Trio con mis amigos
Era un sábado cualquiera, había terminado mi primer año del Instituto, estábamos en plenas vacaciones de Julio, ese día no tenía la intención de salir, así que me di una ducha, me puse una blusa sin bra, un calzoncito tipo cachetero y un short cortito y roto en partes, mis padres trabajan los sábados y ese día estoy sola la mayor parte del día, ese día, antes de irse a trabajar, me mandaron a la tienda y como está a una cuadra de la casa, decidí ir así como estaba vestida, me encontré a dos amigos, Tadeo y Román, a ellos los conozco desde el preescolar, así que somos muy unidos, al verme, me abrazaron como era costumbre, pero esta vez pegaron más mi cuerpo al suyo, no le di importancia, platicamos un rato y quedaron en ir a mi casa a terminar de platicar, no tuve problema.
Que era algo normal que fueran.
Una media hora más tarde llegaron y pasaron como siempre lo han hecho, pero en esta ocasión la plática se tornó más sexy, me di cuenta que ellos iban con otra intención, ya que sus miradas eran hacia mis pechos o piernas. Ellos son un año más grandes que yo, entre plática y plática se pusieron a recordar de cuando éramos mas jóvenes y jugábamos al papá o mamá y cosas así, pues yo solo les decía que éramos chicos.
Nos empezamos a hacer preguntas relacionadas al sexo, hablaban de sus novias y me hacían preguntas así tipo cuántas vaginas has visto o cuántas veces has tenido sexo, ya con todas esas pláticas mis pezones se empezaron a poner duritos y luego se dieron cuenta, Tadeo me preguntó si me había excitado, solo me reí y le dije que no, Román me dijo así sin inmutarse y directo, «si nos enseñas tus pechos y tu panochita, los dos te enseñamos el pene.
Me empecé a reír y solo atiné a responder: Ok, pero ustedes primero, pensé que no lo iban a hacer, pero ambos se bajaron los pantalones, el bóxer y sin pudor alguno me enseñaron su pene, que por cierto ya empezaban a pararse, empezaron a jalarsela y en coro me dijeron: Te toca. Me empecé a reír y me alce la blusa un ratito y la baje, empezaron a quejarse que era quitársela así como ellos, como ya estaba poniéndome cachonda, me la quite y les dije que solo eso, la verdad me gustó la forma como me veían, su cara de deseo al verme con los pechos afuera y sobre todo como se les había parado la verga, me gustaba la de Tadeo, le medía como 16 cm y era algo gorda, y la de Román un poco más grande pero no tan gorda.
De nuevo Román preguntándome si me dejaba tocar los pechos. Ellos se dejan tocar, les dije que sí, que yo primero, así que me acerqué a ellos y empecé a tocarme una en cada mano, simulando una masturbación, o con ambas manos se las tocaba a cada uno. Ellos empezaron a tocarme los pechos, jugaban con mis pezones, que ya estaban bien paraditos. Cerré mis ojos para disfrutarlo y sentir más rico, cuando sentí unos labios y una lengua jugando con mi pezón, y en el otro pecho igual, abrí mis ojos y ahí estaban los dos pegados, los dejé que siguieran, ya que me estaba encantando.
Entre los dos me bajaron el short y el calzonsito, empezaron a tocarme torpemente, pero igual sentía muy rico. A partir de ahí simplemente me dejé llevar.
Se turnaban para tocarme los pechos y besarme, yo seguía con los ojos cerrados, sentí que uno de ellos empezaba a querer hacerme un oral, así que alce una pierna para facilitarlo, sentir una boca en mi vagina y otra en mis pechos era algo delicioso, sentía mi vagina muy mojada, sin que me lo pidieran me hinqué y se las empecé a mamar una a una o las dos juntas, eran grandes, así que no me cabían.
Tadeo me levantó, me besó, y me llevó cargando al sofá, me puso en cuatro y empezó a metérmela despacito, a pesar de estar muy mojada, me dolía un poco, ya que estaba grande, Román puso su verga en mi boca y seguí mamándosela hasta que se vino en mi boca y me trague todo, Tadeo, después de cogerme por un buen rato, tomó su lugar se me vino en mi boca e hizo que me tragara todo.
Román seguía con la vg parada, así que se acostó y me acomodé encima de su vg, me entró más fácil, así estuvimos por mucho tiempo, me puso de misionero y otra vez en cuatro, hasta que se vino en mi espalda, inmediatamente Tadeo tomó su lugar, me acomodé de misionero y empezó a darme bien duro y rico, hasta que se vino en mis pechos, al terminar, no sé por qué, pero empezamos a reírnos, nos vestimos y acordamos que podría repetirse, pero que nadie se enterara…
Espero les haya gustado.
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Hola como estas Rico tu relato tambien me gustaria ver y algunas fotos de ty