Un sacerdote amigo

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Yo tenía algo mas que 18, el tal vez 40. Éramos amigos. Él era el sacerdote. Yo el joven que lidereaba los grupos juveniles. Trabajamos juntos, el era quien me apoyaba ya que mis papás vivían en otra ciudad.

Un día después de trabajar todo el día, ya tarde me invitó a dormir a casa de su hermana, ya que no estaban y la casa estaba sola. Así sería más fácil que al día siguiente pudiéramos ir juntos a la iglesia a continuar con nustras labores.

Yo accedí, pense que eramuy buena idea, y además no quiere llegar a casa de mis tíos a dormir en el piso, así que le dije que pediría permiso y que no creía que hubiera problema pues iba con mi amigo el padre, así que no había ningún problema.

Llegamos a la casa era muy grande y muy bonita. Estaba sola y fuimos a la cocina hacer entonces cenar algo rápido. No recuerdo que cenamos. Pero cuando acabamos de cenar chistosamente solamente había una habitación abierta. Los demás estaban con llave. En ese cuarto solamente había una cama King size, y él me dijo que si había problemas que durmieramos en la misma cama.

La verdad es que la cama era grande, así que no vi ningún problema.

Entro el al baño y se puso la pijama pijama azul de cuadro. Yo no tenía pijama y me quede con con una camiseta y mis boxers. Nos metimos a la cama apagamos la luz, yo me quedé boca arriba acostado, ya sabes pensando en lo que había pasado en el día ahí en lo que había que hacer mañana.

De pronto sentí su verga dura en mi pierna. A la altura de mi muslo, su verga dura caliente y palpitante hacia presión. En ese momento sentí mucha confusión. No sabía qué hacer, me quedé paralizado, no me moví, no hice ningún ruido… no me quite. El empezó a frotar su verga en mi pierna, sentía como la baba que salia de su verga dura y caliente, lubricaba mi pierna… sentia el recorrer de su dura verga… seguia son moverme… sin decir nada.

En ese momento comencé a sentir sensaciones que nunca había sentido, mi verga se puso tan dura como si quisiera salirse del boxer. Parecía como si tuviera vida propia, no la controlaba, mi cabeza me daba vueltas. Me dolía la erección por la presion que ejercia sobre el boxer… en un movimiento con la mano, saque mi verga, por la avertura del boxer… fue el unico movimiento… el dolor, se volvió placer… no sabia que pasaba, no sentía nada, no escuchaba nada, solo sentía un enorme place, un estado donde cada centimetro de mi piel, estaba a la espera de sentir mas… solo mi verga dura, rozando la sabana… y la suya rozando mi pierna.

Mi verga estaba dura, caliente… palpitaba contra la sabana, que estaba ya mojada de mi baba… como mi pierna… Así que baje mi mano y tome su verga caliente, dura, excitante. Acerque mi pierna, queria sentirla completa, queria sentir como se frotaba, entre mi pierna y mi mano… la sentia tan dura, caliente… no quería que pasara el tiempo… quería sentir cada segundo. No importaba nada, ni nadie. No era el. Solo existía su verga, y mi placer.

Nunca había sentido esta excitación. Cada vez eran más grande los deseos que sentía. No quería parar. Estaba gimiendo sintiendo su verga en mi mano en mi pierna. Sin pensarlo y sin decir nada, quite la cobija de encima y bajé, buscando su verga dura… quería metérmela en la boca. Su verga dura y deliciosa caliente dura babosa, muy babosa, empecé a mamar lo masturbaba al mismo tiempo que me la metía la boca. Quería comérmela toda la masturbaba, sintí un gran deseo por ella. Estaba como loco, había perdido la cabeza, desde hace mucho lo único que quería era seguir sintiendo ese placer indescriptible esa locura de sexo. Ese momento en donde la irrealidad existe porque la mente ha borrado todas tus defensas, estás solo y quieres que suceda.

En ese momento empecé a sentir a mi interlocutor, parecía que quería que dejara de mamar… me tomó del brazo y me jaló hacia arriba… me dejé llevar, no sabía que quería, pero sabía que estaba igual de perdido que yo en el placer y la lujuria.

Me acosté de espaldas a el… sentí que queria sentir su verga entre las naalgas… y así fue, me pusso su verga dura, entre ñlas nalgas y cruzó el brzo para tocarme la verga que estaba dura babosa y caliente… me empezó a masturbar y yo empecé a mover mis nalgas. Sentí su gran verga entre mis nalgas, como se frotaba en ellas y sentí mas deseo mas, mas ganas de mas sexo, de mas… de mas.

MI cabeza, me decía a veces que me detuviera, que corriera, pero mi cuerpo, me pedía mas placer… el me masturbaba y yo me frotaba las nalgas con su verga … quería que me la metiera, quería sentirla dentro… y que me llenara de ese placer… no sabía si me dolería, pero no importaba, no sabía si quería cogerme… no importaba… lo que quería era sentir mas y su verga me prometía eso… así que empecé a tratar de acercar mi culo a su cabeza… y al tocar su cabeza con el ano… sentí como se venía en mi entrada… y yo en ese momento en su mano…

Todo se terminó… de pronto toda la exitación, se apagó… solo quería no estar ahí. Salir corriendo, lleno de vergüenza. La razón volvió en si y las cosas se veían de diferente color.

Las piernas me temblaban, las manos me hormigueaban… solo quería no estar ahí… o sentirme de nuevo tan exitado…

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Heteroflex
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