista. Solo podía concentrarme en cada centímetro de su piel. Su aroma seguía siendo una droga poderosa que me embriagaba. Descendí hasta su tobillo. Desabroché el zapato y se lo quité con suavidad. Aproximé los labios a aquel pie soberbio y lo besé. Su sabor, ligeramente más fuerte que el resto de su piel penetró como una puñalada en mi cerebro. Lamí su superficie deliciosa. Introduje entre mis labios apretados, uno a uno, cada uno de los dedos de su pie y los sorbí, simulando que cada uno de aquellos pequeños follaba mi boca. Mi lengua se deslizó encantada sobre su empeine, tocó con dulzura su planta, exploró todos los espacios y recovecos. Después tomé el otro pie y le dediqué el mismo tiempo y adoración. Estaba tan excitado que apenas podía pensar. Mi miembro, encarcelado en el slip, formaba un prominencia en cuyo extremo brillaba una mancha húmeda. Levanté la vista hacia ella. Sus ojos resplandecían. Sonrió, se inclinó suavemente y me volvió a besar.

A continuación se dio la vuelta, se apoyó en el sillón, ofreciéndome la parte posterior de sus piernas y su culito levantado. Era una visión celestial. Dejé que mi boca gozase de la delicia de sus piernas maravillosas. Me deslicé sobre la curvatura firme de sus nalgas. Su piel era aún más delicada, tensa y deliciosa que en el resto de su cuerpo. Con la lengua aparté su tanga, separé sus nalgas y admiré la perfección de su culo. La piel, suave, se plegaba hacia su interior y solo una sombra de vello lo rodeaba. Un aroma discreto, dulce e intrigante emanaba exaltado por su excitación y un sutil sudor. Al rozar aquella superficie sensible con mi lengua, ella dio un respingo y escuché un gemido. Primero, repasé la superficie exterior con suaves toques, después me dejé arrastrar hacia el interior de aquel paraíso delicioso. A medida que mi lengua se encantaba con todos y cada uno de los pliegues de su ano, su palpitante esfínter se iba abriendo con dulzura. Mientras tanto mi mano acariciaba la superficie rugosa de sus testículos, los apretaba con suavidad, tiraba de ellos, y, finalmente, se perdía en la tersura de su miembro completamente erecto. Pequeñas gotas humedecían mis dedos cuando se aproximaban a su capullo.

En el silencio de la habitación solo se podía oír mi respiración sofocada entre sus nalgas y sus suaves gemidos. En un momento dado apoyó su mano en mi cabeza y me dijo: ?necesito follarte?. Me levanté, me quité los pantalones y ocupé su posición, apoyado en el respaldo del sillón, ofreciéndole mi culo. Bianca se arrodilló y me empezó a besar. Era una sensación penetrante y agradable. Se aproximó a mis nalgas y las abordó con su lengua y sus dientes. Forcé mi posición para que el acceso a mi culo quedase bien despejado. Entonces ella con las manos me separó las nalgas y siguió el trazado de mi canal con su lengua ensalivada. Notaba como su cabello me rozaba levemente las nalgas, y el calor de su aliento. Me deshacía de placer, electrizado pensando en su penetración, cuando llegó a mi ano. Lo rodeó con el apéndice jugoso de su lengua mojando toda la superficie. Empujó su lengua dentro del agujero y no pude reprimir un suspiro, mezcla de dolor y de placer.

Noté como uno de sus dedos, cubierto de vaselina se deslizaba dentro de mi ano. Después, un ligero dolor cuando añadió un segundo dedo. Los deslizó alternativamente, de dentro a fuera y describiendo en pequeños círculos. Continuó añadiendo vaselina y trabajando con sus dedos hasta que ella decidió y yo aprecié que ya estaba bastante dilatado. Advertía mi culo extremadamente abierto y el extremo encendido de su polla deslizándose con dulzura en la entrada. Deseaba ser follado, codiciaba aquella adorable pollita que había visto por primera vez oculta tras la blonda de sus braguitas. Bianca me besó con dulzura en la nuca, empujó un poco e introdujo el glande. Se me escapó un lamento provocado más por el deleite que por una mínima sombra de dolor. Sentí su miembro deslizarse en mi interior hasta que su vello púbico rozó mis nalgas. Mi esfínter se estremeció. Clavó sus uñas en mis hombros y empezó a agitar sus caderas. Al principio lentamente, sacando sólo una fracción de su deliciosa pollita para aumentar en cada ocasión el ritmo y la amplitud de la embestida. Involuntariamente apretaba los músculos de mi esfínter para aprisionar su miembro. Mientras tanto, mi miembro, completamente excitado, aplastado contra su falda que había dejado en el respaldo del sillón estaba a punto de estallar. Cada vez que ella se movía dentro de mi, mi polla se deslizaba sobre la falda. El placer era indescriptible. No era capaz de pensar en nada, únicamente en las sensaciones que sentía: la polla de Bianca dentro de mi culo, deslizándose muy adentro, sus caderas y su vello púbico golpeando rítmicamente mis nalgas, el roce de sus durísimos pezones, su cabeza apoyada en mi espalda y sus manos pellizcando mis tetillas. Me despertó un gemido y unas palabras confusas en inglés. Supe que se había corrido dentro de mi. No pude resistir más, un momento antes del éxtasis más profundo de mi vida, sentí el calor del líquido seminal manando a borbotones de mi miembro.

Estuvimos muy quietos durante un buen rato. Notaba mi esfínter latir mientras el semen continuaba brotando de mí muy lentamente. Finalmente, ella se separó con suavidad de mi y yo del sillón. Tome su cara y la besé con ternura. Su boca, aún después de toda aquella excitación, seguía siendo fresca. Se abrazó a mi y volvimos a besarnos. Le pedí disculpas por las manchas en el vestido y me fui de su casa. A la noche siguiente volví a la misma discoteca, pero ella no apareció. Volví una semana después, y tampoco coincidimos. Seguí volviendo todos los fines de semana durante meses, pero no sé si por casualidad, o por su trabajo, ella no ha vuelto a aparecer. Desde entonces, cuando salgo con mis amigos alguna noche, siempre doy un paseo para ver si vuelvo a tener la fortuna de encontrarme con ella.

Relatos relacionados

Hola me llamo danilo tengo 46 años mi historia es un poco fuera de lugar vivo en una ciudad muy grande y trabajo en la zona mas humilde soy visitador social y suelo encontrar mucha pobreza y diferentes problemáticas sociales en una oportunidad en una de mis visitas conocí a odalis una nena de 15 años cuyos padres son alcohólicos fui llamado por el consejo comunal para que ayudara en algo y en realidad es bastante difícil odalis es una mujercita que a pesar de todo este desorden familiar estudia...
23-Jan
54657
[Sexo con Maduras] Esto ocurrió hace 19 días cuando fui a hacer los exámenes de septiembre. Y cual fue mi sorpresa que cuando fui a ver la nota de matemáticas la profesora me tenia guardada una gran sorpresa.
21-May
57814
Tengo 23 años, y soy travesti,me considero fina,muy refinada,y muy centrada en mi vida particular,pero el destino es impredecible,y mucho menos evitable.he sido un chico con caracteristicas muy femeninas,cuerpo muy esbelto,bonita cara,y gran trasero,aunque mi penè es pequeño,erecto es inquieto y cumple sus funciones normales,ademas soy alta y delgada..mi madre de 40 años,es todavia muy bonita,y muy voluptuosa,y no le faltan admiradores que la desean mucho.me padre la dejò cuando supo que estaba embarazada a los 16 años,se sacrificò para darme buena educacion y le debo todo a ella...soy...
22-Apr
21694
Me voy a presentar, me llamo Ana, tengo 20 años y estudio y trabajo. Soy una chica alta, morena y con bonitas curvas, según lo ue me dicen. Vivó con mi novio, mi amiga y su novio en un piso alquilado.El novio de Teresa, mi amiga, es Roque, es un chico timido pero muy guapo, estudia medicina. Nunca le hubiera echado el ojo encima si no fuera porque le pille a él y a Tere en plena mamada, y que mamada, Tere le lamía la polla con unas ganas estupendas?.Por...
05-Sep
29093
[Heterosexual] Lo que me acaba de suceder fue tan emocionante que aún tengo todo el cuerpo lleno del semen de mi novio y estoy acá sentada escribiendo, porque de verdad deseo que se exciten tanto con mi historia y que se masturben como lo he hecho yo muchas veces después de leer alguno de sus relatos.
15-Dec
52360
Este es un relato muy verdadero, cambiare los nombre un poco. Mi nombre es luis tengo 32 años, estoy casado hace 4 años con norma. ella tiene 30 años. ambos somos de iquitos. mi esposa quedó huérfana de padre cuando tenía 7 años. su padre murió ahogado en un rio de la selva. desde entonces su hermano mayor lo crió como a su hija. cuando nos casamos, el hermano de mi esposa que se llama jorge, ya tenía una empresa de textiles...
27-Oct
124929
En mi trabajo soy cordinador y tengo varias gentes a mi cargo uno de ellos se llama lalo el cual tenia una novia de buen cuerpo un bonito culo y unas hermosas tetas paraditas para esto despidieron a lalo quien antes de irse me pidio un favor me dijo cuidas vien a mi vieja lo cual hice primero pues nos ivamos a cenar juntos en la hora de la comida asi duramos dos dias asta que se me ocurrio decirle tienes bonitos labios me dejarias morderlos lo cual ella me...
31-Dec
79065
Cuando me casé, no era ninguna neófita en el sexo. Tuve infinidad de puestas de espaldas y conviví con muchos novios, por lo cual era una alumna muy avanzada cuando conocí a Fernando, mi actual marido. Por un tiempo conviví con él y nos llevábamos muy bien, tanto sexualmente como en el resto de la vida. Al ver que la relación era buena, me propuso matrimonio. Nos casamos, para alegría de mi familia que veía que la oveja negra adquiría cordura. Mi marido siempre supo mi "pedigree", tenía amplio conocimiento...
22-Dec
53335
Hola lo q voy a relatar no se lo he contado a nadie nunca no por que me arrepienta si no por que no creo que tengan un allio criterioBueno esto paso en Diciembre del 2010 yo soy una chica de 27 buen cuerpo delgadita apesar de q tengo hijos vivo sola con mis pequenos ya que me separe del padre yo vivo en una casa que tienen mis papas ellos vivian en otra casa con mi hermana mi sobrino y otro hermano casualmente lo q voy a...
17-Nov
107378