Sexo con una compañera de trabajo

Les comparto el siguiente relato:

Resulta que en la empresa de donde éramos compañeros de trabajo, fuimos invitados a la boda de otra de las compañeras a la cual llamaremos R, ambas muy amigas, ambas entre los +35 de edad, unos 5 años mas de edad que yo, se dio en el tiempo que aun estaban las restricciones por pandemia para todo tipo de eventos, la verdad en ese tiempo no tenia ganas ni acompañanta para ir, como eran contados los invitados, teníamos que confirmar así que dispuesto a no asistir platicando con R le dije:

yo: Discúlpame R, no creo poder ir, me apena pero mejor ocupa ese lugar para alguien mas.

R: Estas seguro? bueno, aun quedan unos dias mas para cerrar la lista de invitados.

Un dia, durante el desayuno salio a la platica que Diana no tenia con quien ir, me dice R:

R: Oye, ve con Diana, no tiene con quien ir, que sea tu pareja, por fis, anda, di que si, ve con mi amiguis, no dejes que va sola!

Yo: Bueno, esta bien, ire con ella.

Diana, es muy bonita del rostro, delgada, piel aperlada, viste sexy. En esos momentos ella atravesaba por crisis en su matrimonio, con 2 hijos, por lo cual ya estaba separada de su esposo, que en ocasiones la maltrataba físicamente. Ambas eran muy amigas, yo platicaba bien con ellas, por cierto, con R tengo también una historita que será para otro relato.

Por fin se llego el dia de la boda, era de vestimenta libre, pero se acostumbra ir de traje y vestido, Diana ese dia lucia muy bella en todo, peinado, vestido negro, largo, con una sexy abertura por un costado que le hacia lucir su figura y piernas, yo como todo caballero quede para pasar por ella a su casa para ir en un solo coche, por que para llegar al lugar de la fiesta estaba retirado de la ciudad y un poco solo, hasta ese momento yo solo había pensado en cumplir con asistir al evento de nuestra compañera, pero al verla salir, yo abriéndole la puerta ayudándole a subir, el aroma de su perfume, tenerla tan cerca al saludarla detonó en mí pensamientos intensos de querer probar esa piel, cada centímetro de ella. Al llegar al lugar ya había varios invitados, no miento al decir que sentíamos las miradas tanto de hombres y mujeres, de conocidos y desconocidos, ella llamaba mucho la atención, yo muy feliz de llegar con tan bella mujer.

Nos acomodamos en las mesas después de saludar a otros compañeros de oficina, entre los cuales era muy sabido que todos la veían con morbo cada dia, pero en esta ocasión yo fui el ganador de ir con ella, solo los observaba pasar saliva al verla pasar, comenzó la fiesta, comenzaron las bebidas, yo por ser el conductor, bebi lo mas mínimo, ella si estuvo bebiendo un poco mas pero sin llegar a excederse, llego la hora de bailar y todos nos fuimos a la pista, fue donde empece a sentir mas deseo y excitación por ella, aprovechaba cada que tocaba sus manos al bailar, sus caderas, los roces al estar muy cerca, todo esto aumentaba mas las ganas de hacerla mía, también pude sentirla a ella acercarse mucho a mi, eso fue haciendo que mi verga se pusiera dura, con ganas de arrimársela y que la pudiera sentir. Después de un rato me dice,

Diana: Vamos a sentarnos un rato, vamos allá, señalando un espacio alejado un poco de toda la gente, en eso saca unos cigarros y comienza a fumar,

Diana: Quieres uno?

Lo tome y nos sentamos en una banquita, que por la hora estaba un poco obscuro, mi mente no soporto mas, y comencé a idear el plan para acercarme a ella, de hacerla mía, en una de esas le digo,

Yo: sabes hacer aros con el humo? mira yo si, obvio no se jaja fue pretexto para como acercarme a ella, le soltaba el humo cerca de los labios, ella me siguió el juego,

Diana: Déjame intentarlo yo, tampoco pudo.

Esos jueguitos de adolescentes hizo que cada vez quedáramos mas cerca, yo ya temblando de nervios y pensando, es ahora o nunca, hice otro intento pero no me quite, quede cerca de su cara, de sus labios, mire sus labios, la vi a ella a los ojos, pase mi mano por su espalda, nos quedamos en silencio, no soporte mas las ganas, de reojo revise que nadie nos estuviera observando y me acerque tiernamente, le tome delicadamente de su mejilla la gire mas hacia ami,

Diana: Que haces? me pregunta nerviosa,

yo sin contestar, le di un pequeño beso, luego otro, enseguida varios besos de piquito mas, ella no supo como reaccionar, la abrace, los siguientes besos en su cuello, en sus hombros, un suspiro casi gemido salio de su boca, era la señal que necesitaba para no renunciar a la idea de cogérmela, se separa un poco, ella toda nerviosa, rojita de pena,

Diana: Que pasa? por que me besaste? no manches, no creo lo que esta pasando, sonrió un poco de nervios.

Yo: Es que me traes todo loco esta noche, eres muy bonita, lo sabes, pero hoy estar tan cerca de ti, de tocarte, lo sexi, de ser tu pareja de esta noche, no pude resistir, discúlpame, no quise ofenderte.

Mis disculpas sacaron su lado tierno y amoroso, me puso su mano izquierda en la pierna, me dice, No pasa nada, pero es algo que no imaginaba hasta ahora, ven vamos a la mesa, hasta ahi pense que toda posibilidad se había esfumado. Continuamos actuando normal, como si no hubiera pasado algo, pero ahora nos acercábamos con mas confianza, yo no dejaba de imaginarla en la cama, desnuda, para mi, bailamos un poco mas, en una de esas trate de arrimarle la verga en sus nalgas en varias ocasiones, obviamente lo sintió pero no le molestaba, incluso sentí como ella sola provocaba a veces los movimientos y se acercaba mas a mi. Comenzó el momento de retirarse,

Yo: Dianita, ya es hora de irnos, cuando gustes, me dices para irnos, a ver a donde nos lleva la noche.

Diana: Si quieres podemos irnos ya, como que a donde nos lleva la noche, a donde me quieres llevar?

Yo: Si te lo digo pierde la magia, con tono de indirecta.

Diana: Pues vámonos.

La lleve del brazo hacia el carro, sus tacones al pisar tierra se enterraron, por lo que la abrace de la cintura para que no fuera a caer, parecíamos mas a una parejita de adolescentes enamorados, baje un poco la mano, logre tocar el inicio de sus nalgas, riquísimas, firmes, ella no dijo nada, solo se que desde ese momento se entrego, le abrí la puerta, se sentó, le ayude a poner el cinturón de seguridad, en ese momento la tome desprevenida y comencé a besarla, besos suaves, intensos, por la posición de agachado era un poco incomodo pero sentí como puso la mano en mi entrepierna, acaricio suavemente mi verga sobre el pantalón, me dice, que rico besas, tienes buenos labios para besar, hace tiempo que no me tocaban como lo has hecho tu, me tienes con ganas de mas que unos simples besos, eso fue desafiante para mi.

Yo: Pues mira, siente como me tienes, e estado así toda esta noche, le tome su mano y la puse en mi verga, la sentía a reventar. Tu decide que quieres hacer.

Me subí al coche, me acomode, volví a besarla, esta vez abrí su vestido, acaricie su pierna, comencé a llegar con la punta de los dedos en medio de sus piernas, se sentía la tela de su tanguita, recosté su asiento, bese su cuello, ella ya entregada no paraba de suspirar,

Diana: Que rico, umh, que rico se siente, mira como me pones, que rica se siente tu verga, la quiero dentro de mi!!

Diana: Vámonos, a algún lugar donde podamos estar solos y gozar.

Nos adentramos a la ciudad, recordé un motel que estaba cerca y me fui para ese lugar, ya dentro del cuarto, seguimos con los besos, yo no lo podía creer, como sin planearlo con anticipación estaba a punto de cogerme a la sabrosa de Diana, lo que muchos imaginaban a diario yo estaba por hacerlo realidad, la abrí el vestido, pude ver esa tanguita color negro, uff riquísima, ya húmeda, le ayude a quitarla con besos en sus ingles y piernas, se acostó, abrió sus ricas piernas, comencé a darle besos de la rodilla hacia la cintura, hasta llegar a su rica y deliciosa vagina, pase mi lengua por todos sus labios,

Diana: uhmmmm aghhh decía, que rico, que rico me tocas, que rica lengua, lo que me haces, ve como me tienes, ardiendo cabron, no te imaginaba así de caliente!

Me acomode para darle una rica mamada de panochita, mientras con la mano tocaba sus tetas, sus pezones cada vez mas duros, no dejaba de masajear sus tetas, ella mas gemia, le metí un dedo, después 2, unos minutos hasta que me tomo fuerte de la cabeza y comenzó a gemir mas intenso y a temblar, yo no pare, aumente mas la intensidad con la lengua, le chupe, le succione su clitoris, se vino 2 veces en mi boca.

Diana: Ven ya, métemela, ya quiero verga, métemela ya por favor, me suplicaba!

Yo: Te gusta? te gusta lo que te hago?

Fui metiendo de poco a poco mi verga, ella toda mojada, así que resbalo rico hasta adentro. La metí suave, después la saque y con intensidad la metí 2 veces,

Diana: Agggg cabron, que ricooo se siente, la tienes gruesa, se siente rico como me entra, como me la encajas, jamas había sentido esto, ufff, aaaagh, hacia todo tipo de gemidos, eso me ponía mas caliente, con ganas de mas,

Yo: Ponte en 4, quiero darte de perrito, quiero ver esas nalgas rebotar, empinadita para mi, ella sola se abría las nalgas,

Diana: Métela, métela ya, cógeme papi, dame duro, soy tuya, hazme cosas ricas ya.

Le fui metiendo la verga una vez mas, hasta adentro, comencé mete y saca, mete y saca, le di nalgadas, ella solo gemia mas, se escuchaba como chocaban nuestros cuerpos, un dedo lo puse cerca de su culito y entre tanto movimiento, lo fui metiendo de apoco, uf que delicia!

Diana: Dale, dale, no pares, dame mas, métela, méteme toda, que rico sentir tu verga dentro de mi, agggh mi vida, esta gruesaaa, me voy a venir, me vengooo, que rico fue sentir lo cálido de sus orgasmos, cambiamos de posición, ella se subió sobre mi verga, se fue sentando poco a poco, con los ojos en blanco, disfrutando cada centímetro que le iba entrando, y comenzó a cabalgar, lo hacia tan intenso que le pedi que parara un poco, sentía que pronto estaba por venirme, pero quería seguir disfrutando mas de ese momento.

En ocasiones la tomaba de los hombros y fuerte hacia abajo para meterle mas la verga, con mis manos no dejaba de tocar sus tetas, de tocar sus pezones, eso la ponía mas caliente,

Diana: Que pinche rico, que rico coges mi vida, te quiero siempre adentro de mi, mira como me llenas toda, quiero tu verga siempre para mi, cógeme,

Yo: Te gusta? te gusta como te entra? te gusta mi verga?

Diana: Si, me encanta, jamas me habían cogido así, jamas había sentido esto,

Yo: De ahora en adelante, vamos a coger cuando tengamos ganas, cuando te quiera coger, sere tu hombre, vamos a coger siempre.

Diana: Si papi, si, soy tuya, cógeme cuando quieras, mi cuerpo te perteneceee…

Yo: Ya no puedo aguantar mas, quiero venirme, quiero llenarte de lechita,

Diana: Vente donde quieras papi, lléname de ti, quiero sentir le leche en mi interior, aggh,

Yo no pude resistir mas, y me vine dentro de ella, uff, que rico fue hacerlo, uno, dos, tres, cuatro chorros de semen que lance, sentir lo cálido de su vagina con lo cálido de mi semen dentro de ella, quedamos extasiados, sin poder movernos, quedamos abrazados, yo acariciando su espalda, dándole besos, sintiendo su cuerpo aun agitado.

Nos fuimos recuperando poco a poco, habían transcurrido casi 3 horas desde que llegamos al motel, no podíamos creer que gracias a esa fiesta, habíamos hecho de todo,

Yo: Que rico Dianita, jamas pence que pasaría esto, de verdad, me tenias vuelto loco con ganas de ti, de poseerte, de cogerte, de hacerte todo.

Diana: Ni yo, no sabia lo que puedes hacer, si te han dicho que coges muy rico? pero ahora esa verga es mía, la quiero solo para mi,

Yo: Cuando quieras mami, sere tu hombre, quien te quite las ganas de verga.

Dianita: Nada mas te pido que todo sea con discreción, no nos conviene que alguien se entere, menos los de la oficina, no lo creo de ti, pero si alguien llega a saber nos metemos en problemas y se acaba todo. La verdad es que hace tiempo no me cogían así, ya sabes los problemas que traigo, ya era mucha la necesidad, gracias papi, por hacerme sentir feliz, por revivirme.

Yo: como crees que dire algo, por mi, jamas dire algo, quiero seguir gozando de este cuerpo, ahora me perteneces.

Nos vestimos, salimos del motel, por la hora y estar cogiendo, nos fuimos a buscar algo de comer, la deje en la casa donde vivía, nos despedimos con unos ricos besos, pero cuidando que nadie nos viera.

Ya en Lunes, de regreso a la oficina, llegamos sonrientes, comenzaron los comentarios de: “Y esa sonrisa?”, “A donde te la llevaste?”, “Andaban muy juntitos”, les conteste, – Pues la fui a dejar, y no mentí, la fui a dejar, pero antes le di la cogida de su vida, pense entre mi, a veces ya en la oficina, le daba sus ricos arrimones, unos buenos besos, le metía mano, cogimos muchas veces mas, pero eso es para otros relatos, como cuando nos descubrió un técnico de mantenimiento en el baño de la palapa de la empresa, jaja.

Espero les guste, trate de resumirlo lo mas que pude, saludos.

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elvirgo90
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