Mi primer big cocks con un vecino

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Con 19 años recién cumplidos, aún no había experimentado sexo con alguien que tuviera un pene enorme. Siempre fantaseaba con ello, pero desde mi debut a los 15 y hasta ese entonces, todos mis encuentros estuvieron en la media, algunos más otros menos, pero ninguno que se aproximara al tamaño soñado.

Vivía en un barrio cerrado y hacía unos seis meses, que en la vivienda frente a la mía, habían arribado nuevos moradores, un matrimonio con dos niñas de 12 y 10 años, con cuál más allá de los saludos de bienvenida y luego de ocasión, que mi madre les dio y algún otro breve intercambio de palabras, no teníamos otro acercamiento. 😍

Él era un cuarentón poco atractivo para mi gusto, ostentaba ese aire de nuevo rico, mal gusto en la vestimenta y demasiado oro en sus muñecas y cuello, hablaba en voz alta como para que todos lo escuchen y cuando salía con su descapotable lo hacía con la música a todo volumen.  Demasiados defectos para mí.

A veces lavaba su auto en el jardín y me pareció que al pasar, se fijaba en mí más de lo prudente. De todas maneras por lo antes dicho, no le prestaba ninguna atención.

Hacía un tiempo que practicaba tenis y noté que él también lo hacía, pero sin tener ningún acercamiento cuando coincidíamos en las canchas del country. 😁

Una tarde, luego del partido habitual, me dirijo al vestuario a buscar mi bolso, al ingresar advierto que él estaba saliendo de las duchas, llevaba una toalla rodeando su cintura y se venía secando el pelo con la de mano.

Al verme me saluda y pregunta cómo había estado mi juego, cuando comienzo a responderle, retira la toalla que llevaba puesta y con ella comienza a secarse, grande fue mi sorpresa al descubrir que entre sus piernas pendía un enorme trozo de carne y aunque trataba de disimular porque había otras personas, no podía quitar mis ojos de ese inmenso pene, consternado, tuve algunas palabras más con él y luego me retiré.

En mi cabeza daba vueltas la porra que había visto, no podía dejar de pensar en ello, ese vecino despreciado por mí, del día a la noche se había transformado en un galán a seducir.  😮

Así cuando salía de casa y me cruzaba con él lo miraba y saludaba sonriendo, meneaba aún más a mi cuerpo, esperando que se diera el momento propicio.

Estudié sus horarios de juego de tenis y comencé a ir a la cancha en la misma hora que él. Un día que estuvo algo lluvioso, lo que había ahuyentado a la mayoría de los concurrentes, esto hizo que nos encontráramos sin compañeros de juego, por lo que me invitó a practicar con él.

Al finalizar el juego, nos dirigimos al vestuario, había soñado ese momento, él dijo que se iba a duchar y yo, que nunca lo hacía pues prefería en mi casa, le dije que también, había llevado toalla, jabón y champú esperando esa ocasión. 🥰

Cuando estábamos en la ducha, me preguntó si quería que me enjabonara en la espalda, accedí encantado y prontamente su mano se deslizaba por mi cuerpo.

Fue bajando hasta mi cola y sentí su dedo enjabonado escudriñar en mi ano, sin pensarlo, me volteé, me arrodillé ante él y llevé mi boca a su pene.

En ese preciso momento sentimos que alguien ingresaba a los vestuarios, por lo que rápidamente me incorporé, terminé de enjuagarme y tomando mi toalla salí del baño, él demoró unos minutos disimulando y supongo para esperar se le bajara la erección. 🤩

Aunque me había quedado con muchas ganas, solo fue necesario esperar. Pocos días después, pudimos hablar, me invitó a encontrarnos en el centro de la ciudad, a las 20 horas.

Allí estuve, luego de saludarnos me invitó a subir a un departamento, era un auténtico Bulo, piso alfombrado de blanco, sillones con grandes almohadones, espejos en paredes y techo, una cama inmensa, juguetes sexuales sobre la cómoda y en el placar mucha lencería.

 Comenzamos a besarnos y pronto estuvimos desnudos en la cama, su pene estaba erecto a mas no poder, comencé a lamerlo de mil formas, lo ponía dentro de mi boca y trataba de tragarlo pero era imposible. 💥

El me dejaba hacer, solo me miraba, disfrutaba de la escena mientras acariciaba mi cola. En un momento se incorporó, se deslizó por mi espalda y sentí su lengua jugueteando en mi ano, tomó un frasco con lubricante se untó la pija y me penetró suavemente, noté su experiencia.

Sentí como su enorme pene ingresaba, la mezcla de dolor y placer me excitaba cada vez más. Se mecía cadenciosamente, en cada balanceo introducía su miembro un poco más, sin apuro, lentamente; me preguntó si me gustaba, si me dolía, yo solo gemía de placer.

Cuando estuvo todo dentro de mí, aumentó su ritmo, comencé a sentir sus topetazos en mis nalgas, el dolor se intensificó pero mi goce era mayor. Se agarró de mi pelo y tirándolo con fuerza, comenzó a decirme que él era mi macho, que mi cola le pertenecía, que en adelante él iba a disponer de mí. 😏

Dando gritos, le respondí que sí, que era su puta, que mi cuerpo le pertenecía, que hiciera mí lo que quisiera. El frenesí de sus embestidas cesó de imprevisto, tiró aún más de mi cabello y lanzó un grito de placer. Con los estertores de su orgasmo, llegó el mío. Lentamente nos fuimos relajando y finalizamos extenuados sobre la cama.

Como epílogo de esta historia, les cuento que por un tiempo fue Mi Macho, me convirtió en una verdadera puta, e hizo de mí todo lo que le vino en ganas, hasta que nos mudamos con mi familia al interior de provincia, pero eso será para próximos relatos.

By: Horacio

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AlfredoTT
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