La ciega y su madre – I, II, III

📋 Lecturas: ️9667
⏰ Tiempo estimado de lectura: 33:00 min.

PARTE I

Una larga noche de lluvia

Hola a todos, esto que les voy a relatar es algo que pasó realmente, y por tal motivo voy a cambiar los nombres de las personas, ya que el mundo es un pañuelo y podrían ser fácilmente reconocidas.

Yo trabajo hace unos años en las oficinas de un lugar público y por tal motivo las tareas son variada y a veces en cantidad, por lo que para alivianar un poco, de otro lugar enviaron a una chica nueva, ella es ciega, ya que siempre me dice que no le diga “no vidente” que su condición es ciega, la verdad no sé cuál es la diferencia, pero la respeto, yo la conocía de varios años atrás en los que habíamos trabajado juntos, pero casi no teníamos relación, así que coincidimos nuevamente en este lugar.

Ella es diez años menos que yo, conozco a casi toda su familia, pero con la que tenía más afinidad era con su hermana que tenía mi edad y con la que fuimos juntos a la escuela, en estos momentos ella estaba en pareja con un muchacho que era de las mismas condiciones, “ciego”, y tenía hijos de otra pareja, vivía bastante alejada del lugar, pero su madre vivía a cien metros de la oficina y le cuadraba los hijos mientras ella trabajaba, yo no congeniaba mucho con ella, y tampoco me sentía atraído ya que era una chica normal, casi sin ningún tipo de curvas, a comparación de su madre que a pesar de sus años, era de gran porte, con curva y bonita cara, se ve que de joven fue muy hermosa mujer.

Como estábamos los dos en la misma oficina, ella se encargaba de atender el teléfono exclusivamente, por su condición, la madre venía a traerle la comida, y así fue como empezamos a tener más diálogo, yo trataba de poner un poco de distancia ya que veía que era una persona muy absorbente y como decimos en argentina, muy tóxica, por la forma de tratar a su pareja, pero se me dificultaba, ya que no quería que se lleve nada por delante y su celular que está adaptado para hablar, me volvía loco.

Después de un tiempo y ya más entrado en confianza charlábamos de todo, y me comentaba lo mal que se llevaba con su pareja, yo la entendía, ya que al estar con la misma condición que ella, era muy difícil para ambos llevar una vida normal, su mamá también la pasaba mal, ya que todas las frustraciones de su hija se las descargaba con ella, y ambas me habían tomado a mí como su cable a tierra, y me comentaban todo, cada cual por su lado, con Mariela (que así voy a llamar a mi compañera) ya teníamos la confianza de hacernos chistes y compartir cosas, charlamos mucho y le doy cada tanto consejos para que esté mejor con su pareja y su madre.

Uno de los tantos días llega al trabajo con cara de tristeza, cuando le pregunto que le pasa, me cuenta que se separó y que su pareja se fue de su casa, trate de contenerla como pude, ya que era una situación fea por la que estaba pasando, su madre Elsa (que así la llamaré) venía más seguido a ver cómo se encontraba, en los horarios que los hijos entraban en la escuela, a medida que pasaban los días el ánimo de Mariela iba mejorando, y después de un tiempo ya estaba todo mejor.

Uno de esos días ella llega como siempre al trabajo y me comenta que ella y su mamá querían que vaya a cenar a su casa, ya que yo estoy siempre cuidándola, medio con dudas acepte, ya que yo salgo tarde, pero quería que no pensaran que despreciaba la invitación, así que llegado el día, cuando termino mi trabajo voy a la casa de Elsa, cuando llegó, me recibe ella con un beso y al entrar estaba Mariela con lo hijos esperándome.

La verdad lo pase muy bien, pero al momento de irme se larga una lluvia bastante fuerte, me estaba poniendo impaciente ya que tenía que viajar y el colectivo pasaba a varias cuadras de su casa, como no paraba Elsa me dice que me quedé, que ellas no tenían problema, esta vez si rechace la invitación porque me sentía raro en casa ajena a altas horas, le dije que no bien pare me voy, pero el clima no pensaba lo mismo, así que le digo a Mariela que se vaya a dormir que ya me iba.

Elsa me acompaña en la espera y me dice que nos hace un café así esperamos, cuando viene con las tasas nos ponemos a charlar y me agradece que cuide y ayude a Mariela, obviamente le digo que no hay problema, que es una chica joven y es normal lo que ella pasa, se levanta se acerca a mi, me da un beso en la boca y me dice en voz baja “gracias”, yo le devuelvo el beso y le digo “gracias a vos”, me mira, sonríe y me vuelve a besar.

Yo la agarro de la cintura y la traigo hacía mi, ella abre las piernas se sienta sobre mi y continuamos besándonos un buen rato, yo paraba y miraba su cara, era realmente linda a pesar de su edad, yo estaba hipnotizado, y a la vez que la besaba acariciaba sus prominentes nalgas, en un momento escuchamos la puerta de la habitación de Mariela, ella pone su dedo en la boca en señal de que haga silencio, y vemos pasar a Mariela al baño.

Una vez que entra continuamos besándonos hasta que sale, nuevamente hacemos silencio y cuando se mete a su habitación y cierra la puerta continuamos con lo nuestro, luego de unos minutos ella se levanta de mí y tomándome de la mano me lleva a su habitación en forma muy silenciosa, una vez dentro sabía que todo lo que hagamos debía ser con el mayor de los silencios, por el oídos desarrollado que tenía Mariela, así que comencé por besar y lamer su cuello, y le arranque los primeros suspiros.

A medida que pasaban los minutos, le iba sacando de a poco la ropa y ella lo iba haciendo conmigo, cuando quedaron sus hermosos pechos al aire fue algo maravilloso, blancos redondos y algo caídos, que se coronaban con una aureola rosada y prominentes pezones, los cuál saboree a gusto, lamía y chupaba arrancándole cada vez más suspiros, lo cuales intentaban contener sus gemidos, los estaba disfrutando con todo mi ser, no podía parar, así que mientras lo hacía baje mi mano y busque su concha dentro de la tanga que llevaba puesta, pude sentir una pequeña mata de pelos y en medio lo que más deseaba, estaba bastante mojada, y lentamente empecé a jugar con su clítoris, la besaba para que no gimiera, y su respiración comenzó a acelerarse.

Sabía que en cualquier momento venía su orgasmo, y así fue, con un gran chorro que baño mi mano, su tanga y las sábanas, fue algo inigualable para mí, el saberla squirt me volvió loco, así que no aguante más y baje a chupar su inundada concha, al abrirme camino entre sus pelos empapados con mi lengua era sabrosísimo, intentaba meter lo más adentro posible mi lengua y ella lo disfrutaba de sobremanera, ya que se tapaba la boca para no gemir, pasaba mi lengua por toda su concha, empezando desde su culo, me detenía en el, y luego subía hasta llegar a su clítoris, ambos estábamos pasándolo increíble.

En un momento ella me toca la cabeza en señal de que pare, entonces me acomodo a su lado con la pija apuntando al techo, y ella la agarra con su mano y la empieza a pajear lentamente, para después acercarse y empezar a chupar, era una delicia, la sacaba de su boca y le pasaba la lengua de abajo hacia arriba, empezando por los huevos con los que jugaba, sabía hacerlo muy bien, todo esto entre suspiros de ambos, mientras ella estaba entretenida con mi pija, veo que la puerta se abre lentamente, le tocó la cabeza haciéndole señas, era Mariela que se asomaba, nosotros casi nos morimos por la situación, y desde la puerta le pregunta a Elsa si yo me había ido, ella le dice que si, que hace un tiempo ya no estaba, entonces cierra la puerta, y se va a su habitación.

Creo que ese momento de ella estar chupando y su hija en la puerta, le generó un morbo, ya que empezó a chupar con más fuerza, casi tratándomela toda sin miramientos, yo no daba más de tanto placer, así que me acomode sobre ella y de un solo empujón clave toda mi pija en su concha, tapo su boca para no gemir, ella me abrazo y me apreso con sus piernas para que no me saliera, y no era mi intención hacerlo, me comencé a mover lentamente para luego hacerlo más rápido, en su cara se notaba que lo estaba disfrutando muchos, respiraba aceleradamente y se mordía los labios, así que empecé a meter mi pija con más fuerza y tardo en llegar otro orgasmo a chorros, todos sus jugos calientes bañaban mi pija y mis piernas.

Era una locura lo que disfrutábamos, así que cuando recupero el aliento, la di vuelta y comencé a cogerla en cuatro, así podía escuchar los leves gemidos que salían de su boca tapada por la almohada, luego de un rato de estar así, viendo su hermoso culo chocando contra mi, saque mi pija y la coloque en la puerta de su rosado ano, pero girando su cabeza y mirándome me dijo en voz muy baja “hoy no, cuando estemos solos” así que seguí cogiendo su concha con la promesa de que en otro momento penetraría a gusto su hermoso culo.

Luego de varios minutos sentí que estaba por descargar toda mi leche en su preciosa concha, y así fue, trate de no emitir ningún sonido sabiendo que Mariela estaba en la otra habitación, como pude y descargando toda mi leche quedamos rendidos, quedamos unos instantes abrazados, mientras me decía que hacía mucho tiempo no se sentía así.

Un rato después le dije que era mejor que me vaya antes que Mariela se vuelva a levantar, así que me vestí y muy silenciosamente me fui, ya no llovía, y todo el camino hasta mi casa me pase pensando lo que había ocurrido, en el trayecto me envía un mensaje diciéndome que había sido todo muy hermoso y que nos veríamos mañana en la oficina.

Cuando entro al trabajo saludo a Mariela y ella me pregunta cómo lo había pasado anoche y si me había gustado la cena, se disculpó por haberse ido a dormir y me preguntó a qué hora me había ido, le dije que estuvo todo “delicioso” y que me había ido a eso de la 1 o 2 de la mañana en un taxi, me contesta que parece que su mamá se había quedado intranquila ya que se movió toda la noche y que en la mañana no se podía despertar, le dije que después la llamaría a ver cómo estaba, y cuando Elsa llegó a llevarle la comida, me saluda con un beso en la boca y me dice delante de Mariela, “esperemos que lo de anoche se repita, ya que lo pasamos muy lindo” y le contesto “claro que se va a repetir, fue una noche única, ¿no Mariela? Y con una gran sonrisa ella decía que si.

Espero que les guste esta experiencia y que la puedan comentar, así les cuento que es lo que pasó después con Mariela y su mamá.

PARTE II

Lo que pasó con Mariela y su mamá

Hola nuevamente, despues de nuestro primer encuentro silencioso con Elsa, seguíamos viéndonos en la oficina donde trabajamos con Mariela, la confianza y amistad que se había generado entre los tres era única, nada hacía suponer lo que continuaría, si bien se complicaba volver a encontrarnos con Elsa, sabíamos que en cualquier momento llegaría, por sus quehaceres y cuidados a Mariela y sus hijos nunca tenía tiempo, yo compartía mucho con Mariela en la oficina y en una de nuestras tantas charlas me comenta que debido a su separación y que estaba viviendo con Elsa, su casa se estaba deteriorando mucho, sumado a los pocos arreglos que le hacía su ex pareja debido a su condición, yo siempre le decía que no se haga problema, que cuando ella quisiera yo le hago los trabajos que necesita, pero ella nunca quería que me ocupe de eso, así que seguía todo su curso normal.

Una de las tantas tardes que compartíamos en la oficina, me dice si por favor le podía dar una mano con la casa, obviamente le dije que no tenía ningún problema, que yo sabía hacer de todo un poco y daría una lavada de cara a la casa para que ella pueda estar cuando quisiera con sus hijos, (obviamente para que Elsa pudiera estar sola y nos dejemos llevar para hacer de todo), la única condición que le había puesto era que nadie podía saber que yo estaría trabajando en su casa, ni siquiera Elsa, ya que me sentiría más cómodo así y podría hacer todo más rápido, claro que aceptó, y pidiendo que me deje las llaves el viernes para ir y pasar el fin de semana, para hacer lo que más pudiera y el domingo volvería.

Lleve todo lo que me podría hacer falta, caja de herramientas, cables, máquina de desmalezar, y pintura, cuando llegó a la casa se veía realmente mal, así que lo primero que hago es limpiar todo, que me llevo hasta el medio día, luego corte el pasto, arregle todo lo eléctrico que había y por último le dí una mano de pintura a toda la fachada, había cambiado bastante la casa, pero más que nada por la limpieza, para el otro día solo me quedaba arreglar la puerta de entrada y pintar algunas cosas, más ya no podía hacer, porque ya no me quedaba tiempo, ni materiales.

Esa noche salgo a comprar algo para comer y cuando vuelvo encuentro la puerta de entrada abierta, me asusté pensando que había entrado alguien a robar, así que entró muy despacio y me encuentro con que estaba Mariela dentro, le digo

Yo: que haces acá, vos tenés que estar con tu mamá y tus hijos, todavía me queda bastante para mañana

Mariela: vine a traer algo para que comas, le dije a mi mamá que iba de una amiga y ella se quedó con mis hijos, estas haciendo mucho por mi y lo mínimo que puedo hacer es traerte algo para comer

Yo: no tenes que molestarte, yo me encargaba de todo, igual te agradezco, no tenías que hacerlo

Mariela: si, tenía que hacerlo, y quería pedirte algo más, yo sé estoy abusando de tu confianza, pero quería pedirte si podías arreglar la cocina que pierde gas y la puerta de la heladera, porque estaba pensando en volver con mis hijos acá y es muy peligroso para ellos que este así

Yo: me hubieras mandado un mensaje, seguramente lo de la cocina es ajustar y sellar alguna cosas y la puerta de la heladera con lo que tengo acá te la arreglo rápido, no tendrías que haber viajado sola hasta acá

Y así fue, en un poco más de una hora ya había arreglado las dos cosas, con lo que había hecho en el día, ahora sí parecía una casa donde vivían personas, incluso ella que no veía me decía que notaba el cambio, incluso en el olor de la casa, una vez terminado todo lo del día no pusimos a cenar, pusimos un poco de música y cuando terminamos lavamos todo, le digo que me voy a dar un baño y después ya me voy a acostar, así mañana arranco temprano, ella me dice que está bien, que me acueste en su habitación que ella se iba a acostar en la de los hijos, así que me doy una ducha y me fui a acostar, pongo la alarma del celu temprano y lo dejo en la mesita de luz, a los pocos minutos ella golpea la puerta, le digo que pase y entra, estaba con un camisón dónde se podía ver qué estaba en tanga y sin nada arriba, se sienta en la cama y me dice “quería agradecerte por todo lo que haces por mi, nunca nadie se preocupo tanto, ni siquiera el padre de mis hijos, me pone muy feliz el haberte conocido, sos una buena persona y te quiere mucho mi familia” estira sus manos, me toca la cara, y se acerca y me da un beso en la boca, realmente no me lo esperaba, yo ya me sentía bien sabiendo que iba a tener el tiempo que necesitaba Elsa para cojerla, pero está sorpresa estaba cambiando el panorama, yo le respondí el beso y me abrazo, nuevamente me besa, pero esta vez nos quedamos un buen rato, ahí mismo le saco el camisón y empiezo a chupar sus pequeñas tetas, prácticamente podía entrar una entera en mi boca, ella gemía con cada chupada y mordisco que le daba a sus pezones.

Nunca pensé que pasaría esto, pero lo estaba disfrutando, varios minutos después me paro a su lado, y agarró sus manos llevándola a mi pija, Mariela la agarra y muy despacio se la empieza a meter en la boca, no lo hacía tan bien como su mamá, pero le ponía entusiasmo, al verla chupar me dió tanto morbo que le agarre el pelo para poder ver mejor, ella cerraba sus ojos y devoraba toda mi pija como podía, yo lo estaba disfrutando mucho, a comparación de su madre, cada tanto le daba suaves mordiscos, hacía presión con sus dientes y eso me daba mucho placer, luego de estar un rato largo así, la acuesto en la cama, le saco la tanga y aparecen unos pelos bien pegados a su concha, yo sin miramientos me dispongo a chupar su concha, y le arrancó sonoros gemidos, cada vez que me detenía en su clítoris ella se estremecía y me pedía que no pare, me agarraba de la cabeza y me hundía en su concha para que la chupe con más fuerza, era hermoso verla así, en una de mis tantas chupadas en su clítoris empieza a temblar y recibo su orgasmo a chorros inundando mi boca, ella también era squirt igual que su madre, su alarido al acabar seguramente se habrá escuchado en varias casas linderas.

Yo no quería parar de chuparla, pero en un momento empieza a pedirme con voz entrecortada que la coja, así que me acomode entre sus piernas y muy lentamente comencé a hundir mi pija en su interior, ella estaba mojadisima y mi pija entraba fácilmente, solo se escuchaba el sonido de su concha mojada siendo golpeada por mi pija y mis huevos, que se mesclaban con sus gemidos, no tardó mucho en volver a acabar y mojarme con sus jugos que salían a chorros, pero no quería que me detenga, me di cuenta que además de squirt era multiorgásmica, así que continúe, cada 5 o 6 minutos de estar cojiendola acababa nuevamente, y eso me encantaba, así que me salí y la puse sobre mi para que me cabalgara, lo hacía muy bien, ya que no pesaba y con mis manos en su cintura podía darle la fuerza que deseaba cada vez que clavaba mi pija en su interior, ella no para de acabar y cada vez que quería hacerlo, sacaba la pija de su interior y la restregaba con su clítoris, y así largaba nuevos chorros, realmente era una gran cojedora, nunca me lo hubiera imaginado.

Decido ponerla en posición de perrito y cojerla desde atrás, era fantástico cojerla así, y cada vez que sentía ganas de querer acabar, bajaba la intensidad, saco mi pija de su interior y comienzo a lamer su pequeño culo, nada que ver con el enorme de Elsa, pero yo estaba decidido a qué con ella no quedaría para otro día, así que apoye mi pija en su entrada y comense a hacer una leve presión, en ese momento ella me pide que lo haga despacio que hace mucho no lo hacía, y así fue, costo un poco que entrara la cabeza de mi pija, y una vez adentro espere un momento para que se acostumbre a su tamaño, empiezo a meterla lentamente entre sus gemidos y quejidos, hasta que pude meterla todo lo más posible, empiezo a sacarla y meterla suavemente y sus quejidos pasaron a ser solo gemidos, realmente se sentía increible, lo apretado de su ano me hacía ver las estrellas de tanto placer, metía y sacaba mi pija y volvía a meterla hasta el fondo, de esta forma ella gemía como nunca y acababa nuevamente, yo también ya no aguantaba las ganas y descargue toda mi leche en su rico culo.

Verla a ella muy sumisa y atenta a mis antojos me hizo mirarla de otra manera, una vez flácida mi pija la saco de su ano, la abrazo y ella se acomoda contra mi, me decía que nunca la habían cojido así y que nunca había acabado tantas veces, le contesté que yo también lo había pasado increíble y que me hizo sentir muy bien, y nos quedamos dormidos.

Al otro día nos despertamos entre besos y caricias, desayunamos y me puse a hacer lo que quedaba, cada vez que terminaba algo ella me chupaba la pija y la cojia, o nos llenamos de besos y caricias, me atendía como si fuera la mejor de las gheishas, al terminar con todo le digo que ya era hora de irme y que ella tendría que hacer lo mismo, y me dice que se va a quedar un poco más y que al otro día nos veríamos en la oficina, está bien le dije, y que no olvide, que nadie debía enterarse que yo había ido a trabajar a su casa, me dice quédate tranquilo que nadie va a saber que estuve ahí, y lo bien que lo pasamos, y que estaría bueno que nos encontremos en su casa en otras ocasiones, le dije que si y que nos veríamos en la oficina, ahí mismo que fui, pero durante la vuelta a mi casa me la pasé pensando que era algo increíble cojer a la ciega y su madre, ambas totalmente distintas.

Todo lo que faltaba por pasar con las dos, pero eso se los cuento en otro momento, si les interesa, espero me lo hagan saber y comenten

PARTE III

Mariela sabia que me cogía a su madre

Hola a todos, continuando con lo que estaba pasando con Mariela y su madre, sabía que se iba a complicar si Mariela contaba algo o hacia algún comentario, con Elsa no habría problema, ya que por su edad sabe guardar ese tipo de secretos.

En la oficina todo transcurría de forma casi normal, y digo “casi” porque después de nuestro fin de semana con Mariela, yo estaba descontrolado, vivía tocandola a cada rato, y ella solo sonreía sin decir nada, a la mínima oportunidad ya estaba acariciándole el culo o la concha, y ella disfrutaba mucho sentirse deseada, hasta en ocaciones la llevaba al baño para que me chupe la pija y ella obedecía todo lo que yo decía.

En cuanto a su madre, con Elsa estábamos todo el tiempo enviándonos mensajes, cuando venía a traerle la comida a Mariela, aprovechaba para besarla en silencio y tocarla toda, ella estaba muy entusiasmada con lo nuestro, aunque los dos deseábamos que ella tuviera el tiempo necesario estando sola, para poder matarnos en la cama, pero aún así, la hacía sentir deseada y a su edad, eso la calentaba mucho.

Una de los tantos días en que estábamos en la oficina con Mariela, me comenta que va a pasar el fin de semana con sus hijo en su casa, y me pregunta si yo quería ir con ellos, sabía que si le decía que si, quedaría muy expuesto, así que le dije que no podía por tener otras cosas que hacer, pero que ella disfrute mucho en familia, sabía que era la oportunidad perfecta para estar con Elsa sin ningún tipo de restricción.

Llegado el viernes por la tarde, Mariela me saluda despidiéndose hasta el lunes, y diciéndome que se iría a su casa, y que me va a mandar mensajes de como la está pasando, le dije que me gustaría mucho saber cómo la estaba pasando, y que me avise cuando sale de la casa de Elsa, y cuando llegue a su casa, obviamente de esa forma sabría que ya podíamos estar solos con Elsa en su casa, a tan solo 100 metros de la oficina, cuando sale de la casa de su madre, Mariela me envía un mensaje diciendo que está en camino a su casa, por su condición, sabía que llegar le tomaría casi dos horas, así que estaría llegando casi a la misma hora que yo salía de la oficina, llamo a Elsa y le digo si quiere que cenemos juntos, me dice que si, y que estaba esperando que la llamé, se ve que ella también lo deseaba, así que al llegar la hora de dispongo a salir de la oficina, y recibo el mensaje de Mariela que ya estaba en su casa, así que sabiendo que no podría haber ningún contratiempo, fiché y salí para la casa de Elsa.

Ya en la casa, ella me recibe con un beso en la boca, y me dice que me ponga cómodo, le pido si me podía dar un baño, ya que estuve todo el día encerrado en la oficina, y había transpirado (sumados que me había pasado todo el día, tocándole el culo y la concha a Mariela), me dice que si, y entro a darme una ducha, a los pocos minutos, escucho que se abre la puerta del baño, era Elsa que entraba totalmente desnuda para bañarse conmigo, nos besamos intensamente bajo el agua, y acaricio todo su cuerpo, mientras nos pasamos el jabón, ambos nos tocamos cada parte de nuestros cuerpos, yo no podía más de la calentura y lo demostraba con mi pija bien dura, que ella en un momento toma, y la empieza a chupar con ansias, era hermoso ver su pelo mojado caer en sus tetas, mientras engullia mi pija con su dulce boca, me daba un placer inmenso, luego la levanto y la pongo de espalda contra la pared de la ducha, y con mi pija busco su concha, la que de un solo movimiento llegó hasta el tope, en lo mejor que estaba me dice que pare, que quería que estemos toda la noche en su cama, que no quería que yo acabe ahí, tenía razón, ella sabía que nuestro encuentro recién estaba comenzando y me quería a pleno toda la noche, así que nos secamos y salimos para cenar.

Nos acomodamos en la mesa, y para que no haya ninguna interrupción, pongo el móvil en silencio, cenamos y hablamos de todo, y me dice que deseaba mucho que tengamos la oportunidad de estar solos, que se siente muy bien conmigo y que cada vez que va a la oficina, la calienta mucho que la toque delante de Mariela, que volvía a sentirse una mujer plena y deseada, obviamente yo solo tenía palabras de halagos para ella, y le decía que a mí también me calentaba mucho tocarla delante de su hija, así que la acerque a mi y la comense a besar, mientras lo hacía bajaban mis manos de su cintura a sus nalgas, eran blandas y deliciosas, ahora sí, la tomé de la mano y la lleve a la habitación, una vez ahí, le saque el vestido y quedó nuevamente completamente desnuda, y empecé a deleitarme con sus grandes tetas, las besaba, lamía y mordía a gusto, ella dejaba salir sus primeros gemidos sin restricciones, mientras la chupaba yo me sacaba la ropa con su ayuda, cuando ambos quedamos como dios nos trajo al mundo, decidí pasar a la mejor parte.

La acosté suavemente en la cama y separando sus piernas, comencé a chupar y lamer su concha, podía sentir como rápidamente se mojaba, así que me entretenía jugando con su clítoris, entre sus gemidos sabía que pronto vendría su orgasmos, por lo que arremeti metiendo mi lengua lo más posible en su interior y con mi dedo pulgar frotaba su hinchado clítoris, no tardó mucho en venir su primer y abundante chorro de jugos, fue fantástico escuchar su alarido mientras acababa y se retorcía de placer, beber ese nectar, para mí era lo máximo, y mucho más aún sabiendo que esa forma de acabar era algo maravilloso que le había eredado a Mariela, no quería dejar de chuparla, y le ponía cada vez más entusiasmo, para volver a hacerla acabar y seguir bebiendo sus jugos que tanto me calentaba, habiendo acabado dos veces, ella me hace costar a su lado y me besa con toda pasión, tratando de recuperar la respiración, me dice que se la chupo increíblemente, y que podría estar toda la noche así, me besa nuevamente mientras con una mano agarra mi pija y la empieza a sobar lentamente, y con una voz muy suave me dice “quiero que cada vez que podamos, vengas a pasar la noche conmigo, quiero que me hagas tu amante” a lo que le digo “claro que lo voy a hacer, sos increíble, y vamos a pasar muchísimas noches juntos”, aunque después entendí mejor que me quería decir.

Me beso nuevamente y sin soltar mi pija, empezó a besarme el pecho y pasar su lengua por mis tetillas, las chupaba y mordía, me estaba haciendo calentar de sobremanera, ambos queríamos que la noche sea larga, y ella llevaba muy bien el ritmo de la situación, nos tomábamos nuestro tiempo cada vez que le dábamos placer al otro, luego bajo hasta mi ombligo, y comenzó a meter su lengua, sentía una mezcla de cosquillas y placer, sabía muy bien lo que hacía, era una sensación nueva para mi, pasado unos minutos, decide bajar aún más y lamer mi pija, era fantástica, en ningún momento se la metió en la boca, solo usaba su lengua para darme placer.

La pasaba de abajo hasta arriba, mirándome a los ojos en todo momento, parecía que saboreaba el mejor de lo helados, yo daba gracias a dios, por todas las pijas que debió haber chupado para tener esa maestría, se notaba que era una experta, jugaba con su lengua en la cabeza y en varias ocasiones casi me hace acabar, ella era la dueña de mi pija, la apoyaba en mi pubis y lamía suavemente mis huevos, los metía dentro de su boca y jugaba, si dejar de mirarme en todo momento, hasta que por fin decidió tragarse mi pija, de un solo bocados se la metió casi completa en la boca, me hizo ver las estrellas de placer, la sacaba completamente y la volvía a tragar, y lo hacía todo en una forma muy lenta, yo estaba fascinado, solo podía pedir que no pare, así que ante mi pedido, se subió sobre mi, sin dejar de chupar, pone su hermosa concha en mi cara, la cual no tuvo que esperar para ser chupada, estábamos haciendo un perfecto 69, y yo entendí que había encontrado a la mejor de las putas, que se encontraba reprimida por cuidar de su hija y sus nietos.

Ya después de un rato le dije que necesitaba cojerla, y ella sola de arrodilló en la cama poniendose en cuatro ofreciendome su ansiado culo y concha, los cuales con todo gusto empecé a lamer y chupar con ansias, hice que apollara sus hermosos pechos en la cama, para que quedara todo a mi disposición, y comense a clavar mi lengua en su delicioso ano, era indescriptible el placer que le estaba dando, sus gemidos no paraban y a la vez ella se frotaba su concha con sus dedos, así que me acomode y de un solo golpe metí mi pija en su concha que estaba inundada por sus jugos, entraba y salí muy fácil, y ver su gran culo temblar con cada golpe de mi pelvis era un sueño, yo no quería parar ni un instantes y cada vez lo hacía con más fuerza, hasta que decidí ir por lo que más deseaba.

Acomode la cabeza de mi pija en la entrada de su ano, no sin antes lubricarlo con sus propios jugos, y comense una suave presión, ella me pide que lo haga despacio, ya que hacía mucho tiempo que no tenía sexo por ahí, yo presionaba y paraba, así un par de intentos, hasta que pude meter la cabeza de mi pija, ella emitió un leve quejido, y me quedé inmóvil para que se vaya acostumbrado a tener el ano dilatado, luego comense nuevamente a presionar para ir metiendola muy despacio, una vez que entro la mitad, la comense a sacar unos centímetros, para volver a meterla, lo repetí varias veces hasta que comencé a escuchar sus gemidos, yo me encontraba en la gloria, y cada vez lo hacía más fuerte, yo tomado fuertemente de su cintura cojiendo ese hermoso culo, era lo máximo, ella cada vez gemía con más fuerza, hasta que pude sentir como acaba a chorros nuevamente, casi desplomandose en la cama, yo seguía con mis embestidas, pero no por mucho tiempo más, y acabe inundado su bello culo con toda la leche que tenía en mi, fue fenomenal, continuaba moviéndome cada vez más lento, hasta que saque mi pija de su interior, pude ver si ano completamente dilatado con algunos hilos de leche, y quedé acostado junto a ella, me abrazo y beso como agradeciendo tan exelente sexo que habíamos tenido, ella no se imaginaba lo agradecido que me encontraba yo, entre besos y abrazos nos dormimos.

Al otro día nos despertamos abrazados, le dije que había sido una noche increíble y que me sentía muy afortunado, realmente estaba así, y ella lo sabía, y su respuesta no se hizo esperar, ella también me agradeció, y que hacía mucho tiempo no se sentía tan mujer y tan deseada, que yo era lo que ella necesitaba en su vida, y que quisiera pasar más momentos así, y por eso se sentiría muy plena siendo mi amante, y le pregunto porque quiere se mi amante, su respuesta me dejó mudo, ella ya sabía de qué yo cojia con Mariela y que le comento que estaba ilusionada conmigo, por eso no quería que su hija este mal, pero tampoco quería ella volver a sentirse una vieja, así que prefería que yo tenga una relación seria con Mariela y ella ser mi amante, para que voy a decir que me sentía el más afortunado del mundo, nos levantamos a desayunar, y cuando veo mi móvil tenía varios mensajes de Mariela, ella pasa por detrás mío y me dice que los abra, los mensajes decían que me extrañaba y que tenía muchos deseo de estar conmigo, y había 2 fotos, que cuando las abro, eran de Mariela completamente desnuda abriéndose la concha, y diciendo que necesitaba que se la coma, yo no sabía que hacer, hasta que Elsa me dice, vez, ella está muy ilusionada y caliente con vos, pero este fin de semana vas a ser solo para mí, y dándome un beso me hace dejar el móvil para desayunar.

Seguramente más adelante les comenté como estamos hoy y las cosas que nos pasaron, espero que me comenten que les parece y si quienes preguntar algo, todos serán respondidos, gracias por leer.

Compartir en tu redes !!
Leandro74
Leandro74
Relatos: 7