Después de tanto cortejo
Desde hace casi un año, me presentaron una chica, Alma Rosa, una morenita con una voz muy sexy y supernalgona, pese a ser llenita.
Me gusta mucho y sí, le tenía ganas, pero no pasaba de besos tiernos en la boca. Una vez, fuimos a un balneario y salimos a comprar algunas cosas para comer y disfrutar el paseo.
En el camino, en la ciudad donde estaba el balneario, la besé y me agarró mi pene, según sin querer, cuando nos besamos, y me dice: ahí la acaricie, pero al final dice: recuerda, mis hijos están allá y, si vamos algún lado, nos interrumpen y nos quedamos con ganas y, como que no.
Después de eso, nos llegamos a ver en la calle, pero no pasaba de saludos o mensajes de WhatsApp.
El día de ayer me mandó temprano mensaje y Tina me canceló, me dijo: tengo ganas de coger, pero tengo trabajo y no podré, dije: ni modo, me quedaré sin coger, qué equivocado está, pues minutos después me marca Alma Rosa: hola, chulo, cómo estás, y esas trivialidades, después me dice: estoy aquí (en la ciudad donde vivo), tengo ganas de verte. Estaba realizando algunas cosas, le dije: a tales horas, me comentó: por camión a su pueblo no podía, le dije: te llevo y acá comemos algo en mi casa, va.
Hice mis pendientes, terminé de arreglar departamento, voy, compré algo de comer en Cocinas Económicas, pues no alcancé a preparar algo, le marqué, pasé por ella en la moto, llegamos, comimos en mi departamento.
Y nos besamos un rato, por fin nos besamos muy rico, las caricias subieron de tono, la tomé de la mano, a mi recámara, en la cama nos dimos faje y tallamos mi pene sin desvestirnos, hasta que al fin se dio, me pidió le hiciera el amor.
Nos desvestimos uno al otro besando cada parte, quitamos pecho, abdomen, piernas, obvio la entrepierna, hicimos un 69 y lamí su vagina y ano, la hice venirse.
Me chupa y chupa, me pide: dame esta verga grande y gruesa, cógeme. Y pues a darle, la puse de misionero, la hacía gemir con su voz tierna y sexy, pedía más, más y cógeme. Seguí, cambié de posición y ella lo gozó.
Le di cambio de posiciones sin sacar mi pene, la hice montarme y me la cogí, haciéndola terminar otras dos veces más. Descansé un rato, mientras nos besábamos y acariciaba su vagina, le metí dedos, lamí su vagina y ano. Después de eso, seguimos cogiendo, después de volver a besarnos, esta vez ella toma la iniciativa, montándose y gemía y gemía, aprovecho posición y en flor de loto la cogí, gemía con su voz sexy, pedía más y más.
Le seguí dando cambio de posición, la puse de perrito, la recosté de espaldas, le di, decía, así que rico, uff, nadie coge así de rico, dame más y más, seguimos así, papi, papito, papito, te que rico coges, la puse de nuevo boca arriba, de piernas a los hombros, bombee rápido, despacito, de nuevo, repetí esa acción varias veces, hasta que la hice terminar de nuevo. Descansamos y, justo cuando ella me masturbó y me chupó el pene, y en un 69, alistando un tercer round, le hablaron sus hijos y la tuve que llevar a su casa.
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