Trío con mi esposa y mi amigo

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A muchos nos pasa que en nuestras relaciones de pareja la monotonía o entrar en la rutina nos cansa al punto de que el sexo no nos llena y que por el mismo motivo no lo disfrutamos. Por mi parte siempre he querido probar cosas nuevas y entre ellas y la que más me apetece es realizar un trio en el que mi esposa sea el plato central, verla disfrutar con otro hombre que no sea yo y de igual manera yo participar.

Les hago un pequeño resumen de cómo es mi esposa: ella se llama Marilyn; es de estatura media 1.60, cabello castaño, de pechos grandes así a como nos gusta a la mayoría de los hombres y su trasero es redondo de muy buen volumen, a sus 42 años se mantiene en muy buena forma.

Lo que les cuento sucedió meses atrás, siempre había fantaseado poder realizar un trio con mi esposa y que ella estuviera de acuerdo por lo que muchas veces de una u otra manera al estar viendo alguna película porno o simplemente teniendo sexo le decía cosas de que si le gustaría estar con un hombre aparte de mi por lo que en su mayoría de veces se molestaba y en otras me decía que si estaba loco siempre era un rotundo NO.

Mas que nada era por miedo al que dirían de ella o que termináramos separando debido a eso, a lo que muchas veces yo le decía que nada que ver que el de la idea era yo y que iba a estar de acuerdo en todo, que no lo viera de esa manera.

– Amor estás loco, ¿qué tal si por hacer algo así nos topamos con un algún loco o qué tal si a ti te dan celos y nos terminamos dejando, o qué tal si por el contrario lo hacemos una vez y tú quieres seguir haciéndolo?

– Cariño tranquila que tampoco es que lo vamos a hacer con la primera persona que encontremos aparte que por algo así no nos vamos a dejar!

– La verdad ya sabes que yo no soy ese tipo de persona aparte que me da miedo que nos peguen una enfermedad?

– Tu tranquilo cielo, como te digo no lo haremos con la primera persona que encontremos, es salir tomarnos algo y si se da algo con alguien pues ya veremos.

– Bueno, si lo hago y no digo que lo vaya a hacer seria bajo mis condiciones!!!

– Está bien, me parece justo mi amor… y cuáles serán esas condiciones?

– Okey, yo seré la que escoja a la persona con la que lo haremos, será a mi gusto y no podrás decir no ya que tú eres el de la idea…

– Tranquila mi amor te comprendo, por mí no hay problema y me parece excelente, así tu sentirás a gusto en todo momento. ¡¡¡A ver dime!!!

– Está bien, debe ser un hombre más joven que nosotros, de buen ver, que sea estatura similar a la nuestra. No quiero que sea sexo salvaje ósea no quiero golpes de ningún tipo, no quiero mordiscos, no quiero que me jale el cabello, no quiero sexo anal, no quiero sexo sin protección y no quiero que me pida regarse en mi boca, sabes que eso me desagrada y me da asco.

– Pero le están quitando toda la emoción!!!

– Bueno, tómalo o déjalo ya es decisión tuya…

– Está bien, acepto las condiciones…

El golpe ya estaba dado pues lo más difícil ya estaba echo y como dije le quitaba mucho de lo que yo quería ver que le hicieran a ella, ahora todo era poder encontrar a esa persona que me ayudara a cumplir mi mayor deseo y estaba decidido a encontrarla, costara lo que costara.

Y creo que ya tenía el candidato perfecto para mi esposa, era un amigo del trabajo con el cual algunas veces habíamos salido a tomarnos unas copas y el cual ella lo conocía. Y como me dirigía al trabajo solo era invitarlo, claro no le iba a decir nada de lo que tenía planeado, ya que quería que todo se diera de sorpresa.

– Hola Juan, como va todo?

– Perfecto Luis, por dicha el trabajo lo he adelantado y no tengo pendientes eso si tuve que hacer malabares para poder salir con la tarea y la verdad que hoy si trabajé jejeje.

– Te quería invitar hoy a casa a ver el partido y de paso tomarnos unas cervezas; ¿qué te parece?

– Me parece una muy buena idea, además ya hace rato que no salimos a despejarnos la mente y unas cervezas estarían fabulosas.

– Okey listo, entonces te espero a las 7.

– Listo Luis, estaré por allí sin falta.

Yo sabía que él no diría que no a tal invitación ahora era solo decirle a mi esposa que mañana Domingo tendríamos visitas y que por tanto no saldríamos de casa, aunque no era que cada fin de semana salíamos.

Ya en casa:

– Hola mi amor como estas, ¿qué tal tu día?

– Bien mi vida, hoy estuve muy ocupada con los que haceres y tú, ¿qué tal el trabajo?

– Excelente no hubo contratiempos y todo salió de maravilla. Te quería comentar que mañana viene a casa Juan, lo invite a ver el partido de la final y a tomarnos algo, ¿qué dices cariño no hay ningún inconveniente?

– No mi amor para nada, yo sé que no duermes si no ves un partido y no te lo puedes perder jjjj.

– Mi amor, comprare unas bebidas y unas carnes para ver el pasar la velada con tranquilidad, así tu no tendrás que preocuparte por preparar nada.

– Lo que tu digas cielo, está bien me parece muy buena idea.

Lo que ella no sabe es que tengo planeado cumplir mi fantasía ese día. Sé que ella en sus exigencias había dicho que ella debía seleccionar a la persona con quién haríamos el trio, pero ella no es de beber mucho licor y con unas cervezas encima o unos tragos se le alborotan las hormonas fácilmente y eso ayudaría a que no ponga peros a lo que pudiera suceder al calor del momento.

Sali de casa y compre unas cuantas cervezas, una botella de Jagger y unas carnitas como le había dicho a mi esposa, todo para pasar una noche sin que nos faltara licor. He escuchado que el Jagger es un buen trago para calentar a las mujeres y lo pondría en práctica, así que esa botella la compre para ella. Debía regresar pronto a casa pues ya casi debía estar por llegar el invitado principal.

 Mi esposa se había vestido con algo no muy llamativo pero que no dejaba de ser especial para el momento ya que a ella no le gustaba que la vieran en fachas. Llevaba un vestido rojo el cual le hacían resaltar sus atributos.

sonó el timbre de la puerta y Sali a abrir y allí estaba mi amigo el cual traía de su parte una botella de vino como de costumbre.

– Pasa Luis, hombre pensé que ya no venias!!!

– Tuve un pequeño atraso en el camino, pero ya estoy por acá. Hola Marilyn como estas?

– Hola Juan muy bien y tú, tenías tiempo de no visitarnos?

– Si, hemos pasado muy ocupados en el trabajo aparte que Juan tenía tiempo de que no me invitaba.

– Si, pero como dijiste ya estas por acá y es lo que cuenta, ya siéntate que ya casi empieza la mejenga.

Nos sentamos y mi esposa se dirigió a la cocina por unas cervezas y parte de las carnes que habíamos comprado. En su mano traía la botella de Jagger y unas copitas para brindar, pero yo iba a tratar de que solo fuera ella la que tomara de ese licor para encenderla rápidamente.

Ya había pasado el tiempo y ya el partido había llegado a la mitad del juego, mi amigo y yo nos habíamos tomado cerca de 8 cervezas y un par de tragos que mi esposa nos había ofrecido del Jagger a lo que no pude decirle que no pues parecería sospechoso.

– Mi amor ya me siento mareada, creo que he tomado demasiado licor.

– Pero yo no veo que hayas tomado mucho Marilyn jjjj

– Eso dices tu Juan jjjj estoy segura de que yo he tomado más de lo que ustedes dos han tomado.

En eso ella se intenta levantarse y acercarse hasta donde yo estaba sentado, sin darse cuenta se sienta en mis regazos y sus piernas quedaron abiertas en dirección a mi amigo Juan el cual no perdió la oportunidad para ver el dentro del vestido y ver su ropa interior. Yo por mi parte no hice nada porque ella se cubriera pues pretendía que las cosas se calentaran y al parecer si estaba funcionando.

Propuse para pasar el rato mientras iniciaba el otro tiempo del partido jugar a las cartas, mi esposa no puso peros creo que por estar tan ebria y por su parte mi amigo se notaba muy interesado. Les dije que el juego seria tomar del paquete de cartas cada uno una de ellas el que tuviera la más alta era el que ganaba y el que tenía la más baja lógico perdía y debía cumplir un reto o un castigo.

Entonces nos pusimos manos a la obra nos sentamos en el suelo y las cartas las pusimos en el centro de los tres.

– Primero tomare yo una carta, luego tu mi amor y la siguiente la tomara Juan, después de que todos la tengamos deberemos mostrarla, la tiraremos al piso.

– Listo está bien, pero no se vale hacer trampa mi vida.

Yo tome la mía, mi esposa tomo su carta y Juan tomo la suya. A lo que tocaría era lanzarla en donde todos pudiéramos verla.

Yo lance la mía: “me toco un 10”

Juan lanzo la de ella y le toco un 6

Mi esposa lanzo la suya y le toco 9 por lo que Juan era el perdedor. Y como era el que había ganado me tocaría poner un reto o un castigo.

– Que quieres Juan, reto o castigo?

– Prefiero un castigo no vaya a hacer que me pongan un reto difícil jjjj.

Mientras pensaba en el castigo le servía una copa a mi esposa para que siguiera estando ebria y ella se la tomo de un solo tiro, por lo que Juan y yo nos echamos a reír.

– Tal parece que ya no te hacen nada los tragos Marilyn?

– Ahhhh es para que veas que yo aguanto lo que sea.

A lo que yo le contesto: será que si te aguantas lo que sea? Lo digo con vos burlona y desafiante.

– Ella me vuelve a ver con ojos picaros y me responde: tú sabes que yo aguanto lo que sea, bien que lo sabes… y se echa a reír al igual que mi amigo quien entendió la indirecta.

– Okey quiero ver si es cierto!!! Juan ya tengo tu castigo, tienes que darle un beso a mi esposa en la boca durante un minuto.

Mi esposa y Juan me volvieron a ver, y ella se puso roja y él me dice:

– Estas seguro Luis, no será que tu esposa me devuelve una bofetada?

– Tranquilo Juan, ella dijo que ella aguanta cualquier cosa ya veremos si es cierto… verdad que si mi amor?

A lo que mi esposa me contesto:

– Bueno, pero solo un beso y nada más.

Mi esposa se puso frente a Juan y este la tomo de la cadera para acercarla y allí mismo empezaron ambos a cumplir el castigo, que la verdad no era ningún castigo para mi amigo.

Paso el minuto y se separaron, podía notar algo de nerviosismo de parte de mi esposa, la cual se acercó a mi e intentaba esconder su rostro, por lo que yo le dije:

– Tranquila cariño, ahora seguiremos jugando; me toca nuevamente tocar la primera carta.

Así lo hice y esta vez me toco el 5, por su parte mi esposa tomo la suya y a ella le toco 8 y Juan hizo lo suyo, tomo su carta y a este le toco un rey por lo que el que había ganado era Juan y el que había perdido era yo.

– Bueno Juan ganaste, ahora te toca ponerme un reto o un castigo tú decides.

– Está bien… Bueno, creo que pediré un reto y será que le quites a Marilyn la ropa que lleva bajo su vestido.

Mi esposa me volteo a ver y ella lo que hizo fue sonreír y me dice:

– Creo que no te va a costar mucho hacerlo mi amor.

– Espero sea cierto jjj mi vida, pues bueno manos a la obra

Juan no quitaba la mirada para ver cómo le quitaría su hilo a mi esposa, era un hecho de que yo trataría de hacer todo lo posible para que el no perdiera ningún detalle de lo que había debajo del vestido de mi esposa. Le indique a mi esposa que se sentara sobre la silla y abriera sus piernas, ella inmediatamente se sentó y procedí a quitarle su hilito, le abría las piernas lo más que podía para mi amigo pudiera darle un taco de ojo y era un hecho de que lo que estaba haciendo pues él tenía su vista clavada en la entre pierna de mi esposa. Por fin le quite su hilo, el cual tenía en mi mano y ella aun con las piernas abiertas dejaba ver su vagina a la vista la cual la tenía bien depilada.

Ella cerro sus piernas y yo tomé sus bragas que tenía en mis manos y corrí a lanzarla sobre mi amigo el cual las tomo y las llevo por impulso directo hacia su nariz. Mi esposa me volteo a ver y me dice:

– Noooo porque se la diste, no ves que están sucias?

Y mi amigo con una sonrisa en su rostro dice en voz altas:

– Para nada están sucias, están perfectas y huelen delicioso.

Después de decir esto mi amigo, mi esposa se puso roja de la vergüenza, y solo atinó a decir “gracias” a Juan.

El tomo las bragas de mi esposa y las guardo en las bolsas de su pantalón como si fuera un trofeo y mi esposa no protesto solo me dijo:

– Me debes bragas nuevas!!!

No nos habíamos dado cuenta de que el partido ya había iniciado o la verdad ya no nos interesaba.

– Bueno tomen asiento, vamos a seguir jugando, amor toma tu carta y acá esta la tuya Juan…

Esta vez había hecho trampa porque mientras ellos se estaban sentando acomode las cartas de modo que mi esposa perdiera y Juan ganara, debía subir de nivel y poner un reto o un castigo más fuerte para calentar las cosas de una vez por todas.

– Que cartas llevan, a mí me toco un 9 y a ti Juan?

– A mí me toco una reina!!!

– Y a ti mi amor?

– Mi amor no se vale, de seguro estás haciendo trampa, me toco un 2.

Juan se hecho a reír y se dio cuenta de que había ganado, así que ahora la que debía pagar era mi esposa. Ahora me daría cuenta si las cosas se daban o no. Pero antes de esto propuse tomarnos una copa más, esta copa se la di más cargada a mi esposa ya que me parecía que el efecto del alcohol había bajado… Ella tomo la copa y la tomo casi al instante.

– Bueno ahora sí, es la hora de pagar mi amor… pero esta vez le voy a pedir a Juan de decida el entre un reto o un castigo… y yo decidiré que será.

Mi esposa no puse ninguna objeción, yo esperaba que Juan usara la lógica y se beneficiara con lo que iba a decir. Mi amigo solo atinó a decir:

– Elijo un castigo…

Ahora sí, todo era cuestión de que yo eligiera sabiamente su castigo y que las cosas subieran de nivel, tratando de que mi esposa no cambiara de parecer, se molestara o que ya no quisiera jugar ya que hasta el momento no había puesto peros…

– Bueno tu castigo seeeraaa… Que te sientes en los regazos de Juan y le hagas un baile encima de él, y que te lo repelles!!!

– No mi amor como vas a pedir eso, que vergüenza, además recuerda que no llevo debajo ropa interior?

– Recuerda que tu estuviste de acuerdo en jugar, además no es nada del otro mundo en durante un minuto nada más, relájate…

– Bueno, luego no quiero reclamos. Juan, eso si no metas manos, está claro?

– Tan claro como el agua, hare caso Mary.

– Bueno ahora si… manos a la obra el tiempo a correr…ya…

Mi esposa se acercó a Juan, dio vuelta dándole la espalda a este y tomando posición empezó a restregar su tarsero encima de la entrepierna de Juan, el cual se notaba quería tomar las nalgas de mi esposa pero le daba miedo de que ella se enojara. Yo lo voltee a ver y le hice señal de que lo hiciera y mi esposa me vio, seguidamente Juan me hizo caso y empezó a tomar ambas nalgas de mi esposa y hacerle presión sobre su verga.

Mi esposa por su parte seguía moviéndose y se notaba que si lo estaba disfrutando pues ella cerraba sus ojos conforme se movía más y más. Por desgracia el tiempo había terminado y mi esposa se puso de pie quitando las manos de Juan de su trasero, el cual al levantarse de encima de Juan no se dio cuenta u olvido que no llevaba nada y pudimos ver ambos partes de su redondo trasero así como de su vagina.

Juan por su lado tragaba grueso por lo que estaba pasando y lo que acaba de ver. Al parecer lo había disfrutado al máximo. Mi esposa se acercó y tomo asiento cerca mío y solo me dice en voz baja:

– Lo están disfrutando cabron? Espero que luego de esto no te vayas a molestar o haya algún tipo de reclamo ya que tu fuiste el que lo inicio todo y sé que es lo que estas buscando!!!

Yo le contesté:

– Tranquila mi amor, acá no ha pasado nada o aun no y de lo que acá pase solo quedara para nosotros dos…

Le sonreí y seguidamente le di un beso en su boca el cual ella me correspondió de manera calenturienta. Ya todo estaba hecho, todo había salido a como yo quería, solo faltaba dar el golpe final y que ella se acostara con Juan y poder cumplir mi fantasía de ver a mi esposa siendo penetrada por otro hombre, y desde luego; participar yo…

– Bueno, sigamos en el juego.

Tome las cartas las baraje, di unos cuantos giros… debía tratar de hacer una vez más trampa para que mi esposa perdiera pero sin que se volviera evidente, de todas maneras ella ya estaba animada y sabia donde podía terminar este juego… Ahora debía repartir las cartas, le entregue la de mi esposa, le di la de Juan y yo tome la mía.

– Ahora démosles vuelta a las cartas los tres juntos al mismo tiempo, a la cuenta de 1, 2 y 3…

– Vaya sorpresa mi amor, parece que no tienes suerte con las cartas jjj…

Parece que tu esposo tiene razón Mary, no has tenido suerte…

– O ustedes y tienen demasiada suerte…

Yo había sacado un 10 al igual que mi amigo Juan, mi esposa había sacado un 7.

– Bueno mi amor ahora te toca saldar cuentas, que pides un castigo o un reto?

– Bueno pido un reto, ya vi que los castigos no me han salido muy bien para mi…

– Está bien… El castigo será como he visto que desde que Juan llego no te ha despegaba la vista de tus pechos, que dejes que él te los acaricie pero no por encima de tu vestido quiero que los saques de el para que pueda palparlos con naturalidad.

– Oye, nooo… Eso no se vale, creo que es muy abusado lo que me pides…

– Bueno ya sabes cual es la respuesta…

Juan no podía creer lo que yo había dicho y se notaba eufórico, pero tratando de no parecer abusador dijo:

– No Luis, si ella no quiere está bien, no hay porque obligarla.

– Es que no se le está obligando aparte que sé que tú también quieres poder tener ese par de tetas en tus manos o me equivoco?

– Juan se quedó mudo y solo se le quedaba viendo a mi esposa esperando que ella dijera algo y así fue:

– Está bien no quiero ser aguafiestas, pero eso si… no más de 1 minuto…

– Está bien mi amor será solo un minuto. Bueno Juan ahora aprovecha y has lo tuyo…

Juan se dirigió hasta donde estaba ella y mi esposa se puso de pie, seguidamente ella se bajó parte de su vestido dejando de fuera sus enormes pechos, haciendo que Juan se sorprendiera del tamaño de estos. Posteriormente Juan empezó tocándolos tímidamente por lo que le dije:

– Vamos Juan podés hacerlo mejor, recuerda que solo es un minuto jjjj

Entonces Juan empezó por jugar con los pezones de mi esposa, yo noté que la respiración de ella se iba acelerando un poco y pude vi que ella cerraba sus ojos, y en eso que ella cerro los ojos Juan se abalanzó sobre sus tetas y empezó a chuparlos sin dejar de tocarlos. Mi esposa lo volvió a ver e hizo un intento de quitarse pero el éxtasis le estaba jugando una mala jugada ya está estaba completamente excitada. De pronto ella lo tomo de su cabeza a Juan haciéndole más presión sobre sus pechos para que este no para de chupar sus pezones.

Ya para este momento yo estaba excitado, no podía creer que mi esposa estuviera siendo usada por otro hombre que no fuera yo y delante de mí. Paso el minuto y cada uno se incorporo regresando a su sitio como si nada hubiera pasado, tomando cada uno en sus manos las copas con parte de los tragos que aún no habían tomado.

Mi esposa se acerco un poco a mi tan solo para darme un beso y allí note que ella estaba sudando creo que era por la experiencia que acaba de vivir.

– Bueno, seguimos jugando… Así que acá van sus cartas.

Procedí a repartir las cartas esta vez sin hacer ninguna trampa.

– Que te toco a ti Juan?

– Me toco una 8

– A ti mi amor, que te toco?

– A mí una J.

– Pues creo que el que esta vez perdió fui yo, me salió un 4.

Mi esposa sonrió, me volteo a ver y me dijo:

– Perdiste y yo gane así que yo elijo que te toca, pero dejare que sea Juan quien elija entre castigo o reto y que te tocara hacer. A ver Juan que elijes?

– Bueno, Luis te va a tocar un castigo y será dejar que tu esposa te pegue una mamada.

Mi esposa en ese momento se ruborizo pues le daba vergüenza de seguro que Juan la viera con mi miembro dentro de su boca, pero ella sabía que no podía protestar pues ya había hecho cosas que ella misma nunca había hecho antes.

– Bueno mi amor, hay que hacer caso a lo que Juan dice…

Inmediatamente baje mis pantalones, saque mi pene e hice una seña a mi esposa para que se acercara y cumpliera con el castigo, que no era castigo para mi más bien lo sería para ella. Mi esposa se acercó a mí, se inclinó, acomodo su cabello y seguidamente tomo entre sus manos mi miembro y se lo introdujo en su boca. Yo estaba mas excitado de saber que Juan estaba allí viendo a mi esposa demostrando que era toda una mamadora y que sabia hacerlo de una manera fenomenal.

Juan no aguanto mucho la escena y este saco su miembro el cual era mucho mas grande que el mío y más grueso y empezó a hacerse una paja.  Yo tome la cabeza de mi esposa para que ella volteara a ver lo que mi amigo hacia y ella se impresiono de su tamaño, me volteo a ver y me dijo:

– Es enorme mi vida, creo que tu amigo te ha ganado jjj

Hice un gesto con mi cabeza en señal de que sabía que era más grande que la mía y le dije a mi esposa:

– Que te parece si le das una prueba a la verga de Juan, de todas maneras estamos en confianza y se que a ti te gustaría?

– No se mi amor, además recuerda de las condiciones!!!

– Tranquila mi amor, solo será un simple beso en la punta y nada más…

Ella siguió mamando mi pene y no me dijo más nada, allí aproveche para hacerle una señal con el dedo a Juan que se acercara. Juan se aproximó y sabía cuál sería el siguiente paso, tomo de su cabeza a mi esposa y de una le empezó a meter su pene el cual lo tenia completamente parado en su boquita. Ella trataba de no atragantarse ya que en verdad era de gran tamaño su miembro y su boca era muy pequeña para aguantar todo ese volumen.

Ella tragaba el miembro de Juan y se intercalaba para mamar el mío. Juan mientras ella me la mamaba a mí, se puso por detrás de mi esposa levanto el resto de su vestido quedando a descubierto su trasero el cual el empezó a palpar desde atrás, seguidamente este se abalanzó sobre él y prosiguió a pasar su lengua por sus nalgas hasta llegar a su culito en donde él le metía su lengua cosa que hacia que ella pegara saltos cada vez que lo hacía teniendo que sacar mi pene de su boca para poder emitir gemidos que cada vez más y más me prendían.

Juan me volteo a ver con una cara de depravado y me dice:

– Mi amigo, me permites que pueda disfrutar de tu esposa?

– Debes pedírselo a mi esposa, que dices mi amor; dejas que Juan juegue un rato con tu deliciosa vagina?

Ella alzo sus ojos hacia mí ya que aún no había soltado mi pene y sus ojos lo dijeron todo, ella quería que Juan la penetrara. Yo le indique a Juan que podía continuar y este sin mas solo mojo su pene con saliva lo acerco a la vagina de mi esposa y poco a poco fue metiendo todo ese instrumento dentro de ella.

Mi esposa ya no podía contenerse así que empezó a gritar no se si era de dolor o de placer, pero era evidente que a alguien se la estaban cogiendo.

Yo me aparte de ella para que pudiera disfrutar de ese mete y saca que tenia mi amigo y le indique a Juan que se sentara en el suelo para que ella lo pudiera cabalgar. Juan se acostó en el suelo y mi esposa se quito por completo el vestido que aun llevaba puesto quedando completamente desnuda para los dos. Ella procedió a meterse el miembro de Juan dentro de su vagina no sin antes dar unos pequeños brinquitos para que acomodarse mejor.

allí empezó un mete y saca lento, el cual iba agarrando más y más velocidad. Mi esposa se inclino sobre Juan y allí ambos se empezaron a besar, era un beso largo y sensual como el que se dan dos enamorados, sus lenguas entraban y salían una dentro del otro. Yo de momento solo quería poder disfrutar esa escena por lo que desde un sillón me la estaba jalando, sabia que mi mayor fantasía estaba siendo consumida y que además mi esposa estaba colaborando y disfrutando a la vez.

Mi esposa se puso de pie y me hizo una señal y para que me acercara, lo cual hice me aproximo y ella me empezó a besar suave y posteriormente me hizo señas de que me tirara al piso. Esta vez seria yo a quien mi esposa cabalgaría. Me tire sobre el piso y mi esposa se posiciono sobre mi y de una sola vez se introdujo mi pene dentro suyo, pude notar que ella estaba super mojada y no era para mas pues Juan le había una cogida de película.

Estaba degustando a mi esposa pero esta vez era completamente diferente, lo notaba en ella; la veía mas liberada y mas prendida, mas excitada. Ella se movía de una manera que estaba a punto de hacer que me regara pero sabía que debía aguantar.

Mientras tanto Juan quien estaba viendo desde lejos se acerco a nosotros, algo me decía que lo que venia era lo mejor pues el estaba acariciando el trasero de mi esposa, mordía sus nalgas y jugueteaba con un ano. Ella daba saltos cada vez que ella le pasaba sus dedos cerca del orificio de su culito. Ella ya sabia lo que iba a pasar, y yo sabía lo que ella me había dicho de que no quería tener sexo anal pero de igual forma me había dicho que tampoco quería sexo oral y ya lo había hecho así que ya todo era posible.

Juan mojo sus dedos con saliva y parte de ella lo paso en el culo de mi esposa, aproximo su pene a su agujero, mi esposa hizo intentos de quitarse pero yo la estuve sosteniendo para que no pudiera zafarse, sabia que Juan estaba apunto de meter ese enorme pene dentro del trasero de mi esposa y eso hacía que estuviera a punto de regarme por solo el hecho de saber que ella estaba apunto de recibir su primera doble penetración.

– Ayyyy ayyyy me duele, métela despacio que me estás haciendo daño…

Allí me di cuenta de que por fin el pene de Juan ya estaba dentro de mi esposa. Juan daba pequeños botes sobre el culo de mi esposa y fue subiendo de nivel hasta el punto de que podía escuchar sus huevos rebotar entre las nalgas de ella.

– Ayyyyy sigue sigue, no paren ahhhhh… me vengo…

Mi esposa exploto en un tremendo orgasmo, pude sentir sus jugos mojar mis piernas, se que ya se había regado varias veces pero esta vez fue diferente y se notaba en sus continuos quejidos y en sus espasmos que parecían no acabar. Yo estaba a punto de terminar y sabia que ya no aguantaría mucho tiempo, podía notarlo también en Juan.

Juan saco su pene del culo de mi esposa, ella casi no podía respirar pues aún estaba extasiada por todo el sexo que estaba recibiendo. Ella se quitó de encima mío y yo me levante del suelo. Ella estaba de rodillas frente a nosotros, Juan se aproximo a ella y puso su pene en su boca y ella sin reparos empezó a mamarlo. Estoy seguro de que ella ya sabía que lo que queríamos era regarnos en su boca así que tomo posición, ambos Juan y yo nos acercamos mas a ella y pusimos nuestros penes a su alcance, ella frotaba uno mientras que el otro lo tenía dentro de su boca.

Pude recordar que ella entre sus tantas cosas que no quería hacer era que la otra persona no se regara en su boca, pero parecía que a ella ya eso no le importaba pues estaba a punto de recibir la corrida en su boca. Ella mamaba como si se tratase de una competencia o solo quería que Juan viera que ella lo hacía como una campeona.

Pude ver que Juan estaba finalizando pues el hacia gestos con su rostro que era claro estaba a punto de estallar, mi esposa puso principal cuidado en el pene de Juan y no dejaba de mamar ni un solo momento cuando de pronto comencé a ver como de la boca de mi esposa salía pocos rastros de leche de Juan, ella trataba de que no se le escapara ni una sola gota y así fue, se pudo tragar todo lo que había salido de mi amigo, ella limpio todo su pene con su lengua de arriba abajo succionaba sus testículos y los apretaba como para que saliera hasta la última gota de leche.

Yo no pude contenerme mas tiempo y jale su boca hacia mi pene el cual exploto en su cara, ella abrió su boca lo mas que pudo, parte de mi leche cayo en su cara y la otra parte en su boca la cual ella trago por completo, saboreándola como si de una golosina se tratara.

– Bueno chicos creo que ya están saciados, me retiro al baño.

Mi amigo Juan estaba sentado y me dijo:

– Gracias Luis, creo que esto nunca lo voy a olvidar, Marilyn es la mujer que todo hombre debería tener.

– Tranquilo mi amigo, además esto es algo que siempre había querido hacer pero no había podido y gracias a ti por fin pude cumplir mi fantasía. Y se que mi esposa también te lo agradecerá.

En eso mi esposa regresa a donde nosotros estábamos sentados, ella venia con una pijama rosa, venia con una sonrisa en su rostro de completa satisfacción. Se sentó en mis regazos y me dio un beso en mi boca.

Mi amigo me dice:

– Bueno me retiro, muchas gracias por todo el parido estuvo inigualable jjjj

Se acerco a mi y me dio la mano y a mi esposa le dio un beso en su boca la cual no dudo en corresponder.

– Muchas gracias, Juan cuando gustes visitarnos serás muy bien recibido, verdad mi amor?

– así es, ya sabes mi amigo, mi esposa ya te invito para cuando quieras venir a darnos a visitarnos.

– Sera un verdadero placer eso no lo duden.

Posteriormente abrió la puerta y se retiro de mi casa. Mi esposa se acerco a mi y nuevamente me dio un beso y me dijo:

– Gracias mi amor, la verdad no sabia de lo que estaba perdiendo, lo repetiremos las veces que tú quieras.

– Y que tal si invitamos a más amigos jjjj

– Ayyyy que cosas dices Luis jjjj… Ya veremos, a la de menos nos portamos mal de nuevo.

…………………………………………. Ya queda para la siguiente historia…………………………………….

By: Papillo1980 😊

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