Trio Bisexual Inesperado
Quiero compartirles mi primer relato de un trío Bi totalmente inesperado.
Antes que nada me presento. Me llamo Arturo y vivo en una ciudad de Veracruz México. Soy casado pero soy Bisexual. Me gustan las mujeres pero también, de vez en cuando, me gusta disfrutar de una buena verga.
Lo que les voy a relatar sucedió hace algunos años en otra ciudad en la cual era yo jefe de zona de la empresa que representaba y tenía un ayudante mucho más joven que yo. Para ese tos de este relato le voy a llamar Memo.
Ente otras actividades que él realizaba, me acompañaba, a veces, a atender a clientes potenciales. A veces era necesario llevarlos a cenar y después a algún centro nocturno.
Una noche, llevamos a un cliente que después de cenar no quiso ir a ninguna parte más. Se tal manera que nosotros, Memo y yo, nos fuimos a una disco ha bailar y beber. Memo estaba en su elemento.
Después de un buen rato, él llevo a la mesa a una chica muy bonita y de cuerpo bien formado. Bebimos unas copas más y Memo convenció a la chica a qué lo acompañara al departamento que compartíamos. La chica, ya un poco tomada, accedió y partimos hacia el Depa.
Al llegar a la casa, yo me despedí de ellos y me fui a mi habitación, imaginándome lo que estarían haciendo en el cuarto de al lado.
Ya estaba a punto de dormirme cuando se oyeron unos golpes en mi puerta. Sali a ver quién era y me llevé la sorpresa de mi vida. Ahí estaba Memo totalmente desnudo y con una erección de su enorme verga. Me llamó mucho la atención e inmediatamente me exite. Lo sentí en mi pene y mi ano.
Él me dijo: oye, la chica tiene una fantasía y quiere saber si se la podemos cumplir. Quiere hacer un trío con los dos. ¿Estás dispuesto?
Me gusta mucho el sexo y claro que acepté de inmediato.
La chica estaba tendida totalmente desnuda en la cama y metiéndose el dedo en la vagina, invitando a participar en la orgía. Yo, me fui derecho a chuparle la vagina porque intuía que ya había sido penetrada y quería saborear un poco de la verga de mi compañero. Memo solamente nos miraba y se acariciaba los huevos y el pene.
La chica se paró y le pidió a Memo que se acostara para poder mamar esa hermosa reata toda erguida y palpitante. Yo quedé fascinado y a la vez con envidia como se metía casi toda la reata en su boca.
De repente, la chica me dijo: ¿Quieres chuparla tú también? Me quedé anonadado por el comentario así tan bruscamente dicho. Voltee a ver a Memo y con un gesto me indicó que por él no había objeción. No dije nada pero no tardo ni perezoso me metí en la boca esa objeto de mi pasión. Y lo disfruté mucho y por los gemidos que emitía él, también lo estaba gozando. Creo que nunca le había mamado la verga otro hombre. No sé cuánto tiempo estuve chupando y mamando los huevos y la reata de Memo. Mientras tanto la chica no perdía el tiempo para nada. Empezó por sobarme la verga y los huevos, para después acomodarse para darme chupadas ligeras hasta que sentí un lenguetazo en el culo que me hizo brincar de emoción. Quiero comentarles que nunca me habían mamado el culo y lo sentí muy exitante.
Después de chuparme el ano, empezó metiéndome primero un dedo y después dos y después quien sabe cuántos. Cada vez que ella me metía el dedo, yo me tragaba más la verga de Memo, ¡delicioso!
Estaba tan exitado que en ese momento no pensaba nada más en que ser cogido. Jamás imaginé que todo había sido planeado por los dos.
Memo se paró y se puso atrás de mi, yo estaba de a perrito. Me puso la cabeza del pene en la entrada del culo y como ya estaba bien lubricado, no le costó mucho meter esa enorme reata en mi adolorido ano. Sentí que me partía pero quería más y más. Mucho dolor pero también mucho deseo de ser cogido con fuerza. No sé cuánto tiempo duró la deliciosa cogida. Memo empezó a arreciar la embestida y en una de esas pegó un grito gutural y se vino adentro de mi. Los dos caímos en la cama extasiados y cansados de este encuentro maravilloso.
La chica, a la que dejamos de ver, se masturbaba con furia hasta que tuvo un enorme orgasmo.
Cansados, nos acostamos los tres y nos quedamos dormidos.
Después de este encuentro inesperado, hubieron otras ocasiones, pero eso será para mí próximo relato.
Saludos a todos
¿Te gustó este relato? descubre más relatos para disfrutar solo en nuestra página principal.

Con tu relato me pongo a mil !!. Adoro a mi macho. Me encanta sentir la rigidez de su cuerpo y las contracciones de la verga llenándome con semen.