Deliciosa cubana

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Estábamos en el apartamento que mi tía había alquilado en la playa..

Después de una mañana en la playa, jugando en el agua, volvimos cansados a casa.

Tras almorzar, mi tía se acostó a dormir la siesta, mi cuñado no estaba, porque tuvo que suplir a un compañero que se puso enfermo y estaba de baja.

Como decía, después de almorzar, mi tía se acostó a descansar y mi hermana y yo nos quedamos en el salón. Después de ayudarla a recoger la mesa nos tomarnos unos cubatas de ron. Fui al baño y al regresar vi como mi hermana se había quedado dormida en el sillón del salón.

Llevaba puesto el bañador con un gran escote, sin tirantas, que se le veía el canalillo y al estar aun un poco mojado se le marcaban los pezones bien duros, y una falda vaquera.

Como siempre no me pude resistir y comencé a sobarle las tetas por encima del bañador y al ver que no reaccionaba lo bajé dejándole los pechos a la vista, coronados por dos deliciosos pezones duros, rodeados por una aureola sonrosada…. Se los empecé a acariciar, jugando con mis dedos en sus pezones, que se le pusieron más duros al aun.

Acerque mi boca y los lamí y mamé a mi gusto, hasta que en un momento, la lujuria me invadió y quise llegar más allá. Primero fui al baño por una toallita húmeda. Cuando volví, seguía con las tetas desnudas… así que me puse delante de ella y me bajé el bañador y puse mi pene entre ellas, comenzando a frotarlo…. Ufff que sensación más placentera.

Con mis manos agarré sus pechos, aprisionando mi pene y comencé un movimiento de mete y saca entre ellos, como si me los follara… era la locura sentir el calor de sus pechos en mi pene…… Cuando estaba a punto de eyacular, cogí la toallita y la puse delante de mi polla, corriéndome en ella.

Le subí el bañador, no sin antes volver a chupar sus pezones y metí mi mano por debajo de la falda vaquera, haciendo a un lado el balador y acariciando su coño, metiéndole un dedo y jugando con su clítoris, lo saqué y me lo llevé a la boca para chuparlo y lamer sus jugos. Le di un beso en cada tetas por encima del bañador y la dejé durmiendo como si no hubiese pasado nada….

Fue una experiencia inolvidable, hacerme esa cubana, que por suerte tuve la ocasión de repetir.

Ese mismo día, después de ducharnos, salimos a pasear por el pueblo y tomar unas tapas y unas cervezas. Regresamos al apartamento sobre las 23:00 horas. Después de charlar un rato, mi tia se fue a dormir, quedándonos mi hermana y yo en el porche tomando unas copas. Al rato, se fue mi cuñado y mi hermana y yo nos metimos al salón a seguir bebiéndonos nuestras copas. Nos pasamos un poco con el alcohol, y mi hermana se quedó dormida en el sofá.

Me quedé un rato observándola, pues su vestido tenía un gran escote, por donde se le veian las tetas, cuviertas por un minúsculo sujetador, blanco, sin tirantas, por donde se le notaba un gran canalillo. La tiranta del vestido la tenía bajada a mitad del hombro, por lo que una de sus tetas estaba a la vista, a través del sujetador.

Me acerqué y suavemente coloqué una mano sobre ella, notando la suavidad de su piel. Bajé la otra tiranta y poco a poco el sujetador, liberando sus tetas que aparecieron con dos sonrosadas aureolas, coronadas por dos erectos pezones. Acercándome más, me incliné sobre sus tetas y comencé a pasar mi lengua haciendo círculos por la circunferencia de sus aureolas, notando como sus pezones se endurecían poco a poco. Puse mis labios en ellos, dándoles suaves mordisquitos con mis labios y mamando de ellos.

Estuve un rato disfrutando de sus pezones y bajándome el pantalón y el boxer, puse mi polla entre sus tetas y aprisionándola, comencé un movimiento de mete y saca entre sus tetas, follándomelas. Sentía la dulce suavidad de la piel de sus tetas, rozando mi polla. Dejé de moverme y comencé a mover sus tetas arriba y abajo, hasta que solté todo sobre ellas. Cogí un klinex de mi bolsillo y después de limpiarla, le di una última mamada a sus pezones, la vestí y me eché otro cubata. En ese momento mi hermana despertó y le hice otro a ella. Nos los tomamos y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, nos pusimos los bañadores para ir a la playa y yo no dejaba de mirar el escote de mi hermana, deleitándome con esas hermosas tetas que me había follado la noche anterior.

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Sevilla1972
Sevilla1972
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