Mi hermana viene en ropa interior a mi cuarto
Eran las diez de la noche. Estaba tumbado en la cama en calzoncillos. A pesar de la gran tormenta que había, hacía mucho calor. De repente, se encendió la luz. Era mi hermana. Llevaba un pequeño sujetador blanco por el que se le veían casi las tetas y los pezones marcados. Llevaba un tanga blanco. Estaba muy sexy, tanto es así que me puse cachondo. Me miró y sonrió. Eso es por mí – me dijo. «Joder, ¿Cómo se te ocurre venir así a mi cuarto?», le pregunté. No pasa nada, puedes mirar todo lo que quieras.
¿Puedo dormir contigo esta noche?
Me da miedo la tormenta. Antes de responder, se quitó el sujetador, dejando ver sus maravillosas tetas, y no se detuvo ahí: se bajó el tanga y me mostró su coño depilado. Se metió en mi cama, me abrazó por detrás, pegando sus tetas a mi espalda y su suave coño a mi culo.
Continuará…
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