Una solterona completamente sola en una cita casual

Recuerdo la primera vez que estuvimos juntos, el me pidió que bajara por él, ya que no encontraba mi dirección, recuerdo bien que estaba nerviosa, jamás se lo dije, pero en verdad no sabía lo que estaba haciendo, invitar a una cita casual a mi propia casa, yo una solterona completamente sola.

Me esperaba en la banca de un parque cercano, lo saludé normal y lo guié hasta mi puerta, me encantaba su altura, mis intenciones después de tantos fracasos amorosos no quería nada serio con hombres, de verdad solo necesitaba una buena verga y sentir placer, no quería pensar demasiado en el amor y esas cosas. Por eso decidí buscar un amigo con derechos o Cogiamigo, como le llamábamos con mis amigas, claro que por eso lo elegí en un catálogo de esos que le llaman Adopta un Chico, completamente a mi gusto, solo necesitaba alguien que viviera cerca en mi ciudad, y que estuviera dispuesto a un encuentro.

Y allí lo tenía sentado en mi comedor platicando casualmente de cosas triviales, nuestros verdaderos nombres, intereses, situación sentimental. Ambos resultamos ser corazones rotos, en ese momento me importó muy poco, quise comer con él y estaba preparando algo rico. Pero el me interrumpió besándome el cuello y tocándome sensualmente, no olvido su lengua húmeda recorriendo mi piel, sus manos recorriendo buscando entrar bajo mi blusa, y su respiración. Ese delicioso escalofrío que me recorrió ante la sorpresa de sus acciones, de verdad, me cautivó, solo apague la estufa y lo invité a subir a mi cuarto.

El en serio estaba impaciente, temblaba pero no de nervios, le dije que no se preocupara que me hiciera lo que quisiera y eso fue el acabose, recuerdo haberle contado que no me gusta hacer escándalos en el coito, que no era de las que gritaban, que era una exageración pero el tamaño de su pene, ¡oh diooos!, no lo conocía, me di cuenta de lo que me había perdido por buscar el amor, si, antes de buscar el amor toda mujer debe buscar un buen pene?

Yo se lo pedí, por primera vez en mi vida hice sexo oral, algo tímida pero es que, ese pene se me antojaba tanto, sentirlo erecto bajo su pantalón, honestamente ha pasado tanto tiempo de aquello que no recuerdo si yo lo desvestí o él se desvistió, pero si recuerdo como se sintió cuando lo tuve en mi boca, en verdad no lo hice tan bien creo, es que tenía miedo de apretarlo o morderlo, me limité a masajear su cabeza con mi lengua y sobar sus huevos con mis dedos, mi primer felación fue más bien una caricia, pero él la disfrutó creo, des pues de eso me penetró tan fuerte y efusivamente que por primera vez en mi vida gemí como una loca. Su pene era tan grande que dolía en mi vientre, dolía, pero también se sentía delicioso, esa sensación de ingravidez y dolor mezclado con placer nunca la olvidaré, sin duda el mejor sexo que he tenido en mi vida, tal como debe ser un buen sexo.

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AlfredoTT
AlfredoTT
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