El inicio de ser compartido

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COMO INICIO TODO, MI ESPOSA Y SU AMIGO

La historia es 100% real, aunque cambiaré los lugares y los nombres por discreción.

Todo empezó en el 2015 aproximadamente en ese tiempo yo Roberto el esposo tenía 37 años mi esposa Angela 28 años y su amigo Saúl me imagino unos 30, la verdad es que solo lo conozco por fotos y comentarios de una ex amante de él. 😉😁

Somos un matrimonio común y corriente en ese tiempo con 10 años de casados y 2 hijas, viviendo en una de las ciudades más importantes de México, mi esposa trabajaba para una multinacional especializada en electrónica, yo en una empresa de finanzas y su amigo trabajaba en la misma empresa que mi esposa.

El inicio de mi cambio de mentalidad proviene de las siguientes circunstancias que, aunque mi esposa las ha negado siempre, yo sé que hubo algo más, bueno eso creo yo, pero ustedes ya dirán al final. Como todo esposo y hombre quiere uno tener el control de lo que pasa y más con su esposa, nunca fui de salir a tomar la copa con amigos o irme de cabrón como muchos, pero mi esposa empezó a tomar este rol de salir a divertirse con amigas e ir a fiestas lo cual para ser sincero me encabronaba me hervía la sangre y me encelaba.

Las discusiones empezaban desde mitad de semana cuando a veces sin decir agua va Angela solo me decía el sábado voy a ir a una fiesta con unas amigas, ese era el inicio de peleas y más que nada por mis celos de no saber realmente a donde iba o con quien salía, eran días que prefería no llegará el sábado, pero como todo llega, así mismo el día famoso de la salida y al dar las 4 o 5 de la tarde se metía a bañar, de ahí a arreglarse maquillarse, eran horas tortuosas ya que mi esposa para maquillarse y arreglarse siempre tarda unas 2:30 a 3 horas.

Tengo que confesar que la verdad mi esposa siempre ha sabido arreglarse y se maquilla muy bien, la verdad es que quedaba como una Reyna, en esos años tenía un cuerpo que cualquiera desearía y hoy en día de igual manera, buena pierna, buen busto, de cara angelical y con esa picardía de diabla que vuelve loco a cualquier hombre, cabe mencionar que mide 1:68 muy buen culo que se antoja solo de verlo.

Pero bueno regresando a esos días de las salidas de mi mujer mis celos no eran para menos y ustedes como hombres me lo dirán si o no, ya terminada de arreglarse 7 u 8 de la noche tomaba las llaves del carro se despedida y me decía al rato llego, la mayoría de las veces nunca supe a donde iba o donde estaba, solo me decía que iba con amigas, pero para saber si era cierto o no eso era un misterio.

Los sábados que salía ya a las 11 o 12 de la noche empezaban mis llamadas a su celular las cuales muy muy raras veces contestaba y en muchas ocasiones me mandaba al buzón, eran llamada tras llamada sin suerte para que me contestara y esas eran las discusiones durante mucho tiempo. Mis pensamientos volaban ya acostado en la cama esperando a que Angela llegará, y solo divagando en donde estará, hasta que después de varios sábados solo imaginaba si estaría con otro y si fuera así a que motel la llevaría en que posición la tendría.

Eran noches de angustia donde me la jalaba, me masturbaba como 3 o 4 veces en toda la noche ya que solo así mis celos y coraje bajaban. Todo esto sin saber si pasaba o no, o si solo eran imaginaciones mías, pero al no contestar el celular no me quedaba otra cosa que pensar.

Ella al llegar en ocasiones la cogía y ella lo disfrutaba eran a veces cogidas de coraje de deseo y de morbo, muchas veces la notaba diferente muy caliente no se si por las copas que tomaba o por que no había podido llegar a saciar sus deseos.

Mi esposa empezó a cambiar su forma de ser, era diferente, discutíamos de todo, se la pasaba en el celular, hubo una época en que a la misma hora 9:30 pm se metía al baño, un día sin avisar entre y alcance a ver unos emoticones del WhatsApp con besitos, mi esposa escondió el celular y me dijo toca antes de entrar y para varia otra discusión.

Después me enteré que su amigo Saúl trabajaba en la tarde en la empresa donde estaba mi mujer, me imagino que a esa hora tendría su receso o algo nunca supe.

Después de varios meses me enteré que un viernes no se presentó a trabajar mi esposa y ese viernes la vieron en la mañana en el carro de su amigo, cabe mencionar y recuerdo muy bien que ese día en particular mi esposa salió muy bien arreglada, a eso de las 10 am siempre teníamos una pequeña llamada ya que a esa hora salía a desayunar.

Ese día le marque y a buzón llamada tras llamada y buzón, señal de que estaba apagado, la empresa donde trabajaba tenía transporte por lo cual su hora de llegada era 2:30 a 2:45 de la tarde todos los días, ese día tengo muy clara la memoria llego 3:30 de la tarde, inusual, fue hasta meses después que me enteré que ese día no había ido a trabajar.

No me quedo de otra que pensar que Saúl se estaba cogiendo a mi mujer, y ese día en particular esa idea se afirmó, y pues creo ella estaba feliz ya que casi perdemos nuestro matrimonio por esto, eran momentos de celos y de morbo fue cuando mi mente empezó a fantasear en imaginarme a Angela cogida por otro. Bueno después de tantas discusiones mi esposa se salió de trabajar por bien de nuestro matrimonio bloqueo a su amigo y pasaron los años.

Desde hace 5 años recobre esa confianza en mi mujer y ha salido con amigas a reuniones, pero mi mente recordaba esas salidas, recordaba esas fantasías de averiguar si a mi esposa se la estaba cogiendo su amigo Saúl

Aquí fue donde empezó el tema, cuando teníamos sexo le proponía que cogiera con otro, ella me decía que no que estaba loco, pero ya caliente y casi llegar al orgasmo se lo volvía a repetir y me decía que sí que le gustaría que otro le metiera la verga esto nos excitaba tanto que terminábamos y explotábamos de pasión así fueron meses con la misma insinuación la misma negativa pero conozco a mi mujer, no se si creía que por el momento se lo decía de broma o solo me seguía el juego

 En una ocasión me calenté tanto que en una sesión de sexo con mi esposa y sucedió lo siguiente:

Roberto. – Amor te gusta la verga verdad.

Angela. – Me encanta amor.

Roberto. – Te gustaría tener otra verga que no fuera la mía.

Angela. – Si amor.

Roberto. – Si quieres que te coja otro.

Angela. – Si.

Roberto. – Quien te gustaría que te cogiera.

Angela. – Si te digo no vas a querer

Roberto. – No tuvo que decir más yo sabía que estaba pensando en Saúl, le dije con quien quieras, pero el no.

Terminamos todo bien sin enojarnos nos abrazamos y dormimos.

Pasaron los meses y esa insinuación de Angela me dejo pensando, por que si puede tener a quien ella quisiera estaba pensando en volver a coger con el o tal vez nunca se la cogieron y quería realmente coger con el por primera vez.

Mi ego, mi coraje hacía Saúl desapareció, mi mentalidad cambio y dije realmente amo a mi esposa, muchos dirán que no, que como puedes amar a alguien y dejarla estar con otro hombre en la cama, yo creo que ese es ya otro nivel más haya del amor es amar a tu pareja, a tu esposa, a tu mujer a la madre de tus hijas y dejarla disfrutar, ella nunca fue ni será mi propiedad y quien soy yo para negarle ese placer de que pueda disfrutar y que disfruten de su cuerpo si ella quiere. Amo a mi esposa la verdad la amo y creo el dejarla disfrutar no quiere decir que no la ame. Pero bueno regresando un día nuevamente teniendo sexo y ya calientes al 100 me atreví en decirle.

Roberto. – Amor te gustaría que quien te estuviera cogiendo fuera Saúl verdad

Angela. – ahhhhhhhhhhhh

Roberto. – Imagínate que es Saúl quien te está metiendo la verga. Te gustaría.

Angela. – Si, me gustaría.

Roberto. – Quieres cogértelo.

Angela. – Sí

Roberto. – Dile que te coja.

Angela. – No tengo su número.

Roberto. – Si quieres te lo consigo, pero si te lo consigo te vas a dejar coger por él.

Angela. Si.

Eso me calentó tanto que le deje la pucha llena de mis mecos como nuca, me vacío por completo y ella tuvo un orgasmo tan rico que lo vi en su cara.

Yo creo ella nunca creería que iba a cumplir, un día le envíe a su Whatsaap el contacto de Saúl, la verdad que nunca lo borre, seré sincero le hable en ese tiempo que tenía la sensación de que se estaba cogiendo a mi mujer para reclamarle, fue una platica retadora nunca acepto tal vez por el bien de Angela para que no tuviera más problemas pero bueno, le cumplí a mi esposa le dije órale te doy permiso de coger con él si es lo que quieres, yo creo ella en su interior nunca hubiera imaginado que su esposo la estaba animando a coger con otro, que le daba de permiso de abrir sus piernas para recibir otra verga diferente, para darle las nalgas a Saúl mi socio como le decimos acá en México al hombre que se acuesta con la mujer de uno.

Yo creo que los sentimientos de Angela en ese momento fueron de que yo no la amaba, como seria posible que un esposo abnegado le diera permiso a su mujer de coger y más con una persona que en su momento ocasiono problemas en el matrimonio, pero como comente no es falta de amor, amo a mi esposa y quería que disfrutará y claro disfrutar yo también y no porque yo no la llenara la verdad sé que cuando hacemos el amor la lleno, cuando tenemos sexo la lleno y cuando cogemos la lleno, ese no era el problema.

Pasaron los meses y de repente tocábamos el tema y me platicaba que se mensajeaba con Saúl, la verdad a veces pensaba que no se iba a animar. Hasta que un día haciendo el amor teniéndola de cucharita me dijo:

Angela. – Que crees

Roberto. – Que paso?

Angela. – Hoy me llamo Saúl antes de que llegarás del trabajo.

Roberto. – En mi mente corrieron pensamientos de excitación y lujuria. ¿Y qué te dijo?

Angela. – me invita a Mazatlán a un concierto, me dejas ir?

Roberto. – Cuantos días? ¿Y solo iras al concierto pregunte incrédulo?

Angela. – Pues no creo tú sabes también a lo que voy?

Roberto. – Vas a darle las nalgas amor y que te meta la verga.

Angela. – Pues sí.

Roberto. – Tengo que pensarlo. No sé porque dije eso era lo que ella quería y yo de igual manera.

Angela. – Si no quieres no voy.

Todo esto mientras le metía la verga en un mete y saca, su pucha estaba mojada mi verga como tronco a punto de explotar.

Por una u otra razón le dije que no, a lo que hoy me arrepiento, me dije después por que no la deje era para divertirse era por su bien, desestresarse y salir de esa rutina del día a día. Yo no la llevo a ese tipo de conciertos ya que no me gusta la música de banda. No se enojo todo fue normal después no hubo reproches ni discusiones, esa parte la superamos.

En noches próximas yo seguía con el juego, con la fantasía de que se imaginara que Saúl se la cogía. Le decía quiero que cuando cojas con el no te bañes que llegues con la pucha llena de mecos de Saúl para chupártela limpiarte tu pucha y después revolvértelos, esto nos prendía a los dos como no se imaginan. Ella solo gemía ahhhhh, si me gusta ahhhhh.

En el 2021 llego diciembre, mi esposa y mis hijas viajaron a la ciudad donde vivíamos antes (comento que años antes por trabajo nos tuvimos que mudar a la costa) ellas viajaron un 20 de diciembre, yo por trabajo me tuve que quedar y viajaría el jueves 23 de diciembre saliendo de trabajar saliendo a carretera como a las 7 de la noche para llegar a media noche. En estos días todo transcurría normal, mensajes en el día y llamadas por la noche.

Fue hasta el miércoles 22 de diciembre como a eso de las 5 de la tarde cuando a mi celular llego un mensaje de mi esposa, pero no era un mensaje era una foto, era una foto de ella arriba de un carro. Solo se saco la foto de sus piernas iba sentada en la parte del copiloto y se veía tráfico.

Mi primer respuesta fue, a dónde vas? con quien vas? Su respuesta fue, te dije que cuando me decidiera no te iba a decir hasta llegado el momento, fue ahí cuando recordé que así era, Angela me había dicho el día que decidiera irse con él no me iba a decir, tal vez por que soy insistente y ella no quería que la hostigara con el tema desde días antes, lo que sentí en ese momento fue celos, miedo pero más que eso excitación mi verga tuvo una erección al instante y yo en el trabajo a una hora de salir, mi mente fantaseo y se imagino sin número de situaciones, que se habrían dicho en los mensajes pasados de días antes de horas antes, cuando se pusieron de acuerdo para irse a coger, donde se vieron cuanto tardarían a donde irían, ya se habrían besado fueron decenas de pensamientos, no me concentre en lo que faltaba por salir de la oficina, yo ahí en la oficina en miércoles a una hora de salir, haciendo reportes, resolviendo problemas, contestando mensajes de trabajo, correos y mi mente en otro lugar, mientras mi mujer, mi esposa mi amada iba con otro en su carro directo a un motel, mi esposa iba directo a que la abrieran de piernas para recibir una verga que no era la mía, Saúl iba a disfrutar del cuerpo de Angela, como yo lo hacia por las noches cuando recorría su cuerpo con mis manos, ahora no era yo era otro quien iba a disfrutar de ella, y ella de él. Mi esposa le iba a dar las nalgas a otro iba a mamar su verga, todo esto me puso a mil. No podía hacer nada por impedirlo y realmente no quería, ella estaba ahí por decisión propia porque ella también lo quería.

Pasada la hora solo imaginaba como se estarían cogiendo a mi esposa. Me volaba la cabeza quería llegar a la casa a masturbarme cerrar los ojos y fantasear en ese momento. Tenia que saber todo, llegando a casa, como 6:30 de la tarde me atreví a marcarle y mi sorpresa fue que me contesto, su voz se escuchaba suave como si no pudiera hablar lo único que se me ocurrió preguntar es estas cenando y ella sí, estas arriba o abajo me dijo arriba, ahí supe que Angela estaba sentada en la verga de Saúl y el acostado disfrutando de mi esposa, claro como buen esposo ya no quise interrumpir y el dije te marco al rato quieres que te marque y ella sí, eso me prendió más supuse que le gusto que le marcara mientras su amante en turno la cogía.

Estaba extasiado y sin estar ahí, pensaba como son las cosas y el destino, años antes mi matrimonio estaba en peligro por Saúl y ese día creo el nos unió más sin saberlo ya que entre mi esposa y yo surgió una complicidad que no muchas parejas pueden llegar a tener.

Como una hora y media después recibí un mensaje de mi esposa,

Angela. – pedimos otro platillo y me voy a quedar otro rato.

Roberto. – A ok bueno si quieres ya que termines y te vayas a la casa me marcas va.

Cabe mencionar que mi esposa y mis hijas se estaban quedando en una casa de los familiares de ella.

Angela. – Sí en cuanto termine te marco va.

Ese segundo platillo no era otra cosa más que Angela me estaba dando a entender que Saúl se la iba a coger nuevamente

En cuanto me dijo que habían pedido otro platillo en automático supe que le daría de nuevo las nalgas a Saúl y que mi socio se la volvería acoger por segunda vez, bueno eso creía yo, hasta no llegar mi esposa a la casa lo sabría ya que ella me lo diría. Así transcurrieron hasta las 9:40 de la noche cuando sonó mi celular era ella avisándome que ya había terminado y que iba para la casa que llegando me marcaba.

En ese momento mi verga aún con habérmela jalado ya dos veces seguía dura, la excitación era increíble. 10:00 de la noche me fui a acostar y minutos después recibí una llamada de mi esposa.

Angela. – Hola.

Roberto. – Hola amor como te fue?

Angela. – Bien.

Roberto Solo bien, cuantas veces te cogieron amor?

Angela. – 2 veces.

Roberto. – Que rico, haber cuéntame.

Y es aquí la versión de Angela de lo ocurrido esa tarde noche tal cual me lo conto sin interrupción.

Llegando a la ciudad por la tarde me marco Saúl saludándome y preguntando donde estaba, (hombres así son pensé) por mis estados donde mencione que estaba de vuelta en mi ciudad natal era obvio que ya sabia que estaba de regreso, ya sabía que era lo que quería Saúl, y lo que quería era cogerme, estaba en el plan de cortejo esas palabras y conversaciones de un hombre cuando se quiere encamar a una mujer, dentro de mi me gustaba eso, me gusta que los hombres se exciten que me quieran coger, que se imaginen tenerme en 4 metiéndome su verga.

Yo bien gracias, aquí llegando.

Saúl. – a muy bien y tu esposo.

Él no está, llega hasta el jueves en la noche se quedó a trabajar.

Saúl. – a que bien ósea que te pudo invitar a salir.

Tenía que seguir el juego la verdad es que yo ya sabia la respuesta, pero claro una como mujer se tiene que dar a desear. Y dentro de mi la respuesta era si y mas que mi esposo ya desde hace mucho me había dado permiso de irme a coger con quien yo quisiera.

¿Pues no sé a dónde me quieres invitar o qué?

Saúl. – pues donde quieras te invito a comer y pues lo que se dé como ves?

¿Y cuándo sería la invitación, pero solo a comer verdad?

Saúl. – Pues hoy y pues si a comer, ya ahí veremos.

Hoy no puedo acabo de llegar y estoy cansada del viaje, (menciono que era lunes 20 cuando llegue)

Saúl. – Pues tu dime. Antes que llegue tu esposo para que puedas.

Pues el miércoles por la tarde si quieres me marcas ese día y ya vemos.

Saúl. – está bien te marco. Bye.

Adiós, es increíble se le veía urgencia por salir si le hubiera dicho que hoy mismo él hubiera aceptado jajajja.

Llego el miércoles y recibí un mensaje de Saúl,

Saúl. – Hola cómo estás? Si vamos a poder vernos hoy.

Yo conteste a mi tiempo diciéndole que si, en ese momento sentí como me moje, estaba a horas de darle las nalgas a un viejo amigo, con su pasado entre él y yo.

Le diré a mi esposo en este momento que me iré con Saúl, no, no creo y si se arrepiente, no creo me ha insistido mucho, ni modo hasta que no haya vuelta atrás le diré y si me llama insistente como antes basta con apagar el celular.

Llego la hora 3 de la tarde, a mi familia les dije que iba a comer con unas amigas, y que regresaría tarde, Roberto ya sabe dije.

Si supiera mi familia que las amigas no era mas que nada mi amante en turno, un hombre que no era mi esposo y a quien le iba a dar las nalgas e iba a recibir su verga dentro de mí.

Saúl paso por mi cerca de una plaza de por la casa de mi familia, me dijo que carro tenia y donde me iba a recoger jajjajaja bueno eso no fue tan literal. Me llevo a comer, comimos, platicamos y claro no falto su insinuación de irnos a un lugar más íntimo, yo sabía que ese lugar intimo era un motel.

A eso iba dentro de mi me dije, ok vámonos. Veía en la expresión de Saúl esa ansia por tenerme y hacerme suya, en el camino al motel fue cuando disimuladamente saque una foto del tráfico y mis piernas y todo esto para enviársela a mi esposo, se la envíe y no tuve que decir más el supo lo que significaba.

Por fin después del trafico de la ciudad llegamos a un motel, me imagino que conocido por Saúl porque, aunque es casado su esposa trabaja en otro municipio lo que le da tiempo para cogerse a otras eso ya lo sabía yo muy bien. Tal vez es lo que me atrajo, creo así somos las mujeres nos atraen esos hombres cabrones.

Entramos al motel, dejé mi bolso en la mesa de centro, el prendió las luces yo me senté a la orilla de la cama, creo estábamos nerviosos ambos después de tanto tiempo de no vernos esos nervios traicionan. Saúl se sentó a mi lado paso su mano por mi cintura y se acercó, nos besamos el pasaba sus manos por mis pechos y mis piernas, nuestras lenguas se entrelazaban nos queríamos comer ahí mismo.

Nos levantamos y nos fuimos desabrochando la ropa que en ese momento nos estorbaba, ahí estaba yo dejándome acariciar por otras manos que no eran las de mi esposo, mi blusa cayo dejándome con mi pantalón y mi sostén el cual hábilmente mientras me besaba desabrocho dejando mis chichis al aire, Saúl aprovecho para chupar y masajear con sus manos sacándome un quejido de excitación ahhhhhhhhhhh, hayyyyyyyyy que rico me las chupas te gustan.

Saúl. – me encantan, están riquísimas.

Empezó a desabotonar mi pantalón hasta que logro bajármelo y con sus manos agarrándome las nalgas, esas nalgas que en ese momento eran de el y que iba a tratar como él quisiera.

Yo de igual manera desabroche su pantalón dejándolo solo en su bóxer, entre los besos que nos dábamos alcance a ver esa verga debajo de su ropa interior, ansiosa por salir y liberarse.

Me quite la tanga que traía, siempre me ha gustado usar de hilo dental, una tanga de color rojo creo especial para ese momento, estaba ahí indefensa, una mujer casada dejando que otro hombre metiera sus dedos en mi vagina, esa pucha mojada ansiosa por ser penetrada, por ser cogida por esa verga que cuando la libere de la ropa interior salto, una verga normal en tamaño igual a la de mi esposo con la diferencia que la verga de Saúl estaba más cabezona, la verdad la vi y la boca y el culo se me hicieron agua.

Como toda una experta en la mamada de verga baje poco a poco hasta tener entre mis ojos esa verga cabezona frente a mí, con el líquido pre seminal por la excitación, abrí mi boca para meterme esa cabeza y acariciarla con mi lengua, mirando desde abajo sus ojos, esa mirada que a los hombres les gusta de una mujer cuando esta en cuclillas mamándoles la verga. Poco a poco me la metí en la boca dándole la mamada de su vida, Saúl solo gemía de placer y yo claro saboreando tan rica verga en mi boca, así estuve como 10 minutos mamando, saboreando con mi lengua toda su verga sobándole los huevos, escupiéndola y volviéndola a mamar.

Saúl. – Que rico la mamas, no mames que rico. Tu esposo sí que tiene suerte.

¿Si crees que mi esposo tiene suerte? le pregunte sin sacar esa verga de mi boca.

Ahhhh. Ahhh. Ahhhh que rico así mámala no pares me decía. Una y otra vez. Me levante y lo bese apasionadamente, me abrazo y con su mano izquierda me mallugaba mis nalgas mientras que con la otra metía sus dedos en mi panocha ya mojada y deseosa de recibir esa verga, me acostó sobre la cama boca arriba a la orilla de la cama de aquel motel. Abrió mis piernas y empezó a mamar y saborear mis líquidos que ya para ese momento eran bastantes. Estoy seguro que a mi esposo le gustaría ver como tienen a su mujercita, pero no, el a cientos de kilómetros trabajando y yo aquí recibiendo una buena mamada en mi panocha.

Después de un rato mamándomela, me abrió más, y el muy canalla me dice se me olvidaron los condones, realmente no sé si se le olvidaron o lo hizo premeditadamente y ya con la calentura o la confianza entre nosotros le dije pues ni modo, dándole a entender que me urgía que me cogiera que me regresara bien cogida y usada.

Trato de meter su verga, pero la cabeza le costó trabajo al inicio, me dijo déjame entrar, a lo cual conteste yo te dejo tu métela, al entrar poco a poco sentí como iba entrando ese pedazo de carne, esa verga que se sentía diferente a la de mi esposo.

Mmmmmmm, ahhhhhhhhh, si así métela toda, cógeme es lo que querías no, cogerme ahhhh, ahhhhh, si así dámela. De un solo estoque la metió todo el cabrón sacándome un grito de dolor y placer ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que rico no mames me la metiste toda.

Saúl. – te gusta así verdad, así la querías toda adentro.

Si dámela toda. Cógeme, déjame bien abierta y cogida.

Empezó el mete saca primero lento y poco a poco más rápido, ahí estaba yo, me tenían boca arriba abierta de piernas bien ensartada como me gusta, mi pucha recibía ese tronco en un mete y saca riquísimo.

En ese momento la saco y me puso en 4, no me quedo más que levantar mi culo, ese culo que el tanto deseaba y ahora lo tenía a su disposición y yo como buena mujer ahora si sentía que le estaba dando las nalgas a otro. Poco a poco sentí que me la volvió a meter y sus dos manos agarrándome de las caderas para darme una buena cogida así en 4 me nalgueaba.

Saúl. – te gusta así, te gusta como te meto la verga.

Ahhhhhh, ahhhhh, si, si, así me gusta tu verga, métemela toda, toda dámela, cógeme, sígueme cogiendo, hayyyyyy, hayyyyy dámela. Te gusta como se ve mi culo.

Saúl. – me encanta pinche culote que tienes

Es tuyo cógetelo, cógetelo bien, es lo que querías no, comete este culo que ahora es tuyo.

Saúl. – si así te quería tener. En 4 con tu culo bien parado metiéndote la verga.

Yo sentía que me partía en dos sentía riquísimo tener la verga de Saúl hasta el fondo. En ese momento me venían pensamientos de mi esposo, dentro de mi dándole las gracias por dejarme disfrutar de esta forma sin remordimiento sabiendo que él sabía. En eso Saúl interrumpió mis pensamientos pidiéndome que me sentara en él.

Saco su verga parada y firme como tronco se acostó boca arriba, insinuando lo que ya sabia que iba a hacer. Sentarme en esa verga para montarla y metérmela toda.

Saúl. – Que buena estás ya te quería tener así siéntate, matate tu sola,

Yo subía y baja en esa verga, esa verga que entraba y salía de mi panocha, yo solo gemía de placer, tenia una verga diferente, una verga que estaba decidida a deslechar por completo, mmmmmmm, ahhhhhh, que rica verga papito, métemela que rico me coges, me vas a dejar bien abierta y cogida, hayyyyyyyy, si dámela, dámela hayyyyyyy, entre mis gemidos escuche que empezó a sonar mi celular el cual había dejado en uno de los buros.

Me levanté sacándome esa verga que estaba en mi interior, vi el celular y era mi esposo, le dije a Saúl no hables voy a contestar es mi esposo. Saúl ok.

Tome el celular y le conteste a mi esposo al mismo tiempo que volvía a sentarme en la verga de Saúl.

Angela. – Hola.

Roberto. – Hola amor cómo estás?

Angela. – Bien.

Roberto. – Que estás haciendo.

Angela estoy cenando.

Roberto. – Y estas arriba o abajo.

Angela. – Arriba.

Roberto. – Ok. Y te está gustando.

Angela. – Si.

Roberto. – Bueno sigue cenando al rato te marco quieres,

Angela. – Si y si no saliendo te marco yo va.

Roberto. – Ok, bye disfruta.

Angela. – Si bye.

En ese momento al colgar aumente el sube y baja la llamada de mi esposo me calentó más y creo de igual manera a Saúl, el saber que se estaba cogiendo a una mujer casada y que su esposo en ese momento le llamo por teléfono, yo creo en ese momento ha de haber pensado que era toda una puta mira que contestarle a su esposo jajjajajaja, y la verdad si me sentí como toda una putita en ese momento y fue algo que hizo venirme de igual manera a Saúl el cual aumento su cogida agarra dándome con sus manos de mis nalgas y metiéndome su verga hasta el fondo.

Ahhhhhh hayyyyyyyy que rico me coges ahhhhhhhhhh métemela, métemela, que rico mmmmmmmm, hayyy, hayyyyy. En eso sentí como su verga se convulsionaba dentro de mi pucha Saúl había cometido su tarea llenándome la pucha con sus mecos tres explosiones dentro de mí, yo recibiendo sus mecos calientes inundándome la panocha de su leche.

Ahhhhhhh que rico le dije.

Saúl gemía al venirse, hayyyyyyyy hayyyyyyy que rico, que rico.

Así estuvimos un rato hasta que me levante sacando esa verga mojada con mis líquidos y con sus mecos escurriendo de mí.

Fui al baño a lavarme, regresé y Saúl estaba fumando un cigarro a lo cual yo saque otro y ahí acostados fumando los dos, intercambiando esos comentarios de, te gusto, que rico, en eso una pregunta.

Saúl. – No se dio cuenta tu esposo.

Angela. – No creo, lo escuche normal.

Saúl. – nunca pensé que te iba a marcar mientras te cogía.

Angela. – Yo tampoco, pero todo salió bien.

Así estuvimos como 30 minutos platicando abrazándonos y besándonos de vez en cuando.

Yo sinceramente creía que eso iba a ser todo, pero la verga de Saúl estaba empezando a reaccionar, volvía a erguirse y pues quien era yo para rehusarme a disfrutar de esa verga, y pensando en ese momento no sé si la volvería a disfrutar y cuanto tiempo volvería a pasar. Le agarre con mi mano para jalársela poco y sentir como iba creciendo, en eso con la otra mano tome mi celular y le mande un mensaje rápido a mi esposo el cual decía: “pedimos otro platillo ya que termine y me vaya a la casa te marco”.

Creo eso era suficiente para darle a entender que Saúl me cogería por segunda vez esa noche. Y así era no tardo mucho para que Saúl se posara arriba de mi dónde yo muy sutil mente fui abriendo mis piernas para que pudiera meterme nuevamente su verga, sentí como la cabeza de su verga iba acercándose y rosándome la vagina sintiendo como se iba abriendo paso poco a poco hasta sentirla adentro, su mete y saca fue lento al principio logrando sacar de mi gemidos de placer mientras Saúl aprovechaba para besarme y meterme su lengua como si quisiera tocar mi garganta con la misma.

Saúl tomo mis piernas y las coloco en sus hombros y colocando una almohada debajo de mi espalda para que mi culo quedara en mejor posición y así aumentar la velocidad de meterme la verga.

Ahhhhhhhhhhhhhhhhh que rico me coges, siento toda tu verga hasta adentro, cógeme, cógeme así rápido méteteme toda tu vergota hayyyyyy, hayyyyy. Así dame duro, así dame hayyyyyyyyyyyyy que rico. Saúl solo me decía que rico, me encanta cogerte que rico se siente, te gusta, te gusta como te estoy metiendo la verga. Yo no podía ni contestar de las embestidas que me daba, solo podía decir entre labios me encanta que rica verga tienes y que bien me coges.

Saco su verga me dio la mano y me llevo al potro que había en el cuarto, se recostó dándome la indicación de que me sentara nuevamente en su verga, creo fue la posición que más le gusto y claro mi esposo me dice que soy una licuadora y la forma de mover el culo mientras me devoro así una verga, yo tengo el control de la cogida así que sin esperar tome su verga con mi mano y la coloque en la entrada de mi sexo para de un solo sentón meterme todo ese fierro en mí, empecé a mover mi culo en círculos lo cual hizo que Saúl pusiera sus ojos en blanco sus manos acariciaban mis bubis dándose un agasajo con todo mi cuerpo, yo sentía en cada sentón esa verga que me llenaba, mi pucha estaba mojada y caliente, empecé a subir y bajar más rápido.

Saúl. – que rico te mueves clávate toda cómetela

Yo solo gemía de placer, quería sentir esa lechita nuevamente dentro de mí, tener mi panocha llena nuevamente de mecos de Saúl.

Hayyyyyyyyyyy que rico, me esta entrando toda, que rico me la estoy clavando, dámela toda.

Mis pensamientos en ese momento corrieron a imaginarme lastima que mi esposo está tan lejos, si no podría saborearme así toda maqueada y aguada por la cogida de Saúl, también me imagine la esposa de Saúl ni se imaginaba que en ese momento su esposo se estaba cogiendo a otra en un motel a una mujer casada, pero la diferencia de mi con ella es que mi cómplice mi esposo sabía exactamente donde y con quien estaba y su esposa no, y aunque ella de igual manera estaba lejos, pero mejor así si estuviera viviendo con él no tendría oportunidad de que Saúl se la cogiera hoy por la noche o mañana en la mañna, lo iba a mandar todo deslechado sin una gota para su esposa.

En eso Saúl interrumpió mis pensamientos tomando mi cadera con sus dos manos haciendo me un alto total al momento de tenerla toda adentro. Me dijo voltéate, me saque su verga de adentro estaba totalmente mojada y roja de la cogida anterior y la que me estaba dando.

Me coloco nuevamente en cuatro en el potro mi culo estaba al aire a disposición de él, creo la vista que tenia lo excito más y me soltó una nalgada fuerte que más que enojarme me excito más. Sus palabras agárrate por que te voy a partir en dos. Me tomo con sus dos manos de mis nalgas que eran suyas y estaban para tratarlas como el quisiera, puso su verga a la entrada de mi vagina y la metió de un solo estoque sin trabajo mi panochita estaba moldeada ya a su verga su mete y saca fue rápido sacándome gemidos de placer.

Hayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy que rico me metiste tu verga, dame, dame, déjame bien cogida, así me querías tener verdad, te gusta el culo que te estás comiendo.

Saúl.- me encanta tu culo estas bien buena. Te gusta mi verga, te gusta cómo te cojo.

Pues disfrútalo, disfruta este culo que ahorita es tuyo, déjame bien mequeada cógeme, déjame aguada y usada y si me gusta tu verga me coges bien rico. Cógeme, cógeme soy tuya dámela. Hayyyyy, hayyyy, hayyyyyy que rico dámela, dame, dame ahhhhhh me vengo que rico me vengo hayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy

Solté ese gemido de placer y segundos después sentí su leche caliente llenándome la vagina de mecos, no como la primera cogida, pero si un buen chorro de mecos me avento.

Saco su verga dejándome tumbada con mi culo arriba una nalgada sentí, como señal de has cumplido putita, buen culo ahí quédate. Así estuve unos segundos me levanté y fui al baño. Al salir vi mi celular, un mensaje de mi esposo, ¿Cómo estás? Me empecé a vestir al igual que Saúl eran ya las 9 de la noche el entraba a trabajar a las 10 así que era buen tiempo para irme a dejar con mi familia y de ahí él podía irse a su trabajo todo deslechado jajja.

Al salir del motel le llame rápido a mi esposo diciéndole que ya iba para la casa que al llegar le marcaba, su constatación fue de va que va amor tu me marcas va.

El camino de regreso fue rápido, simple platica normal y llegando un beso y preguntándome que cuando nuevamente, mi respuesta algún día.

Me baje de su carro y camine 4 cuadras a la casa de mi familia.

Llegue y todo normal, todos preguntándome como me fue, yo bien gracias todo bien, si se imaginaran que venía bien cogida y con la pucha llena de mecos jajajaja la verdad llegue sin estrés jajjaja.

Cene algo leve, pues claro ya había cenado y claro que cene una verga como chorizo y claro mi lechita. Apresure la platica tenía pendiente una llamada con mi esposo.

Subí al cuarto donde me quedaba a dormir y le marqué.

Angela. – Hola.

Roberto. – Hola amor cómo te fue? Cuéntame.

Angela. – bien todo bien, y pues la platica fue lo que se contó líneas arriba.

He ahí la versión de mi esposa Angela de lo que paso en esas horas tan excitantes, donde sin tapujos fue a darle las nalgas a otro y se dejo coger por un amigo suyo.

Mientras Angela me contaba todo lo sucedido mi verga se puso nuevamente dura ya me la había jalados varias veces solo de imaginar como la tenían, como se la cogía Saúl, pero su platica me excito aún más que le dije no aguanto me la voy a tener que jalármela, Angela solo me dijo jálatela y duérmete por que mañana vas a trabajar y mañana en la tarde noche manejas yo acá te espero va amor. Un te amo me dijo y colgó.

Ese acá te veo me sonó a insinuación de decirme mañana te toca a ti, así que tenía razón tenía que descansar. El jueves 23 de diciembre paso sin temas importantes en la oficina solo como mi mente en salir de trabajar e irme con mi familia y llegar a disfrutar de Angela.

Sali del trabajo y tome carretera 5 horas de carretera me esperaban al termino llegue como a las 12 de la noche, ya todos dormidos excepto Angela que me estaba esperando.

Baje del auto baje mi maleta estaba ahí en la puerta me acerque la bese y abrace. Me dijo que, si iba a cenar, yo no, bueno si, pero a ti jjajajaj una sonrisa picara de ambos. Subimos a la recamara no me aguante más y la bese le empecé a quitar la ropa y me dice seguro que quieres no pude bañarme, fue como un recordatorio de que una noche antes había sido cogida por Saúl. Le dije no hay problema mejor así, le quite esa tanga roja que llevaba su pucha brillaba, más que asco era excitación por sentir esa panocha usada, sin más empecé a chupársela como desesperado, olía a verga aún a sexo a usada no podía creerlo estaba chupando la panocha de mi esposa la que un día antes había sido de Saúl su olor a verga estaba ahí impregnada y yo saboreando, los gemidos de mi esposa eran leves por su familia en el cuarto contiguo, pero creo si hubiéramos estado solos se escucharían sus gemidos hasta con los vecinos.

Metía mis dedos en su vagina y aun se sentía pegajosa, no pude más mi verga estaba lista para cogerme tan rico culo revolver los mecos que Saúl mi socio había dejado en la vagina de mi esposa. Sin problemas entro es una sensación indescriptible sentir esa pucha mequeda con esos restos que aún estaban ahí. Fue un mete y saca rápido, yo arriba de Angela ella con sus piernas abiertas como una noche antes recibiendo la verga de Saúl, yo solo le decía al oído, te gusto la verga de Saúl verdad, ella solo entre gemidos decía siiiiii, vas a dejar que te coja de nuevo amor, Angela decía si, si quiero que me vuelva a coger claro si tu me dejas, ella ya sabia mi respuesta, claro que si amor si tu quieres y me traes esta puchita como ahorita las veces que quieras.

Me levante un poco para ver como le metía la verga a mi mujer y en eso vi que mi verga estaba con restos blancos pegajosa y muy brillosa no era más que los mecos de Saúl saliendo por mi cogida, sutilmente le dije a Angela, traes la pucha muy sucia amor creo que necesitas que te la limpie. ¿Quieres que te la limpie? Angela me responde si amor límpiamela.

Saque mi verga, esa verga que estaba revolviendo los mecos de Saúl mi socio. Mis manos abrieron las piernas de Angela y empecé a chupársela lentamente sacándole gemidos de placer, mi lengua recorría sus labios vaginales y toda su pucha, metía mi lengua hasta donde podía dentro de su vagina, sabía muy salada, a sexo mi excitación era increíble y creo la de ella de igual manera, levante mi cara y me acerque a besarla apasionadamente, en mi boca estaban esos restos que estaba limpiando nos besamos, ahí estábamos los dos cómplices de esa aventura, besándonos compartiendo de mis labios los mecos de Saúl probándolos los dos al mismo tiempo. Le dije deja te la meto otra vez y si salen más mecos te la vuelvo a limpiar quieres, ella respondió con un siiiiiii leve y sensual mientras mi verga entraba para cogérmela nuevamente. 

Te dejo bien mequeada ese cabrón le dije, segura que solo fueron 2 veces las que te cogió, ella respondía si solo fueron 2, pues ya te traía ganas por que te dejo bien llena y mequeada amor. Si ya me traía ganas lo note, y creo que se quedó con ganas de más no crees, ella me decía pues tal vez, pero ya después veremos, mientras méteme tu verga, porque, si me gusto, pero nadie me coge como tu amor y eso hoy lo volví a comprobar.

Eso provoco que acelerará mis estocadas y que volviera a ver mi verga mientras salía, ya no estaba tan blanquizca pero aún salían un poco de los mecos de Saúl, así que le dije a Angela creo la sigues teniendo sucia amor, ella solo me dijo al oído límpiala amor. ¿O no te gusta limpiármela así? Yo solo sonreí y le dije me encanta limpiártela entre más sucia mejor amor.

Saqué mi verga y empecé nuevamente a chupar y mamar esa pucha tan rica, roja con los labios hinchados y con mecos de otro, mecos que un día antes había depositado Saúl en mi mujer. Ahí estaba yo con mi cara hundida entre las piernas de Angela, mi lengua jugaba y la introducía en lo más profundo, dando círculos para limpiarla toda, limpiar lo que Saúl había dejado, pensé este cabrón se coge a mi esposa y me la entrega toda cogida, abierta, aguada y mequeada y yo aquí limpiando ese desastre jajajaa, pero era algo que me estaba gustando mucho y creo a Angela de igual manera que a mí. 

Cabe mencionar que no tengo ideas homosexuales y no me gustan los hombres, pero esto era diferente era una complicidad con mi esposa.

Nuevamente saque mi lengua de la vagina de Angela y con esos pocos restos de los mecos de Saúl me acerque a darle un beso a mi esposa la cual acepto sin reparo y con su propia lengua limpiando mi boca, Angela me decía que rico hueles amor hueles a verga, yo si amor huelo a verga de Saúl y te estoy limpiando sus mecos amor, esos mecos que los dos nos comíamos entre beso y beso mientras mi verga nuevamente había encontrado el camino para entrar nuevamente en la panocha usada de Angela. Al oído le decía.

Roberto. – Te gusta que te limpie tu pucha llena de mecos de otro.

Angela. – Si amor si me gusta.

Roberto. – Pues cuando quieres chiquita tu tráemela sucia y yo te la limpio.

Angela. – Ok amor.

Roberto. – Dile a Saúl que así te la deje que no hay problema que yo te la limpio.

Angela. – Ok amor yo le digo.

Mientras nos decíamos esto yo metía y sacaba mi verga rápidamente.

Ahhhhhhhhhhhy que rico amor, me encanta tu verga que rico,

Te voy a dejar mequeda amor ahora yo, que rico te los voy a revolver con los mecos de Saúl, vas a traer la pucha mequeda de dos vergas amor.

Angela. – hayyy que rico si amor me los estas revolviendo, y si mecos tuyos y de Saúl que rico, cógeme revuélvelos amor mequeame y déjamela como me gusta toda mequeda.

Esas palabras fueron suficientes para provocar que me viniera, aún así con las jaladas que me di una noche antes la excitación de esa noche provoco que sacara un buen chorro de leche, para que nuevamente mi esposa quedara llena de mecos, pero ahora los míos.

Caí encima de Angela sudados, con nuestras bocas entrelazadas en un beso, con olor a sexo, sexo mío de ella y de Saúl.

Saque mi verga suavemente esa verga que se dedico a revolver los mecos de otro. Para acostarme boca arriba junto a Angela, venciéndonos el sueño después de ese sexo tan placentero.

Al otro día un día normal. Pasaron las fiestas y regresamos a nuestra ciudad, de Saúl ya no supe nada, Angela decidió no volver a verlo, por que no sé. Pero dentro de mi creo algún día nuevamente Saúl disfrutara del culo y nalgas de Angela y ella regresará con el premio entre sus piernas para que yo limpie y revuelva nuevamente los mecos de mi socio.

Si les gusto el relato pueden dejar sus comentarios al siguiente correo robertsex6969 (a) gmail (.) com y si alguien ha pasado por los mismo podríamos platicar de esas aventuras. Se aceptan cualquier tipo de criticas o comentarios. ¿Qué piensan de esto fue malo o bueno, ustedes hubieran aceptado que otro se cogiera a su esposa?

No me queda más que decirles gracias y que realmente esto paso es real no es fantasía plasmada en letras fue real.

Saludos.

By: Compartido69 😁😂

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AlfredoTT
AlfredoTT
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