El carioca deseaba partirme el culo
Sentía mucha vergüenza por que mí mamá había visto a Gregory dándome por el culo. Pero a la vez un profundo alivio de haber blanqueado mí sexualidad frente a ella. Ya no sería necesario ocultar mí sexualidad. Desde ese momento me llamó hija.
Desayunamos los tres casi en silencio. Ella dijo que volvería a Buenos Aires y sugirió que también lo hiciéramos.
Pronto regresaremos mamá. Aquí no es mejor que allá. Además te extraño mucho. Dije respondiendo a sus palabras.
Dos días después hablamos con Tiago y Silvia, contándoles que regresaremos a nuestro país.
Ellos se entristecieron. Tiago dijo: Roberta es muy buena profesora de baile. Y su cuerpo es encantador.
Silvia continuo diciendo: Los voy a echar de menos. Cuando bailo con Gregory me moviliza toda, siento estar flotando en una nube.
Gregory sonreía. Luego dijo: Me harás creer que soy bueno.!!
Mejor, a modo de despedida bailemos mucho y compartamos el tiempo restante.
Excelente!!! Dijo Tiago.
Comenzamos nuestra noche escuchando zamba y bachata.
Pizza y cerveza. Eligió él.
Por ser una noche calurosa. Me vestí con remera corta de algodón blanco y un shorts de tul bien pegado a la piel. Era casi transparente. No usé bragas.
Silvia llevaba puesta calzas de licra calada que ajustada a sus grandes glúteos. Los hacia lucir encantadores y deseables.
Ellos con bermudas, descalzos y el torso desnudo. Yo no podría salir a la calle vestida así. Pero era una reunión íntima.
Bailamos hasta estar totalmente acalorados, con la piel hirviendo
Empapada en transpiración me excuse para pasar al baño y ducharme.
Tiago y Gregory continuaron bailando con Silvia. Ella se movía con gracia frotando su culo en las vergas contenidas por los pantalones bermudas.
Luego de ducharme rápidamente salí del baño.
Silvia estaba de rodillas sobre el sillón. Chupaba como poseída la verga de Gregory. Mientras Tiago le pincelada el culo con su grueso pene.
Al verme llegar el Carioca dijo : Súmate preciosa, juguemos todos.!!
Silvia aparto su boca de la verga que mamaba y me habló.: Quiero que nos besemos Ro, muñeca preciosa
Me arrodillé en el piso para llegar con mi boca a su boca. Ella me devoró la lengua. Luego se volteo boca arriba en el sillón. Diciendo: Hagamos 69. A Tiago le encanta verme así.!!
Ella ya desnuda. Quitó mí shorts y trago mi pequeño pene. Lamí el glande del suyo y lo metí en mi boca hasta donde pude.
Gregory levanto las piernas de Silvia muy altas y juntó su cara a la mía El lamía el ano de Silvia
La lengua caliente de Tiago me hacía suspirar moviéndose sobre mi ano. Me descontrolé y eyacule en la boca de Silvia. Ella se retorció de gozo y pidió a Gregory que la besé.
Así lo obligó a probar mi semen retenido en su boca
Inmediatamente, mientras se besaba con Gregory me apretó fuerte y descargó su semen en mi boca.
Tiago ceso de lamer mi ano para besarme y me penetro con sus dedos.
Yo me sentía plenamente mujer. Deseaba gozar mucho las dos gruesas vergas y darles placer a ellos
Silvia se reincorporó y me dijo que la acompañe al baño para higienizarnos un poco.
Ellos se reían . Ambos se sirvieron cerveza para beber escuchando música y acariciando sus penes. Sus pechos y piernas brillaban sudorosos.
Silvia, tras cerrar la puerta del baño me dijo : Tiago desea cogerte mucho, hasta partirte. Yo deseo sentirlo a Gregory.
A Tiago lo enloquecerás si lames su ano. Luego él te destrozara! Quieres.?
Sonreí y la abracé.
Silvia continuo diciendo mientras el agua de la ducha nos mojaba.: Yo intentaré con Gregory, espero le gusten mis lengüetazos.
Quizás le guste, nunca se lo hice . Respondí con sinceridad.
Luego de secar nuestros cuerpos volvimos tomadas de la mano con pasos de baile y moviendo las caderas.
Sonriente Silvia acepto las cervezas que nos ofrecían y dijo:
Refresquen un poco su transpiración mientras bebemos nosotras.
Ellos entraron al baño. Con la puerta apenas arrimada.
Odiamos el sonido del agua. Y el murmullo de su conversación.
Al regreso, sus penes colgaban engrosados pero no erectos.
Tomaron asiento junto a nosotras en el sillón
Silvia habló: Les agradaría recibir masajes de nuestras manitos.?
Si. Estaría bueno. Dijo Gregory.
Tiago asintió. Me encanta!!
Al piso chicos. colitas hacia arriba. Comenzaremos por la espalda. Dijo Silvia.
Ella comenzó sobre Gregory. Yo seguía sus movimientos pero en la espalda de Tiago
Silvia sentada a horcajadas sobre los riñones de Gregory. Masajeaba clavícula, cuello y descendía por su espalda alternando sus masajes con besitos. Lo mismo hacia yo.
Luego que sus manos recorrieron la espalda. Se movió, apoyando su culo y sexo sobre el culo de el.
Masajeó sus riñones con detenimiento.
Cuando nuevamente se movió. Quedó sentada sobre sus muslos.
Masajeó las nalgas. Jugó con ellas.
Las separó y paso un dedo por el ano. El miembro de Silvia tocaba los genitales de Gregory.
Luego ella arqueó su cuerpo para hacer llegar su lengua hasta el hoyito cerrado de mi novio.
El se movió, pero ella insistió en lamerlo y mojarlo con su saliva.
Tiago, disfrutaba de mi lengua acariciando su orificio..
Silvia ostentaba erección. Mí pene no reaccionaba, pero yo gozaba al oírlos suspirar.
De pronto ella dejo de lamer el ano de Gregory y le aplicó una palmada, diciendo: Estoy cansada.!!
Y volteo hacia un lado.
Yo imité sus movimientos y me dejé caer junto a Tiago.
El se reincorporó y me besó llenando mi boca con su lengua.
Su verga estaba henchida monstruosamente. Con gruesas venas muy marcadas.
La orientó luego a mi boca. Empujó y me produjo arcadas. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Saco su pene manando mi saliva.
Tomó asiento sobre un apoyabrazos del sillón y me sentó a horcajadas en su regazo, mirando mis ojos.
Me aferré a su cuello.
Sus manos abrían mis nalgas para lograr apoyar el glande en mi ano deseoso de ser explorado, pero aún poco dilatado para alojar al robusto visitador.
Él insistía con besarnos. Le entregué mi boca abierta dejando todo a su voluntad.
Por momentos su mano acariciaba mi sexo. Tiago jugaba con mi prepucio.
Comencé a inquietarme. Mi pequeño pene comenzaba a levantarse.
Un dolor punzante me atravesó el ano cuándo la cabeza de su pene venció la resistencia del esfínter.
Luego me sentí invadida con su trozo caliente y palpitante que impedía controlara mi anillo anal.
Lloré de emoción y gozo, cuando me puso en cuatro. Dando largas embestidas a fondo con ritmo frenético provocando sonidos de (ploo) cada vez que su pelvis golpeaba mis nalgas mojadas de transpiración.
Me desmorone agotada por semejante cogida.
Tiago me llenó con semen y permaneció en mi hasta que su verga se puso flácida.
Mí hoyo enrojecido y dilatado dejó salir lo recibido hasta la mañana siguiente. Y permaneció inflamado por dos días.
Esa fue la última vez que lo hice en Brasil antes de regresar a Buenos Aires.
Roberta.
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Me gusta mucho las chicas como vos. Te imagino delicada, sensual y fogosa.
Gracias por tus lindas palabras.!!