Infidelidad negra

Después de leer varios relatos me he animado a contar lo que me pasó a mí. Hace unos meses, os la describiré, ella es una mujer de 23 años se llama Lydia, mide 1.65 metros. Tiene un culito bien durito y prieto y le gusta marcarlo con ropas muy ajustadas, unos muslos muy torneados debido a que hace mucho ejercicio en el gimnasio, es morena de pelo largo y ojos negros, lo mejor de todo son sus pechos, de talla 105 y bien paraditos con unos pezones rosados y grandes que son las delicias de mis relaciones sexuales. Debido a la piscina que tenemos en el jardín y a la costumbre de mi esposa de tomar el sol en top-less me daba miedo dejarla con el negro por lo que pudiera pasar pues mi mujer en top-less es muy atractiva y con el calor que hacia el jardinero se quitaba la parte superior del mono, lo que de seguro calentaba a mi mujer.

Yo no quería dejarla sola pero llego el lunes y me tuve que marchar a la oficina, durante todo el día estuve con la mosca detrás de la oreja pero al llegar a casa no vi ningún indicio que me diera motivos para sospechar de mi novia por lo que poco a poco lo fui olvidando, pero un día dio la casualidad de que no tenía que ir a la oficina por la tarde y me fui a casa a comer, cuando llegue me extraño encontrarme la parte de abajo del bikini de mi novia en el salón pero supuse que lo había dejado tras cambiarse para comer y no le di mayor importancia. Fue entonces cuando escuche los gemidos que provenían de nuestro cuarto de matrimonio y subí las escaleras con mucho cuidado para descubrir el origen de aquellos gemidos, estos gemidos me llevaron hasta la puerta del cuarto que estaba entornada y a través de ella pude ver a mi novia de rodillas entre las piernas del jardinero subiendo y bajando la cabeza al principio no pude ver más pero al rato mi novia aparto su cabeza y pude ver el rabo del negro ¡que polla! por lo menos le medía 22 cm. y era muy gruesa (mucho más que la mía en honor a la verdad) y estaba surcada por unas venas enormes y amoratadas, mi novia le miro sonriendo y le dijo:

- Menudo rabo te gastas Carl como me encanta tragármelo - mientras se relamía los labios con maneras de puta experimentada.

- Tu sigue chupando y calla zorra - le contesto él mientras empujaba la cabeza de mi novia hacía su rabo.

Ella paseo su lengua por la punta de aquel rabo negro y con cara de puta se lo trago, subía y bajaba la cabeza con un movimiento continuo que hacía escapar gemidos de placer de la boca del negrazo. Minutos después Lydia se saco la polla de la boca y relamiéndose los labios le dijo:

- Vas a saber lo que son un buen par de tetas aprisionando tu pollón - y sin más dilación empezó a hacerle una buena paja con sus tetas mientras le daba pequeños lengüetazas a la punta del capullo que crecía aún más.

- Oh si! Que bueno! - chillaba con expresión placentera el negro mientras acariciaba la cabeza de mi novia.

Ella empezó a masturbarse lentamente mientras continuaba haciéndole esa mamada de campeonato a nuestro jardinero, el cual asiéndola por las caderas la subió a la cama y empezó a sobarla las tetas mientras ella se ponía en posición de perrito y le chillaba con expresión de puta:

- Vamos mi macho ven y cabalga a tu yegua como tu sabes, quiero que te corras en mi boca pero antes fóllame como mi novio no sabe hacer, Haz que me corra mi negro - Chilló Lydia mientras masajeaba lentamente las pelotas del jardinero.

- Te vas a morir de la caña que te voy a dar puta, te voy a meter mi polla por tu chocho y te la voy a sacar por la boca de tetona que tienes puta mía, así sabrás lo que es un buen polvo y no la mierda que te hace tu novio.

Y diciendo esto se la introdujo de un golpe provocándola un chillido, mezcla de dolor y placer, que termino cuando mi novia intento ahogarlo sumergiendo su cabeza en la almohada. En ese momento, me dio por pensar que esos chillidos y gemidos debían de estar escuchándolos todos los vecinos, y me dolió mas esa afrenta a mi hombría que los cuernos en si. No sé porque el ver a es negro hundiendo su barra de carne en el chocho de mi novia empezó a excitarme y no puede hacer otra cosa excepto observar y pajearme viendo la escena, sé que debiera haber reaccionado para que todo terminase pero, en ese momento, el único músculo que no tenía agarrotado era la polla y la mano con la que me la cascaba.

Mi novia seguía penetrada por aquel enorme rabo negro que provocaba un sonoro polff cuando chocaba contra mi novia, las manos de Carl amasaban las tetas de Lydia mientras sus bocas se encontraban en un beso que solo se podía lograr si el hombre tenía una buena polla pues Carl tenía media polla fuera para alcanzar los labios de Lydia, esta se echaba hacía atrás para recibir la mayor cantidad de rabo posible con lo que les daba un buen masaje (debido a la presión) a los huevos de él que, sin soltar las tetas, empujaba a un ritmo frenético. Carl paro y le dijo a Lydia:

- Vamos a cambiar de postura, túmbate con la espalda en el colchón que quiero ver tus enormes tetas mientras las sobo.

- Lo que tu quieras mi macho, estas (dijo agarrándose las tetas) son tuyas y las puedes ver y tocar, sin que este mi novio delante -puntualizó- cuando y como quieras.

Ella se giro y se abrió los labios del chocho para facilitar la entrada al rabo negro de su macho. Él agarro sus nalgas y empujó con todas sus fuerzas provocando un sonoro golpe al chocar sus pelotas con el culo de ella, al instante empezó de nuevo el mete y saca y Carl agarro las tetas de mi novia con claro deseo. Al cabo de un tiempo de observar esa sugerente escena alcancé el orgasmo llenado el suelo del pasillo con esperma que rápidamente me apresure a limpiar. Ellos seguían a lo suyo y yo me empezaba a volver a empalmarme entonces sucedió algo que me impactó muchísimo, pararon y él sacó su polla del coño de Lydia y escupió en el culo de ella que le miraba con una expresión de deseo y temor porque él, como vi después, iba a penetrarla por el ano, cosa que ella no me dejaba hacerla porque decía que la dolía ¡seria zorra! Se iba a meter semejante pollón y no me dejaba meter la mía. Carl extendió saliva por el ano de mi novia y le introdujo un dedo que arranco de mi novia un claro gemido de placer.

- Aaahhh, joder, me encanta que me metas el dedo - gemía mi novia mientras se retorcía de placer.

- Zorra no te preocupes que ahora te meteré algo más grande y largo - rió en voz alta el jardinero negro.

- Sabes que lo estoy deseando mi macho- susurro mi novia mientras se abría las nalgas de forma que exponía totalmente su culo para ser penetrado por la gruesa herramienta del negro.

- Lo sé mi puta y por eso te voy a complacer - sonrió el negro mientras presionaba la cabeza de su grueso y largo capullo contra el culo de mi novia presionando ese agujerito que se abría como en un bostezo.

Mi novia ponía cara de dolor y placer entremezclado con un poco de lujuria que hubiese excitado al cura más beato, y que por supuesto a mí me excitó terriblemente, poco a poco entro el rabo en el culazo de Lydia y a la mitad de la polla mi novia suplicó.

- Por favor Carl deja de meterme el rabo que voy a explotar que ya sabes que tienes un rabo enorme y no me entra todo - le dijo con cara de niña buena, que habría conmovido a cualquiera (excepto a ese negrazo).

- No puta, tu me prometiste que te podría meter toda mi verga, así que relájate y disfruta porque, por mucho que chilles, te lo voy a meter hasta el fondo y voy a ser el único dueño de tu culo, me has oído bien, el único - dijo mientras la agarraba de los pezones - A ese novio tuyo, sigue diciéndole que te duele que te den por el culo, ¿de acuerdo? - concluyo el negro.

- Por supuesto que este culo será sólo tuyo pero procura hacerlo suave ¿vale? - dijo con voz suplicante.

Sin contestar el negro introdujo de un solo golpe el resto de su polla en el culo de Lydia arrancándola un largo grito de dolor que acabo convirtiéndose en un sonoro jadeo entremezclado por expresiones como “dame más mi negro, menudo rabo, destrózame el culo, follamelo es todo tuyo” y otros derivados que me duele recordar.

- Una mañana que tu novio este dormido tengo que follarte que me da morbo que me pueda pillar y ver su reacción - dijo Carl con los ojos chispeantes por la lujuria

- Lo que tu quieras mi negro - hizo una pausa para poner los ojos en blanco de placer a causa de una profunda envestida de la tubería de carne que tenía introducida - Pero no descuides la follada, que me estas arrancado más orgasmos en este polvo que los que me ha provocado mi novio en toda la relación - concluyó agarrándole las bolas negras y sonriéndole.

Carl embistió un poco más y después gimiendo saco su polla del culo de mi novia y se dirigió hacia su cara. Lydia se había sentando con la boca abierta esperando esa lluvia blanca de esperma que la iba a regar en breves instantes, cascándole al negro una buena paja mientras le decía

- Vamos negro correte en mi boca que estoy deseando saborear ese delicioso néctar que sabes que tanto me gusta- se iba a tragar el semen, eso tampoco me lo hacía porque decía que la desagradaba el sabor, en un solo mes nuestro jardinero había logrado llevar a cabo todos los actos sexuales que tantas ganas tenía yo de hacer con la tetuda de mi novia.

- Por supuesto, te voy a regar la garganta pero sobre todo la cara y las tetazas que te gastas ja..ja..ja.. -rió el jardinero mientras amasaba una teta de mi novia como si de pan se tratase.

Yo no aguante más y acabe corriéndome de nuevo y rápidamente me extendí el semen por la camisa, que aún llevaba puesta, porque no quería perderme nada. Carl empezó a correrse entre espasmos, el primer chorro de esperma cayó en la garganta de mi novia, los siguientes cayeron en la cara y sobre todo en las enormes tetazas de Lydia que las alzaba como exponiéndolas para recibir el esperma, cuando Carl terminó acercó la poya a la boca de Lydia que se la chupo hasta dejarla limpia y reluciente. Lydia agarro uno por uno todos los cuajarones de semen que tenía en cara y tetas y se los trago con cara de lujuria:

- Esto si que está rico, me encanta tu leche y que te corras en mi cara - dijo Lydia mientras se miraba las tetas en busca de algún resto de esperma que llevarse a la boca

- Sé que te gusta mi puta, llevó un mes trabajando aquí y medio de el me lo he pasado follándote, me conozco tu agujeritos mejor que tu novio - Carl se echo a reír y al poco tiempo lo acompaño Lydia.

Yo, con las risas de fondo, me fui de la casa a pensar en lo ocurrido, por un lado me había excitado sobremanera. Pero, por el otro, mi novia me era infiel... estaba echo un lió. Al volver a mi casa decidí dejarlo correr e intentar espiar más a mi esposa y el jardinero negro, por que no dejaba de excitarme cuando me imaginaba esa barra de carne en el culo de Lydia, y lo conseguí en más de una ocasión, pero esas ya son otras historias que os contare más adelante.